Declaración conjunta para la Sesión 50º del Consejo de Derechos Humanos, punto 3 de la agenda.
Esta declaración conjunta sobre activismo de mujeres jóvenes y niñas fue leída por AWID en nombre del Observatorio sobre la Universalidad de los Derechos.
Señor Presidente:
Recibimos con beneplácito el informe del Grupo de Trabajo sobre la discriminación contra mujeres y niñas y el reconocimiento de que activistas jóvenes, especialmente si provienen del Sur Global, no pueden acceder a la mayoría de los espacios políticos, incluyendo a la ONU, ni interactuar con ellos.
Si bien gobiernos e instituciones multilaterales están comenzando a prestar atención a las mujeres jóvenes, un estudio realizado por FRIDA, el Fondo de Jóvenes Feministas, y AWID revela que el 91% de las jóvenes activistas consideran que la falta de recursos financieros es el principal obstáculo al que se enfrentan.
La violencia y las represalias por parte de los Estados, alimentadas por el nacionalismo y los fundamentalismos de diversa índole, amenazan la seguridad de las mujeres jóvenes y las niñas así como su capacidad organizativa. Las jóvenes que defienden derechos sufren una mayor opresión y estigmatización en sus hogares, con sus familias y en sus comunidades.
Leyes y políticas paternalistas son manipuladas por Estados y responsables legales para controlar la autonomía física y la sexualidad de las mujeres jóvenes y las niñas. El impacto de ese control recae en forma desproporcionada sobre las mujeres jóvenes que son pobres, negras, indígenas, disidentes de género y sexuales y/o discapacitadas, así como sobre aquellas que se enfrentan al racismo y la xenofobia. Los Estados deben dejar de manipular la supuesta protección hacia mujeres jóvenes y niñas, y dejar de usar en forma incorrecta el concepto de orientación materna y paterna para recortar derechos sexuales y reproductivos y culpar a comunidades oprimidas.
Llamamos a los Estados a reconocer el derecho a la autonomía física y la capacidad de acción de las mujeres jóvenes y las niñas, así como a eliminar las leyes paternalistas con este mismo fin. (Los Estados deben) garantizar que las mujeres jóvenes y las niñas tengan acceso a servicios de atención a la salud gratuitos, seguros, libres de estigma, accesibles y de calidad, incluyendo los servicios de salud sexual y reproductiva. También deben tomar la iniciativa para designar a las mujeres jóvenes y las niñas en lugares destacados de los procesos para la toma de decisiones, y garantizar en forma sistemática su participación sustantiva en los procesos de la ONU.