
Samira Saleh Al-Naimi

La encuesta "¿Dónde está el dinero?" #WITM ya está disponible. Participa y comparte tu experiencia en la financiación de tu organización con feministas de todo el mundo.
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En todo el mundo, los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y aliados están enfrentando al poder y reimaginando políticas de liberación. Las contribuciones que sostienen este trabajo llegan de muchas formas, desde recursos financieros y políticos a actos diarios de resistencia y supervivencia.
La iniciativa de AWID Financiando a los Movimientos Feministas (FMF) echa luz sobre el actual ecosistema de financiamiento, el cual abarca desde modelos autogenerados a corrientes de financiamiento más formales.
Mediante nuestra investigación y análisis, indagamos cómo las prácticas de financiamiento pueden servir mejor a nuestros movimientos. Analizamos críticamente las contradicciones de «financiar» la transformación social, especialmente en vistas de la creciente represión política, las agendas anti-derechos y el creciente poder corporativo. Sobre todo, construimos estrategias colectivas para apoyar movimientos prósperos, fuertes y resilientes.
Creamos y difundimos alternativas: Difundimos prácticas de financiamiento que ponen en el centro las prioridades de lxs propixs activistas e involucramos a un amplio espectro de financiadoras y activistas para que desarrollen nuevos y dinámicos modelos para financiar los movimientos feministas, especialmente en un contexto en el que se reducen los espacios para la sociedad civil.
Construimos conocimiento: Analizamos, intercambiamos y fortalecemos el conocimiento sobre cómo los movimientos atraen, organizan y utilizan los recursos que necesitan para lograr cambios significativos.
Hacemos incidencia: Trabajamos de manera colaborativa, como en el Consorcio Count Me In, para influir sobre las agendas de financiamiento y abrimos espacios para el diálogo directo entre/con los movimientos feministas para redistribuir poderes y dineros..
✉️ Requiere inscripción previa para grandes grupos. Entrada libre para grupos reducidos. Reserven aquí
📅 Miércoles 12 de marzo de 2025
🕒 de 02:00 a 04:00 p.m., EST
🏢 Chef's Kitchen Loft with Terrace, 216 East 45th St 13th Floor, New York
Organiza: AWID
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Nuestro plan estratégico “Realidades Feministas” completó su último año a finales de 2022. Durante los últimos cinco años, este intrépido marco nos empujó a ir más allá de los futuros feministas y a reconocer las soluciones y formas de vida feministas que ya existen aquí y ahora. Realidades que deben ser enaltecidas, celebradas y popularizadas. El proyecto de historias multimedia Las Economías Feministas que Amamos y el centro de conocimiento Our Resource sobre modos autónomos de dotar de recursos al activismo feminista son sólo dos ejemplos de este trabajo visionario, siempre profundamente colectivo y en colaboración con diversos movimientos feministas.
Descargar el informe anual 2022
Con la presente reflexión sobre este año, te invitamos a celebrar con nosotrxs hermosos finales y auspiciosos comienzos. El cambio y las transiciones son una parte inseparable de la vida y de los movimientos, que procuramos abrazar con un sentido de responsabilidad y cuidado.
En nuestro Tributo Virtual 2015 honramos a cinco defensoras de derechos humanos asesinadas en la región de Medio Oriente y África del Norte. Estas defensoras trabajaron por los derechos de las mujeres y los derechos civiles, en su rol de abogadas y activistas. Sus muertes ponen en evidencia las condiciones de trabajo peligrosas y difíciles que, a menudo, imperan en sus países. Únete a AWID para honrar a estas mujeres, su activismo y su legado, compartiendo los memes aquí incluidos con tus colegas, amistades y redes; y tuiteando las etiquetas #WHRDTribute y #16Días.
Por favor, haz click en cada imagen de abajo para ver una versión más grande y para descargar como un archivo.
Claudia es Maestra en Igualdad y Equidad para el Desarrollo, psicóloga feminista, activista por la defensa de los derechos humanos desde hace 30 años y por los derechos de las mujeres desde hace 24 años.
