Analyses Spéciales

L´AWID est une organisation féministe mondiale qui consacre ses efforts à la justice de genre, au développement durable et aux droits humains des femmes

S'opposer à l’extractivisme et au pouvoir des entreprises

Dans le monde entier, les femmes défenseuses des droits humains défendent leurs terres, leurs moyens de subsistance et leurs communautés contre le pouvoir des entreprises et des industries extractives. Elles se mobilisent et défient de puissants intérêts économiques et politiques qui motivent la spoliation de terres, le déplacement de communautés, la perte des moyens de subsistance et la dégradation de l'environnement.


Pourquoi résister à des industries extractives?

L’extractivisme est un modèle économique et politique de développement qui œuvre à la marchandisation de la nature et privilégie le profit au détriment des droits humains et de l'environnement. Enraciné dans l'histoire coloniale, il creuse les inégalités sociales et économiques au niveau local et mondial. Le plus souvent, les femmes rurales, noires ou autochtones sont les plus touchées par l’extractivisme et sont largement exclues des espaces de prise de décision en la matière. Les femmes se mobilisent pour défier ces forces patriarcales et néocoloniales et défendre les droits, les terres, les personnes et la nature.

Les principaux risques et les violences basées sur le genre

Les femmes qui s’opposent aux industries extractives vivent une série de risques, de menaces et de violations de leurs droits comme la criminalisation, la stigmatisation, la violence et l'intimidation. Leurs histoires révèlent des aspects évidents de violences sexuelles et basées sur le genre. Parmi les auteurs de ces abus se trouvent les autorités locales et fédérales, les entreprises, la police, les militaires, les forces de sécurité paramilitaires et privées, et parfois mêmes leurs propres communautés.

Agir ensemble

L'AWID et la Coalition internationale des femmes défenseures des droits humains (WHRDIC) ont le plaisir d'annoncer la sortie de leur publication « Les défenseuses des droits humains résistent à l’extractivisme et aux pouvoir des entreprises », un rapport basé sur un projet de recherche transrégional qui relate les expériences vécues par des défenseuses en provenance d'Asie, d'Afrique et d'Amérique latine.

Nous encourageons les activistes, les membres de mouvements sociaux, la société civile, les donateurs et les décideurs à lire et à faire usage des documents suivants pour leur travail de plaidoyer, comme outil pédagogique et comme source d’inspiration :

Partagez votre expérience et vos questions !

Dites-nous comment vous utilisez la boîte à outils sur les défenseur-e-s des droits humains qui résistent à l'extractivisme et aux pouvoir des entreprises.

◾️ Comment ces ressources peuvent-elles soutenir votre activisme et votre plaidoyer ?

◾️ De quelles informations ou connaissances supplémentaires avez-vous besoin pour utiliser au mieux ces ressources ?

Faites-nous part de vos commentaires


Merci !

C’est avec gratitude que l’AWID reconnaît les contributions précieuses de chaque défenseur-e des droits humains qui a participé à ce projet. Cette recherche a été rendue possible grâce à votre volonté à partager vos expériences. Votre courage, créativité et résilience est une source d’inspiration pour nous toutes et tous. Merci !

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Clone of CFA 2023 - Hybrid like never before: in person - ES

Híbrido como nunca antes

Por primera vez, el Foro de AWID ofrece tres modos de participación:

Participación presencial

Lxs participantes se reunirán en Bangkok, Tailandia. ¡No podemos esperar!

Body

#6 - Sexting like a feminist Tweets Snippet EN

Always be willing to explore new experiences!

Image of a tweet with the photo of American tv Host Steve Harvey. Text says - Me: Sir, have you tried pegging? Him: No, I haven't. Me: Think about it, cuz I would love to screw you the way the workplaces screw employees out of a livable wage.

Corporalidades Transnacionales | Nota de lxs editorxs

Sin palabras 

Chinelo Onwualu
Ghiwa Sayegh
Chinelo Onwualu Ghiwa Sayegh
«Cuando estamos desesperadxs por el cambio, como sucede tanto en la enfermedad como en la insurrección, nuestro lenguaje se vacía de complejidad, se queda con sus componentes más esenciales… Sin embargo, a medida que la enfermedad y la revolución persisten, el lenguaje que se hizo en ellas y sobre ellas se profundiza, admite más matices, inmerso en la aguda experiencia humana de encontrar los propios límites en el lugar del fin del mundo».

Johanna Hedva


Cuando comenzamos a delinear este número con Nana Darkoa, antes de Crear | Résister | Transform: un festival para movimientos feministas! de AWID, partimos de una pregunta que es más bien una observación sobre el estado del mundo, un deseo de cambiar el terreno: ¿por qué nuestras sexualidades y placeres siguen siendo domesticados y criminalizados incluso cuando nos dicen, una y otra vez, que no tienen valor ni contribuyen al progreso? Llegamos a la conclusión de que cuando se corporizan, hay algo en nuestras sexualidades que opera contra un orden del mundo que sigue manifestándose en los controles fronterizos, los apartheids en relación a las vacunas, el colonialismo de asentamiento, la limpieza étnica, y el capitalismo descontrolado. ¿Podemos hablar, entonces, del potencial disruptivo de nuestras sexualidades? ¿Podemos seguir haciendo eso cuando, para poder obtener recursos, nuestros movimientos deben ser cooptados e institucionalizados?

Cuando el trabajo de nuestros cuerpos se convierte en ganancias en las manos de los sistemas que buscamos desmantelar, no sorprende que nuestras sexualidades y placeres queden relegados una vez más a las márgenes, especialmente cuando no son lo suficientemente rentables. En muchos momentos durante la producción de este número, nos preguntamos qué sucedería si nos negáramos a dar cabida a los servicios esenciales del capitalismo. Pero ¿podemos atrevernos a hacer esa pregunta cuando estamos agotadxs por el mundo? Quizás nuestras sexualidades son desestimadas con tanta facilidad porque no son vistas como formas de cuidado. Quizás lo que necesitemos sea reimaginar el placer como una forma radical de cuidado, una que también es anticapitalista y anti-institucional.

Estamos entrando en nuestro segundo año completo de pandemia global y nuestro abordaje de la corporalidad transnacional ha tenido que concentrarse en un único descubrimiento político: que cuidar es una forma de habitar la corporalidad. Y como ahora tanto de nuestro trabajo se hace sin tomar en cuenta los límites entre y dentro de nosotrxs, todxs somos Corporalidades Transnacionales, y eso a todxs nos sale mal. Estamos fallando en cuanto a cuidarnos y, lo que es más grave, en cuidar a lxs otrxs. 

Ese fracaso no es producto de nuestras acciones. 

Muchxs de nuestras madres y padres pensaban que el trabajo era transaccional, algo que debía darse a cambio de una compensación y una garantía de cuidado. Y si bien ese intercambio no siempre se cumplió, nuestrxs madres y padres no esperaban que su trabajo les diera satisfacción. Para eso tenían su ocio, sus pasatiempos, y sus comunidades. Hoy, nosotrxs, sus hijxs, que hemos sido condicionadxs para pensar en nuestro trabajo como entrelazado con nuestra pasión, no tenemos esas expectativas. Pensamos el trabajo y el ocio como una sola y misma cosa. Para demasiadas personas, el trabajo ha llegado a encarnar todo lo que somos. 

Sin embargo, el capitalismo heteropatriarcal no nos valora, ni hablar de que valore nuestro trabajo o nuestras sexualidades. Este es un sistema que solo te exigirá más y más hasta que mueras. Y cuando mueras, te reemplazará por otra persona. Que se espere que estemos en línea todo el día significa que simplemente no podemos tomar distancia del trabajo, ni siquiera cuando queremos hacerlo. Esta comercialización del trabajo, divorciándolo de la persona, ha permeado cada aspecto de nuestras vidas y está siendo perpetuado incluso en los círculos más feministas, más radicales y más revolucionarios. 

Las expectativas capitalistas siempre han sido particularmente dañinas para los cuerpos que no se ajustan a su ideal. Y quienes buscan consolidar sus poderes han utilizado la pandemia como una oportunidad para concentrar sus ataques en las mujeres, las minorías sexuales y cualquier otrx a quien subestimen. 

Este número especial existe debido a eso y ciertamente a pesar de eso. 

