Special Focus

AWID is an international, feminist, membership organisation committed to achieving gender equality, sustainable development and women’s human rights

Confronting Extractivism & Corporate Power

Women human rights defenders (WHRDs) worldwide defend their lands, livelihoods and communities from extractive industries and corporate power. They stand against powerful economic and political interests driving land theft, displacement of communities, loss of livelihoods, and environmental degradation.


Why resist extractive industries?

Extractivism is an economic and political model of development that commodifies nature and prioritizes profit over human rights and the environment. Rooted in colonial history, it reinforces social and economic inequalities locally and globally. Often, Black, rural and Indigenous women are the most affected by extractivism, and are largely excluded from decision-making. Defying these patriarchal and neo-colonial forces, women rise in defense of rights, lands, people and nature.

Critical risks and gender-specific violence

WHRDs confronting extractive industries experience a range of risks, threats and violations, including criminalization, stigmatization, violence and intimidation.  Their stories reveal a strong aspect of gendered and sexualized violence. Perpetrators include state and local authorities, corporations, police, military, paramilitary and private security forces, and at times their own communities.

Acting together

AWID and the Women Human Rights Defenders International Coalition (WHRD-IC) are pleased to announce “Women Human Rights Defenders Confronting Extractivism and Corporate Power”; a cross-regional research project documenting the lived experiences of WHRDs from Asia, Africa and Latin America.

We encourage activists, members of social movements, organized civil society, donors and policy makers to read and use these products for advocacy, education and inspiration.

Share your experience and questions!

Tell us how you are using the resources on WHRDs Confronting extractivism and corporate power.

◾️ How can these resources support your activism and advocacy?

◾️ What additional information or knowledge do you need to make the best use of these resources?

Share your feedback


Thank you!

AWID acknowledges with gratitude the invaluable input of every Woman Human Rights Defender who participated in this project. This project was made possible thanks to your willingness to generously and openly share your experiences and learnings. Your courage, creativity and resilience is an inspiration for us all. Thank you!

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AWID en 2014: Fortaleciendo la organización de las mujeres por sus derechos en todo el mundo

Es una gran satisfacción para AWID compartir contigo nuestro Informe Anual 2014.

En el año que pasó, nuestro trabajo abarcó desde la construcción de conocimientos en temáticas de derechos humanos de las mujeres hasta la amplificación de las respuestas a la violencia contra las defensoras de derechos humanos, y continuamos fortaleciendo a los movimientos feministas y por los derechos de las mujeres en todo el mundo.

Lee el informe para conocer mejor cómo desarrollamos las capacidades de nuestra membresía y de nuestras bases de apoyo en general, cómo presionamos con fuerza para que los derechos de las mujeres estuvieran en la agenda de los procesos internacionales más importantes de desarrollo y derechos humanos, y cómo ayudamos a incrementar la cobertura de las temáticas y los procesos organizativos por los derechos de las mujeres en distintos medios. En el informe encontrarás una muestra panorámica de nuestros proyectos y algunas cifras concretas que demuestran nuestro impacto.

La colaboración ocupa un lugar central en todo lo que hacemos y esperamos con entusiasmo continuar trabajando juntas el año próximo para llevar a nuestros movimientos al nivel que sigue.


Un adelanto del informe

A pesar de un panorama cada vez más problemático, existen importantes señales de esperanza para avanzar en las agendas de los derechos de las mujeres. Las activistas por los derechos de las mujeres continúan siendo vitales para abrir espacios que  les permitan reclamar un cambio estructural, sostener a sus comunidades, oponerse a la violencia y mantener las conquistas fundamentales. Existen también oportunidades muy importantes para influir sobre nuevas/os actoras/es y movilizar mayores recursos para apoyar a las organizaciones por los derechos de las mujeres.

Es en este contexto que la acción colectiva firme y los procesos de organización entre activistas por los derechos de las mujeres siguen siendo decisivos.

Nuestro impacto

  • Construimos conocimientos sobre temas relacionados con los derechos de las mujeres
  • Fortalecimos nuestra comunidad  en línea
  • Ayudamos a mejorar las respuestas a la violencia ejercida contra las defensoras de derechos humanos
  • Fortalecimos la construcción de movimientos a través de procesos de trabajo en colaboración
  • Trabajamos arduamente para mantener a los derechos humanos de las mujeres en la agenda de los principales procesos internacionales para el desarrollo
  • Ayudamos a las organizaciones por los derechos de las mujeres a incidir mejor sobre los donantes y, en la propia comunidad de donantes,  hicimos que las organizaciones por los derechos de las mujeres se tornaran más visibles y mejor conocidas
  • Contribuimos a aumentar y mejorar la cobertura de los temas relacionados con los derechos de las mujeres y sus procesos organizativos en los medios tradicionales

Estoy sinceramente entusiasmada con los logros conseguidos por AWID desde  1982 y espero poder hacer aunque sea una modesta contribución a su ardua tarea en favor de las mujeres y de la igualdad de género.” — Aleksandra Miletic-Santic, Bosnia y Herzegovina

La membresía


Lee el informe completo

 

CFA 2023 - Suggested Activities Format - EN

Suggested Activity Formats

 

Panel: In Panel discussions, explore an issue or challenge from different perspectives, or share a learning or experience, followed by audience questions if time allows.


Talk Show: Have a more spontaneous conversation in Talk-Show style. Talk Shows can be a conversation among several people, facilitated by a talk-show host. Audience questions can determine the conversation’s direction.


