AWID es un organización feminista internacional de membresía, que brinda apoyo a los movimientos que trabajan para lograr la justicia de género y los derechos de las mujeres en todo el mundo.
En septiembre de 2016, 1800 feministas y activistas por los derechos de las mujeres de todos los rincones de nuestros movimientos se congregaron en las costas de Bahia, en el 13º Foro Internacional de AWID.
En esta sección se destacan los logros, los aprendizajes y los recursos que surgieron de las ricas conversaciones mantenidas. Te invitamos a analizar, compartir y comentar.
¿Qué ha pasado desde 2016?
Uno de los aportes más importantes del Foro fue la necesidad de ampliar y profundizar nuestro trabajo entre movimientos, frente a la confluencia de los fascismos en auge, fundamentalismos, codicia corporativa y cambio climático.
Con esto en mente, AWID, en asociación con múltiples aliadxs, ha estado trabajando para que estas semillas de resistencia:
AWID se ha comprometido, mediante su próximo plan estratégico y su proceso del Foro, a continuar y profundizar las relaciones, las lecciones y los procesos iniciados en el Foro 2016 y basándonos en el momento actual.
¿Que pasa ahora?
El mundo es un lugar muy diferente de lo que era un año atrás, y seguirá cambiando en los próximos años.
El próximo Foro de AWID se realizará en la región del Pacífico Asiático (el lugar y la fecha exactos serán anunciados en 2018). Esperamos que te unas a nosotrxs.
Sobre el Foro de AWID
Los Foros de AWID comenzaron en 1983 en Washington DC. Desde entonces, el evento ha crecido hasta convertirse en muchas cosas para muchas personas: un proceso iterativo para darle forma a nuestros análisis, objetivos y acciones; un hito crucial que fortalece los feminismos de lxs participantes e infunde energías a sus procesos de organización; un hogar político donde lxs defensoras de derechos humanos encuentran un santuario y solidaridad.
Que l'invisible soit visible : manifeste d'un.e culturiste au genre fluide à Hong Kong
par Siufung Law
« 97...! 98…! Où est 98? 98! Veuillez revenir dans la queue!... 99! 100...! » La gérante des coulisses a demandé sans relâche à chaque athlète de faire la queue dans les coulisses humides, en sueur et surpeuplées. (...)
Gloria Chicaiza, una activista social y ambiental ecuatoriana, fue una ferviente defensora de la tierra y el agua. Desafió el statu quo, al luchar contra un modelo de desarrollo basado en la extracción, y trabajó incansablemente por la justicia ecológica y los derechos de las comunidades afectadas por la minería.
Gloria participó en las acciones de resistencia para la protección del ecosistema en distintas áreas de Ecuador. Con pasión y dedicación, Gloria apoyó al movimiento indígena y ambiental, a sus comunidades y a las organizaciones que se oponen a los proyectos de minería y protegen sus territorios y sus proyectos de vida colectivos. En foros locales e internacionales, se pronunció contra la criminalización del disenso y la resistencia, contra la presión y la violencia ejercidas contra lxs activistas comunitarixs (y, en particular, contra las defensoras de derechos humanos), y a favor de los esfuerzos comunitarios por la soberanía alimentaria y la sustentabilidad.
Fue Coordinadora del Área de Justicia Minera de Acción Ecológica, participó en la Red Latinoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Sociales y Ambientales, e integró la Junta Directiva del Observatorio de Conflictos Mineros de América Latina (OCMAL).
En 2014 Gloria apoyó la coordinación de una delegación a la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático (COP 20) de la ONU. El grupo estuvo integrado por veinticinco mujeres indígenas de América Latina.
Gloria falleció el 28 de diciembre de 2019 por complicaciones de un trasplante de pulmón. Es recordada por su resistencia y su incansable trabajo.