Casi todxs lxs colaboradorxs e integrantes del equipo se estaban presionando para ir más allá de su capacidad. Cada una de las colaboraciones fue producida desde un lugar de pasión, pero también de un increíble agotamiento. De una forma muy real, este número encarna el trabajo transnacional y, en el mundo digital en el cual vivimos, todo trabajo se ha convertido en trabajo transnacional. A medida que nos enfrentamos a nuevas fronteras que no han roto un viejo orden sino que lo reifican, experimentamos de primera mano, junto a nuestrxs colaboradorxs, cómo el capitalismo vacía nuestros límites, cómo se hace difícil construir argumentos coherentes, especialmente cuando tenemos una fecha límite para hacerlo. Nos quedamos colectivamente sin palabras, porque nos quedamos sin mundos. 

Es precisamente porque nos sentimos perdidxs y solxs en el mundo del capitalismo heteropatriarcal que tenemos que reevaluar y repensar nuestros sistemas de cuidado. En muchos sentidos, hicimos de este número una misión de encontrar placer en el cuidado. Porque se ha vuelto más difícil construir argumentos coherentes, los medios visuales y creativos han pasado al primer plano. Muchas personas que solían escribir se han volcado a estos medios como una vía para producir conocimiento y atravesar la niebla mental que nos ha envuelto a todxs. Trajimos otras voces a este número, además de muchxs a quienes ya escucharon en el Festival, como una manera de abrir nuevas conversaciones y ampliar nuestros horizontes. 

Woman with hijab-squiggle

Dado que nos roban nuestras palabras, es nuestro deber político seguir encontrando maneras de mantenernos y cuidarnos a nosotrxs mismxs y a lxs otrxs. Muchas de nuestras realidades actuales están tratando de borrarnos y desplazarnos, mientras que siguen explotando nuestro trabajo. Nuestra corporización, por lo tanto, se convierte en una forma de resistencia; es el comienzo de que encontremos nuestro camino hacia afuera y hacia nosotrxs mismxs. 

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جديد

محاور جديدة: السفر إلى الفضاء عبر الحدود


سيجتمع المشاركات/ون فعليًا في عدد من المواقع خارج مكان انعقاد المنتدى في بانكوك، في أجزاء مختلفة من العالم، في كل يوم من أيام المنتدى. وستكون جميع هذه المواقع ذاتية التنظيم مرتبطة افتراضيًا لموقع انعقاد المنتدى في بانكوك. كما هو الحال مع الأفراد المتواصلون عبر الإنترنت، سيتمكن المشاركون/ات من تسيير النشاطات والمشاركة في المحادثات والاستمتاع ببرنامج غني ومتنوع.

سيتم الإعلان عن مواقع التجمعات في عام 2024.

La comunicación del deseo y otras praxis políticas del cuerpo | Title Snippet ES

La comunicación del deseo y otras praxis políticas del cuerpo

con Manal Tamimi, Lindiwe Rasekoala y Louise Malherbe
Crédito del podcast: Zuhour Mahmoud

La joie dans le monde : six questions à Naïké Ledan

entretien mené par Chinelo Onwualu

Decorative Element


Naike Ledan Portrait

Naike Ledan est une défenseuse de la justice sociale, une féministe engagée qui met en avant 20 années d’expérience dans la défense des droits humains et de la justice sanitaire, l’autonomisation des femmes, la lutte pour l’accès universel aux services de base et l’inclusion sociale, ainsi que le renforcement des capacités de la société civile. Elle a réalisé un travail considérable au Canada, en Afrique occidentale et australe, ainsi qu’en Haïti, dans le domaine de la défense des droits civils et du renforcement des capacités des OSC, tout en mettant l’accent sur les déterminants sociaux de l’exclusion structurelle. Elle défend les principes de leadership partagé, ainsi que les espaces anticoloniaux, anti-oppressifs et anti-patriarcaux. 

Article Cover for A Joy to the World: Six Questions with Naike Ledan

Chinelo On dit que tu es une activiste pour les droits des personnes trans; j’aimerais savoir quel parcours tu as eu.

Naike Alors, j’ai grandi en Haïti jusqu’à mes 18 ans, puis j’ai vécu à Montréal pendant 19 ans. En revenant en Haïti en 2016, je pensais rentrer à la maison, mais le lieu avait changé et j’ai dû me réajuster. Je ne me suis pas vraiment reconnectée à ma famille et mes amis d’enfance comme je l’aurais cru. Je suis revenue en tant qu’expat avec une situation professionnelle confortable, et je me suis sentie comme une étrangère pendant très longtemps. Dans le même temps, je me sentais vraiment à la maison à cause de la langue, des silences entendus, le fait de ne pas devoir tout expliquer quand on chante une pub – tu sais, ce truc qu’on partage, cette énergie, cet espace, cet esprit.

Mon retour à l’amour de moi-même – que j’appellerais une « renaissance » – qui a coïncidé avec l’accouchement de mon premier enfant, l’accouchement de moi-même et le moment où je suis tombée amoureuse avec le queer en moi et mon amour des personnes de même genre. (Crédit 
photo : Naïké Ledan)

Ce qui m’a aidée, c’est que j’adorais le travail qui consiste à aller dans les terres et à documenter les connaissances des gens. Donc j’ai quitté le confort. Je suis devenue directrice nationale d’une organisation régionale qui était super mégaqueer! La majeure partie de mon travail consistait à trouver des ressources et à renforcer les capacités de la société civile. Ma stratégie était d’aller dans les campagnes, de chercher toutes ces petites organisations, d’aider à renforcer leurs capacités et de les financer. Je ne cherchais pas à rencontrer des politiciens, à serrer des mains et à prendre des photos <rires>. J’avais un très bon allié, Charlot Jeudy, l’activiste [queer] qui s’est fait tuer il y a trois ans chez lui. Nous nous sommes fortement rapproché·e·s après qu’un festival de films afroqueer que nous planifions en Haïti ait été interdit. Mais ç’a fait beaucoup de bruit et déclenché les conversations à propos du queer partout, et Charlot m’a présentée à toutes les petites OSC dans les moindres recoins du pays. Et moi, j’étais juste là pour aider les organisations à s’enregistrer légalement ou à construire leur plan stratégique. Donc, ce sont tous ces petits boulots qui ont fait de moi une activiste queer et, par extension, une activiste trans, bien que je ne me dise pas activiste. C’est un terme tellement piège, tu ne trouves pas? Et c’est un nom que les autres nous donnent. Moi, je pense que je suis juste une amoureuse et une battante <rires>.

Chinelo Parle-moi de la formation que tu as menée avec l’AWID pour le festival. De quoi ça parlait et quel était le contexte?

Ma profonde conscience de moi-même au cours de mon enfance et ma forte préoccupation à questionner les inégalités et l’injustice à un très, très jeune âge (+/- 4 ans). (Crédit photo : Naïké Ledan)

Naike Les médias internationaux ne parlent pas vraiment d’Haïti, mais avec un environnement politique aussi mauvais que le nôtre, l’environnement économique était encore plus catastrophique. Étant une Haïtienne plutôt de classe moyenne, parlant plusieurs langues et ayant différents passeports, j’étais hésitante au départ à occuper cet espace. Mais je me considère souvent davantage comme un pont que comme une personne qui parle d’elle-même. C’est comme ça que j’en suis venue à inviter Semi, une brillante jeune femme trans d’autour de Port-au-Prince, pour qu’elle vienne occuper cet espace, parler d’elle-même et nous raconter l’écosystème des réalités des femmes trans en Haïti. Nous en sommes venues à faire une séance sur le féminisme non inclusif – ou pour le dire autrement, les espaces féministes officiels – et la manière dont les filles trans en Haïti n’ont pas d’espace au sein desquels elles peuvent contribuer aux connaissances des femmes et au partage de leurs réalités. Donc, le festival de l’AWID a été pour moi l’opportunité de donner l’espace aux femmes qui devraient leur être dédié. Ce fut un super moment; on buvait du vin en ligne tout en modérant la conversation. Ma comodératrice, Semi, nous a fait part de ce que cela signifie que d’être une enfant/une fille/une femme trans à différentes étapes de sa vie. Elle a également parlé des dangers de la rue, de la pauvreté, de l’exclusion, du fait de « ne pas passer » et aussi de ses victoires.

Chinelo Quelle est la relation des femmes trans avec les organisations féministes en Haïti? Quelle expérience en as-tu retirée?