Discussion: These can take the form of world cafes, fishbowls, and other methodologies that facilitate participants’ active involvement in conversations. Highly participatory.


Workshop: Interactive sessions that invite participants to build new skills in any and all areas of life and activism.


Strategy Session: This is an invitation to think through an issue or strategy, in depth, with others. A space to learn from each other: what works, what doesn’t, and how do we develop new and collective strategies to create the worlds we dream of.


Sharing Circle (also known as “Birds of a Feather”): Ideal for small groups, in a more intimate setting, to hear from each other, spark discussion and carefully address topics that may be specific, sensitive and complex.


Arts – Participatory Workshop: Participatory activities involving arts and creative expression. Whether through visual art, theater, film, mural, dance, music, collective craft or artmaking, etc., we welcome all ideas celebrating feminist art and creativity as forms of social change, healing, expression and transformation.


Arts – Performances, Installations and Exhibitions: We welcome submissions that offer Forum participants new experiences and perspectives, expand our horizons, and challenge and inspire us to think, feel and organize in new ways.


Healing: Diverse activities tailored both for groups and individuals, from learning relaxation techniques to discussing burnout prevention, from trauma-informed practices of care for our body, mind and soul to healing rifts within our movements.

#10 - Sexting like a feminist Tweets Snippet EN

I love me some poetry…

Roses are red, violets are blue, the revolution is coming and so are you

Economía solidaria

Definición

La economía solidaria (que incluye la economía cooperativa y la llamada economía del don) es un marco alternativo que adquiere formas diferentes según el contexto y está siempre abierto a los cambios.

Este marco de referencia se asienta sobre los siguientes principios:

  • solidaridad, mutualismo (ayuda mutua), y cooperación
  • equidad en todas las dimensiones
  • bienestar social
  • sostenibilidad
  • democracia social y económica
  • pluralismo

En una economía solidaria, quienes producen participan en procesos económicos que guardan íntima relación con sus realidades, con la preservación del medio ambiente y la cooperación mutua.

Contexto

Según la geógrafa feminista Yvonne Underhill-Sem, la economía del don es un sistema económico en el que los bienes y servicios circulan entre las personas sin que haya acuerdos explícitos acerca de su valor o de una reciprocidad esperada en el futuro.

Lo que hay detrás del otorgamiento de dones es una relación humana, una generación de buena voluntad y el acto de prestar atención a nutrir a toda la sociedad y no solo a lo que concierne a unx mismx y su familia: se trata del colectivo.

En el Pacífico, por ejemplo, esto se manifiesta en la recolección, preparación y procesamiento de recursos terrestres y marinos para tejer alfombras, abanicos, guirnaldas y objetos ceremoniales, así como en la cría de ganado y el almacenamiento de las cosechas estacionales.

Perspectiva feminista

Las mujeres tienen diversos incentivos para involucrarse en actividades económicas y que van desde satisfacer sus aspiraciones profesionales y ganar dinero para gozar de una vida confortable en el largo plazo hasta llegar a fin de mes, pagar deudas y huir del desgaste de una vida rutinaria.

Para acomodarse a los diferentes ambientes en los que operan las mujeres, el concepto de economía solidaria está en permanente desarrollo, discusión y debate.


Para leer más acerca de esta propuesta:


 

2019 : Réalités féministes dans un monde en évolution

L’AWID a commencé à préparer ce rapport annuel au moment même où la pandémie mondiale commençait à bouleverser nos modes de rassemblement, d’organisation et de vie. Nous ne pouvons donc passer en revue notre travail sans prendre en compte l’influence de la COVID-19 dans notre évaluation.  

Téléchargez le rapport annuel 2019 complet (PDF)


La cocréation de réalités féministes n’est plus seulement le thème du Forum l’AWID – elle est un cri de ralliement suite à une pandémie démontrant les failles des systèmes économiques, politiques et sociaux.

Elle est une affirmation urgente de l’existence d’autres façons, plus justes, d’organiser nos vies. En 2019, des centaines de groupes ont partagé avec nous leurs expériences et leurs propositions : des réseaux radicaux de soutien communautaire en Amérique latine, qui facilitent l’avortement autogéré, aux pratiques économiques centrées sur les communautés en Indonésie et aux systèmes alimentaires communautaires en Inde et aux États-Unis, en passant par une réinvention et une nouvelle pratique de rites de passage sans danger en Sierra Leone. Ce sont ces expériences qui traceront la voie d’une « nouvelle norme ».  

Pour autant, les historiques d'oppression et de violence peuvent rendre l'imagination des possibles compliquée. Un élément clé de notre travail en 2019 a été d’initier ces pistes via la boîte à outils visant à soutenir les groupes qui cherchent à dénicher des histoires et des aspirations, piliers de propositions féministes.

Tandis que nous focalisons sur nos propositions pour un autre monde, nous reconnaissons le contexte difficile qui nous entoure.

