Anit-Racism Movement (ARM) / Flickr (CC BY-NC-ND 2.0)

Áreas prioritarias

Apoyar a los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y por la justicia de género para que sean una fuerza impulsora de retos a los sistemas de opresión y para la creación conjunta de realidades feministas.

Financiamiento de los movimientos feministas

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En todo el mundo, los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y aliados están enfrentando al poder y reimaginando políticas de liberación. Las contribuciones que sostienen este trabajo llegan de muchas formas, desde recursos financieros y políticos a actos diarios de resistencia y supervivencia.


La iniciativa de AWID Financiando a los Movimientos Feministas (FMF) echa luz sobre el actual ecosistema de financiamiento, el cual abarca desde modelos autogenerados a corrientes de financiamiento más formales.

Mediante nuestra investigación y análisis, indagamos cómo las prácticas de financiamiento pueden servir mejor a nuestros movimientos. Analizamos críticamente las contradicciones de «financiar» la transformación social, especialmente en vistas de la creciente represión política, las agendas anti-derechos y el creciente poder corporativo. Sobre todo, construimos estrategias colectivas para apoyar  movimientos prósperos, fuertes y resilientes.


Nuestras acciones

Reconociendo la riqueza de nuestros movimientos y respondiendo al momento actual, nosotrxs:

  • Creamos y difundimos alternativas: Difundimos prácticas de financiamiento que ponen en el centro las prioridades de lxs propixs activistas e involucramos a un amplio espectro de financiadoras y activistas para que desarrollen nuevos y dinámicos modelos para financiar los movimientos feministas, especialmente en un contexto en el que se reducen los espacios para la sociedad civil.

  • Construimos conocimiento: Analizamos, intercambiamos y fortalecemos el conocimiento sobre cómo los movimientos atraen, organizan y utilizan los recursos que necesitan para lograr cambios significativos.

  • Hacemos incidencia: Trabajamos de manera colaborativa, como  en el Consorcio Count Me In, para influir sobre las agendas de financiamiento y abrimos espacios para el diálogo directo entre/con los movimientos feministas para redistribuir poderes y dineros..

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La tierra: Un bien común para el desarrollo económico

La tierra: Un bien común para el desarrollo económico

«La tierra es un activo que debe ser tratado y administrado cuidadosamente para el beneficio de las generaciones actuales y futuras». – WATED

En la aldea de Kola, distrito de Kisarawe, en el este de Tanzania, Women’s Action Towards Economic Development (WATED, La Acción de las Mujeres hacia el Desarrollo Económico) logró asegurar 15 acres de tierra en 2014. Esta porción de tierra albergar y alimentar a muchas semillas en crecimiento; puede proporcionar trabajo, sustento, sostenibilidad y conocimiento. La organización prevé este crecimiento en forma de un centro de capacitación enfocado específicamente en los temas de «empoderamiento económico de las mujeres y, en este sentido, la tierra constituye uno de esos temas».

«Nuestro enfoque se centra en la tierra, porque los resultados obtenidos al monitorear los derechos a la tierra de las mujeres en Ulanga y Kisarawe pusieron al descubierto que las mujeres dependen de la tierra para sostener a sus familias, pero lamentablemente muchas de ellas no conocen sus derechos ni como facilitarlos».

Mujeres rurales, mesas redondas y embajadorxs de la tierra

Equipo de embajadorxs

Durante los últimos años, desde su creación a finales de 2013, WATED ha estado trabajando de cerca con mujeres en las zonas rurales, así como con el gobierno local en cuestiones relacionadas con los derechos a la tierra y la justicia económica. Las mujeres rurales son un grupo focal para la organización, ya que la mayoría de ellas «residen en comunidades rurales y éstas son las zonas que han sido asignadas al sector de desarrollo». Este sector incluye áreas como la agricultura y la minería, por ejemplo, siendo la minería una de las industrias más predominantes en Tanzania con nueve minas principales.

WATED ha creado un programa de capacitación sobre «los derechos a la tierra para las mujeres rurales», desarrollado para dar voz y apoyar a las mujeres para garantizar sus derechos a ser dueñas de su propia tierra y mejorar su capacidad en temas relacionados a los derechos a la tierra. Con el programa, la organización también tiene como objetivo iniciar una asociación de trabajo con el gobierno, así como con otras contrapartes legales e interesadas, para asegurar que cuestiones pertinentes a las mujeres sean incluidas en la agenda. Es importante que «las mujeres ayuden a otras mujeres a ejercer el derecho a heredar la tierra que les pertenece y que la puedan usar para el desarrollo económico de sus propias familias». Parte de la capacitación incluye que las mujeres aprendan sobre la protección legal contra las prácticas culturales y de inversión que socavan sus derechos a la propiedad de la tierra. 