Naike Ç’a été vraiment très difficile – un crève-cœur, vraiment – cette expérience des femmes trans en Haïti. De l’inexistence absolue à une extrême sexualisation. L’autre chose qui se passe aussi c’est la manière dont elles sont tuées, et le fait que ces assassinats ne sont pas rapportés dans les médias. Cela montre la mesure dans laquelle les femmes trans sont non existantes et effacées. Elles sont partout mais non dans les cadres professionnels, non dans les cadres féministes et non dans les cadres organisationnels. Même pas dans les organisations LGBT. Ce n’est que récemment, et suite à un énorme effort de plaidoyer, que certaines de ces organisations se réajustent en quelque sorte. Mais dans les espaces féministes, c’est toujours hors de question. On doit toujours faire avec le vieux discours d’exclusion : « Ce ne sont pas des femmes. Bien sûr, si elles peuvent passer… ». La culture du passing, c’est en réalité une question de gestion des risques – à quel point tu passes et à quel point tu ne passes pas, et ce que cela veut dire pour ton corps et la violence que cela lui inflige. Dans les réalités d’exclusion des trans dans lesquelles nous vivons, qui sont reproduites dans de nombreux espaces féministes, celles qui passent complètement peuvent être considérées être des filles, mais seulement dans une certaine mesure. Mais tomber en amour, avoir une conversation et rester dans le placard, et souhaiter une certaine esthétique ou une carrière? De fait, la conversation sur la thérapie hormonale porte en réalité sur la réduction des risques, comme Semi elle-même l’a mentionné lors de la formation. Mais on n’a pas l’option de la thérapie hormonale ici, on n’a pas le cadre médical ni le système qui soutiendrait celles qui voudraient choisir cette option.

Chinelo Tu parles de la manière dont les trans et les queer sont considéré·e·s dans la société, je trouve que ça pourrait ressembler à la situation au Nigéria, qui peut être un environnement profondément homophobe.

Naike Haïti est un pays très complexe, d’une très belle manière. Rien n’est simple, tu sais, rien ne se fait jamais d’une seule manière. Les Haïtiens et les Haïtiennes sont très tolérant·e·s – et sont également très homophobes. Il y a des coins de campagne où les gens ne sont pas vraiment si homophobes, parce que les temples vaudous sont là, et c’est une religion qui respecte la vie. Un principe essentiel de la religion vaudou est que toutes et tous les enfants sont des enfants. Donc, il n’y a pas de vrai ou faux dans cette religion. Depuis la nuit des temps, les gens considèrent Haïti comme un havre, un lieu où les gens sont tolérants – je te parle là des années 1970, 1980, avant le VIH, les années 1990 même. Puis il y a eu le tremblement de terre [en 2010], dans lequel environ 300 000 personnes ont trouvé la mort. Et alors tout cet argent est arrivé du Sud des États-Unis par le biais des Évangélistes, pour reconstruire le pays et pour trouver Jésus. Donc l’homophobie en Haïti est très récente. Dans le tréfonds, dans le cœur de l’âme de la culture, je ne peux pas vraiment dire qu’Haïti est homophobe. Mais dans la vie de tous les jours, ça colle vraiment à la peau des personnes queer, toute cette violence. Et sur celle des femmes, des femmes pauvres, des femmes à la peau foncée aussi parce que le colorisme est bien ancré dans les Caraïbes.

Chinelo Comment as-tu géré cela? Quelle a été ta stratégie de survie?

Mon retour à Haïti dans le cadre de mon processus de décolonisation, et de mon choix de mettre physiquement, et sans compromis, mes sens et les sens de ma famille en phase avec la magie et la culture noire. (Crédit photo : Naïké Ledan)

Naike J’aime vraiment beaucoup mon travail. J’adore travailler. Au début, quand je suis arrivée, je travaillais avec cette horrible ONG mais je faisais un travail génial. J’étais toujours à la campagne, discutant et apprenant des gens, des femmes. Et ç’a m’a comblée pendant si longtemps, parce que je suis vraiment très amoureuse de ma culture, des personnes noires, des femmes noires – des vieilles femmes noires, des bébés noir·e·s. Ça me nourrit vraiment spirituellement. Quand on était au Canada, mes enfants étaient dans ces écoles où il n’y avait que des blancs et des blanches et iels étaient instrumentalisé·e·s. Iels ne parlaient ni créole ni français. Et maintenant, iels courent librement dans la cour et commencent à se battre en créole. J’ai aussi trouvé des poches de survie auprès des gens que j’ai rencontrés. J’ai créé des liens avec les queer et d’autres qui étaient des bizarres comme moi, et ç’a vraiment été magique. Mais aujourd’hui, j’ai davantage mal parce que je ne me sens plus en sécurité en Haïti. Il y a environ 40 enlèvements par semaine à Port-au-Prince – et c’est ainsi depuis 2018. J’ai commencé à devenir anxieuse et à avoir des attaques de panique. Donc, l’heure est venue pour moi de partir, et je me demande régulièrement « C’est où la maison? ». J’ai passé 19 ans à Montréal mais je ne m’y suis jamais sentie chez moi. Quand je suis partie, cela ne m’a jamais manqué et je ne veux donc pas y retourner. Je pleure beaucoup ces derniers temps parce que j’ai l’impression d’entamer un deuxième exil.

Chinelo Quelle est ta relation au plaisir, aux loisirs et au repos?

Naike Ma relation avec le plaisir, les loisirs et le repos sont une seule et même chose pour moi. C’est le moment vécu où je me laisse aller à profiter de la chaleur du soleil sur mon visage, par exemple. C’est un plaisir, un loisir et un repos en même temps.
 
Le plaisir : c’est l’espace où je me réfugie, qui se résume généralement à un havre de célébration de moi-même. Je me réserve le pouvoir et le droit d’être bruyante ou calme, alors que je profite du plaisir que j’expérimente. Tout le plaisir auquel je m’adonne vicieusement et abondamment, notamment mais non exclusivement, le plaisir de la solitude et du silence.
 
Les loisirs :
faire du vélo, assister à des festivals de musique, manger, déguster du vin et danser des danses traditionnelles du vaudou haïtien font partie de tout ce à quoi je m’adonne en ce moment.
 
Le repos : c’est ce pourquoi je vis. En tant qu’hyper performante et que personne qui est littéralement en amour avec son travail, il est paradoxal de voir à quel point je suis paresseuse. Personne ne sait ça parce que tout ce que le monde voit en moi, c’est la bête de travail satisfaite. Personne ne sait à quel point je peux, sans compromis et profondément, me plonger dans l’oisiveté.

Cover image for Communicating Desire
 
Continuez à explorer Incarnations transnationales

Cette édition du journal, en partenariat avec Kohl : a Journal for Body and Gender Research (Kohl : une revue pour la recherche sur le corps et le genre) explorera les solutions, propositions et réalités féministes afin de transformer notre monde actuel, nos corps et nos sexualités.

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Cover image, woman biting a fruit
 

التجسيدات العابرة للحدود

نصدر النسخة هذه من المجلة بالشراكة مع «كحل: مجلة لأبحاث الجسد والجندر»، وسنستكشف عبرها الحلول والاقتراحات وأنواع الواقع النسوية لتغيير عالمنا الحالي وكذلك أجسادنا وجنسانياتنا.

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Communiquer le désir | Content Snippet FR

Communiquer le désir

et autres pratiques politiques incarnées


Communiquer le désir

Hôte: On pense souvent que la communication de notre désir se cantonne à l’intimité des quatre murs de nos chambres et à nos relations personnelles. Mais est-il également possible d’envisager ce genre de communication comme étant structurelle, une pratique qui éclairerait notre travail et la manière dont nous sommes, dont nous existons dans le monde?

LindiweJe pense que, malheureusement, l’expression de notre sexualité par le passé était restreinte. On était autorisées à l’exprimer dans le strict cadre du mariage, ce qui était permis, mais il y a toujours eu des tabous et une stigmatisation relative à toute autre forme d’expression. Évidemment, lorsqu’il est question de communication, le fait que certaines stigmatisations sont liées à l’expression de notre sexualité ou de nos désirs complique largement la communication dans la chambre ou de manière intime avec notre partenaire. Mon expérience personnelle me fait croire que si je suis beaucoup plus à l’aise à m’exprimer sur d’autres sujets thématiques ou sujets en dehors de la chambre, il m’est plus facile de construire cette confiance parce que je comprends la modalité de résolution de conflits avec cette personne en particulier, je comprends exactement comment rendre la communication spéciale avec cette personne. Ce n’est pas facile. C’est quelque chose que l’on fait tout au long de notre engagement, quel qu’il soit, qu’il s’agisse d’une relation durable ou que cela soit plus informel et ponctuel. Mais je crois que la confiance à l’extérieur peut assurément traduire la manière dont nous communiquons notre désir.