«El camino más rápido para llegar a la sustentabilidad sigue siendo la resistencia.» - Gloria Chicaiza (entrevista de 2010)
«Gracias Glorita, por sostener la esperanza, por mantener el tejido fuerte, por conectar la comunidad, por las manos unidas, por la solidaridad, gracias Glorita por acompañarnos en los momentos más difíciles. Gracias por enseñarnos que, a lo largo de la vida, nadie se cansa.» - Chakana News
«Fue más intrépida, más audaz y más generosa que su cuerpo; ese cuerpo que enfrentó toletes y bombas lacrimógenas, que paseó bajo la cadencia de los tambores y las batucadas, que incubó otra vida, hermosa y digna, como la suya. Haz dejado de toser, querida amiga, pero hoy, más que nunca, tu voz me quema adentro.» - Pablo Ospina Peralta
«Gloria Chicaiza valoraba ser una de muchxs, y así prosperaba. Y, humilde como era, tenía una extraordinaria capacidad para llevar y mantener un ritmo sostenido y estruendoso, un pulso de afirmación de la vida que guiaba, movilizaba e inspiraba a las comunidades y a las redes para la protección de la Madre Tierra. Se oponía a toda forma de violencia contra los cuerpos-territorios. Apoyaba el buen vivir.» - Gabriela Jiménez, Coordinadora de Asociaciones para América Latina, KAIROS
«Gracias Gloria Chicaiza, desde el infinito estamos seguros de que seguirás apoyando nuestra lucha.. Tú, que continuaste acompañándonos en la lucha a pesar de que tu salud fallara. Vivirás en los bosques y en el agua que defendiste con tanta valentía, vivirás en nuestros corazones.» - Comunidad de Intag, Ecuador
Patience is a global human resources professional with over a decade of experience in human resources (HR) management in the not-for-profit sector. Patience previously worked at Mercy Corps as the Global HR Officer for Africa supporting the full employee life cycle for expatriates in the Eastern and Southern African region and provided HR technical guidance to Human Resources leaders in country offices within the African region. Before joining the global people team, she was the Country Human Resources and Safeguarding Focal Point, she was part of the senior management team leading on all human resources and safeguarding matters. Prior to Mercy Corps she led the HR and Operations department at SNV Netherlands Development Organization and was a member of the country management team. She also has HR Consultancy experience which she gained while she was still studying for her BSc Honors degree in Human Resource Management. She has a passion for HR, loves working with people and she takes wellbeing and safeguarding as her core values and in her professional work. As someone who loves sports, you can also find Patience at the basketball court, the tennis court or on the soccer field.
Position
Human Resources Coordinator
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Une conversation qui émeut
Merci, Ángela et Pilar
Yannia Sofía Garzón Valencia: Je suis une femme noire et une tisserande communautaire. Je vis à Santander de Quilichao dans le Cauca, en Colombie. Je m’intéresse aux processus créatifs autour desquels s’organise une vie collective durable. J’aime échanger des idées et cuisiner, faire des recherches et analyser, planter des graines et apprendre des plantes, lire et jouer. Je coordonne actuellement l’Observatoire des violences fondées sur le genre à l’encontre des communautés afro-descendantes en Colombie (@VigiaAfro).
Nous « partagions » toutes les trois l’après-midi dans un quartier du sud de Bogotá.
Il y avait une aire de jeux verte particulièrement grande, et nous étions assises sur de petits tabourets de bois sous un grand sureau. Nous faisions enfin l’expérience de cette autre forme d’amour – ce plaisir d’être ensemble et de s’écouter les unes les autres. Pour moi, ce genre de discussion compte parmi les expressions d’amour dont la vie me permettait de profiter depuis peu. Je ne savais pas que cette autre forme d’amour – que l’on trouve en dehors d’ateliers de formation, d’espaces d’activisme, de classes ou de lieux de travail – était possible. Mais nous trois, amies, avons passé l’après-midi entre nous, sans prétendre ne pas remarquer nos couleurs de peau respectives. C’était, au contraire, un facteur vécu qui nous permit de discuter de manière très intime des similitudes et des différences de nos expériences d’enfance et de jeunesse.
Ces discussions n’avaient aucun lien avec les prochaines activités du mouvement noir en Colombie, mais elles m’ont néanmoins nourrie et ont acquis de nouvelles significations. Notre intimité découlait de notre rapprochement, notre reconnaissance mutuelle et la perception de nos libérations uniques et individuelles. Et par la prise de conscience qu’il n’y a pas une, mais bien plusieurs voies vers la libération – ces voies que nous incarnions chaque fois que nous disions « non » et nous nous rebellions. Loin de tout malaise, nous nous sommes rencontrées avec une réelle authenticité empreinte de faiblesse et de force, qui nous rapprochait plus qu’elle ne nous séparait.
Notre objectif en ce bel après-midi était simplement d’être – d’avoir la conscience d’être simplement entre nous. Nous avons cheminé dans nos passés afin que nos mémoires conservées soient celles que nous avions décidé de garder en nous, et non celles que la peur avait fait entrer et inscrites en nous. Nous nous sommes remémoré des extraits très précis d’émissions de télé et avons chanté des chansons d’artistes qui nous avaient appris à bien aimer, à bien haïr, à jurer comme les pires brigands et à souffrir comme de vraies dames.
Nous nous sommes raconté nos mauvais coups à l’école, et ce qui demeurait dans notre subconscient d’avoir été exposées aux nombreuses manières qu’ont les médias de répéter la même chose – et après que les enseignantes et les nonnes à l’école nous aient abreuvées d’histoires nous incitant à nous identifier et à nous approprier les aspirations de Cendrillon pour nos propres vies. Cela donnait le ton pour le reste de notre histoire : le drame de la fille pauvre et affaiblie qui ne s’accomplira entièrement que par un acte qui la sauvera de sa condition. Et cet acte ne pourra que prendre la forme du regard d’un homme qui est, au minimum, blanc, méritant ainsi ce qui est entre nos cuisses – sa « principale aspiration » – et « la réalisation parfaite de nos rêves », ce qui nous était alors enseigné comme étant notre principale aspiration à nous aussi.
