
Ummaya Gabbara

El Consejo de Derechos Humanos (CDH) es el cuerpo intergubernamental del sistema de las Naciones Unidas responsable de la promoción y protección de todos los derechos humanos en todo el mundo. El HRC se reúne en sesión ordinaria tres veces al año, en marzo, junio y septiembre. La La Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (ACNUDH) es la secretaría del Consejo de Derechos Humanos.
Debate y aprueba resoluciones sobre cuestiones mundiales de derechos humanos y el estado de los derechos humanos en determinados países
Examina las denuncias de víctimas de violaciones a los derechos humanos o las de organizaciones activistas, quienes interponen estas denuncias representando a lxs víctimas.
Nombra a expertos independientes que ejecutarán los «Procedimientos Especiales» revisando y presentado informes sobre las violaciones a los derechos humanos desde una perspectiva temática o en relación a un país específico
Participa en discusiones con expertos y gobiernos respecto a cuestiones de derechos humanos.
A través del Examen Periódico Universal, cada cuatro años y medio, se evalúan los expedientes de derechos humanos de todos los Estados Miembro de las Naciones Unidas
Se está llevarando a cabo en Ginebra, Suiza del 30 de junio al 17 de julio de 2020.
AWID trabaja con socios feministas, progresistas y de derechos humanos para compartir conocimientos clave, convocar diálogos y eventos de la sociedad civil, e influir en las negociaciones y los resultados de la sesión.
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Aïssata Kane, also fondly known as “Yaye Kadia” (Mother Kadia), was a feminist with a lifelong committment in advocating for African and especially Mauritanian women’s rights.
In her career as a politician, she was appointed Minister of Family Protection and Social Affairs in 1975, the first time a woman held such a position and in which Aïssata fervently worked to improve the status of women in her country.
This work included advancing girls’ and women’s education, fighting against the practice of force-feeding of young women, lobbying for an inclusion of a marital rights provision, and advocating for a female representation quota to be created in the Parliament.
“[Aïssata] realized all her passions with humility, courage and determination. She didn’t want to disturb anyone by her fight on all these fronts at the same time.” Ball Halimata Dem, Aïssata’s niece
She founded the National Union of Women of Mauritania (UNFM), co-creating and publishing Marienou for them, a magazine dedicated to the emancipation of Mauritanian women. Aïssata also directed several sub-regional and local organizations, including as the President of the International Association of Francophone Women (AIFF) and as a resolute ecologist, she was President of the Association for the Protection of the Environment in Mauritania (APEM).
In 2018 she received the Pioneer Woman Award. It honors her work in advancing Mauritania’s women’s status and recognizes her strong leadership and sense of innovation.
Aïssata passed away on 10 August 2019.
Lxs actores anti-derechos han logrado ejercer un impacto sustancial sobre nuestro marco de derechos humanos y sobre la interpretación progresiva de estas normas, especialmente las relacionadas con el género y la sexualidad.
Cuando se trata del impacto de lxs actores conservadorxs sobre los espacios políticos internacionales, el panorama general de la situación actual es de inmovilidad y retrocesos.
Hemos visto cómo se diluyen los acuerdos y compromisos existentes; se estancan las negociaciones; o se debilitan en forma sostenida las agencias de Naciones Unidas, los organismos de revisión de los tratados y los Procedimientos Especiales, al mismo tiempo que se logra introducir un lenguaje regresivo en documentos internacionales de derechos humanos.
La CSW, que se celebra anualmente en marzo, ha sido durante mucho tiempo uno de los lugares más en disputa dentro del sistema de las Naciones Unidas. En marzo de 2015, los actores conservadores marcaron el tono ya antes de que comenzaran los eventos o las negociaciones: el documento final de la Comisión fue una Declaración muy débil, consensuada antes de que las activistas por los derechos de las mujeres siquiera hubieran arribado a la sede de la CSW.
En la CSW de 2016, el nuevo Caucus de la Juventud fue infiltrado por un gran número de actores que se hicieron oír contra el aborto, la salud y los derechos sexuales y reproductivos, y que a gritos hicieron callar a las organizaciones juveniles progresistas. Una vez más, las intensas negociaciones dieron como resultado un texto deslucido, que incluía lenguaje regresivo sobre «la familia».
Precisamente ahora que los derechos humanos de las mujeres han cobrado una importancia urgente, la CSW se ha convertido en un espacio despolitizado y debilitado. Utilizarla para lograr avances en los derechos resulta cada vez más difícil, ya que la energía de lxs progresistas se agota tratando de defender los logros obtenidos frente a la reacción conservadora.