Manal
Depuis la petite enfance, les femmes sont éduquées à coups de « tu n’es pas autorisée à parler de ton corps, tu n’es pas autorisée à parler de ton désir », qui posent une lourde responsabilité sur leurs épaules, et particulièrement des filles à l’adolescence lorsqu’elles ont besoin de s’exprimer et de parler de ces questions. Donc moi, je pense que c’est un gros problème. Tu sais, je suis mariée depuis plus de 25 ans, mais encore aujourd’hui, je ne peux pas parler de mes désirs. Je ne peux pas dire ce que je veux ou ce que je préfère, parce que c’est comme si je n’étais pas autorisée à franchir cette ligne. C’est comme si c’était péché, bien que ce soit mon droit. Et c’est le cas pour toutes mes amies, elles ne peuvent pas s’exprimer de la bonne manière.

Louise
Personnellement, je trouve que l’expression de nos désirs, de mes désirs, quelle que soit la forme que prend cette expression, a à voir avec l’autre, avec le regard que cet autre poserait sur moi. Donc c’est également quelque chose que l’on peut relier au cinéma. Et sur le regard que je poserais sur moi-même aussi : ce que je pense être en tant que personne, mais également ce que la société attend de moi et de ma sexualité. J’ai, par le passé, en quelque sorte fait l’analogie entre ce qui se passe dans la chambre et ce qui se passe sur le lieu du travail, parce qu’il y a parfois cette dynamique de pouvoir, que je le veuille ou non. Et souvent, la communication verbale est plus difficile qu’on ne le pense. Mais quand il est question de représentation dans les films, c’est alors complètement différent. Lorsqu’il est question de simplement communiquer des désirs sexuels dans la chambre ou en dehors, on est très loin de ce que je suppose que nous toutes ici voudrions voir à l’écran.


En ligne et incarné

Hôte: On peut considérer le monde numérique comme étant incarné : alors qu’il peut être virtuel, il n’en est pas moins réel. Et cela a été clairement démontré dans le contexte du Festival des réalités féministes de l’AWID, qui s’est tenu entièrement en ligne. Qu’est-ce que cela signifie, alors, de parler de sexualité, collectivement, politiquement, dans des espaces en ligne? Est-ce que nous naviguons dans les espaces virtuels avec nos corps et nos affects? Et dans ce cas, quels sont les différents éléments à prendre en compte? Qu’est-ce que cela fait à la communication et à la représentation?


LindiweLes réseaux sociaux nous donnent l’impression d’être dans la communauté. Quand on exprime ce qu’on veut ou ce qu’on aime, il y a toujours une personne qui sera d’accord ou pas d’accord, mais celles qui sont d’accord vous donnent le sentiment d’appartenir à une communauté. Donc, c’est plus facile de lancer ça dans l’univers, ou au vu de tout le monde, et de potentiellement ne pas recevoir autant de jugements. Et je parle là en termes très vagues parce que, selon ce que tu exprimes, tu seras vilipendée ou célébrée. Mais quand on est dans la chambre, il y a une certaine intimité à laquelle s’ajoute presque une vulnérabilité qui t’exposent et qui exposent différentes parties de toi, sur lesquelles il n’est pas aussi facile de donner son avis. Quand il est question d’exprimer ton désir, il est beaucoup plus facile d’en parler, de le dire et peut-être même de faire un tweet ou un billet sur les réseaux sociaux, ou même d’aimer et de lire ce que disent d’autres communautés qui pensent de la même manière, que de dire à ta ou ton partenaire « c’est comme ça que je veux ressentir du plaisir » ou « voilà comment je veux que tu fasses ensuite », à cause de la peur du rejet. Mais ce n’est pas tout, rien que la vulnérabilité – de permettre à l’autre personne de te voir à nu au point de savoir à quoi tu penses, ce que tu ressens et ce que tu veux – je pense que c’est là que la différence se ferait pour moi, personnellement. Je pense que c’est beaucoup plus communautaire sur les réseaux sociaux, et c’est plus facile de se lancer dans le récit. Alors que dans la chambre, tu n’as pas forcément envie de tout gâcher. Mais je pense que ça nous aide aussi, en quelque sorte, à comprendre, selon la relation avec la personne, comment agir par la suite. Donc, je sais toujours que si j’essaie de communiquer quelque chose et que je n’y parviens pas sur le moment, je peux toujours essayer d’en parler plus tard et voir quelle est la réaction, pour savoir comment l’aborder ensuite.

LouiseTu sais, la question dans les films c’est que je ne sais pas si le regard masculin est vraiment intentionnel ou pas. On n’en sait vraiment rien, en fait. Ce qu’on sait, c’est que la raison pour laquelle la sexualité en général a toujours été si hétéronormative et centrée sur la pénétration et qu’elle ne donne pas de place aux femmes pour qu’elles puissent vraiment demander quoi que ce soit dans les films, c’est parce que la plupart des gens qui travaillent dans cette industrie et qui prennent les décisions en matière de, tu sais, le déroulement de l’histoire et du montage, sont des hommes blancs. Donc, la revanche suite au viol, c’est ce genre de film très bizarre qui est apparu dans les années 1970, où pendant la moitié de l’histoire, il y aurait une femme qui est violée par une personne ou par plusieurs personnes, et dans l’autre moitié elle obtiendrait sa revanche. Donc, généralement, elle en viendrait à assassiner et à tuer les personnes qui l’ont violée, et parfois d’autres personnes de proximité. Au début de la naissance de ce genre et pendant une trentaine d’années au moins, ces films étaient produits et réalisés par des hommes. C’est aussi pour ça que nous voulons une telle représentation. Beaucoup de féministes et de pionnières dans la réalisation de films queer se sont également servies du fait de filmer pour y parvenir ainsi que pour réclamer leur propre sexualité. Je pense à Barbara Hammer, qui est une féministe et une pionnière queer du cinéma expérimental aux États-Unis, qui a décidé de filmer des femmes faisant du sexe en 16 mm et, ce faisant, réclamé un espace au sein des récits dans les films à cette époque. Il y a également la question de l’invisibilisation : on sait maintenant, grâce à Internet et au partage des connaissances, que les réalisatrices femmes et queer essaient de faire des films depuis les débuts du cinéma. On ne s’en rend compte que maintenant, parce qu’on a accès aux bases de données d’activistes, de conservatrices et de réalisatrices.


Résister face à la colonisation

Hôte: Ça nous permet d’ouvrir la discussion sur l’importance de maintenir nos histoires féministes vivantes. Les mondes en ligne ont également joué un rôle essentiel dans la documentation des protestations et de la résistance. Du Soudan à la Palestine et à la Colombie, les féministes ont déferlé sur nos écrans, remettant en question les réalités de l’occupation, du capitalisme et de l’oppression. Pourrions-nous alors parler de communiquer le désir – le désir de quelque chose d’autre – comme d’une décolonisation?


ManalC’est peut-être parce que mon village ne compte que 600 habitantes et habitants et qu’il n’est constitué que d’une seule famille, les Tamimi, mais il n’y a aucun obstacle entre les hommes et les femmes. Nous faisons tout ensemble. Donc, lorsque nous avons commencé notre résistance non violente ou lorsque nous avons rejoint la résistance non violente en Palestine, il n’était nullement question de savoir si les femmes devraient ou non y participer. Nous avons assumé un rôle très important au sein de ce mouvement ici au village. Mais lorsque d’autres villages et d’autres lieux ont commencé à se joindre à nos manifestations hebdomadaires, certains hommes se sont dit que si des femmes participaient ou rejoignaient les mobilisations, elles se battraient alors avec des soldats, signifiant qu’elles seraient des femmes faciles. Il y a eu des hommes qui n’étaient pas du village et qui ont essayé de harceler sexuellement les femmes. Mais une femme forte qui est capable de se tenir face à un soldat peut également se tenir face au harcèlement sexuel. Parfois, lorsque des femmes d’autres lieux se joignent à nos protestations, elles sont tout d’abord timides, elles n’osent pas s’approcher parce qu’il y a de nombreux hommes. Si tu veux rejoindre une manifestation, si tu veux faire partie du mouvement non violent, tu dois éliminer toutes ces restrictions et toutes ces pensées de ton esprit. Tu ne dois te concentrer que sur la lutte pour tes droits. Malheureusement, l’occupation israélienne est consciente de cette question. Par exemple, la première fois où j’ai été arrêtée, comme je porte le hijab, ils ont essayé de me l’enlever; ils ont essayé de m’enlever mes vêtements, devant tout le monde. Il y avait quelque 300 à 400 personnes, et ils ont essayé de me déshabiller. Quand ils m’ont emmenée pour l’interrogatoire, l’interrogateur m’a dit : « On a fait ça parce qu’on veut punir d’autres femmes par ton biais. On connaît ta culture. » Alors je lui ai répondu : « Je m’en fous, j’ai fait quelque chose en quoi je crois. Même si tu enlèves tous mes vêtements, tout le monde sait que Manal est en résistance. »

