Dilma Ferreira Silva

Dilma Ferreira Silva fue una destacada activista por los derechos de las comunidades del Amazonas y luchó durante décadas por los derechos de las personas afectadas por las represas.

Ella misma fue una de las 32.000 personas desplazadas por el Tucuruí, una mega central hidroeléctrica, construida en Brasil durante la dictadura militar de 1964-1985.

Bessy Ferrera

Bessy Ferrera fue una defensora de los derechos humanos de las personas trans, de las trabajadoras sexuales y de las personas seropositivas en Honduras, durante toda su vida.  

Bessy también fue  integrante de Arcoíris, una organización que apoya a la comunidad LGBTI+.

Lideresas y defensoras en Colombia: Un legado de sueños, de luchas y de afectos que no vamos a callar

En un contexto como el colombiano, es una labor digna de admiración aquella de imaginar, soñar y, aun, crear procesos de transformación para habitar mundos dignos, justos, cuidadosos y afectivos. 

Ana M. Tallada Iglesia

Ana fue una firme defensora de los derechos de las mujeres y trabajó con una amplia diversidad de mujeres, desde aquellas que están redes de base hasta las que son parte del sector privado.

Creía que había que tender puentes entre sectores. Ana fue integrante de la Red Nacional de Promoción de la Mujer (RNPM), y tuvo participación activa en el desarrollo de muchos programas sociales que abordan temas como la salud y los derechos sexuales y reproductivos.


 

Juana Ramírez Santiago

Juana fue una de las fundadoras y era actualmente integrante de la junta directiva de la Red de Mujeres Ixiles de Nebaj, una organización por los derechos de las mujeres indígenas que es parte de la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras).

Carmen de la Cruz

Carmen tuvo una larga carrera en la defensa de los derechos de las mujeres tanto en organizaciones no gubernamentales como en el sistema de las Naciones Unidas.

Dio clases en varias universidades españolas y latinoamericanas y publicó numerosos artículos e informes sobre mujeres, género y paz en países en desarrollo. Sus escritos y reflexiones críticas repercutieron en toda una generación de mujeres jóvenes.

María Cecilia Alfaro Quesada

María Cecilia dedicó la mayor parte de su vida a la incorporación de una perspectiva feminista y de género en el trabajo institucional y organizacional y en el de capacitación. 

De niña, demostraba fuerte interés en el arte, la comunicación, la naturaleza, la literatura y el logro de la justicia, especialmente para las mujeres y los grupos marginados. 

Juana Raymundo

Juana fue una indígena maya ixil, enfermera profesional y coordinadora del Comité de Desarrollo Campesino – CODECA de la microrregión de Nebaj Quiché.

El comité es una organización de derechos humanos formada por granjerxs indígenas dedicada a promover los derechos sobre la tierra y el desarrollo rural para las familias indígenas. Inicialmente, Juana se unió a CODECA como integrante de su rama juvenil, la Juventud de CODECA. Al momento de su muerte, había sido elegida para ser parte del Comité Ejecutivo del Movimiento de Liberación de los Pueblos (MLP).

Liliana Bodoc

Liliana fue una maestra argentina, una tejedora y una escritora muy reconocida.

Su trilogía La saga de los confines recibió varios premios y es única en el género fantástico por su uso y reimaginación de la mitología de los pueblos indígenas de América del Sur.

El compromiso de Liliana con el feminismo se expresaba en las diversas, ricas y fuertes voces de mujeres en su escritura y especialmente en su extensa obra para lectorxs jóvenes. También tomó posición públicamente en favor del aborto, la justicia económica y la equidad de género.


 

Olivia Arévalo Lomas

Olivia era la líder espiritual del pueblo indígena Shipibo Konibo.

Sabia mujer indígena y abuela, era conocida por practicar la medicina tradicional y cantar las canciones sagradas de su pueblo (Íkaros). Olivia Arévalo fue una activa defensora de los derechos culturales y ambientales de su pueblo. Su asesinato tuvo lugar en un contexto de conflicto territorial entre la comunidad shipibo y las empresas que quieren apropiarse de sus tierras para cultivar palma aceitera.