Trabajando en El Salvador, Claudia está cofundadora y directora Ejecutiva de la Asociación Mujeres Transformando, desde hace 16 años es defensora de derechos laborales de las trabajadoras del sector maquila textil y confecciones. Ha colaborado en la formulación de iniciativas de Ley, propuestas de políticas públicas e investigaciones tendientes a mejorar la calidad del empleo para las trabajadoras de este sector, además de trabajar incansablemente en el fortalecimiento organizativo y empoderamiento de las obreras de la maquila textil y bordadoras a domicilio.
Participa activamente en acciones de incidencia a nivel nacional, regional e internacional por la defensa y reivindicación de los derechos laborales de la clase trabajadora del Sur Global desde una perspectiva, feminista, anticapitalista, antipatriarcal y desde la toma de conciencia de clase y de género. Es parte del Consejo Directivo de la Iniciativa Spootlithg y del Grupo Nacional de Referencia de la minsma. Tambien es parte del Grupo Asesor de la Sociedad Civil de ONUMujeres.
La investigación secundaria la puedes realizar en todos los estadios del proceso investigativo. Te puede ayudar a formular el marco, a elegir las preguntas de la encuesta y a comprender mejor los resultados.
En esta sección
- Describe el contexto
- Utiliza el conocimiento ya construido
- Posibles fuentes para la investigación secundaria
1. Sitios de donantes en Internet y sus informes anuales
2. Fuentes de información en línea
Realizar investigación secundaria durante todo el proceso investigativo te ayudará a formular el marco de referencia, elegir las preguntas de la encuesta, interpretar la información según el contexto o percibir aspectos interesantes de los resultados de la investigación. Por ejemplo, podrás comparar similitudes y diferencias entre los resultados de tu investigación y la información recogida de la sociedad civil y del sector donante.
Tal vez percibas tendencias en la información que te aporta la encuesta y quieras entenderlas mejor.
Por ejemplo, imagina que la encuesta te indica que los presupuestos de las organizaciones se están reduciendo, pero no te puede decir por qué está sucediendo esto. Consultar publicaciones te puede ayudar a entender el contexto y las posibles razones que explican esa tendencia.
La utilización de fuentes secundarias garantiza que la investigación incorpore el conocimiento ya construido, confirmando así la validez y relevancia de tus resultados.
Estos resultados pueden complementar o contradecir el conocimiento construido, pero deben guardar relación con él.
Para asegurarte de investigar todo el panorama del financiamiento para la temática que estés relevando, necesitarás estudiar un conjunto diverso de sectores donantes.
Puedes tener en cuenta:
- Fondos de mujeres
- Fundaciones privadas y públicas
- Organizaciones no gubernamentales internacionales (ONGI)
- Entidades bilaterales y multilaterales
- Actores del sector privado
- Filantropía individual
- Micromecenazgos (crowdfunding)
Incluye a todo otro actor que resulte relevante para la investigación.
Por ejemplo, puedes decidir que también será importante relevar a las organizaciones no gubernamentales (ONG)
Estas son fuentes directas de información que revelan lo que están haciendo las financiadoras y por lo general también informan acerca de sus políticas y presupuestos. Incluir estos materiales en la investigación antes de entrevistar a donantes te podrá ayudar a formular preguntas más puntuales y a recoger más información durante la entrevista.
• 1-2 meses
• 1 persona (o más) de investigación
7. Sintetiza los resultados de la investigación
Con más de 30 años de experiencia en finanzas, Christine ha dedicado su carrera a fomentar misiones sin fines de lucro en todo el mundo. Sus contribuciones incluyen desempeñarse como tesorera en la junta de una ONG . Se sumó a AWID en 2007 como Fiscalizadora y, en 2023, asumió el rol de Directora de Finanzas. En su tiempo libre, disfruta de viajar, la jardinería y el senderismo.
Lxs actores ultra conservadores han desarrollado una serie de discursos en la esfera internacional de los derechos humanos. Utilizan argumentos que manipulan la religión, la cultura, la tradición y la soberanía nacional para minar los derechos relacionados con el género y la sexualidad.
Lxs actores anti-derechos se han alejado cada vez más del lenguaje explícitamente religioso. Vemos que actores regresivxs —que antes tal vez ridiculizaban los conceptos de derechos humanos — ahora los manipulan y cooptan para promover sus propios objetivos.
Este discurso emergente y exitoso parece inocuo, pero resulta útil como un tema ‘sombrilla’ bajo el que se cobijan múltiples posiciones patriarcales y anti-derechos. Por eso el tema de la «protección de la familia» resulta un ejemplo clave que muestra la tendencia de lxs actores regresivxs a llevar adelante una incidencia integral e integrada.