Nous étions trois, cet après-midi-là. Nous avions chacune été élevée dans une région différente du pays, mais il était absolument fascinant de néanmoins pouvoir citer des extraits de chansons et des situations de séries télévisées, qui – comme nous l’avons compris en apprenant à nous connaître – partageaient des codes ou des symboles répétés, à quelques différences près, dans nos maisons, dans nos premières relations et dans nos quartiers et nos écoles. Élevées par des « drames » (n’est-ce pas ainsi que l’on appelle ce genre si populaire?) dans lesquels plus on souffre plus on est méritante, la question de « comment et dans quelles situations est-il acceptable ou légitime de souffrir » devient un étalon important de la manière dont la personne qui souffre devrait être considérée, ce qu’elle devrait faire et qui elle devrait être. Certaines d’entre nous étions parvenues à nous libérer et à « apprendre » une définition de l’amour qui ne pouvait être apprise qu’à l’âge adulte, brisant toute illusion et acceptant le péché naturel. Et prenant conscience de la production industrielle d’une vierge, à qui nous pouvions refuser de ressembler car elle n’avait pas sa place dans notre entendement, et de la déception qu’apporte cette aliénation.
Après avoir chanté, nous avons examiné nos premières explorations sexuelles. Je n’avais jamais pensé que la plupart des gens en faisaient l’expérience avant l’âge de neuf ans et que, même à l’âge adulte, ces expériences et ces mémoires demeurent un fardeau encombrant. Même aujourd’hui, dans des milliers d’endroits, des millions de filles et de garçons voient leur innocence mise à mal par un manque de confiance et l’ignorance que nous affichons lorsqu’elles et ils tentent d’explorer leur corps. Blâmer la curiosité est un mécanisme de contrôle radicalement efficace. Nous sommes revenues sur les brèves conversations que nous avions eues lorsque nous avons changé l’histoire de nos vies, passant de Noires maudites à une perspective qui nous a permis de renaître. Nous avons évoqué le souvenir du nombre conséquent de tantes et de cousines qui avaient quitté leur maison, leur centre, leurs racines, à la recherche d’un avenir à l’extérieur, ailleurs.
« Elle apprit qu’il fallait qu’elle prenne soin de son ventre en gardant ses tissus au chaud, pour éviter le froid qui entre par cette partie plus souple sur le dessus de la tête, par les pieds, par les oreilles, afin de ne pas avoir mal, et particulièrement lorsque l’on a ses règles. Pour ce faire, il faut prêter attention à ce que l’on mange, à la manière dont on s’habille et à la manière dont on marche, car tout cela est en lien avec la santé des filles. »
L’avenir a un coût : il exige que les relations qui ont marqué notre enfance soient refaçonnées et jetées dans l’oubli. Ce sont nos fondations, mais elles ne sont pas pertinentes si nous voulons continuer à avancer. Pour nous, avancer était synonyme d’apprendre par cœur ce que nous nous faisions à nous-mêmes avec les occasions que nous trouvions ailleurs. Parce que c’est ailleurs, et non en nous, que se trouvent ces occasions, que nous sommes disponibles, que nous devons être à l’extérieur. Cependant, pour beaucoup de nos tantes et de nos cousines, le coût des rares occasions de s’inscrire et d’assister à des cours du soir ou de prendre un congé sabbatique du travail domestique était celui de devenir la première expérience sexuelle de proches qui vivaient dans l’avenir. Un avenir pour lequel d’autres avant elles avaient également payé, et dont elles avaient déjà oublié le prix. Cette exigence de paiement arrivait avec la même ponctualité que celle de la facture d’électricité. Nous n’accepterons pas cet héritage.
Il y avait, en Colombie et en Amérique latine, un manuel de bonnes manières intitulé La urbanidad de Carreño (Le manuel de bonnes manières de Carreño). Sa lecture était obligatoire dans les écoles publiques et privées jusque dans les années 1990. Ce manuel conditionnait la manière dont les corps étaient perçus et ma mère, accueillie et élevée par des nonnes carmélites, le connaissait par cœur. La première fois que je l’ai lu, j’ai dû m’arrêter à plusieurs reprises pour me frotter le ventre qui me faisait mal tant je riais. Il contient des instructions ridicules telles que : prenez une douche les yeux fermés et éteignez la lumière lorsque vous enfilez votre chemise de nuit. Différents chapitres traitent de la manière de se comporter à la maison, dans la rue, et lors d’un dîner ou d’un déjeuner public – soit les normes du bon goût et du savoir-vivre. La base éthique pour les bons citoyens était l’urbanité qui leur permettait de s’éloigner de la ruralité. Ce même manuel précisait que de saluer un proche de l’autre côté de la rue en criant n’était pas acceptable; les bonnes manières nous dictaient de traverser la rue. De la même manière, les hommes doivent retirer leur manteau et le mettre sur des flaques d’eau lorsqu’ils sont accompagnés par une femme, afin qu’elle ne mouille pas ses chaussures. Je pensais à la manière de saluer quelqu’un de l’autre côté d’une rivière, et au fait qu’il fait si chaud où nous vivons que nous ne portons pas de manteau.