Como organismo intergubernamental responsable de la promoción y protección de los derechos humanos en todo el mundo, el CDH es un punto de entrada fundamental para lxs actores conservadores. En los últimos años, este mecanismo ha sido el escenario de una serie de acciones anti-derechos que han resultado perjudiciales.
En concordancia con otrxs actores anti-derechos, una estrategia de los Estados y bloques de Estados conservadores es negociar agresivamente para eliminar lenguaje positivo e introducir enmiendas hostiles a las resoluciones, sobre todo a las que tratan de derechos relacionados con género y sexualidad.
Por ejemplo, durante la sesión de junio de 2016 del CDH, los Estados miembros de la Organización para la Cooperación Islámica y sus aliados atacaron una resolución sobre la discriminación contra las mujeres. Las negociaciones fueron muy tensas y tuvieron como resultado que se eliminaran múltiples referencias a temas como el derecho de las mujeres y las niñas a ejercer control sobre su sexualidad, su salud sexual y reproductiva y sus derechos reproductivos; la necesidad de derogar las leyes que perpetúan la opresión patriarcal hacia las mujeres y las niñas en las familias y aquellas que penalizan el adulterio o perdonan la violación dentro del matrimonio.
El CDH también ha sido el espacio en el que se desplegaron iniciativas conservadoras perniciosas para cooptar las normas de derechos humanos e introducir un lenguaje conservador de «derechos humanos», como ocurrió con las resoluciones sobre «valores tradicionales» lideradas por Rusia y, más recientemente, con toda la agenda sobre «Protección de la Familia».
En 2015 varias organizaciones religiosas y de derecha religiosas decidieron abrir un nuevo frente y comenzaron a hacer incidencia en el Comité de Derechos Humanos, el órgano responsable de la supervisión del cumplimiento del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos (PIDCP), un instrumento fundamental de derechos humanos.
Cuando el Comité anunció que estaba redactando una nueva interpretación autorizada sobre el derecho a la vida, grupos anti-derechos se movilizaron con la esperanza de incorporar su discurso anti-aborto en el tratado.
Más de 30 actores no estatales conservadores enviaron aportes escritos, defendiendo que su discurso engañoso sobre el «derecho a la vida» — según el cual la vida comienza con la concepción y el aborto constituye una violación a ese derecho — se incorporara en la interpretación del artículo 6 del Comité.
Esta incidencia de los grupos conservadores frente al Comité de Derechos Humanos constituye un giro estratégico ya que históricamente estos actores han intentado socavar e invalidar la labor esencial de los órganos de monitoreo de los tratados, entre ellos el propio Comité de Derechos Humanos.
Lxs actores anti-derechos participaron en el cabildeo por los nuevos Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en 2015, centrándose de nuevo en los derechos relacionados con el género y la sexualidad. Tuvieron un éxito limitado en sus intentos por incorporar lenguaje regresivo en la Agenda 2030.
Aun después de haber logrado rechazar lenguaje progresista en el texto final, lxs actores conservadorxs redefinieron su estrategia. En un intento por evadir la responsabilidad estatal y socavar la universalidad de los derechos, varios estados han formulado diversas reservas a los ODS.
En nombre del Grupo Africano, Senegal afirmó que los estados de esta región solo «implementarían los objetivos en consonancia con los valores culturales y religiosos de sus países».
La Santa Sede también hizo algunas reservas, «confiada en que la promesa de ‘Nadie va a quedarse atrás’» se leería «incluyendo el derecho a la vida de la persona, desde la concepción hasta la muerte natural».
Arabia Saudita dio un paso más, declarando que no seguiría ninguna norma internacional relativa a los ODS que hiciera referencia a la orientación sexual o la identidad de género, que considera «contrarias a la ley islámica».
Lxs actores anti-derechos están ocupando cada vez más espacio en la Asamblea General de la ONU (AG). En su sesión 71 (2016), la AG fue escenario de una ferviente manifestación antiderechos en contra del nuevo mandato creado por la resolución del Consejo de Derechos Humanos sobre la orientación sexual y la identidad de género (OSIG) en junio de 2016: el Experto Independiente sobre esta temática. Hubo cuatro intentos de socavar este mandato en el marco de la AG.