«Dada la naturaleza de la tierra africana, donde muchxs tienen una conexión ancestral, es importante tener en cuenta los intereses de quienes tienen sus viviendas en las zonas de desarrollo identificadas/asignadas».

Muchas de las zonas de desarrollo identificadas se han utilizado tradicionalmente para las prácticas agrícolas, y debido a que parte de la inversión es en industrias extractivas (IE), es crucial que las comunidades, y las mujeres en particular, participen y estén equitativamente incluidas en todos los procesos de toma de decisiones. «Vemos que las IE están directamente vinculadas a los derechos sobre la tierra, por lo tanto cuestiones de consentimiento y compensación justa deben ser consideradas de una manera equitativa como lo dicta la Ley de Tierras».

Para tener en cuenta los intereses y necesidades de las mujeres, WATED organizó mesas redondas para discutir sobre las industrias extractivas (IE) y los derechos de las mujeres sobre la tierra. Lxs participantes incluyeron mujeres abogadas y otrxs profesionales quienes discutieron el impacto de las IE, tanto en términos de oportunidades como de desafíos. También tuvieron como objetivo identificar cuestiones relacionadas con las inversiones y las IE, y cómo las mujeres pueden participar de manera integral y económicamente, tanto como inversionistas como proveedoras de servicios. Además, el grupo de la mesa redonda examinó los impactos potenciales de la inversión de las IE y los efectos sobre los recursos hídricos y el cambio climático.

Hasta ahora, los proyectos de WATED han capacitado a 400 mujeres y hay un equipo de 20 embajadorxs que se enfoca en «empoderar a las mujeres y a la comunidad para asegurar que la tierra le de igual valor económico tanto a las mujeres como a los hombres». Examinan las actividades agrícolas que están empezando y prestan atención a los acuerdos de inversión, teniendo en cuenta en particular las necesidades económicas de las mujeres y asegurándose de que sus perspectivas formen parte de las discusiones y decisiones futuras.

Barreras

Además de construir historias de éxito, como parte del trabajo de WATED también existen ciertas barreras que obstaculizan la sostenibilidad de su proyecto de derechos sobre la tierra. Uno de los desafíos es la falta de información al público y a las comunidades en cuanto a la toma de decisiones, especialmente en lo concerniente a las IE y la inversión.

«La mayoría de los acuerdos no son transparentes y lxs ciudadanxs no están realmente involucradxs en la discusión, ni mucho menos en los procesos de toma de decisiones. Las instituciones establecidas ceden (según las leyes existentes) ante las corporaciones para que estas obtengan una licencia y, a veces, exenciones (de impuestos)».

Si las personas afectadas no están incluidas en las negociaciones será difícil discutir y negociar los términos de manera conjunta. Un ejemplo son los disturbios de Mtwara de 2013, «causados por la falta de transparencia y entendimiento entre el gobierno y el público».

Otro desafío son las prácticas culturales y tradicionales en varias localidades. Esto se debe al hecho de que Tanzania tiene más de 120 tribus, cada una con un cierto conjunto de normas tradicionales. Estas prácticas afectan el acceso al conocimiento y la comprensión jurídica sobre los derechos a la tierra, particularmente para las mujeres; así como su acceso al sistema de justicia.

WATED también ha expresado que, además de los efectos ambientales y climáticos, el financiamiento y la sostenibilidad en términos de la asignación presupuestaria relacionada con los derechos de las mujeres a nivel del gobierno local dificultan la realización de los proyectos. Específicamente, con respecto a la tierra de 15 acres en la aldea de Kola «a pesar de la preparación y los ensayos para iniciar las actividades agrícolas, el no disponer de agua dificulta nuestras metas y reduce la confianza de las mujeres y lxs voluntarixs». Una solución práctica sería perforar para instalar una bomba de agua que permita el flujo y la disponibilidad de agua. «Al tener agua las mujeres podrán cultivar verduras y frutas durante todo el año». Este año, WATED espera recaudar fondos para cavar un pozo, instalar una bomba de agua y comenzar a cultivar.

«La tierra es fuente de vida, y el fin de la vida si no se utiliza adecuadamente».​

 


Este perfil de afiliada se ha publicado en relación con la próxima 61ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de las Mujeres (CSW, por sus siglas en inglés) y el tema principal de este año, «el empoderamiento económico de las mujeres en el cambiante mundo del trabajo».
Source
AWID

Adquirir experiencias, esforzarse y albergar un gran sueño: La historia de Meher Bano

Adquirir experiencias, esforzarse y albergar un gran sueño: La historia de Meher Bano

De niña, Meher Bano Mirzayee creció enfrentando múltiples dificultades en una sociedad con fuertes características misóginas, donde, nos dice «tener un hijo es algo valioso y tener una hija es causa de vergüenza. No es fácil cuando se proviene de una familia afgana pobre y sin educación. Yo tuve buena suerte porque inmigramos a Pakistán y allí fue que comenzamos educarnos».