L’auteur de ce manuel, Monsieur Carreño, est le contraire du grand-père d’une dame âgée née à Turbo. Elle me raconta un jour que son grand-père était un homme sage, qui lui avait parlé de l’accouchement et de la manière de prendre soin de son corps. Elle apprit qu’il fallait qu’elle prenne soin de son ventre en gardant ses tissus au chaud, pour éviter le froid qui entre par cette partie plus souple sur le dessus de la tête, par les pieds, par les oreilles, afin de ne pas avoir mal, et particulièrement lorsque l’on a ses règles. Pour ce faire, il faut prêter attention à ce que l’on mange, à la manière dont on s’habille et à la manière dont on marche, car tout cela est en lien avec la santé des filles. La femme âgée ajouta que son grand-père dévoué lui avait également enseigné que les crampes étaient plus fréquentes depuis que les sols des maisons n’étaient plus en terre battue ou en bois. Depuis le béton et le carrelage, ces matériaux qui permettaient au froid d’entrer dans la maison par les pieds, les tensions dans les tissus du ventre augmentaient également.
Encore une surprise. Il y avait une telle distance entre Don Carreño et le sage grand-père en termes de conscience de la vie – aussi grande que les injonctions à bien se comporter qui brident nos impulsions et nos sens, même le bon sens commun qui valorise la santé. C’est alors que je compris une des manières selon lesquelles le béton empêche la terre de respirer, et nous en empêche également par le fait même. Je n’avais pas réalisé qu’il y avait, et qu’il y a toujours, une architecture et des matériaux pour prendre soin de nos corps. En Colombie, et dans d’autres pays, les matériaux utilisés pour faire des maisons sont des indicateurs d’une pauvreté multidimensionnelle. Une maison construite avec du béton nous éloigne de la perception de la pauvreté. C’est là un simple exemple décevant de la manière dont le progrès nous incite à délaisser la relation entre notre environnement et notre corps. Le bon goût et l’urbanité nous poussent à l’extérieur : pour avancer, mentent-ils, il faut aller là-bas.
« Je compris une des manières selon lesquelles le béton empêche la terre de respirer, et nous en empêche également par le fait même. Je n’avais pas réalisé qu’il y avait, et qu’il y a toujours, une architecture et des matériaux pour prendre soin de nos corps. »
Nous étions embêtées par la prise de conscience que ni nos mères ni nos pères ne nous avaient parlé des menstruations, sauf quand la tache brune avait déjà sali nos culottes. Ils avaient échoué à nous protéger contre la honte qui était supposée être un sentiment naturel lorsque nos menstruations avaient commencé. Et avec les menstruations venaient les crampes souvent supportées en silence, parce qu’il y avait du travail à faire; certaines de ces crampes étaient dues à des kystes, des hématomes ou des fibromes qui avaient tué les grands-mères qui avaient découvert et oublié les traitements de soins, puis s’était oubliées elles-mêmes. L’haleine de nos mères et de nos pères devenait de plus en plus froide, mais l’Extérieur frigorifiait la familiarité et, au lieu de réchauffer nos ventres, exprimait des jugements avec des conseils qui semblaient être des avertissements à propos de la seule chose qui importe aux hommes. Ceci s’appliquait à tous les hommes – légitimant ainsi le rôle de pillage du phallus, comme si sa seule option était de prendre ce que nous avions entre nos cuisses. Les nombreuses versions de cette vérité étaient remplacées par une naturalisation inamovible et fortement ancrée : dire à toutes les femmes que nous devions nous préserver pour l’un d’entre eux, pour celui qui introduira le premier son pénis en nous, pour celui qui nous donnera quelque chose en échange, et que nous sommes des femmes uniquement car nous aspirons à, et nous le laissons le mettre en nous. Quand j’étais une petite fille, j’ai exploré des petits pénis et des petits clitoris et, entre les séances de jeux entre filles, la question chuchotée était : à qui le tour de jouer l’homme et à qui le tour de jouer la femme? Et la réponse : les débuts de petits orgasmes, peu importe avec qui. Je suppose que la même chose doit se passer entre les corps de garçons.