Primero , el Grupo Africano lideró un intento de aprobar una resolución hostil al mandato en el Tercer Comité, que en esencia se proponía aplazar indefinidamente su implementación. Si bien este intento no fue exitoso, constituyó una táctica novedosa y preocupante. Al bloquear retroactivamente desde la AG la implementación de un mandato creado por el Consejo de Derechos Humanos lxs actores anti-derechos buscan socavar directamente la autoridad del CDH frente a la Asamblea General. Después se dirigieron al Quinto Comité (responsable de asuntos administrativos y presupuestarios) para atacar el mandato.
En una acción sin precedentes, varios Estados intentaron (de nuevo, sin éxito) bloquear el financiamiento para todxs lxs expertos en derechos humanos de las Naciones Unidas, incluido el nuevo experto sobre OSIG.
Si bien ninguno de estos esfuerzos logró bloquear la creación e implementación del nuevo mandato, el apoyo significativo que recibieron, lo novedoso de la estrategia empleada y las sólidas alianzas construidas con criterios regionales a través de negociaciones marcan dificultades que habrá que enfrentar en el futuro.
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Rosane Santiago Silveira era conocida afectuosamente como «Rô Conceição». Fue una activista ambiental y por los derechos humanos que luchó fervientemente para proteger el medio ambiente en las zonas más amenazadas.
Esta lucha incluyó la defensa así como también la protección ambiental en la isla de Barra Velha, cuando estuvo amenazada por la exploración petrolera, mediante campañas contra la apropiación de tierras y la expansión de las plantaciones de eucaliptus en el Estado de Bahía, donde Rosane integraba el Consejo de la Reserva Extractivista de Cassurubá.
«La Reserva Extractiva es un área protegida donde las familias residentes se ganan la vida con productos naturales extraídos del bosque. Estas actividades ayudan a mantener la integridad del bosque.» - Global Justice Ecology Project (fuente original: Rede Brasil Atual)
Rosane participó en actividades sindicales, y en movimientos culturales y por los derechos humanos. Dedicó gran parte de sí misma, no solamente a las causas que la afectaban directamente, sino a problemas de la tierra, los bosques, los ríos y las comunidades cuyos derechos y vidas están continuamente en riesgo.
Fue torturada y asesinada el 29 de enero de 2019 en Nova Viçosa, una ciudad del sur de Bahía.
«Lamentablemente, hoy existe un sentimiento de inseguridad total, por la ausencia del Estado en la investigación de estos delitos. Estuvimos con ella en Navidad, todos se dieron cuenta de que estaba preocupada, y ahora sabemos que había recibido tres amenazas de muerte.» - Tuian, hijo de Rosane, en una entrevista con Rádio Brasil Atual (fuente original: Rede Brasil Atual)
هنالك 47 سؤال في الاستطلاع، منها 27 سؤال اجباري* والعشرين الباقين هي أسئلة اختيارية. أغلب الأسئلة هي أسئلة متعددة الخيارات. ندعوكم/ن للإجابة على جميع الأسئلة.
Paulina Cruz Ruiz, originaire de Rabinal dans la région de Baja Verapaz au Guatemala, était une défenseuse des droits humains au pouvoir ancestral Maya Achí (autochtone). Elle participait activement à la mobilisation et à la résistance communautaires, notamment via des mesures juridiques contre des projets miniers sur des territoires autochtones, aux effets sévères et néfastes pour leur tissu socioenvironnemental.
« Le modèle d’industrie extractive promu par le gouvernement guatémaltèque et la construction de projets de développement à grande échelle sur des terres autochtones, sans le consentement des communautés, est source de litiges constants avec les mouvements de résistance. » - Minority Rights Group International (groupe international pour les droits des minorités)
Paulina a également participé à la Marche pour la dignité, la vie et la justice, durant laquelle des milliers de guatémaltèques ont initié, le 1er mai 2019, une marche de huit jours contre la corruption et l’impunité face aux poursuites et aux assassinats de défenseur·e·s des droits humains, des terres ainsi que de leaders paysan·ne·s et autochtones.
Paulina a été assassinée le 14 septembre 2019 près de chez elle, dans le village de Xococ.
D’après Minority Rights Group International, « l’une des problématiques constantes qui affecte le plus les communautés mayas tient dans l’accroissement des activités de l’industrie minière. »
En savoir plus sur les mayas au Guatemala (en anglais)
En savoir plus sur la Marche pour la dignité, la vie et la justice (en anglais)
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