LindiweJe pense que même d’un point de vue culturel, ce qui est très ironique si on prend en compte la culture en Afrique, montrer sa peau n’était pas un problème avant d’être colonisée. Porter des peaux ou des cuirs d’animaux pour se protéger n’était pas un problème et les gens n’étaient pas aussi sexualisés, sauf dans un contexte approprié. Mais nous, nous sommes conditionnées à dire : « Tu devrais te couvrir », et dès que l’on n’est pas couverte on est exposée, et ça, c’est sexualisé. La nudité est sexualisée, contrairement à juste être nue; ils ne veulent pas qu’une petite fille soit nue. Mais quel genre de société avons-nous conditionnée pour nous-mêmes, si c’est pour sexualiser une personne qui est nue en dehors du contexte d’une relation sexuelle? Mais l’environnement joue un rôle prépondérant, parce que nos parents, nos grands-mères et nos tantes nous disent : « Ne t’habille pas de manière inappropriée » ou « Non, ça c’est trop court ». Donc, on entend ça d’abord à la maison, et ensuite quand on est exposée à l’extérieur, selon l’environnement, qu’il soit eurocentré ou plus occidentalisé que ce à quoi tu es habituée, alors tu es en quelque sorte libre d’être comme tu veux. Et même là, aussi libre que tu sois, il y a quand même beaucoup de choses qui vont avec, entre les remarques dans la rue et les gens qui continuent à sexualiser ton corps. Tu pourrais porter une jupe courte, et quelqu’un se dirait qu’il a le droit de te toucher sans ta permission. Tellement de choses sont associées avec la réglementation et le contrôle des corps des femmes, et cette rhétorique commence à la maison. Et après, quand tu vas dans ta communauté et dans la société, cette rhétorique continue et tu te rends compte que tu es sexualisée par la société dans son ensemble, particulièrement en tant que personne de couleur.

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La résistance en tant que plaisir

Hôte: Et enfin, de quelle manière notre résistance peut-elle être davantage que ce à quoi nous sommes autorisées? Y a-t-il un endroit pour le plaisir et pour la joie, pour nous et nos communautés?


LouiseTrouver le plaisir en tant que résistance et la résistance dans le plaisir, il y a pour moi tout d’abord cette idée du cinéma comme guérilla, ou l’action de filmer quand on ne devrait pas, ou lorsque quelqu’un t’a dit de ne pas le faire, ce qui est le cas pour de nombreuses réalisatrices femmes et queer dans le monde actuellement. Au Liban, par exemple, qui est une scène du cinéma que je connais très bien, la plupart des histoires lesbiennes que j’ai vues avaient été filmées par des étudiantes en format très court avec « aucune valeur de production » comme on le dit en Occident – ce qui signifie sans argent, à cause de la censure au niveau institutionnel, mais également au sein de la famille et de la sphère privée. À mon avis, filmer quoi que ce soit, mais aussi filmer le plaisir et le plaisir dans les histoires lesbiennes, est un acte de résistance en soi. Très souvent, s’emparer d’une caméra et trouver quelqu’un pour le montage et quelqu’un pour jouer est extrêmement difficile et nécessite un fort positionnement politique.

LindiweJ’ai un groupe de soutien pour les victimes de viol. J’essaie d’aider les femmes à se réintégrer d’un point de vue sexuel : vouloir à nouveau avoir des relations intimes, ne pas laisser leur traumatisme avoir une telle influence sur leur avenir. Ce n’est pas chose facile, mais c’est individuel. Donc, je commence toujours par la compréhension de son corps. Je pense que plus on le comprend et l’aime et plus on en est fière, plus on est capable de permettre quelqu’un d’autre dans cet espace. J’appelle ça « la formation à la sensualité », et je les accompagne pour qu’elles commencent à se voir non pas comme des objets sexuels, mais comme des objets de plaisir et de désir qui peuvent être interchangeables. Donc, on mérite de recevoir et de donner. Mais ce n’est pas simplement d’un point de vue psychologique, c’est aussi physique. Quand tu sors de la douche, quand tu sors du bain, et que tu enduis ton corps avec du lait de toilette, regarde toutes les parties de ton corps, touche toutes les parties de ton corps, découvre là où il y a des changements, apprends à connaître ton corps de telle manière que tu sais quand un nouveau bouton apparaît sur ton genou, tu te connais si bien que tu sais qu’il y a quelques heures, il n’était pas là. Donc, des choses comme ça, où je fais en sorte que les femmes s’aiment de l’intérieur, pour sentir qu’elles méritent d’être aimées dans un lieu sûr, c’est comme ça que je les oriente pour qu’elles réclament leur sexualité et leur désir.

ManalTu sais, nous avons commencé à voir des femmes arriver de Naplouse, de Jérusalem, de Ramallah, même des territoires occupés de 1948, qui ont conduit trois ou quatre heures juste pour venir manifester avec nous. Après ça, nous avons essayé d’aller dans d’autres lieux, de parler avec les femmes, de leur dire qu’elles ne doivent pas être timides, qu’elles doivent simplement croire en elles-mêmes et qu’il n’y a rien de mal à ce qu’elles font. Tu peux te protéger, donc où est le mal à participer ou à nous rejoindre? Un jour, j’ai demandé à des femmes : « Pourquoi vous rejoignez-nous? » Et elles ont répondu : « Si les femmes Tamimi peuvent le faire, nous aussi on peut le faire ». En toute honnêteté, j’étais très contente d’entendre ça, parce qu’on était comme un modèle pour d’autres femmes. Si je dois me battre pour mes droits, ça doit être pour tous mes droits, pas juste un ou deux. Les droits, ça ne se divise pas.

Clone of Incarnations Transnationales | Note des éditeurices

Des mots perdus 

Chinelo Onwualu
Ghiwa Sayegh
Chinelo Onwualu Ghiwa Sayegh

« Lorsque nous avons désespérément besoin de changement, comme c’est le cas dans la maladie et l’insurrection, notre langage se vide de sa complexité et se réduit à l’essentiel... Mais à mesure que la maladie et la révolution persistent, le langage fabriqué en elles et à leur sujet s’approfondit, laisse entrer plus de nuances, absorbé par l’expérience profondément humaine qu’est de rencontrer de ses propres limites sur le site de la fin du monde. »
Johanna Hedva


Lorsque nous avons commencé à imaginer un tel numéro avec Nana Darkoa, à l’approche du festival Crear | Résister | Transform : un festival dédié aux mouvements féministes ! de l’AWID, nous sommes parti·e·s d’une question qui relève davantage d’une observation de l’état du monde – un désir de déplacer le terrain : pourquoi nos sexualités et nos plaisirs continuent-ils d’être apprivoisés et criminalisés, alors même qu’on nous répète sans cesse qu’ils n’apportent ni valeur ni progrès? Nous sommes arrivé·e·s à la conclusion que lorsqu’elles sont incarnées, quelque chose dans nos sexualités va à l’encontre d’un ordre mondial qui continue à se manifester par des contrôles aux frontières, des apartheids vaccinaux, un colonialisme d’occupation, un nettoyage ethnique et un capitalisme rampant. Pouvons-nous donc parler du potentiel perturbateur de nos sexualités? Pouvons-nous encore le faire lorsque, pour être financé·e·s, nos mouvements sont cooptés et institutionnalisés?