El lenguaje de la «protección de la familia» opera desplazando al sujeto de los derechos humanos, reemplazando al individuo por instituciones ya poderosas. También afirma una concepción unitaria, jerárquica y patriarcal de la familia que discrimina a todo formato familiar que esté fuera de estos límites rígidos.
Por último, intenta cambiar el enfoque del reconocimiento y la protección de los derechos de integrantes vulnerables de la familia a la no discriminación, la autonomía y la ausencia de violencia en el contexto de las relaciones familiares.
La Santa Sede y varios grupos de la derecha cristiana buscan apropiarse del derecho a la vida para ponerlo al servicio de su misión contra el aborto. Mezclando el lenguaje de los derechos humanos con la doctrina religiosa conservadora, argumentan que el derecho a la vida, tal como se lo establece en la Declaración Universal de Derechos Humanos y en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, se aplica a partir del momento de la concepción.
Ningún instrumento universal de derechos humanos apoya ese argumento. Sin embargo, esta es una táctica atractiva para lxs actores anti-derechos, porque el derecho a la vida no puede ser violado bajo ninguna circunstancia y es un estándar legal vinculante.
Lxs actores anti-derechos humanos utilizan una serie de dispositivos retóricos en su campaña para minar los derechos sexuales: sostienen que estos derechos no existen o que son «nuevos derechos»; que causan daño a las niñas, los niños y la sociedad; y/o que se oponen a la cultura, la tradición o las leyes nacionales.
Lxs actores conservadores dedicados a hacer incidencia en la ONU atacan el derecho a una educación sexual integral (ESI) desde varios frentes. Afirman que viola los «derechos parentales»; que perjudica a las niñas y los niños; y que no es educación sino adoctrinamiento ideológico.
También alegan que poderosos grupos de presión les imponen la Educación Sexual Integral a las niñas y los niños, los padres y las Naciones Unidas para beneficiarse de los servicios que estos mismos grupos proporcionan a niñas, niños y jóvenes.
Los intentos de invalidar los derechos relacionados con la orientación sexual y la identidad de género se han multiplicado. Lxs actores ultra conservadores argumentan que aplicar los principios y leyes históricos de derechos humanos a esta temática equivale a crear «nuevos derechos», y proponen un cambio radical en el significado actual de los derechos que resultaría de interpretarlos a la luz de la "cultura" o de las «particularidades nacionales».
Desde hace muchos años, las organizaciones de la derecha cristiana se movilizan en contra de los derechos reproductivos junto con la Santa Sede y otrxs aliadxs anti-derechos. A menudo argumentan que los derechos reproductivos no son más que una forma de control poblacional impuesto por Occidente sobre los países del Sur Global. Irónicamente, esta afirmación proviene a menudo de actores con sede en Estados Unidos y Europa Occidental, que en su mayoría trabajan activamente para exportar sus discursos y políticas fundamentalistas.
Lxs actores regresivxs también citan argumentos «científicos» de grupos de expertxs ultra conservadores y de fuentes que emplean metodologías de investigación poco sólidas, para sugerir que el aborto causa una serie de efectos secundarios psicológicos, sexuales, físicos y relacionales.
Así como lxs actores anti-derechos buscan construir una nueva categoría de «protección de la familia», también proponen otra: los «derechos parentales», que tampoco encuentra respaldo en las normas de derechos humanos vigentes. Este discurso paradójicamente intenta utilizar las protecciones de derechos que les corresponden a los niños y las niñas, tal como las expresa la Convención sobre los Derechos del Niño, para fundamentar el derecho de padres y madres a controlar a sus hijas e hijos y limitar sus derechos.
Cada vez más, lxs actores anti-derechos, están intentando infiltrar y subvertir los estándares y discursos desarrollados por defensoras de derechos humanos, como la violencia contra las mujeres.
En la Comisión de la Condición Jurídica y Social de las Mujeres y en otros escenarios, estos actores insisten en tratar esta forma de violencia como un concepto al que le adosan argumentos anti-derechos reproductivos y otros de cariz patriarcal. Lxs actores ultra conservadores, por ejemplo, han argumentado que las relaciones de pareja no tradicionales ni heteronormativas son un factor de riesgo para la violencia, y enfatizan que los padres son necesarios para proteger a las familias de la violencia.
