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No solo abramos la puerta, abramos el diálogo

La reciente crisis del zika en América Latina y el Caribe dejó al descubierto algunas áreas en las que diferentes sectores del movimiento feminista global necesitan profundizar la reflexión y el diálogo acerca de cómo desarrollar tácticas y estrategias para hacer avanzar nuestros derechos colectivos y agendas por la justicia.


El Foro que la Asociación para los Derechos de las Mujeres y el Desarrollo (AWID) realizará próximamente en Brasil, donde la crisis del zika ha tenido un enorme impacto, es una oportunidad para embarcarnos en ese diálogo.

Necesitamos un diálogo y análisis interseccionales

La crisis del zika saca a la luz las diversas luchas de lxs activistas que están trabajando por los derechos reproductivos y el derecho al aborto, los derechos de las personas con discapacidad, la igualdad económica y racial en nuestro movimiento entendido como un todo, sobre todo porque las consecuencias más graves del zika han afectado en particular a mujeres y niñxs negrxs de Brasil, en algunas de las comunidades más pobres del nordeste del país, donde existe poco acceso a los servicios reproductivos.

Lxs activistas brasileñxs están discutiendo activamente sobre cómo estas temáticas se entrecruzan entre sí, y recientemente en la sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de las Mujeres (CSW) en Nueva York, se reunieron activistas internacionales con diferentes perspectivas y una meta común: impulsar una respuesta internacional de derechos humanos. Varias organizaciones han seguido manteniendo consultas y están redactando una declaración conjunta.

La iniciativa para ampliar los derechos reproductivos

El zika puede acarrear consecuencias significativas para la salud física y mental de las embarazadas – dado que incrementa el riesgo de pérdida del embarazo, de que la criatura nazca sin vida y otras complicaciones relacionadas con el embarazo – y también puede tener consecuencias graves para la salud de lxs infantes cuyas madres contrajeron el zika durante el embarazo.

Teniendo en cuenta esta realidad, y la falta de practicidad de las recomendaciones gubernamentales en cuanto a «evitar quedar embarazadas» hasta que se erradique el zika, muchxs activistas por los derechos reproductivos y el aborto han aprovechado la oportunidad para renovar los esfuerzos relacionados con el aborto y el acceso a la salud sexual y los servicios reproductivos para las mujeres en los países afectados por el zika.

Un ejemplo es el grupo de abogadxs, activistas y científicxs de Brasil que se ha reunido para presentar una petición a la Corte Suprema del país, exigiendo una excepción en cuanto al acceso al aborto para las mujeres infectadas por el zika.

Resulta claro que negar a las mujeres la posibilidad de impedir embarazos no deseados /no planificados siempre constituye una carga injusta que pesa sobre ellas; el virus de zika y sus consecuencias para la salud tornan más pesada esa carga.

Los mismos países que restringen a las mujeres la posibilidad de controlar su reproducción y que penalizan el aborto, ofrecen poco o ningún acceso a recursos, apoyo y servicios adecuados para las familias — en su mayoría mujeres encargadas de tareas de cuidado — que necesitan acceder a servicios para niñxs con distintas formas de discapacidad.

 

Reflexiones acerca de las tácticas

Una táctica que puede ser eficaz para convencer a legisladorxs conservadorxs de ampliar el derecho al aborto garantizando un mayor acceso al aborto legal durante la epidemia del zika — algo que en otras circunstancias nunca hubieran apoyado —es argumentar en torno a las serias consecuencias para su salud que enfrentan lxs niñxs de mujeres embarazadas afectadas por el zika. Esto puede abrir la puerta para un mayor acceso en el futuro.

Utilizar un brote de una enfermedad como palanca para 'abrir la puerta' hacia cambios en las leyes que violan la Salud y Derechos Sexuales y Reproductivos (SDSR) de las mujeres no es algo nuevo y no carece de lógica. Tal vez sería bueno recordar que en Estados Unidos se logró concentrar la atención nacional sobre el aborto debido al brote de rubeola que tuvo lugar en los años sesenta y eso abrió el camino para (el fallo) Roe c/ Wade.

Consecuencias no buscadas

Pero lo que se ha discutido menos en el movimiento feminista son algunas de las posibles consecuencias no buscadas de esta estrategia para ampliar los derechos relacionados con el aborto.

La mayoría de nosotrxs probablemente estemos de acuerdo en que una mujer debe tener derecho a decidir la interrupción de su embarazo a partir de su propio análisis de lo que necesita y quiere para su vida.

Sin embargo, corremos el riesgo de que el lenguaje y los argumentos que utilizamos para impulsar los derechos relacionados con el aborto en este contexto puedan estigmatizar la discapacidad real o potencial más de lo que ya lo está, profundizando el prejuicio según el cual tener una discapacidad es algo que se debería evitar a cualquier precio.

La complejidad del estigma

Para las mujeres que decidan no abortar en estos casos y para sus hijxs, el desafío que constituyen las barreras levantadas por el prejuicio y el estigma en torno a la discapacidad puede ser tan abrumador como el desafío de conseguir acceso adecuado a apoyo y servicios. En muchos de los países afectados por el zika, las personas con discapacidades son desproporcionadamente más pobres y se ven afectadas por múltiples vacíos en las leyes y políticas nacionales.

El prejuicio y el estigma intervienen de formas complejas en la cuestión del derecho a decidir.

Por ejemplo: ¿qué pensamos de la decisión cuando se trata de los abortos para elegir el sexo de la criatura en países en los que la mezcla entre presiones sociales y estigma de género obligan o alientan a las mujeres a abortar para no tener niñas? Y en el caso de dar a luz unx niñx con discapacidad, ¿pensamos lo mismo? Si respondemos que «no», ¿por qué?

Conversaciones difíciles

Ninguna de estas conversaciones es fácil porque rozan cuestiones que muchas veces son profundamente personales y delicadas. Pero necesitamos un diálogo franco y reflexivo acerca de los conceptos feministas de 'derechos' y 'decidir' en el contexto de las interrupciones del embarazo, y de cómo se están usando y abusando en distintos contextos.

Es fundamental que pensemos cómo los movimientos por los derechos de las mujeres y la justicia de género pueden aprovechar las oportunidades políticas para abrir puertas sin sacrificar nuestros principios más básicos de interseccionalidad e inclusión.

Abrir el diálogo

Si la crisis actual del zika ha abierto otra puerta para impulsar la salud sexual y reproductiva así como los derechos de las mujeres en el continente americano, tenemos que lograr que esa puerta sea lo suficientemente ancha como para que podamos apoyar el derecho de todas las mujeres a decidir si quieren seguir adelante o poner fin a sus embarazos, a partir de sus propias necesidades,  e incluir las demandas por recursos y apoyo, respeto y valoración para todxs lxs bebés y niñxs, y todas las personas adultas.

Mientras nos esforzamos por ser coherentes con los valores de justicia e inclusión que definen a nuestro movimiento, continuemos pensando mucho acerca no solo de cómo abrir la puerta sino también nuestros diálogos.

Esperamos leer tus comentarios debajo y continuar dialogando en estos próximos meses, y en septiembre en Brasil durante el Foro.

 


*Con aportes generosos de nuestrxs colegas del Disability Rights Fund [Fondo por los Derechos de las personas con Discapacidad, DRF] y del grupo de asesorxs sobre derechos y discapacidad de AWID. Mantente alerta porque pronto publicaremos una entrada de blog de Diana Samarasan, del DRF, con una perspectiva de derechos y discapacidad.

Category
Análisis
Source
Foro de AWID