La educación es el gran sueño de Meher Bano

«En mi vida, hay tres cosas que son lo más importante: adquirir experiencias, esforzarse y albergar un gran sueño.»

Meher Bano comenzó a trabajar como diseñadora de joyas en Pakistán desde muy pequeña, cuando apenas estaba cursando el séptimo grado. Debido a su creatividad en el diseño de brazaletes, collares y pendientes, el propietario de la tienda quiso contratarla a tiempo completo pese a que ella todavía iba a la escuela. «Era muy difícil trabajar con una persona que interfería en mi formación, hasta que finalmente, logré conciliar ambas cosas: trabajo y escuela».

Más tarde, ya de regreso en Afganistán, asistió a la universidad y participó en diversas actividades de voluntariado, incluido el trabajo para la Organización Nueva Generación de Afganistán, impartió clases, y colaboró con la labor de Mujeres por las Mujeres Afganas, y Todas las Mujeres de Todas Partes. Realizó pasantías como traductora de noticias para 1TV Afganistán y subgerente del Consejo de imanes ismaelitas chiíes Su Alteza Príncipe Aga Kahn para Afganistán. 

Para Meher Bano, las experiencias y los sueños están fuertemente vinculados al esfuerzo

«Es el esfuerzo lo que nos conduce al éxito. El esfuerzo es fundamental para lograr aquello que deseamos para el futuro». La formación que adquirió hasta ahora fue gracias al trabajo denodado y al deseo de desafiar y cambiar la concepción que la sociedad afgana tiene de las niñas y las mujeres. «Trabajo con ahínco para hacer algo nuevo en este mundo. Quiero cambiar las ideas que mi pueblo tiene de las niñas, según las cuales, estas son inservibles. Quiero demostrar que se equivocan».

Meher Bano cree que algunos de los mayores desafíos de su país son la falta de educación, un entorno de desigualdad y los problemas de seguridad.

Así nos explica los motivos:

« Puesto que el patriarcado se encuentra tan enquistado, la sociedad afgana en general no permite que sus hijas reciban educación. El problema de la seguridad en mi país hace que las familias no permitan a las mujeres asistir a la escuela o trabajar fuera de casa. Tienen temor a la falta de seguridad y quieren proteger a las mujeres. Esta protección crea desigualdades entre los hombres y las mujeres, los niños y las niñas. Da la impresión de que las mujeres son débiles y que los hombres son poderosos y fuertes. Protegen a las mujeres de manera equivocada, no les conceden sus derechos. »

Parte de las aspiraciones de cambio de Meher Bano para su país es convertirse en un modelo de imitación para otras jóvenes afganas y ser una líder que motive a otras a alcanzar el éxito. El intercambio de conocimientos e ideas le ayuda a crear liderazgo y líderes y a fortalecer la acción colectiva. Este es uno de los elementos que, en opinión de Meher Bano, son vitales para construir movimientos. 

En 2016, junto con un grupo de amigas, organizó el taller «Liderazgo y Mujeres Afganas», un espacio para el fortalecimiento del liderazgo destinado a alumnas de Kabul. En el programa participaron 15 jóvenes. En ese marco, se organizaron actividades como jornadas de servicio comunitario y un taller de creatividad que buscó, como escribió una de las participantes, «ilustrar una situación donde de manera repentina enfrentamos una problema y debemos encontrar una solución con lo que sea que tengamos a mano en ese momento».

El grupo creó una página en Facebook donde difunde algunas publicaciones, entre ellas la siguiente:

«El interés y la pasión de las jóvenes líderes afganas por aprender son nuestro medio para lograr un país pacífico y bien gobernado.»

En la actualidad y gracias a una beca, Meher Bano está estudiando en la Universidad Americana de Asia Central en Kirguistán. Su especialización es en administración de empresas con enfoque en psicología. «En esta universidad he tenido oportunidad de conocer a personas muy diversas, distintas culturas e idiomas y muchas ideas nuevas.

Para mí, las experiencias son lo principal en la vida. Me encantaría vivir más experiencias y aumentar mis conocimientos recorriendo varios países». Comentó que se afilió a AWID movida por nuestra visión.

«Quiero trabajar por los derechos de las niñas y las mujeres. Quiero luchar por sus derechos y quiero igualdad en este mundo porque todas y todos somos seres humanos. » - Meher Bano Mirzayee

Source
AWID