Au sein de l'Observatoire de l'universalité des droits (OURs), de Feminists for a Bing Treaty (Féministes pour un traité contraignant), de Count Me In ! (Comptez sur moi!) et d’autres alliances, l’AWID n’a pas cessé de contrer le pouvoir débridé des entreprises et les agendas fascistes et fondamentalistes qui mettent à mal les droits des femmes et la justice de genre. Dans un contexte de perspectives sombres pour un changement transformateur par les processus multilatéraux et de capacités limitées à réagir pour la plupart des États, nous redoublons d'efforts pour nous assurer que les mouvements féministes, dans toute leur diversité, soient dotés de ressources adaptées aux rôles majeurs qu'ils jouent – en soutenant leurs communautés, en réclamant des droits et en répondant aux crises. En 2019, nous avons introduit des principes et des approches féministes aux fonds révolutionnaires tels que l'Initiative Spotlight et le Fonds Égalité. Nous avons de plus réussi à mobiliser des ressources via des aides à l’amorçage de réalités féministes, financées par des bailleurs féministes. 

À l’heure où nous nous penchons vers l'avenir, le contexte appelle clairement à une transformation de nos stratégies d'organisation :

  • nous apprenons à naviguer dans un plaidoyer mondial se limitant aux canaux en ligne,
  • nous composons avec l'incertitude du moment et des modalités de réunions en face à face, et
  • nous utilisons les outils à notre disposition pour accentuer les connexions entre les sphères locales et mondiales.

L’AWID se lance dans un nouveau modèle d'adhésion qui permet un meilleur accès et met l'accent sur les opportunités d'engagement et de connexion entre membres. Nous continuerons d'expérimenter différents outils et processus en ligne pour renforcer notre communauté. Et l'engagement inter-mouvements restera au cœur de notre travail. Nos actions solidaires envers les mouvements et les identités opprimées, même et surtout lorsqu’ils sont marginalisés, sont importantes pour conduire le changement et soutenir des mouvements, inclusifs pour tou·te·s.

La crise n'est pas nouvelle pour les mouvements féministes et sociaux.

Nous sommes résilient·e·s, nous nous adaptons et nous sommes présent·e·s les un·e·s pour les autres. Nous devrons continuer à faire encore mieux. Merci à toutes les personnes qui nous accompagnent dans cette aventure.

Téléchargez le rapport annuel 2019 complet (PDF)

CFA 2023 - Tiytle Hybrid like never before: in person - EN

Hybrid like never before

For the first time, the AWID Forum offers three modes of participation

#6 - Sexting like a feminist Tweets Snippet ES

¡Está siempre dispuestx a explorar nuevas experiencias! 

Image of a tweet with the photo of American tv Host Steve Harvey. Text says - Me: Sir, have you tried pegging? Him: No, I haven't. Me: Think about it, cuz I would love to screw you the way the workplaces screw employees out of a livable wage.

Yo: Señor, ¿probó por el culo? 
Él: No, no probé.
Yo: Piénselo, porque me gustaría cogérmelo / joderlo tal como a lxs trabajadorxs nos cogen / joden en los trabajos cuando lo que nos pagan no alcanza para vivir.

Un cadre alternatif pour la gouvernance économique

Le contexte

La crise économique mondiale actuelle fournit la preuve évidente que les politiques économiques des trois dernières décennies n’ont pas fonctionné.

La dévastation que la crise a opéré sur les ménages les plus vulnérables dans les pays du Nord et du Sud nous rappelle que la formulation de politiques économiques et la réalisation des droits humains (économiques, sociaux, politiques, civils et culturels) ont été trop longtemps séparées l’une de l'autre. La politique économique et les droits humains ne doivent pas être des forces opposées, elles peuvent coexister en symbiose.

Les politiques macroéconomiques influencent le fonctionnement de l'économie dans son ensemble, elles façonnent la disponibilité et la distribution des ressources. Dans ce contexte, les politiques budgétaires et monétaires sont fondamentales.

Définition

  • La politique budgétaire se réfère à la fois aux recettes et aux dépenses publiques, et aux relations entre elles qui sont formulées dans le budget de l’État.

  • La politique monétaire regroupe les politiques sur les intérêts et les taux de change et la masse monétaire, ainsi que la réglementation du secteur financier.

  • Les politiques macroéconomiques sont mises en œuvre à l’aide d'instruments tels la fiscalité, les dépenses du gouvernement, et le contrôle entre la masse monétaire et le crédit.

Ces politiques affectent les taux d’intérêt et les taux de change qui ont une influence directe sur, entre autres choses, le niveau de l'emploi, l'accès à un crédit abordable et le marché du logement.

L'application d'un cadre de droits humains aux politiques macroéconomiques permet aux États de mieux se conformer à leur obligation de respecter, de protéger et de réaliser les droits économiques et sociaux. Les droits humains sont inscrits aux conventions internationales selon des normes universelles. Ces normes juridiques sont énoncées dans les traités des Nations Unies tels la Déclaration universelle des droits de l'homme (DUDH), le Pacte international relatif aux droits civils et politiques (PIDCP) et le Pacte international relatif aux droits économiques, sociaux et culturels (PIDESC).

 L’Article 1 de la DUDH stipule que « Tous les êtres humains naissent libres et égaux en dignité et en droits ».

Bien que la DUDH ait été rédigée il y a près de six décennies, sa pertinence est toujours de mise. La plupart des principes énoncés répondent aux problèmes auxquels les gens continuent d’être confrontés à l'échelle mondiale. Les questions concernant les châtiments inhumains (art. 5), la discrimination (art. 7), la propriété (art. 17), un salaire égal pour un travail égal (art. 23/2), et l'accès à l'éducation (art. 26/1) sont des questions pertinentes tant pour les pays au Sud et au Nord de l'équateur.