Lorsque notre travail incarné devient un profit entre les mains de systèmes que nous cherchons à démanteler, il n’est pas étonnant que nos sexualités et nos plaisirs soient une fois de plus relégués à la marge – surtout lorsqu’ils ne sont pas assez rentables. À plusieurs reprises au cours de la production de ce numéro, nous nous sommes demandé ce qui se passerait si nous refusions de nous plier aux services essentiels du capitalisme. Mais pouvons-nous oser poser cette question, lorsque nous sommes épuisé·e·s par le monde? Peut-être que nos sexualités sont si facilement rejetées parce qu’elles ne sont pas considérées comme des formes de soins. Peut-être que ce dont nous avons besoin, c’est de réimaginer le plaisir comme une forme de soin radical – un soin qui est également anticapitaliste et anti-institutionnel.

Alors que nous entrons dans notre deuxième année complète de pandémie mondiale, notre approche des incarnations transnationales a dû se concentrer sur un seul constat politique : prendre soin est une forme d’incarnation. Et parce qu’à l’heure actuelle, une grande partie de notre travail se fait sans tenir compte des frontières entre nous et en nous-mêmes, nous sommes toustes incarné·e·s de manière transnationale – et nous échouons toustes. Nous ne parvenons pas à prendre soin de nous-mêmes et, plus important encore, à prendre soin les un·e·s des autres.

Cet échec n’est pas de notre fait. 

Beaucoup de nos parents considéraient le travail comme une transaction, quelque chose à donner en échange d’une compensation et d’une garantie de soins. Et bien que cet échange n’ait pas toujours été respecté, nos parents ne s’attendaient pas à ce que leur travail les comble. Iels avaient leurs loisirs, leurs passe-temps et leurs communautés pour cela. Aujourd’hui, nous, leurs enfants, qui avons été conditionné·e·s à penser que notre travail est intimement lié à notre passion, n’avons pas de telles attentes. Nous considérons le travail et les loisirs comme une seule et même chose. Pour un trop grand nombre d’entre nous, le travail en est venu à incarner tout notre être. 

Cependant, le capitalisme hétéropatriarcal ne nous valorise pas, et encore moins notre travail ou nos sexualités. C’est un système qui ne fera qu’exiger toujours plus, jusqu’à votre mort. Et quand vous mourrez, il vous remplacera par quelqu’un·e d’autre. L’attente d’être en ligne 24 heures sur 24 signifie que nous ne pouvons tout simplement pas nous échapper du travail, même lorsque nous le souhaitons. Cette commercialisation du travail, qui le dissocie de la personne, a infiltré tous les aspects de nos vies et se perpétue même dans les milieux les plus féministes, les plus radicaux et les plus révolutionnaires.

Les attentes capitalistes ont toujours été particulièrement pernicieuses pour les corps qui ne correspondent pas à leur idéal. Et celleux qui cherchent à consolider leurs pouvoirs ont utilisé la pandémie comme une occasion de cibler les femmes, les minorités sexuelles et toustes celleux qu’iels considèrent comme des moins que rien.

Ce numéro spécial existe à cause, et certainement en dépit, de cela.

Presque tous les contributeur·ice·s et membres du personnel se sont surpassé·e·s. Chaque article est le fruit d’une passion, mais aussi d’un incroyable épuisement. De manière très concrète, ce numéro est une incarnation du travail transnational – et dans le monde numérique dans lequel nous vivons, tout travail est devenu un travail transnational. Alors que nous devons faire face à de nouvelles frontières qui ne brisent pas un ordre ancien mais le réifient, nous avons fait l’expérience directe, aux côtés de nos contributeurs, de la façon dont le capitalisme épuise nos limites – comment il devient difficile de construire des arguments cohérents, en particulier lorsque ceux-ci sont soumis à une date limite. Nous avons collectivement perdu les mots – parce que nous sommes perdu·e·s pour les mondes.

Se sentir perdu et seul dans le monde du capitalisme hétéropatriarcal est exactement la raison pour laquelle nous devons réévaluer et repenser nos systèmes de soins. À bien des égards, nous avons transformé ce numéro en une mission visant à trouver du plaisir dans les soins. Parce qu’il est devenu plus difficile de construire des arguments cohérents, les moyens visuels et créatifs sont passés au premier plan. Nombreux·ses sont celleux qui, ayant l’habitude d’écrire, se sont tourné·e·s vers ces médias pour produire des connaissances et couper court au brouillard mental qui nous a toustes enveloppé·e·s. Nous avons fait intervenir d’autres voix, en plus de celles que vous avez entendues au festival, afin d’ouvrir de nouvelles conversations et d’élargir nos horizons. 

Alors que nous sommes privé·e·s de nos mots, il est de notre devoir politique de continuer à trouver des moyens de nous maintenir et de prendre soin de nous-mêmes et des autres. Une grande partie de nos réalités actuelles tente de nous effacer et de nous déplacer, tout en continuant à exploiter notre travail. Notre incarnation, par conséquent, devient une forme de résistance; c’est le début de nous-mêmes trouvant notre voie en dehors et en dedans de nous.

Woman with hijab-squiggle

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Accesibilidad y Salud

Communicating Desire | Content Snippet AR

التعبير عن الرغبة وغ

وغيرها من الممارسات السياسيّة الأيديولوجيّة المجسَّدة


التعبير عن الرغبة

المضيفة: نحن نميل إلى الاعتقاد أنّ التعبير عن الرغبة يقتصر على العلاقة الحميمة داخل غرفة النوم وعلى علاقاتنا الشخصيّة. ولكن هل يمكننا أيضًا اعتبار هذا النوع من التعبير كبُنية، أو ممارسة أيديولوجيّة توجّه عملنا، وما نحن عليه، وكيف سنكون في هذا العالم؟

لينديوي: أنا أعتقد للأسف أنّ القيود قد فُرضَت في الماضي على التعبير عن الحياة الجنسيّة/ الجنسانيّة. فكان يُسمَح فقط بالتعبير عنها ضمن إطار الزواج المشروع. ولطالما كان التعبير عنها بأيّ طريقة أخرى مرتبطًا بالمحرّمات والوصمات. وحين يتعلّق الأمر بالتواصل، لا شكّ أن بعض الوصمات المرتبطة بالتعبير عن حياتك الجنسية أو عن رغباتك تجعل إيصال ذلك في غرفة النوم أو لشريكك أمرًا صعبًا جدًا. أنا أؤمن بناءً على تجربتي الشخصيّة أنه إذا شعرت براحة أكبر في التعبير عن أمور أو مواضيع أخرى خارج غرفة النوم، سيصبح من الأسهل أن أبني تلك الثقة، فحين تُدرك كيفيّة حلّ الخلاف مع هذا الشخص المعيّن، تُدرك بالتالي كيف تجعل التواصل مميّزًا معه بالتحديد. المسألة ليست سهلة أبدًا. فهي عمليّة متواصلة تتطوّر طوال فترة تفاعلك، مهما كانت طبيعة هذا التفاعل، سواء كان الأمر يخصّ علاقتك أو علاقة عاديّة ومرتبطة فقط باللحظة التي تعيشها. لكنني أؤمن أن الثقة التي تتمتّع بها في الخارج يمكن أن تجسّد بالتأكيد كيفية التعبير عن رغبتك.
 

منال: تُربّى المرأة منذ نعومة أظافرها على تلك المفاهيم والقيود، «لا يجوز أن تتحدّثي عن جسدك، لا يجوز أن تتحدّثي عن رغبتك»، ممّا يلقي مسؤولية كبيرة على كاهل النساء، وخاصة الفتيات المراهقات حين يشعرن بالحاجة إلى التعبير عن أنفسهنّ والتحدّث عن هذه المسائل. برأيي، هذه مشكلة كبيرة. فأنا متزوّجة منذ أكثر من 25 عامًا، وحتى الآن، لا يمكنني التحدّث عن رغباتي. لا يمكنني التعبير عمّا أريده أو ما أفضّله، كما لو أنّه لا يحقّ لي تجاوُز هذا الخطّ. كما لو أنّه حرام رغم أنه من حقّي. والأمر سيّان بالنسبة إلى جميع صديقاتي، إذ لا يستطعن التعبير عن أنفسهنّ كما يرغبن.
 