Les expériences et les explorations de nos tantes, nos cousines et nos proches portaient essentiellement sur le corps et sa nudité en tant que tabou. Elles évitaient de l’exprimer et de le nommer, au point de le couvrir, de donner de nouveaux noms à ses excrétions, ses expulsions, sa procréation et, juste entre nous les femmes, ses fonctions de réception. J’ai entendu un jour une femme âgée dans un atelier de formation dire que lorsqu’elle vivait avec sa grand-mère, son souvenir était que cette vieille femme dormait en gardant un œil ouvert, avec un fusil posé sur son matelas. Le bruit le plus ténu dans la nuit suffisait à ce qu’elle empoigne son arme et vise. C’est là une situation courante en Colombie Pacifique, où certains comportements très néfastes sont normalisés. Des hommes mariés ou célibataires qui aiment bien une jeune femme pénètrent dans sa chambre la nuit – on appelle ça la gateada. Et cela n’est pas sans risque : si les tenant·es de l’autorité dans la famille réalisent ce qu’il se passe, qu’il s’agisse d’un abus ou non, l’homme peut être blessé, voire tué.
Cette habitude de faire sa propre loi n’a cependant jamais mis un terme aux gateadas, même encore aujourd’hui. Lors de ce même atelier – comme je le répétais à mes sœurs – d’autres participantes dirent que ni elle ni leur mère ne laisserait leur fille seule avec leur père à l’heure du bain, à moins que les filles ne portent un sous-vêtement. Je me suis alors souvenue de la voix de mon père me disant, lorsque j’avais sept ans, ta mère ne m’a jamais laissé te donner le bain. Après avoir parlé de cela, une autre femme répondit que, au contraire, son père l’a baignée toute nue dans la cour de sa maison d’enfance jusqu’à ses sept ans, puis son frère aîné le fit jusqu’à ses neuf ans. Elle ne sentit jamais quoi que ce soit de bizarre à la manière dont ils la regardaient; pour eux, c’était là simplement une autre tâche consistant à prendre soin de l’enfant la plus gâtée de la maison. Elle se souvient avoir été vue pour ce qu’elle était : une enfant fille, une enfant sœur, qui n’aimait pas l’eau.
Les enfances, à nouveau, hier comme aujourd’hui. Nous avons été surprises par cette histoire qui nous a réconfortées. Même moi j’avais vu que les choses étaient différentes ailleurs; le père de ma fille lui a donné son bain dans la baignoire jusqu’à ce qu’elle soit âgée d’environ deux ans. Même avant ses deux ans, il lui donnait de légères tapes sur les fesses, vers le haut, pour les faire grossir, disait-il. Nous pourrions ici parler de dimensions supplémentaires de la manière dont nous construisons nos corps, mais c’est là une tout autre histoire. Pour moi, il s’agissait d’une tâche de soins, parmi les nombreuses autres, que nous avions décidé d’un commun accord de répartir entre nous, avant même la naissance du bébé. Et la décision de ne pas considérer chaque homme comme un violeur en embuscade ne signifie pas que ce ne sont pas des violeurs, mais plutôt qu’ils peuvent arrêter de l’être. Il y a également des hommes et des corps masculins qui ont été élevés à ne jamais être des violeurs.
Cela a toujours cours. C’est arrivé à une de nos amies et à ma propre fille. Je me suis dit : comment se fait-il que certaines femmes soient en couple avec des hommes à qui elles ne peuvent pas faire confiance pour prendre soin de leur fille? Je suis sûre que ma mère aimait mon père. Et, bien qu’on ne parle que rarement de la femme qu’elle était avant de devenir ma mère, je sais que ces expériences d’abus ne peuvent être comparées à la brutalité et à la tolérance exagérée envers celles d’aujourd’hui. Mais cela demeure une décision que de nombreuses femmes dans de nombreux lieux prennent, ce qui entraîne d’autres questions. À quelle fréquence, combien de fois, ont eu lieu les cas d’abus dans nos familles élargies pour que les femmes interdisent de manière ouverte, ou de manière imperceptible, à leurs partenaires de donner le bain à leur fille? Est-ce que cela est en lien avec la surexposition médiatique à laquelle nous sommes soumises et soumis dès notre naissance? Qu’est-ce qui délite les liens familiaux et les transforme en simples échanges de satisfaction corporelle? Est-ce que cela tient à la proximité des valeurs urbaines qui portent tant d’attention aux bonnes formes des corps des femmes en tant qu’objets de désir, et poussent les corps masculins à se comporter comme des propriétaires et des conquérants, remplissant la mission de mimétisme des représentations médiatiques pour être rassurés dans leur identité? Est-ce le béton et d’autres codes, comme les bonnes manières de Carreño, qui les font perdurer? Est-ce encouragé par le besoin d’oublier certaines relations comme prix du progrès, cette insistance à « faire pour l’extérieur »? Que se passe-t-il avec ce que nous avons appris à notre époque, celles et ceux qui, en secret ou non, se sont adonné·e·s à des explorations sexuelles en tant qu’enfants? Cela a-t-il été effacé par la culpabilité? S’agissait-il des graines de méfiance et de honte en nous-mêmes? En effet, ne s’agit-il pas là de possibilités d’apprentissage dans lesquelles avoir confiance, comprendre la nudité des corps comme faisant partie du respect de soi-même et des autres? Ces questions émergent dans des espaces de confiance, où la peur de dire ce que l’on pense et ce que l’on ressent est chassée par l’intention de l’accompagnement. J’imagine combien nous sommes, dans tous les coins de cette planète, et je suis certaine que ce ne sont pas de nouvelles questions, que les messages qu’elles contiennent sont répétés, et que l’on se trouve à vivre dans les réponses.