En particulier, les États ont l'obligation, en vertu du droit international, de respecter, de protéger et de réaliser les droits humains, y compris les droits économiques et sociaux des personnes relevant de leur compétence. Cet aspect est particulièrement pertinent aujourd'hui, compte tenu de la crise financière. Aux États-Unis, la réglementation est faussée en faveur de certains intérêts. Dans le contexte du changement social et économique actuel, l'incapacité des gouvernements à étendre leur rôle de surveillance est un échec cuisant face à l’obligation de protéger les droits humains.

Perspective féministe

Les États devraient respecter les principes clés des droits humains pour réaliser les droits économiques et sociaux. Certains de ces principes ont des implications potentiellement importantes pour la gouvernance des institutions financières et des marchés. Ces possibilités ont été sous explorées jusqu’à présent.

Les droits économiques et sociaux ont un ancrage institutionnel et juridique concret. Les traités internationaux, les déclarations mondiales, les conventions, et, dans un certain nombre de cas, les constitutions nationales ont intégré certains aspects des cadres de droits économiques et sociaux, ce qui a permis l’élaboration d’infrastructures institutionnelles au niveau du droit national et international.

Certaines personnes avancent que l’idée d’une justice mondiale n’est peut-être pas un exercice utile en raison des complexités institutionnelles en jeu. Toutefois, les institutions mondiales ont sans aucun doute des incidences sur la justice sociale, à la fois positives et négatives.

Il est utile de déterminer ce que ces éléments des cadres alternatifs impliquent pour la gouvernance économique, en particulier ceux qui sont soutenus par les institutions existantes. Le cadre des droits économiques et sociaux est un bon exemple concret : ce cadre évolue constamment et les discussions et les délibérations en cours sont nécessaires afin d'aborder les sections sous développées et les lacunes potentielles.


Pour en savoir plus sur cette proposition :

Cette section est fondée sur le blog du CWGL intitulé Applying a Human Rights Framework to Macroeconomic Policies (L'application d'un cadre de droits humains aux politiques macroéconomiques, 2012).

CFA 2023 - Hubs - thai

ใหม่

จุดศูนย์กลาง: การเดินทางข้ามพรมแดน

ผู้เข้าร่วมประชุมจะได้เข้าร่วมตามสถานที่ต่างๆนอกเพื้นที่ในการจัดงานที่กรุงเทพฯ  และตามส่วนต่างๆของ โลกในแต่ละวันของการประชุม สถานที่ประชุมที่ผู้เข้าร่วมจัดการเองทั้งหมดนั้นจะเชื่อมต่อกับสถานที่จัดงาน
จริงในกรุงเทพฯเช่นเดียวกับบุคคลที่เชื่อมต่อทางออนไลน์        ผู้เข้าร่วมในจุดศูนย์กลาง Hub นี้จะสามารถ ดำเนินรายการในหัวข้อกิจกรรมต่างๆ เข้าร่วมอภิปราย แลกเปลี่ยน และเพลิดเพลินไปกับโปรแกรม ที่หลากหลาย

ที่ตั้งจุดศูนย์กลาง Hub จะประกาศในปี 2567

#2 - Sexting like a feminist Tweets Snippet FR

Un indice visuel est toujours utile

« La sexualité est fluide, et là mon vagin aussi. »
#FeministFestival #SextLikeAFeminist

Principaux éléments de rhétorique

Les ultraconservateurs ont développé un certain nombre d’arguments relatifs aux droits humains sur le plan international, lesquels instrumentalisent la religion, la culture, la tradition et la souveraineté nationale dans le but de porter atteinte aux droits liés au genre et à la sexualité. Les acteurs anti-droits s’éloignent de plus en plus d’un langage explicitement religieux.

Nous constatons de plus en plus fréquemment que des acteurs rétrogrades – qui dénigraient auparavant le concept des droits humains – tentent désormais de le récupérer et de le manipuler pour atteindre leurs objectifs.


La protection de la famille

Ce discours émergent qui prospère actuellement semble inoffensif, mais il fonctionne comme un cadre général abritant de multiples positions patriarcales et anti-droits.

Le thème de la « protection de la famille » est donc un exemple particulièrement parlant de l’évolution de la stratégie de certains acteurs rétrogrades que utilisent désormais un plaidoyer holistique et intégré.

L’argumentaire sur la « protection de la famille » est utilisé pour déplacer le sujet de droits humains de l’individu vers des institutions déjà puissantes.

Il prône également une conception unitaire, hiérarchique et patriarcale de la famille qui suppose une discrimination à l’égard des formes familiales situées en dehors de ces limites rigides. Il tente également d’atténuer l’importance actuellement accordée à la reconnaissance et à la protection des droits des membres vulnérables de la famille pour privilégier la non-discrimination, l’autonomie et l’absence de violence dans le contexte des rapports familiaux.

Le droit à la vie

Le Saint-Siège et un certain nombre de groupes chrétiens de défense des droits cherchent à s’approprier la notion de droit à la vie pour servir leur lutte contre l’avortement. En introduisant la doctrine religieuse conservatrice dans le langage des droits humains, ils soutiennent l’idée qui veut que le droit à la vie, tel qu’énoncé dans la Déclaration universelle des droits de l’homme et dans le Pacte international relatif aux droits civils et politiques, s’applique dès le moment de la conception.

Aucun des instruments universels relatifs aux droits humains ne vient étayer ce discours. Pourtant, c’est une stratégie attrayante pour les acteurs anti-droits dans la mesure où le droit à la vie ne peut être violé en aucune circonstance et qu’il constitue une norme juridiquement contraignante.