لويز:
أنا شخصيًا أرى أنّ التعبير عن رغباتنا، أو عن رغباتي، إذا صحّ القول، يتعلّق بالآخر، ونظرته إليّ. وهذا أمرٌ يمكننا ربطه أيضًا بالسينما. ونظرتي إلى نفسي أيضًا: ما أعتقد أنني أجسّده كفرد، ولكن أيضًا ما يتوقّعه المجتمع منّي ومن حياتي الجنسية. قمتُ في السابق إلى حدٍّ ما بمقارنة ما يحدث في غرفة النوم وفي مكان العمل، فنحن نشهد أحيانًا ديناميكية القوة نفسها، شئنا أم أبينا. وفي معظم الأحيان، يكون التواصل اللفظي أصعب مما نعتقد. ولكن عندما يتعلّق الأمر بما تصوّره الأفلام، فالأمر يختلف تمامًا. نحن بعيدون كلّ البعد عمّا نودّ جميعنا هنا رؤيته على الشاشة عندما يتعلّق الأمر ببساطة بالتعبير عن الرغبات الجنسية داخل غرفة النوم أو خارجها. 


العالم الافتراضي والمجسَّد

المضيفة: يمكن أن نرى العالم الرقمي متجسّدًا: في حين قد يكون افتراضيًّا، غير أنه ليس أقلّ واقعيّة. وقد برز ذلك بشكل جليّ في سياق «مهرجان الحقائق النسوية» التابع لـ»جمعية حقوق المرأة في التنمية»، والذي تمّ تنظيمه بالكامل عبر الإنترنت. ماذا يعني إذًا الحديث عن الحياة الجنسيّة، بصورة جماعيّة، وسياسيّة، وفي فضاءات الإنترنت؟ فهل ننتقل في الفضاءات الافتراضية بأجسادنا ومشاعرنا، وفي هذه الحالة، ما هي الاعتبارات المختلفة؟ وما هو تأثيرها على التواصل والتمثيل؟

لينديوي:     تجعلكِ وسائل التواصل الاجتماعي تشعرين بأنّك مرتبطة بجماعة. فعندما تعبّرين عمّا تريدين أو تحبّين، ستجدين دائمًا من يوافقك أو يخالفك الرأي، لكن أولئك الذين يوافقونك الرأي يجعلونك تشعرين بأنك تنتمين إلى جماعة معيّنة. لذلك من الأسهل أن تطرحي فكرتك أو رأيك بشكل مطلق، أو لكي يطّلع عليها الآخرون، ومن المحتمل أن يخفّف ذلك من الأحكام التي قد يطلقها الناس. وأنا أقول هذا بتصرّف مطلق لأنه أحيانًا، وحسب ما تعبّرين عنه، ستتعرّضين للذمّ أو تكونين جديرةً بالإشادة. ولكن عندما يتعلّق الأمر بغرفة النوم، فهناك نوع من الحميميّة وشبه شعور بالضعف يكشفانِك أنتِ وأجزاء مختلفة منك ولا يمكنكِ بالسهولة نفسها أن تُبدي رأيك بالموضوع. عندما يتعلّق الأمر بالتعبير عن رغبتك، قد يكون التحدّث والإفصاح عنها وربما مشاركة تغريدة أو منشور على وسائل التواصل الاجتماعي، أو حتى الإعجاب بجماعات أخرى متقاربة التفكير وقراءة منشوراتها، أسهل بكثير من أن تقولي لشريكك «أودّ أن تمتعني بهذه الطريقة» أو «هذا ما أريدك أن تفعله بعد ذلك»، والسبب هو الخوف من الرفض. ولكن لا يتعلّق الأمر بذلك فقط، جانب الضعف فقط – السماح لنفسك بأن تكون عارية لدرجة السماح للشخص الآخر بمعرفة ما تفكّرين فيه وتشعرين به وتريدينه – أعتقد أن هنا يكمن الاختلاف بالنسبة إليّ شخصيًا. أشعر أنّ المسألة مرتبطة أكثر بالجماعة على وسائل التواصل الاجتماعي، ومن الأسهل المشاركة في النقاش. بينما في غرفة النوم، لا تريدين بالضرورة قتل اللحظة. لكن أعتقد أن هذا أيضًا يساعدك وأنت تمضين قدمًا، وبحسب العلاقة التي تربطك بالشخص، على فهم كيفية التفاعل بعد ذلك. لذلك أنا أدرك دائمًا أنه إذا حاولتُ إيصال فكرة معيّنة وفشلتُ في ذلك في اللحظة نفسها، فيمكنني دائمًا محاولة طرحها مجددًا خارج تلك اللحظة لأرى ردّ الفعل حتى أعرف كيفية التعامل مع هذا الموضع في المستقبل.

لويز:    ما يثير حيرتي في الأفلام هو عدم معرفتي ما إذا كانت النظرة الذكورية مقصودة أو غير مقصودة. فنحن لا نعرف حقيقة ذلك بالفعل. ما نعرفه هو أن السبب الذي جعل الحياة الجنسيّة بشكل عام معياريّة غيريّة إلى حدّ كبير ومتمحورة حول الإيلاج من دون منح المرأة أيّ إمكانيّة لطلب أي شيء بشكل فعليّ في الأفلام، يعود إلى أن معظم الأشخاص الذين كانوا يعملون في هذه الصناعة ويتخذون القرارات في مجال السرد والتحرير هم من الرجال البيض. الانتقام والاغتصاب هو نوع غريب جدًا من الأفلام التي أبصرت النور في السبعينيات، وتقتصر نصف أحداث القصة على أن هناك امرأة تتعرّض للاغتصاب من قبل شخص واحد أو عدة أشخاص، أمّا النصف الآخر، فيدور حول سعيها إلى الانتقام. لذلك عادة ما تقتل الأشخاص الذين اغتصبوها، وأحيانًا أشخاصًا آخرين معهم. منذ نشأة هذا النوع السينمائيّ ولمدّة 30 عامًا على الأقلّ، تولّى رجال كتابة هذه الأفلام وإنتاجها وإخراجها. لهذا السبب نحن بحاجة أيضًا إلى الكثير من التمثيل. لجأ الكثير من النسويات والرائدات في صناعة أفلام الكوير أيضًا إلى التصوير من أجل تحقيق ذلك واستعادة حياتهم الجنسية. وأذكر من بينهم باربرا هامر، وهي نسوية ورائدة في مجال السينما التجريبية في الولايات المتحدة حيث قرّرت تصوير نساء يمارسن الجنس على فيلم بكرة 16 ملم، واستعادت بهذه الطريقة مساحة في مجال السرد كانت مكشوفة في السينما في تلك الفترة. وهناك أيضًا مسألة المحو: نحن ندرك الآن، بسبب الإنترنت ومشاركة المعرفة، أن النساء وصانعي الأفلام الكوير كانوا يحاولون ويصنعون الأفلام منذ بدايات السينما. نحن ندرك ذلك الآن فقط لأنّه بات بإمكاننا الوصول إلى قواعد البيانات وعمل النشطاء والقيّمين وصانعي الأفلام.


مقاومة الاستعمار

المضيفة: وهذا يفتح باب النقاش حول أهمية الحفاظ على تاريخنا النسوي حيّاً. لعِبَت العوالم الافتراضية أيضًا دورًا مهمّاً في توثيق المظاهرات والمقاومة. من السودان مرورًا بفلسطين وصولًا إلى كولومبيا، اجتاحت النسويات شاشاتنا، وتحدّت واقع الاحتلال والرأسمالية والقمع. فهل يمكن أن نتحدث عن التعبير عن الرغبة – الرغبة في شيء آخر – على أنه إنهاء للاستعمار؟


منال: ربّما لأنّ عدد السكّان في قريتي لا يتجاوز 600 نسمة والقرية بأكملها تسكنها عائلة واحدة – عائلة التميمي – فليس هناك حواجز بين الرجال والنساء. نحن نفعل كلّ شيء معًا. لذلك عندما بدأنا المقاومة اللاعنفية أو عندما انضممنا إلى المقاومة اللاعنفية في فلسطين، لم يؤدِّ ذلك إلى إثارة أيّ نقاش حول مشاركة المرأة أو عدم مشاركتها. لقد لعبنا دورًا مهمّاً للغاية ضمن الحراك هنا في القرية. ولكن عندما بدأت قرى وأماكن أخرى بالانضمام إلى مظاهراتنا الأسبوعية، ظنّ بعض الرجال أنه إذا شاركت هؤلاء النساء أو انضممن إلى المظاهرات، فسوف يتشاجرن مع الجنود، وسيبدو الأمر كما لو أنهنّ نساء سهلات المنال. حاول بعض الرجال من خارج القرية التحرّش جنسيًّا بالنساء. لكن المرأة القوية التي بإمكانها الوقوف أمام الجنود يمكنها أيضًا التصدّي للتحرّش الجنسي. في بعض الأحيان، عندما تنضمّ نساء أخريات من مناطق أخرى إلى مظاهرتنا، يشعرن بالخجل في البداية؛ لا يردن الاقتراب لأن هناك الكثير من الرجال. إن كنت ترغبين في الانضمام إلى المظاهرة، وإذا كنت تريدين أن تكوني جزءًا من حركة اللاعنف، فعليك التخلّص من هذه القيود كلّها وإزالة هذه الأفكار كلّها من ذهنك. عليك التركيز فقط على النضال من أجل حقوقك. وللأسف يُدرك الاحتلال الإسرائيلي هذا الأمر. فعلى سبيل المثال، في المرة الأولى التي تمّ فيها اعتقالي، حاولوا نزع حجابي؛ وحاولوا تجريدي من ملابسي أمام الجميع. حاولوا القيام بذلك رغم وجود نحو 300 إلى 400 شخص. عندما اقتادوني إلى التحقيق، قال المحقق: «لقد فعلنا ذلك لأننا نودّ معاقبة النساء الأخريات من خلالك. فنحن نعرف ثقافتك». فأجبته: «أنا لا أبالي بذلك، لقد فعلتُ شيئًا أؤمن به. وحتى لو جرّدتموني من كلّ ملابسي، فالجميع يعلم أن منال تقاوم».