Continuez à explorer Incarnations transnationales
Cette édition du journal, en partenariat avec Kohl : a Journal for Body and Gender Research (Kohl : une revue pour la recherche sur le corps et le genre) explorera les solutions, propositions et réalités féministes afin de transformer notre monde actuel, nos corps et nos sexualités.
نصدر النسخة هذه من المجلة بالشراكة مع «كحل: مجلة لأبحاث الجسد والجندر»، وسنستكشف عبرها الحلول والاقتراحات وأنواع الواقع النسوية لتغيير عالمنا الحالي وكذلك أجسادنا وجنسانياتنا.
Lorena Borjas, femme trans et activiste latino-américaine, travaillait et vivait dans le quartier de Jackson Heights dans le Queens, à New York. Dans ces rues, pendant des années, elle s’est occupée de sa communauté à plaider en faveur des droits des personnes trans et immigrées, soutenir les individus ayant survécu à la traite des êtres humains et à la maltraitance et défendre les droits des travailleures du sexe et des personnes vivant avec le VIH et le sida.
Lorena se battait avec force, sans relâche, afin d’aider, de défendre et de soutenir les personnes les plus marginalisées et discriminées par la transphobie, la misogynie et le racisme.
« Elle nous a poussé·e·s à briller avec authenticité, à devenir le cri subversif qui affirme “ je suis là et je mérite moi aussi d’être heureux·se ” » - Cecilia Gentili, activiste trans et ami·e de Lorena
Ayant elle-même fait face à de nombreux traumatismes et difficultés en tant qu'immigrée transgenre et victime de la traite des êtres humains, Lorena a puisé dans le puits de ses expériences des connaissances et d’une mémoire émotionnelle afin d'aider à construire et à renforcer la communauté dont elle faisait partie, et qui faisait partie d'elle. Pour ce faire, elle a notamment organisé et mobilisé des aides allant de la fourniture de préservatifs à la mise en relation de femmes trans avec différents services, en passant par la création d'une clinique de dépistage du VIH à son propre domicile.
« C’était une si belle âme qui aidait les autres alors que son parcours d’immigrée, et d’immigrée trans, était difficile et douloureux. Elle était convaincue que la communauté trans avait besoin d’amour, d’acceptation et de compassion, et elle a tout donné. » - Luchia Dragosh, superviseuse de production chez QPTV dans le cadre d’un documentaire sur Lorena
En plus de 25 ans d'activisme, elle a également fondé le Fonds communautaire Lorena Borjas avec Chase Strangio (avocat et activiste des droits des trans), qui aide les nombreux·ses membres de sa communauté (et en particulier les personnes trans) confronté·e·s aux problèmes d'immigration à éviter le cycle arrestation-prison-expulsion.
Lorena est décédée en mars 2020 des suites de complications liées à la COVID-19.
Son oeuvre, gigantesque et merveilleuse, sera poursuivie dans les rues du Queens par le réseau et la communauté qu’elle a cocréés.
« Nous reprendrons son travail là où elle l’a laissé, travail essentiel au bien-être de ses “ pajaras ” (oiselles), comme elle aimait appeler les filles trans du Queens qu’elle avait prises sous son aile. » - Cecilia Gentili
Hommages :
« Lorena nous a apporté de la lumière alors que nous vivions une période très sombre ici à New York. Elle nous a apporté sa lumière alors que nous faisions face à l’ ”épidémie de crack ”, à la crise du sida, aux changements dans les politiques d’immigration. » - Cristina Herrera, fondatrice et directrice générale de Translatina Network et amie de Lorena
« Lorena a fait plus que quiconque pour faire la lumière sur l’épidémie de traite dans les communautés transgenres et permettre à d’autres femmes trans d’échapper à l’exploitation. » - Lynly Egyes (a représenté Borjas pour le compte du Transgender Law Center)
Durante sus 38 años de carrera, Debbie Stothard ha trabajado con diferentes comunidades y activistas para involucrar en los derechos humanos y la justicia a los Estados, organizaciones intergubernamentales y otras partes interesadas a lo largo de Asia, África, Europa y las Américas. Su trabajo está enfocado en las prioridades temáticas de las empresas y en los derechos humanos, en la prevención de las atrocidades y en el liderazgo de las mujeres. Por ello, ha sido facilitadora o persona de referencia en casi 300 eventos de capacitación durante los últimos 15 años. La mayoría fueron talleres orientados a las bases, desarrollados en el terreno, centrados en la incidencia en derechos humanos, alfabetización económica, en empresas y derechos humanos, y en justicia transicional y prevención de las atrocidades. Su trabajo en justicia transicional y prevención de las atrocidades ha estado enfocado principalmente en Burma/Myanmar, aunque también ha proveído asesoramiento para responder a situaciones de otros países alrededor del mundo.