Les droits sexuels

Les acteurs anti-droits utilisent un certain nombre d’arguments dans leur campagne pour porter atteinte aux droits sexuels. Ils soutiennent que les droits sexuels n’existent pas ou qu’il s’agit de « droits nouveaux » nuisibles aux enfants et à la société et/ou que ces droits sont en opposition avec la culture, la tradition ou le droit national.

Dans le cadre onusien, les conservateurs plaident contre le droit à une éducation sexuelle complète (ESC) en attaquant ce concept à plusieurs niveaux. Ils prétendent que l’ESC viole les « droits parentaux », qu’elle nuit aux enfants et qu’il s’agit d’un endoctrinement idéologique plutôt que d’une forme d’éducation. Ils affirment également que cette éducation sexuelle complète est imposée aux enfants, aux parents et aux Nations Unies par de puissants lobbyistes qui cherchent à tirer profit des services qu’ils fournissent aux enfants et aux jeunes.

Les tentatives visant à invalider les droits relatifs à l’orientation sexuelle et à l’identité de genre prolifèrent. Les ultraconservateurs font valoir le fait que l’application des principes et du droit relatifs aux droits humains – qui existent pourtant depuis longtemps – consiste en fait à créer de « nouveaux droits ». Ils prétendent enfin que le contenu des droits devrait varier radicalement parce que ceux-ci devraient être interprétés à l’aune de la « culture » ou des « particularismes nationaux ».

Les droits reproductifs

Les organisations de la droite chrétienne se mobilisent depuis longtemps contre les droits reproductifs, aux côtés du Saint-Siège et d’autres alliés anti-droits. Elles affirment souvent que les droits reproductifs sont en fait une forme de contrôle de la population imposée par l’Occident aux pays du Sud global. Paradoxalement, ce discours émane le plus souvent d’acteurs issus des États-Unis et de l’Europe occidentale, dont beaucoup travaillent activement pour exporter leur rhétorique et leurs politiques fondamentalistes.

Ces acteurs rétrogrades reprennent également des arguments « scientifiques » élaborés par des groupes de réflexion ultraconservateurs et citent des sources usant de méthodologies de recherche peu fiables pour montrer que l’avortement a de nombreux effets secondaires psychologiques, sexuels, physiques et relationnels.

La protection des enfants et les droits parentaux

Les acteurs anti-droits visent à promouvoir le concept de « protection de la famille », mais ils tentent également de créer une nouvelle catégorie de « droits parentaux » à laquelle les normes existantes relatives aux droits humains ne donnent aucun fondement.

Paradoxalement, ce discours tente de dévoyer les systèmes de protection des droits dont les enfants jouissent par principe, tels qu’énoncés dans la Convention relative aux droits de l’enfant, pour renforcer les droits des parents à exercer un contrôle sur leurs enfants et à limiter leurs droits.

La violence contre les femmes

Les acteurs anti-droits tentent de plus en plus fréquemment de s’approprier et de subvertir les références et les arguments défendus par les défenseuses des droits humains, et notamment la notion de violence contre les femmes (VCF).

Dans le cadre de la Commission sur la condition de la femme ainsi que dans d’autres espaces, ces acteurs utilisent notamment la technique rhétorique suivante : ils abordent la violence contre les femmes comme un cadre dans lequel il est possible d’intégrer des arguments hostiles aux droits reproductifs et de nature patriarcale.

Les ultraconservateurs, par exemple, défendent l’idée qui veut que les relations intimes entre partenaires qui ne sont ni hétéronormatives ni traditionnelles constituent un facteur de risque de violence. Ils soulignent que les pères sont nécessaires à la protection des familles contre la violence.

Le genre et l’« l’idéologie du genre »

Le Saint-Siège se livre à une critique incessante du genre, de l’« idéologie du genre », des « radicaux du genre » et de la théorie du genre. Les acteurs anti-droits interprètent souvent le terme « genre » comme un code caché pour parler des droits des personnes LGBT*Q. La droite religieuse utilise le concept de genre comme un outil transversal qui relie beaucoup de ses thèmes de prédilection. De plus en plus souvent, les opposant-e-s acharné-e-s à ces notions de genre se braque sur les questions relatives à l’identité de genre et aux droits des personnes trans*.

La complémentarité et la dignité humaine

À l’heure actuelle, un certain nombre d’ultraconservateur utilisent la rhétorique de la complémentarité des sexes. Leur argumentaire est structuré autour de l’hypothèse de la différence entre les sexes : les hommes et les femmes sont censés jouer des rôles différents mais complémentaires dans le mariage et la vie familiale, mais aussi dans leur engagement dans la vie communautaire, politique et économique.

La référence aux rôles « naturels » vise à rejeter fondamentalement le caractère universel des droits humains en matière d’égalité et de non-discrimination.

Cet argument est également utilisé pour justifier les violations de ces droits par les États et les acteurs non étatiques. Il contribue en outre au non-respect de l’obligation faite aux États de lutter contre les préjugés et les pratiques fondés sur des rôles stéréotypés attribués aux hommes et aux femmes.

La souveraineté nationale et l’anti-impérialisme

Ce discours suggère que les gouvernements nationaux sont injustement ciblés par les organes des Nations Unies ou par d’autres États agissant par l’intermédiaire de l’ONU. Il s’agit d’une tentative de déplacer le sujet des droits humains de l’individu ou de la communauté marginalisée qui subit une violation de ses droits vers une institution puissante et/ou rétrograde, à savoir l’État, dans le but de justifier des exceptions nationales aux droits universels, voire de soutenir l’impunité des États.

