El presente documento de investigación de la Asociación para los Derechos de las Mujeres y el Desarrollo examina la relación entre las iniciativas para el desarrollo, el crecimiento de los fundamentalismos religiosos y la situación de los derechos de las mujeres.
En el nexo entre el desarrollo, los derechos de las mujeres y los fundamentalismos religiosos
El escrito aborda la falta de conocimientos sobre los fundamentalismos religiosos en el sector del desarrollo, y se propone comprender mejor de qué manera estos fundamentalismos inhiben el desarrollo y, en particular, los derechos de las mujeres. Propone recomendaciones para que quienes trabajan en temas de desarrollo desafíen la labor de los fundamentalismos y eviten fortalecerlos inadvertidamente.
Versión resumida:
Un problema mundial para los derechos de las mujeres
El documento presenta un panorama mundial sobre el auge de los fundamentalismos religiosos. Proporciona detalles de las graves violaciones a los derechos humanos y, en particular, de las violaciones a los derechos de las mujeres, causados por los fundamentalismos auspiciados por los Estados, así como por actores fundamentalistas no estatales como milicias, organizaciones comunitarias confesionales e individuos.
El control sobre la autonomía del cuerpo de las mujeres es un sello distintivo de la ideología fundamentalista, que no conoce fronteras y que es central para la forma en que los ideólogos fundamentalistas ejercen el poder.
Los fundamentalismos religiosos generan altos costos para las mujeres y niñas. La profundización fundamentalista de normas sociales atávicas y patriarcales está provocando el aumento de la violencia contra las mujeres, las niñas y las defensoras de derechos humanos.
Ideas clave para abordar el problema
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Los fundamentalismos religiosos están ganando terreno en el seno de las comunidades, los sistemas políticos, los escenarios internacionales, con efectos devastadores para la gente común y para las mujeres en particular. Existe una necesidad imperiosa de actuar.
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Quienes trabajan en el desarrollo están de capacidad de asumir una posición más firme. Su capacidad colectiva para reconocer y enfrentar conjuntamente a los fundamentalismos religiosos resulta crucial para promover la justicia social, económica y de género y los derechos humanos de todas las personas en el marco del desarrollo sostenible.
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El cuerpo de las mujeres es el primer punto de control de los fundamentalismos incipientes, de modo que quienes están en la tarea del desarrollo deben nutrirse de los análisis de los movimientos de mujeres.
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Enfrentara los fundamentalismos religiosos con una respuesta sostenida y enfocada en los derechos de las mujeres requiere el abordaje de las fuerzas estructurales que dan impulso a los fundamentalismos: las políticas económicas neoliberales, el comercio de armas, la marginación política y la reducción de los espacios democráticos.
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Resulta fundamental promover que el poder y los privilegios se entiendan desde la óptica del feminismo interseccional y aplicar esta comprensión a los interrogantes sobre religión y cultura. Quienes trabajan en el desarrollo pueden promover identidades positivas e inclusivas, para contrarrestar las identidades limitadas de otredad que fomentan los fundamentalismos.
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Quienes trabajan en el desarrollo pueden evitar aportarle recursos y legitimidad a los fundamentalistas religiosos al priorizar aliadxs progresistas a la hora de implementar sus actividades.
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Las organizaciones de mujeres ya poseen conocimientos y estrategias para oponerse a los fundamentalismos. Quienes trabajan en el desarrollo deberían apoyarse en estos e invertir en coaliciones enfocadas en múltiples temáticas. Lo anterior, les ayudará a alcanzar nuevos horizontes.