Entre 1981 y 1996, Debbie trabajó como periodista especializada en crímenes, activista estudiantil, analista política, académica, consejera de gobierno y proveedora de comida en Malasia y Australia, mientras era voluntaria en causas de derechos humanos. En 1996, fundó ALTSEAN-Burma, que encabezó una variedad de programas de innovación y empoderamiento en derechos humanos. Entre ellos, el programa intensivo permanente de liderazgo de ALTSEAN para diferentes mujeres jóvenes de Burma, que, durante los últimos 22 años, ha ayudado a fortalecer y ampliar el liderazgo de las mujeres en las zonas afectadas por el conflicto. Se desempeñó como integrante de la Junta de la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) durante 9 años como secretaria general adjunta (2010-2013) y secretaria general (2013-2019), durante los cuales promovió la misión y el perfil de la FIDH en, aproximadamente, 100 reuniones y conferencias por año.
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Dear Feminist Movements: A Letter from the Board
Dear feminist movements,
Speaking on behalf of the Board, I write to express our deepest gratitude, appreciation, and respect for Hakima Abbas and Cindy Clark, our extraordinary Co-Executive Directors during the past five years who will be stepping aside to refresh the AWID leadership as we move into a new strategic plan and phase of our organizational life. They have consistently practiced the best principles of feminist organizational leadership and ethics of care as they navigated us through one of the most unpredictable, turbulent times in recent history of the world, the COVID-19 syndemic, and the subsequent downward global political spiral. They held AWID, our Staff, and Board firmly, gently, and lovingly as all of us experienced various impacts. They also held steadfastly to AWID vision and mission as they responded respectfully and strategically to various changes, not least the cancellation of the AWID Forum.
Going forward… we expect to continue with the co-directorship model given the nature, scope, and weight of the responsibilities of the executive role at AWID. Our first experience with co-leadership was a success in a multitude of ways, as you all have seen.
The Board decided to prioritize an internal recruitment process first, fully recognizing the great potential that exists within the current team. We expect to complete the transition by the end of 2022. Hakima and Cindy will stagger their departure, and will facilitate a smooth transition to the new leadership.
Seeing Cindy and Hakima leave AWID is difficult for the Board as well as others who have worked closely with them and love them. Nonetheless, rest assured the AWID Board is leading the transition process in a way that fully recognizes the beautiful and inspiring indelible marks Hakima and Cindy will be leaving as part of our 40-year history, that embraces the next step of on-boarding and supporting new leadership, and that inspires us to do better at this moment in AWID's life.
Major organizational transitions are neither simple nor easy. Sometimes they are forced, beyond anyone’s control, fraught, or even destructive. I, and many of you, have seen examples of those kinds of transitions. At other times, the staff’s needs and aspirations are aligned with those of the organization. Although we did not choose or wish Cindy and Hakima to leave AWID, their decision and AWID moving into the next strategic plan and new decade of existence are aligned. Best of all, we are in the wonderful, super competent, creative, and feminist hands of the Staff and Board.
We thank you, dear Feminist Movements, for your confidence in AWID. We also ask you to support our leadership transition in the coming months. Let’s continue to build, deepen, and strengthen our connections, as we have done for the past 40 years.
Please stay tuned for more concrete developments and updates. You will be hearing from us in the coming weeks.
In feminist solidarity and love, Margo Okazawa-Rey
President, AWID Board
All our change processes rely on the relationships we build at spaces like the AWID Forums where you dance together, your humour comes through, your real self, you tell stories. That is what makes the difference. - Nicky Mcintyre, USA
Finding Sally (2016) Amárico | Inglés con subtítulos en inglés
Una investigación personal sobre la misteriosa vida de Sally (la tía de la directora), una aristócrata etíope que se convirtió en rebelde comunista y desapareció luego de la revolución que llevó al derrocamiento del Emperador Haile Selassie.
Conversación en vivo con Tamara Dawit, directora de << Finding Sally >>
23 de junio a las 12:30 pm EST en IG Live
Snippet - CSW69 - What Can Feminist Movements Learn - EN
What Can Feminist Movements Today Learn from Beijing 1995?
Rosane Santiago Silveira was affectionately known as Rô Conceição. A Brazilian environmental and human rights activist, she fervently fought to protect the environment where it was most threatened.
This included defending it on the island of Barra Velha, where it was endangered by oil exploration, as well as safeguarding it by campaigning against land-grabbing and expansion of eucalyptus plantations in Bahia State, where Rosane was a member of the Cassurubá Extractivist Reserve Council.
“Extractive Reserve is a protected area where resident families make their living off natural products extracted from the forest. These activities help maintain the forest integrity.” - Global Justice Ecology Project (original source: Rede Brasil Atual)
She was part of trade union activities, human rights and cultural movements. Rosane dedicated much of herself to causes that were not only close to her but are also of concern to land, forests, rivers, and communities whose rights and lives are continuously at risk.