La liberté de religion

Les acteurs anti-droits ont récupéré la rhétorique de la liberté de culte pour justifier les violations des droits humains. Mais les ultraconservateurs se réfèrent à la liberté de culte d’une manière qui contredit frontalement l’objectif de ce droit humain et est en opposition fondamentale avec le principe de l’universalité des droits.

Le raisonnement avancé est que la liberté de culte est menacée et compromise par la protection des droits humains, en particulier de ceux liés au genre et à la sexualité.

Selon l’argument central des conservateurs, le droit à la liberté de culte est destiné à protéger une religion plutôt que la liberté des personnes d’avoir ou de ne pas avoir de croyances religieuses.

Pourtant, en vertu du droit international relatif aux droits humains, le droit protège les croyants plutôt que les croyances, et le droit à la liberté de religion, de pensée et de conscience comprend le droit de ne pratiquer aucune religion ou de ne pas adhérer à une croyance, mais aussi celui de changer de religion ou de conviction.

Les droits culturels et les valeurs traditionnelles

Les acteurs anti-droits utilisent communément des tactiques fondées sur les références à la culture et aux traditions pour saper les droits humains, dont le droit à l’égalité. Présentée comme monolithique, statique et immuable, la culture apparaît souvent comme une réalité en totale contradiction avec les « normes occidentales ».

Dans les débats politiques internationaux, les acteurs anti-droits font allusion à la culture pour saper l’universalité des droits : ils préconisent un relativisme culturel qui éclipse ou limite les revendications en matière de droits. Ces acteurs font également un usage rétrograde de la notion de droits culturels, qui repose sur une représentation volontairement faussée du concept de droit humain. Les États doivent veiller à ce que les pratiques traditionnelles ou culturelles ne soient pas détournées pour justifier certaines violations du droit à l’égalité.

Le droit relatif aux droits humains prévoit en effet l’égalité d’accès, de participation et de contribution à tous les aspects de la vie culturelle pour tous et toutes, y compris les femmes, les minorités raciales et religieuses ainsi que les personnes dont le genre et la sexualité sont non conformes.

Subvertir l’« universel »

Les acteurs anti-droits engagés dans les espaces politiques internationaux manipulent de plus en plus fréquemment les références à l’universalité des droits humains fondamentaux pour inverser le sens de l’universalité des droits.

Plutôt que d’utiliser le terme universel pour décrire l’ensemble des droits humains indivisibles et interdépendants, les ultraconservateurs délimitent et décrivent un sous-ensemble de droits humains « véritablement fondamentaux ».

Les autres droits considérés comme des « droits nouveaux » et facultatifs, seraient donc laissés à la discrétion des États. Cette rhétorique est particulièrement efficace dans la mesure où le contenu de la catégorie des droits véritablement universels reste implicite, ouvrant ainsi la porte à des variations dans l’interprétation.

Télécharger le chapitre complet (en anglais)


Autres chapitres

Lire le rapport complet (en anglais)

Inna Michaeli

Biography

Inna est une activiste et sociologue féministe queer comptant de nombreuses années d'engagement profond dans les luttes féministes et LGBTQI+, l'éducation politique et l'organisation par et pour les femmes migrantes, ainsi que la libération de la Palestine et la solidarité avec cette dernière. Inna a rejoint l'AWID en 2016 et occupé différents postes, dont celui de directrice des programmes plus récemment. Basée à Berlin, en Allemagne, elle a grandi à Haïfa, en Palestine/Israël, et est née à Saint-Pétersbourg en Russie. Elle porte ces territoires politiques et cette résistance au passé et au présent colonial dans son féminisme et sa solidarité transnationale.

Inna est l'auteure de « Women's Economic Empowerment: Feminism, Neoliberalism, and the State » (« L'autonomisation Économique des Femmes : Féminisme, Néolibéralisme et l’État », Palgrave Macmillan, 2022), un ouvrage basé sur une thèse qui lui a valu un doctorat de l'Université Humboldt de Berlin. En tant qu'universitaire, elle a enseigné des cours sur la mondialisation, la production de connaissances, l'identité et l'appartenance. Inna est titulaire d'un master en études culturelles de l'Université hébraïque de Jérusalem. Elle a été membre du conseil d'administration de +972 Advancement of Citizen Journalism, et l’est actuellement pour Jewish Voice for a Just Peace in the Middle East (en Allemagne). Auparavant, Inna a travaillé avec la Coalition des Femmes pour la Paix et est une passionnée de la mobilisation des ressources pour l'activisme populaire.

Position
Codirectrice Exécutive
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Communicating Desire | Content Snippet

Communicating Desire

and Other Embodied Political Praxes


Communicating Desire

Host: We tend to think about communicating desire as something that is limited to the private intimacy of the bedroom and our personal relationships. But can we also think of this kind of communication as a structure, a praxis that informs our work, and how we are, how we do in the world?

