Acerca de asegurarnos de que lxs otrxs están bieny del cuidado de la comunidad.
Este año continúa y cada vez parece que se hace más difícil de maniobrar, con todo lo que está pasando, desde el terrorismo, las protestas, los impuestos hasta el pago de la renta y el odio que sientes por tu jefe. Parecería que cada día viene con nuevas tormentas con las que tienes que enfrentarte y como mujer negra siempre existe ese elemento extra de misoginia -racista que se le agrega a la mezcla.
Son pocas las que luchan en contra de la tormenta tanto como lo hace el promedio de las feministas de colorSumado a esto, existe la idea maravillosa, pero también peligrosa, de la feminista fuerte: una mujer que está dispuesta a cargar con el peso de todo el mundo en sus hombros y que ha estado entrenando haciendo ejercicios mentales, emocionales y sicológicos para poder golpear al patriarcado en la cara todo el día cada día.
Hay lugares en África donde las nociones de salud mental todavía son equiparadas con ideas de brujería y de posesión demoníaca, lo cual hace que enfrentar el estigma sea cada vez más difícil. Además de todo esto, existen datos que demuestran que el 90 por ciento de la gente que no recibe tratamiento para esquizofrenia viven en países en vías de desarrollo. En Sudáfrica, una de cada tres personas sufre de enfermedades mentales. Sin embargo, hemos visto cómo se han ido cerrando algunas de las instituciones estatalesmás grandes dedicadas a la salud mental, mientras que en Nigeria hay menos de 200 siquiatras trabajando para una población de más de 168 millones de personas.
A pesar de los escasos recursos en salud mental en el continente africano, no podemos negar que se está poniendo una creciente atención sobre la necesidad de cuidarnos a nosotrxs mismxs y cuidar de nuestra salud mental, especialmente entre las mujeres negras. Existen varios artículos y análisis sobre la importancia de mantener bajo control tu salud mental cuando interactúas con personas fuera del mundo virtual que te “quieren consultar algo” o simplemente desconectarte de la internet para mantener la cordura. Sin embargo, lo que debemos estar preguntándonos es que cuando nos referimos a cuidar de nosotrxs mismxs, ¿estamos también cuidándonos lxs unxs a lxs otrxs?
Al hablar con algunas mujeres involucradas en el ámbito de #AfriFem/ #BlackFeminisms, quienes han traído a colación la muy interesante noción de “politizar el dolor”, me di cuenta de que a menudo conceptualizan y explican el dolor con teorías e ideas feministas, pero ellas no están realmente enfrentándose al dolor. Me contaron de situaciones en las cuales han hablado sobre la salud mental, el autocuidado y el agotamiento, pero en lugar de recibir el apoyo personalizado y privado que necesitaban se vieron inundadas por manifestaciones de apoyo públicas.
Lxs activistas y feministas están tratando de destrozar al patriarcado con una mano y con la otra sostienen una caja de pañuelos mientras luchan contra sus demonios personales; y estos demonios vienen en muchas formas: pueden ser emocionales, sicológicos, y a veces físicos. Cuando deciden expresarlos públicamente, a menudo lo que pasa es que se ven inundadxs de manifestaciones de solidaridad a través de comentarios como por ejemplo: “hermana te apoyamos” y emoticones de corazones rotos, pero ¿hay personas que envían mensajes por privado a través de Facebook para asegurarse de que lxs activistxs estén realmente bien? ¿Están enviando mensajes por correo electrónico diciendo: “hola, antes de darle un ‘like’ o comentar públicamente en Facebook, por favor dime qué está pasando”? ¿Nos estamos dando el tiempo necesario para hacer que lo personal sea realmente personal antes de que se convierta en algo político?
Parte del autocuidado consiste en rodearnos de personas que nos ayuden a alcanzar #SquadGoals (nuestras metas). Muy a menudo nos aliamos con personas simplemente porque comparten nuestras posiciones políticas, pero no compartimos nuestras vidas con ellas. Esto no es amistad, es un negocio, y si está claro para ti que eso es lo único que es, pues bien, pero no te mientas a ti mismx. Desafortunadamente, vivimos en una época en la que existen muchxs “activistas profesionales’, gente que va a aparecer y que le van a subir el volumen a la retórica del amor y el cuidado a 1000 decibeles, pero a puertas cerradas están propagando el dolor a un nivel sin precedentes.
Hay quienes están creando espacios seguros para sus hermanas y están chequeando constantemente y preguntando cómo se están sintiendo, independientemente de cómo vaya su proyecto increíble, y a mi parecer esa es la definición verdadera de hermandad. Aquellxs que te sacan a tomar un trago y te preguntan cómo estás lidiando con las presiones del pago de alquiler, o de tus padres o de tu menstruación. Aquellxs que permiten que el dolor de sus hermanas consuma el tiempo que sea necesario y que sea tan problemático e importante como debe ser, porque al hacerlo, este gesto reconoce la humanidad de su hermana. Aquellxs que pueden entender que el dolor y los problemas personales no son siempre políticos.
Tenemos que preguntarnos, y preguntar a lxs otrxs, si simplemente estamos exhibiendo demostraciones públicas de apoyo o si en verdad nos estamos metiendo en los mensajes directos de una manera sincera y humana. ¿Estamos chequeando cómo están nuestrxs compañerxs por fuera de los “me gusta”, los “hashtags”, las conferencias, las protestas y las peticiones? ¿Nos estamos asegurando de que cuando hablamos de amor y cuidado de la comunidad esto sea tan privado como es público? Las oleadas de caos a las cuales llamamos realidad nos deprimen porque pareciera que es un mal que nunca termina y siendo humanxs estas situaciones nos afectan.
Sobre la autora
Kagure Mugo esta Co-Fundadora de HOLAA, organización que colabora con contenidos para el Foro de Feminismos Negros. El Foro de Feminismos Negros se realizará del 5 al 6 de septiembre de 2016 en Salvador de Bahía antes del Foro de AWID 2016.