Carta de amor a los movimientos feministas #7
Mi muy querida comunidad feminista:
Me complace compartir con ustedes una de mis fechas destacadas como feminista con discapacidad. Fue el 30 de mayo de 2014, cuando nosotras, la Nationwide Organization of Visually-Impaired Empowered Ladies (NOVEL) [Organización Nacional de Mujeres con Discapacidad Visual Empoderadas]), participamos en la Semana de la Moda de Filipinas 2014, en el marco de nuestra campaña de promoción del bastón blanco. Dos mujeres ciegas recorrieron la pasarela para promover el bastón blanco como uno de los símbolos de la igualdad de género, el empoderamiento, la plena inclusión y la participación igualitaria en la sociedad de mujeres y niñas con discapacidad visual.
Su desfile frente a la multitud fue para mí una experiencia sumamente impactante, ya que fui quien propuso nuestro proyecto a Runway Productions (esperé pacientemente un año hasta que fue aprobado), sabiendo que ellas no eran modelos: una había sido coronada como Ms. Philippines Vision [Srta. Filipinas Visión], y la otra era la segunda finalista del concurso 2013 de Ms. Philippines on Wheels, Signs and Vision [Srta. Filipinas sobre Ruedas, Señas y Visión] de Tahanang Walang Hagdanan, Inc. (House with No Steps [Casa Sin Escalones]). Dependían de su orientación y ensayaron la noche antes del evento, pero no practicaron con modelos profesionales. Antes de que comenzara el desfile, hablé con ellas por teléfono móvil para estimular su confianza y para rezar juntas pidiendo la ayuda de Dios. Cuando bajaron de la pasarela respiré profundamente y se me caían las lágrimas. ¡Me sentía eufórica porque lo habíamos logrado, a pesar de los desafíos que habíamos tenido que superar! ¡Nuestro mensaje al mundo de que las mujeres y las jóvenes con discapacidad visual pueden caminar con dignidad, libertad e independencia, sobre una base de igualdad con otras, mediante el uso de nuestro dispositivo de asistencia (los bastones blancos) había sido transmitido exitosamente! Fuimos tendencia en las redes sociales, y nos presentaron en los canales de televisión.
Mi vida como feminista con discapacidad comenzó como una forma de sanar mi espíritu quebrantado y de ver un camino diferente para encontrar mi propósito en la vida después de que me convertí en víctima-sobreviviente a causa de un brutal ataque con ácido en 2007, cuando esperaba mi transporte para volver a casa desde la oficina. Mis ojos quedaron severamente dañados, al punto que quedé con la visión reducida.
No sabía cuán plena de alegría y propósito podía ser mi vida nuevamente, hasta que conocí a mujeres líderes del movimiento de género y discapacidad que me convencieron para que continuara. Sus palabras de aliento me atrajeron y fueron la música más dulce para mis oídos. Mi corazón roto salta como un colibrí en vuelo cada vez que pienso en ellas y en el feminismo que me estimuló para participar en hacer la diferencia para nuestras invisibles hermanas con discapacidades y para quienes continúan experimentando discriminación. Al día de hoy me siento consumida por el deseo de estar con el movimiento. No puedo ocultar mi entusiasmo cada vez que presento propuestas de proyectos a diferentes sectores involucrados, a favor del empoderamiento, el desarrollo y el fomento de nuestras hermanas con discapacidades y cuando me presento en coloquios locales, nacionales e internacionales para difundir nuestras voces, incluso a mi costo y cargo.
Inesperadamente, fui seleccionada como representante mujer de nuestro país ante la Asamblea General 2012 de la Unión Mundial de Ciegos (WBU en inglés) en Tailandia, a pesar de que era una recién llegada al movimiento de personas con discapacidad. Me sentí inspirada para conectarme, reunir y empoderar a nuestras hermanas con discapacidad visual respecto de sus derechos, y para conocer sus problemas interrelacionados. En 2013, lanzamos oficialmente la Nationwide Organization of Visually-Impaired Empowered Ladies (NOVEL) para apoyar el empoderamiento de nuestras hermanas con discapacidades, construir coaliciones con movimientos de mujeres y de discapacidades diversas y promover el desarrollo inclusivo del género y la discapacidad.
Mi participación como co-representante de las mujeres con discapacidades en la presentación del Informe Sombra CEDAW, convocado en 2016 por la Oficina Legal y de Derechos Humanos de las Mujeres (WLB, por sus siglas en inglés) con los grupos marginalizados de mujeres, me abrió muchas puertas, tales como el trabajo con diferentes organizaciones de mujeres y la asistencia a los Días Internacionales de la Inclusión 2017 en Berlín, Alemania, junto con tres líderes filipinas con discapacidades, para compartir nuestras buenas prácticas y, principalmente, nuestro compromiso con el movimiento de mujeres de nuestro país.
Mi recorrido como feminista con discapacidad ha sido para mí una montaña rusa emocional. La promoción de la plena inclusión de nuestras hermanas con discapacidades y su participación igualitaria y efectiva en la sociedad me ha dado felicidad y autoestima. También me he sentido frustrada y disgustada cada vez que di todo de mí y recibí a cambio comentarios negativos. No obstante, me siento así porque estoy enamorada del movimiento.
Me veo en el futuro trabajando en solidaridad con el movimiento para garantizar que nuestras hermanas con y sin discapacidades puedan disfrutar y participar en la sociedad de forma completa e igualitaria.
Mucho amor,
Gina Rose P. Balanlay
Feminista con discapacidad
Filipinas