Lindiwe
I believe that unfortunately in the past, expressing your sexuality has been limited. You were allowed to express it within the confines of your marriage, which was permitted, there have always been taboo and stigmas attached to expressing it any other way. When it comes to communicating, obviously the fact that certain stigmas are attached to expressing your sexuality or expressing your desire makes it a lot harder to communicate that in the bedroom or intimately with your partner. From my personal experience, I do believe that obviously if I feel more comfortable expressing myself outside of the bedroom on other matters or other topics, it’s easier for me to build that trust, because you understand conflict resolution with that particular person, you understand exactly how to make your communication special towards that particular person. It’s not easy. It’s something that is consistently done throughout whatever your engagement is, whether it’s your relationship or whether it’s casual and just in the moment. But I believe that confidence outside can definitely translate to how you communicate your desire.

Manal
Since childhood, a woman is raised with that, “you’re not allowed to talk about your body, you’re not allowed to talk about your desire,” which puts a heavy responsibility on women, especially girls in their teens when they need to express themselves and talk about these issues. So for me I think this is a big problem. You know, I have been married for more than 25 years, but still, until now, I cannot talk about my desires. I cannot say what I want or what I prefer, because it’s like I’m not allowed to go beyond this line. It’s like haram, despite it being my right. This is the case for all my friends, they just can’t express themselves in the right way.

Louise
Personally, I find that expressing our desires, my desires, however that expression comes in hand, has to do with the other, and the gaze that the other would have on me. So this is also something that we can link to cinema. And the gaze I would have on myself as well: what I think I am as an individual, but also what society expects of me and my sexuality. In the past, I somehow did the analogy between what happens in the bedroom and what happens in the workplace, because there is sometimes this dynamic of power, whether I want it or not. And oftentimes, verbal communication is harder than we think. But when it comes to representation in film, that’s a totally different game. We are very far away from what I guess all of us here would like to see on screen when it comes to just communicating sexual desires inside or outside the bedroom. 


Online and Embodied

Host: We can think about the digital world as embodied: while it might be virtual, it is not less real. And this was made clear in the context of AWID’s feminist realities festival, which took place entirely online. What does it mean then to talk about sexuality, collectively, politically, in online spaces? Do we navigate virtual spaces with our bodies and affects, and in this case, what are the different considerations? What does it do to communication and representation?


Lindiwe
Social media makes you feel community-based. When you express what it is that you want or like, there is someone who’s either going to agree or disagree, but those who do agree make you feel that you belong to a community. So it’s easier to throw it out into the universe, or for others to see, and potentially not get as much judgment. And I say this very loosely because sometimes, depending on what it is that you’re expressing, it either will get you vilified or celebrated. But when it comes to the bedroom, there is an intimacy and almost a vulnerability that is exposing you and different parts of you that is not as easy to give your opinion on. When it comes to expressing your desire, speaking it and saying it and maybe putting a Tweet or a social media post, or even liking and reading other communities that are same-minded is a lot easier than telling your partner, “this is how I want to be pleasured” or “this is how what I want you to do next,” because of the fear of rejection. But not only that, just the vulnerability aspect – allowing yourself to be bare enough to let the other person see into what you are thinking, feeling, and wanting – I think this is where the difference would come in for me personally. I feel it is a lot more community-based on social media, and it’s easier to engage in discourse. Whereas in the bedroom, you don’t want to necessarily kill the moment. But I think that also kind of helps you understand going forward, depending on the relationship with the person, how you would engage thereafter. So I always know that if I try to communicate something and I fail to do so in the moment, I can always try to bring it up outside of that moment and see what the reaction would be so I know how to approach it going forward.

Louise
You know the question in films is, I don’t know if the male gaze is done intentionally or not. Like we don’t really know that. What we know is that the reason why sexuality in general has been so heternormative and focused on penetration and not giving any space for women to actually ask for anything in films, is because most of the people who have been working in this industry and making decisions in terms of, you know, storytelling and editing have been white men. So rape revenge is this very weird film genre that was birthed in the 70s, and half of the story would be that a woman is being raped by one or multiple people, and in the other half, she would get her revenge. So usually she would murder and kill the people who have raped her, and sometimes other people next to them. At the beginning of the birth of this genre and for 30 years at least, those films were written, produced, and directed by men. This is why we also want so much representation. A lot of feminists and pioneers in queer filmmaking also used the act of filming in order to do that and to reclaim their own sexuality. I’m thinking about Barbara Hammer, who’s a feminist and queer pioneer in experimental cinema in the U.S. where she decided to shoot women having sex on 16mm, and by doing so reclaimed a space within the narrative that was exposed in film at that time. And there is also then the question of invisibilization: we know now, because of the internet and sharing knowledge, that women and queer filmmakers have been trying and making films since the beginning of cinema. We only realize it now that we have access to databases and the work of activists and curators and filmmakers.


Resisting Colonization

Host: And this opens up the conversation on the importance of keeping our feminist histories alive. The online worlds have also played a crucial role in documenting protests and resistance. From Sudan to Palestine to Colombia, feminists have taken our screens by storm, challenging the realities of occupation, capitalism, and oppression. So could we speak of communicating desire – the desire for something else – as decolonization?