لينديوي:أعتقد أنّه حتى من المنظور الثقافي، وهو أمر مثير للسخرية، إذا نظرت إلى الثقافة في إفريقيا، قبل الاستعمار، ستلاحظين أن إظهار الجلد لم يكن مشكلة. وارتداء جلود الحيوانات لحمايتك، لم يكن مشكلة أيضًا ولم تتمّ جنسنة الناس إلّا ضمن السياق المناسب. لكننا تكيّفنا مع الوضع فأصبحنا نقول، «يجب أن تستتري» وحين لا تكوني مستترة تكونين عارية، وبالتالي ستخضعين للجنسنة. يصبح العُري مُجَنسنًا بدل أن تكوني عارية ببساطة؛ لا يريدون أن يرى أحد فتاة صغيرة عارية. ما هو هذا المجتمع الذي تكيّفنا معه إن كنت ستُجنسِنين شخصًا عاريًا خارج سياق العلاقة الجنسية؟ لكن البيئة تلعب بالتأكيد دورًا مهمّاً لأن والديك وجدّتيك وخالاتك وعمّاتك يقولون لك «لا، لا ترتدي ملابس غير محتشمة» أو «لا، هذا قصير جدًا». لذلك تسمعين هذه الملاحظات في المنزل أولاً، ثم في اللحظة التي تنكشفين فيها في الخارج، وذلك بحسب البيئة، سواء كانت بيئة يطغى عليها الطابع الأوروبي أو تهيمن عليها الأجواء الغربية أكثر ممّا أنت اعتدت عليه، فتصبحين حرّة نوعًا ما للقيام بذلك. وحتى في هذه الحالة، مهما كنتِ حرّة، ما زلتِ ستتعرّضين بسبب ذلك لكثير من المعاكسات وسيستمرّ الناس في جنسنة جسدك. قد تكونين مرتدية تنورة قصيرة، ويشعر أحدهم أنّه يحقّ له لمسك من دون إذنك. هناك الكثير من الأمور المرتبطة بالقوانين التي تخضع لها أجساد النساء وتتحكّم فيها، وتبدأ هذه القصص في المنزل. وبعد ذلك تخرجين إلى بيئتك ومجتمعك وتستمرّ هذه القصص نفسها، وتدركين أنك تتعرّضين للجنسنة من قبل المجتمع ككلّ أيضًا وعلى نطاق واسع، لا سيما إن كنتِ شخصًا ملوّنًا.

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المقاومة كمتعة

المضيفة:   وأخيرًا، كيف يمكن أن تتخطّى مقاومتنا ما يُسمح به لنا؟ هل هناك مكان للمتعة والفرح لنا ولمجتمعاتنا؟


لويز:
اعتبار المتعة مقاومة والمقاومة في المتعة، أولاً بالنسبة إليّ هناك هذه الفكرة عن صناعة السينما غير التقليدية أو عمليّة التصوير عندما لا يُفترَض بك لقيام بذلك أو عندما يُطلَب منك عدم القيام بذلك، وهذا هو الحال بالنسبة إلى كثير من النساء وصانعي الأفلام الكوير في العالم الآن. فعلى سبيل المثال، في لبنان، حيث أنا مُطلعة جدًا على الواقع السينمائي، قام طلّاب بتصوير معظم قصص المثليات جنسيًا التي شاهدتها وفق تنسيقات قصيرة جدًا «بدون قيمة إنتاج» كما يُقال في الغرب – أي من دون تمويل، وذلك بسبب الرقابة التي تحدث على المستوى المؤسسي، ولكن أيضًا ضمن الأسرة وإطار الحياة الخاصّة. أعتقد أن التصوير بحدّ ذاته، لا بل أيضًا تصوير المتعة والمتعة ضمن إطار سرد قصص المثليات هو بحدّ ذاته تعبير عن المقاومة. في كثير من الأحيان، يكون مجرد التقاط كاميرا وجعل أحدهم يقوم بالتحرير وآخر بالتمثيل مهمّة صعبة للغاية وتتطلّب الكثير من المواقف السياسية.

لينديوي:
لديّ مجموعة لدعم ضحايا الاغتصاب. فأنا أحاول مساعدة النساء على إعادة الاندماج من منظور جنسي: استعادة الرغبة في العلاقة الحميمة، وعدم السماح لصدمات الماضي بالتأثير بشكل كبير على كيفية مضيّهن قدمًا. وهذا ليس أمرًا سهلًا، لكنّها مسألة فرديّة. لذلك أبدأ دائمًا بتشجيعهنّ على فهم جسدهنّ. فأنا أشعر أنّه كلما فهمتِ جسدك وأحببته وافتخرت به، زادت قدرتك على السماح لشخص آخر بالدخول إلى تلك المساحة. أسمّي ذلك التدريب على الشهوانيّة/ الحسّيّة، حيث أدفعهنّ إلى البدء بعدم رؤية أنفسهنّ كسلع جنسيّة، إنّما كمصدر متعة ورغبة يمكن أن يكون قابلًا للتبادل. إذًا فأنت تستحقين التلقّي تمامًا كما تعطين. لكنّ هذه المسألة ليست من وجهة نظر نفسيّة فقط، لا بل هي جسديّة أيضًا. حين تخرجين من الدوش، أو تنتهين من الاستحمام، وتضعين مرطبًا على جسمك، تأمّلي كلّ جزء من أجزاء جسمك، واشعري بكلّ جزء منه، لاحظي ظهور أيّ تغييرات، تعرّفي على جسمك بشكل جيّد لدرجة أنّه إذا ظهرت بثرة جديدة على ركبتك، فستكونين واثقة تمامًا من أنها لم تكن موجودة قبل بضع ساعات. أقوم بأمور من هذا القبيل حيث أجعل النساء يحببن أنفسهنّ من الداخل، لذلك يشعرن أنهنّ يستحققن الحبّ في مكان آمن، وهذه هي الطريقة التي أتّبعها لأرشدهنّ نحو المطالبة بحياتهنّ الجنسية ورغبتهنّ.

منال:
بدأنا نرى نساء قادمات من نابلس، ومن القدس، ومن رام الله، حتى من مناطق الـ48 المحتلة، وكان عليهنّ القيادة لمدّة 3-4 ساعات، فقط للمشاركة في المظاهرات. حاولنا بعد ذلك الانتقال إلى أماكن أخرى، والتحدّث مع النساء، وإخبارهنّ أنّه لا يجب أن يخجلن، وأنّه عليهنّ فقط الإيمان بأنفسهنّ، وأنّه لا عيب في ما نفعله. يمكنك حماية نفسك فأين العيب في المشاركة أو الانضمام إلى المظاهرة؟ سألت مرّة بعض النساء، «لماذا تشاركن في المظاهرة؟» فأجبن، «إذا تمكَّنت نساء التميمي من القيام بذلك، فنحن أيضًا بإمكاننا فعله»، بكلّ صدق، كنتُ سعيدة جدًا لسماع ذلك لأننا كنّا قدوة للنساء الأخريات. إن كان عليّ الدفاع عن حقوقي، فسأدافع عن حقوقي كلّها، وليس مجرّد واحد أو اثنين منها. لا يمكننا تقسيم الحقوق.