She was tortured and murdered on 29 January 2019 in Nova Viçosa, a city in southern Bahia.
“Unfortunately, today there is a feeling of total insecurity, because of the State’s absence in prosecuting these crimes. We were with her at Christmas, and everyone realised that she was worried and now we know that she had received three death threats,” - Tuian, Rosane’s son in an interview with Rádio Brasil Atual (original source: Rede Brasil Atual)
Simone has 20 years’ experience working in management support and administration in non-profit organizations, in particular post-graduate medical education and ICT training. She has qualifications in Management Support and Paralegal studies. She is based in South Africa, enjoys traveling and is an amateur Genealogist.
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Executive Assistant
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Nominación de feministas audaces para sumarse a la Junta Directiva de AWID
Cada año, en AWID buscamos renovar y enriquecer las perspectivas y la experiencia reflejadas en nuestra Junta Directiva a través de la incorporación de nuevxs afiliadxs.
Por favor, ayúdanos a identificar a feministas audaces y dedicadxs a fin de incluirlxs en la lista de nominaciones para la elección a la Junta Directiva de AWID, a realizarse el 29 de julio de 2022.
Las personas elegidxs se sumarán por un período de 3 años, a partir de principios de 2023. Esta es una oportunidad para contribuir a la gobernanza de nuestra organización y formar parte de un grupo increíble de feministas de todo el mundo
Por favor, también comparte esta invitación a candidaturas entre tus redes.
¿A quién estamos buscando?
Ante todo, estamos buscando candidatxs comprometidxs con la misión de AWID, capaces de establecer conexiones entre las luchas locales y globales, y que puedan ayudarnos en la reflexión sobre cómo optimizar el posicionamiento y las fortalezas de AWID en un contexto en constante evolución. Además, lxs candidatxs deben estar dispuestxs a cumplir con los deberes y las responsabilidades legales de la Junta Directiva de AWID en beneficio de la organización.
La participación en la Junta de AWID es una función voluntaria que requiere compromiso y dedicación durante todo el año. Se espera que lxs integrantes de la Junta se comprometan a dedicar un mínimo de 10 a 15 días al año para asistir a reuniones presenciales y virtuales, y contribuir con otras comunicaciones.
En AWID, aspiramos a que nuestro Consejo refleje la diversidad en todas sus formas, especialmente, en términos de identidad de género, orientación sexual, edad, geografía y origen. Además, buscamos integrantes de la Junta con experiencia relevante para las áreas de trabajo prioritarias de AWID.
Si bien consideraremos todas las candidaturas recibidas, teniendo en cuenta la composición actual de la Junta, daremos prioridad a los siguientes aspectos:
Candidatxs con experiencia de trabajo en las intersecciones de los derechos de las mujeres / justicia de género y
Financiamiento
Justicia climática
Justicia para personas con discapacidad, y/o
Tecnología
Candidatxs de las siguientes regiones:
África
Sudamérica
¿Qué aportan a AWID lxs integrantes de la Junta Directiva?
La Junta Directiva es clave para orientar la dirección estratégica de AWID y apoyar a nuestra organización para que cumpla su misión en coherencia con el mundo en el que vivimos y las necesidades de nuestros movimientos.
Lxs integrantes de la Junta Directiva contribuyen al día a día de la organización de muchas maneras: aportando su experiencia en gobernanza en otros espacios, como también perspectivas de diversos sectores de los movimientos feministas y experiencia sustantiva en áreas relevantes para la estrategia de AWID.
Lxs candidatxs que finalmente resulten elegidxs se incorporarán a la Junta Directiva de AWID en 2023, acompañándonos en el lanzamiento de nuestro nuevo plan estratégico liderado por lxs nuevxs Codirectorxs Ejecutivxs de AWID, y en la planificación de nuestro próximo Foro internacional.
(Puedes nominarte a ti mismx o a alguien que conozcas, con su consentimiento
Por favor, ayúdanos a difundir este llamado a candidaturas compartiéndolo en tus redes.
Si bien cualquier persona puede presentar una nominación, solo lxs afiliadxs de AWID pueden votar en las elecciones para nuestra Junta Directiva - ¡Únete a AWID hoy mismo!
¡Gracias, desde ya, por ayudarnos a encontrar a lxs próximxs maravillosxs integrantes de la Junta Directiva que apoyarán a AWID en su camino hacia el futuro!
Cada Foro se lleva a cabo en una región diferente, ¡y es hora de que el Foro de AWID regrese a Asia! Visitamos muchos países de la región, consultamos a los movimientos feministas y realizamos evaluaciones detalladas de logística, accesibilidad, seguridad, visas y más. Finalmente, la Junta Directiva de AWID aprobó con entusiasmo Bangkok, Tailandia, como la mejor opción. Nos sentimos muy emocionadxs de volver a Bangkok, donde celebramos el Foro de AWID en 2005.