La Santa Sede ha elaborado y sostenido una crítica al género, a la «ideología de género», lxs «radicales del género» y la teoría de género. Lxs actores anti-derechos a menudo leen el término ‘género’ como un código equivalente a ‘derechos LGBTQ’. La derecha religiosa utiliza el género como un concepto transversal que une muchos de sus discursos. Cada vez más, el pánico que generan en torno a este tema se concentra en la identidad de género y en los derechos de las personas trans.
Varios actores ultra-conservadores emplean el discurso de la complementariedad de los sexos. Estructuran su retórica en torno a una presunción de diferencia: se supone que los hombres y las mujeres tienen roles diferentes pero complementarios en el matrimonio, la vida familiar, y también en su participación en la vida comunitaria, política y económica.
La referencia a los roles «naturales» tiene por objeto rechazar los derechos humanos universales a la igualdad y la no discriminación. También se utiliza para justificar las violaciones de estos derechos por parte de actores estatales y no estatales, y el incumplimiento de las obligaciones del Estado en cuanto a eliminar los prejuicios y las prácticas basadas en roles estereotipados para hombres o mujeres.
Este discurso sugiere que organismos de la ONU o Estados que actúan a través de la ONU atacan injustamente a los gobiernos nacionales. Lo que se intenta aquí es desplazar el sujeto de los derechos humanos de la persona o sector marginado que sufre una violación de sus derechos a una institución poderosa y/o regresiva, el Estado, para justificar excepciones nacionales a los derechos universales o para apoyar la impunidad estatal.
Lxs actores anti-derechos han adoptado el discurso de la libertad religiosa para justificar violaciones a los derechos humanos. Se refieren a la libertad religiosa de una manera que contradice directamente el propósito de este derecho humano y entra seriamente en conflicto con el principio de la universalidad de los derechos.
Su argumento es que la libertad religiosa se ve amenazada y debilitada por la protección a los derechos humanos, particularmente aquellos relacionados con el género y la sexualidad.
Lo que se proponen instalar es que el derecho a la libertad religiosa tiene por objeto proteger a las propias religiones y no a las personas, que son quienes en verdad tienen la libertad de profesar o no distintas creencias. Sin embargo, el derecho internacional de los derechos humanos protege a lxs creyentes y no a las creencias, y el derecho a la libertad de religión, pensamiento y conciencia incluye el derecho a no profesar ninguna religión ni creencia así como a cambiar de religión o de creencias.
El despliegue de referencias a la cultura y la tradición para debilitar los derechos humanos, incluido el derecho a la igualdad, es una táctica común entre lxs actores anti- derechos. Presentan la cultura como algo monolítico, estático e inmutable, y a menudo la oponen a las «normas occidentales».
Las alusiones a la cultura por parte de lxs actores anti-derechos en los debates de política internacional tienen como objetivo debilitar la universalidad de los derechos, defendiendo un relativismo cultural que prevalece sobre las reivindicaciones de derechos o las limita. El uso de los derechos culturales por parte de actores regresivxs se basa en una tergiversación deliberada de la cultura como derecho humano. Los Estados deben velar por que no se utilicen actitudes tradicionales o culturales para justificar violaciones a la igualdad. Las normas de derechos humanos exigen acceso, participación y contribución igualitaria en todos los aspectos de la vida cultural para todas las personas, incluidas las mujeres, las minorías religiosas y raciales y las personas cuya identidad o expresión de género difieren de las normativas.
En espacios políticos internacionales, lxs actores anti-derechos manipulan cada vez más las referencias a los derechos humanos universales o fundamentales para revertir el significado de la universalidad de los derechos.
En lugar de utilizar el término ‘universal’ para describir todo el conjunto de derechos humanos indivisibles e interrelacionados, lxs actores ultra conservadores lo emplean para delimitar y describir un subconjunto de derechos humanos que ellxs consideran «verdaderamente fundamentales». Todos los otros derechos estarían sujetos a la discreción del Estado, serían derechos 'nuevos' u opcionales. Este discurso resulta especialmente poderoso ya que instala una categoría indefinida - lo «verdaderamente universal» - que queda abierta a interpretaciones cambiantes.