La responsable de Nazra for Feminist Studies (Nazra para estudios feministas) recibe amplio apoyo ante acusaciones de ilegalidad de la ONG, a la vez que se condena la represión de la sociedad civil en Egipto.
La directora de una organización por los derechos de las mujeres se mantuvo desafiante, tras convertirse en el foco de una investigación iniciada por las autoridades egipcias como parte de la represión continua contra la sociedad civil.
Mozn Hassan, Directora Ejecutiva de Nazra for Feminist Studies, expresó que el grupo continuará su trabajo, sin importar lo que le sucedió a ella.
Hassan recibió citación para un interrogatorio, junto a otras integrantes del personal, por acusaciones de que Nazra ha estado operando de manera ilegal.
«Otras personas continuarán el trabajo», dijo. «Sé que es mi decisión. Tengo esta pasión por el feminismo en mi país. Sé que suena cursi, pero hay algo sobre Nazra. No se trata solo de [una] persona – realmente hemos logrado tener este colectivo».
«Sé que otras personas en Egipto están afrontando la situación. No es cuestión de que yo exista… Creo que quienes han estado en este proceso van a continuar».
Hassan, oradora durante el sexagésimo periodo de sesiones de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer que tuvo lugar a inicios de marzo en Nueva York, recibió una citación para presentarse ante las autoridades, mientras se desarrollaba esta reunión anual de dos semanas.
Su interrogatorio estaba programado para el martes, pero la audiencia se ha postergado.
Esta semana, activistas por los derechos de las mujeres y académicas de diversas partes del mundo firmaron declaraciones denunciando el ataque dirigido a Nazra y la creciente represión contra grupos feministas y defensoras/es de derechos.
En una declaración publicada el 28 de marzo, 43 organizaciones por los derechos de las mujeres condenaron «la escalada de ataques a las organizaciones de la sociedad civil en Egipto y, en particular, el ataque de las autoridades a la organización feminista egipcia Nazra for Feminist Studies, fundada y liderada por la defensora de derechos humanos Mozn Hassan, quien es una feminista prominente reconocida por su amplio trabajo en la construcción del movimiento feminista y en la lucha contra la violencia sexual en la esfera pública».
La declaración añadió que la citación de Hassan es parte de las «numerosas acciones tomadas para coartar su activismo en la esfera pública, las cuales incluyen campañas sistemáticas de difamación contra ella y otrxs líderes/as de la sociedad civil; la expedición de una orden mordaza dirigida a los medios de comunicación por la cobertura del caso del financiamiento externo; además de la falta de transparencia y la no presentación, a la fecha, de cargos contra ella».
Una declaración de apoyo a Mozn Hassan ha sido respaldada por 43 organizaciones de diversas partes del mundo.
En la declaración se exige a las autoridades que abandonen el caso contra Nazra. «Por el contrario, el Estado egipcio debería estar adoptando las medidas necesarias para reconocer el trabajo importante y esencial … que Hassan realiza por la promoción de los derechos de las mujeres, la prestación de servicios de apoyo para sobrevivientes de violencia sexual y la existencia de un discurso feminista que rechaza todas las formas de violencia y extremismo».
En otra declaración, firmada por 130 académicas/os, se agregó: «Como académicas/os, profesoras/es universitarias/os e investigadoras/es involucradas/os e interesadas/os en asuntos sociales y políticos, consideramos que la investigación [contra] Mozn Hassan constituye una amenaza directa a la participación feminista y activista de Nazra for Feminist Studies, cuyo trabajo se ha enfocado en contribuir a la continuidad y al desarrollo del movimiento feminista en Egipto. También observamos que la investigación hace parte de una represión más generalizada contra las organizaciones de la sociedad civil y las libertades y los derechos fundamentales en Egipto, incluyendo las libertades académicas».
Hassan está siendo investigada en el caso 173/2011, que se conoce como el «caso del financiamiento externo» pues ataca a ONG internacionales y locales por recibir fondos desde el exterior ilegalmente.
Las investigaciones iniciaron en 2011 y resultaron en la detención de 43 empleadas/os de ONG en 2013. El gobierno reabrió el caso recientemente, lo cual ha conducido a prohibiciones para viajar, congelación de activos e interrogatorios a activistas prominentes.
Otros grupos que están actualmente bajo investigación incluyen el Cairo Institute for Human Rights Studies (instituto de El Cairo para estudios sobre derechos humanos), la Egyptian Initiative for Personal Rights (iniciativa egipcia por los derechos individuales), la Arabic Network for Human Rights Information (red árabe por la información sobre derechos humanos), el Nadeem Center for Rehabilitation of Victims of Violence (centro Nadeem para la rehabilitación de víctimas de violencia) y el activista de derechos humanos Negad el-Borai.
«Los espacios públicos se vienen reduciendo [para la sociedad civil], pero ahora han cerrado el espacio», dijo Hassan. «Han estado ocurriendo cosas en los últimos dos meses».
A su criterio, Nazra –registrada como ONG desde 2007– está siendo atacada concretamente por sus campañas a favor de los derechos humanos. «No somos una organización “amable” y “aceptable” de mujeres… No somos [una organización] solo de desarrollo. Creemos que el movimiento feminista es un movimiento político. Siempre hemos tenido una perspectiva de derechos humanos… no somos como otras organizaciones feministas».
Agregó: «Si me quieren, pues mejor que me lleven a mí y no al resto del equipo».
«Estamos tratando de tener un mecanismo de sobrevivencia. Mientras podamos trabajar, estaremos haciendo cosas».
Este contenido se reproduce como parte de nuestra asociación actual con The Guardian y Mama Cash.