Manal
Maybe because my village is just 600 residents and the whole village is one family – Tamimi – there are no barriers between men and women. We do everything together. So when we began our non-violent resistance or when we joined the non-violent resistance in Palestine, there was no discussion whether women should participate or not. We took a very important role within the movement here in the village. But when other villages and other places began to join our weekly protests, some men thought that if these women participate or join the protests, they will fight with soldiers so it will be like they’re easy women. There were some men who were not from the village who tried to sexually harass the women. But a strong woman who is able to stand in front of a soldier can also stand against sexual harassment. Sometimes, when other women from other places join our protest, they are shy at first; they don’t want to come closer because there are many men. If you want to join the protest, if you want to be part of the non-violent movement, you have to remove all these restrictions and all these thoughts from your mind. You have to focus on just fighting for your rights. Unfortunately, the Israeli occupation realizes this issue. For example, the first time I was arrested, I wear the hijab so they tried to take it off; they tried to take off my clothes, in front of everybody. There were like 300-400 people and they tried to do it. When they took me to the interrogation, the interrogator said: “we did this because we want to punish other women through you. We know your culture.” So I told him: “I don’t care, I did something that I believe in. Even if you take all my clothes off, everybody knows that Manal is resisting.”

Lindiwe
I think even from a cultural perspective, which is very ironic, if you look at culture in Africa, prior to getting colonized, showing skin wasn’t a problem. Wearing animal skin and/or hides to protect you, that wasn’t an issue and people weren’t as sexualized unless it was within context. But we conditioned ourselves to say, “you should be covered up” and the moment you are not covered up you are exposed, and therefore it will be sexualized. Nudity gets sexualized as opposed to you just being naked; they don’t want a little girl to be seen naked. What kind of society have we conditioned ourselves to be if you’re going to be sexualizing someone who is naked outside of the context of a sexual engagement? But environment definitely plays a big role because your parents and your grannies and your aunts say “no, don’t dress inappropriately,” or “no, that’s too short.” So you hear that at home first, and then the moment you get exposed outside, depending on the environment, whether it’s a Eurocentric or more westernized environment to what you are used to, then you are kind of free to do so. And even then, as much as you are free, there’s still a lot that comes with it in terms of catcalling and people still sexualizing your body. You could be wearing a short skirt, and someone feels they have the right to touch you without your permission. There is so much that is associated with regulating and controlling women’s bodies, and that narrative starts at home. And then you go out into your community and society and the narrative gets perpetuated, and you realize that you get sexualized by society at large too, especially as a person of color.

Decorative Element

Resistance as Pleasure

Host: And finally, in what ways can our resistance be more than what we are allowed? Is there a place for pleasure and joy, for us and our communities?


Louise
Finding pleasure as resistance and resistance in pleasure, first for me there is this idea of the guerrilla filmmaking or the action of filming when you’re not supposed to or when someone told you not to, which is the case for a lot of women and queer filmmakers in the world right now. For example, in Lebanon, which is a cinema scene that I know very well, most of the lesbian stories that I’ve seen were shot by students in very short formats with “no production value” as the west would say – meaning with no money, because of the censorship that happens on an institutional level, but also within the family and within the private sphere. I would think that filming whatever, but also filming pleasure and pleasure within lesbian storytelling is an act of resistance in itself. A lot of times, just taking a camera and getting someone to edit and someone to act is extremely hard and requires a lot of political stance.

Lindiwe
I have a rape support group. I’m trying to assist women to reintegrate themselves from a sexual perspective: wanting to be intimate again, wanting to not let their past traumas influence so much how they move forward. It’s not an easy thing, but it’s individual. So I always start with understanding your body. I feel the more you understand and love and are proud of it, the more you are able to allow someone else into that space. I call it sensuality training, where I get them to start seeing themselves as not sexual objects, but as objects of pleasure and desire that can be interchangeable. So you’re worthy of receiving as well as giving. But that’s not only from a psychological point of view; it is physical. When you get out of the shower, you get out of the bath, and you’re putting lotion on your body, look at every part of your body, feel every part of your body, know when there are changes, know your body so well that should you get a new pimple on your knee, you are so aware of it because just a few hours ago it wasn’t there. So things like that where I kind of get people to love themselves from within, so they feel they are worthy of being loved in a safe space, is how I gear them towards claiming their sexuality and their desire.

Manal
You know we began to see women coming from Nablus, from Jerusalem, from Ramallah, even from occupied 48, who have to drive for 3-4 hours just to come to join the protests. After that we tried to go to other places, talk with women, tell them that they don’t have to be shy, that they should just believe in themselves and that there is nothing wrong in what we are doing. You can protect yourself, so where is the wrong in participating or in joining? Once I asked some women, “why are you joining?” And they said, “if the Tamimi women can do it, we can do it also.” To be honest I was very happy to hear this because we were like a model for other women. If I have to stand for my rights, it should be all my rights, not just one or two. We can’t divide rights.

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Impunity for violence against women defenders of territory, common goods, and nature in Latin America
March 16, 2018
Rural women's resistance to closing civic space
March 15, 2018
 
Empowering rural women in mining affected environments
March 13, 2018
Feminist Perspectives on Accountability
March 13, 2018
Gender Perspectives on Corporate Accountability
March 12, 2018

 

 

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Sara AbuGhazal

Biography

Sara AbuGhazal is a Palestinian feminist living in Beirut. She is a co-founder of Sawt al-Niswa, a collective that produces knowledge in Beirut. She is the co-director of The Knowledge Workshop, a feminist organization based in Beirut that works on feminist oral history and archiving. Sara is currently the Regional Coordinator of the Regional Coalition for Women Human Rights Defenders in the Middle East and North Africa.

Sara strives to help create spaces of feminist transformation and solidarity. Her work is mostly centered on building sustainable movements in the MENA region. She is invested in knowledge production, feminist transformation, and Palestine. She publishes regularly in sawtalniswa.org and her fiction also appears in Romman e-magazine.

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