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Fuera de mi pezón. Detengamos el ordeñe de ganancias de la industria de alimentos para bebés

Si has estado involucradx en el amamantamiento o has dado apoyo a alguien queridx mientras lo hacía, es posible que haya escuchado estos mitos:

“La leche materna sola no es suficiente.”

“Amamantar es anticuado.”

“Amamantar es para personas pobres que no pueden pagar la leche de fórmula o la comida para bebés.”

“Amamantar por un período prolongado hará que sus senos se caigan.”

No soy ajena a estos mitos. En realidad, cada año durante las celebraciones de la Semana Mundial de la Lactancia Materna (en la primera semana de agosto) me veo reflexionando acerca de mi propia experiencia con el amamantamiento y las presiones que lxs progenitorxs enfrentan en esta jornada.

Hace unos cinco años, parí a una hermosa niña, Zhane Lindiwe. Estaba particularmente agradecida de haber tenido un embarazo fácil, lo que me ayudó para comprometerme a amamantar exclusivamente durante al menos seis meses. Mi madre es enfermera y yo crecí en Kenia, donde la configuración social promueve el amamantamiento y los beneficios de salud asociados tanto para la madre como para el bebé.

Pero al tiempo que disfruté de un gran apoyo de familiares y amigxs, las primeras semanas me parecieron desafiantes. Me encontré tanto con personas extrañas o queridas que estaban atrapadas en mitos y conceptos erróneos sobre el amamantamiento difundidos por las agresivas campañas de marketing de corporaciones poderosas. Estos mitos se transmiten como "cultura" de una generación a otra. Se torna difícil resistirlos, especialmente cuando se tiene en cuenta los pezones adoloridos y a veces agrietados/sangrantes, las noches de insomnio, los senos hinchados y el flujo intermitente de leche, solo por nombrar algunos de los desafíos.

Sin embargo, los desafíos que informan los conceptos erróneos sobre la lactancia materna favorecen una industria de alimentos para bebés de $ 70 mil millones, lo que impide la confianza de las madres y socava nuestras opciones de amamantamiento para aumentar las ventas de sustitutos de la leche materna. Esta industria depende y refuerza los sistemas de opresión de larga data que se entrecruzan y se basan en historias coloniales que incluyen género, clase, raza, casta y etnia.

Amamantar – Un acto radical

Asociado con los “pobres sin cultura”, el amamantamiento fue mal visto en la Europa del siglo XVII. Pero cuando lxs niñxs amamantadxs parecían experimentar una mejor salud, lxs esclavistas comenzaron a obligar a las madres esclavizadas a convertirse en “enfermeras mojadas” para sus hijxs. Las madres de la clase dominante podrían evitar lo que sentían que era la parte “desordenada” de la maternidad y mantener la esperanza de los senos turgentes, al tiempo que les permitían a sus hijxs los beneficios para la salud de la lactancia materna.

Hoy en día, algunos países del norte global han logrado avances significativos debido a políticas como la licencia parental extentidad, que permite a las mujeres dedicarse a amamantar. Según la planilla de puntuación (en inglés) de la ONG Save the Children’s Breastfeeding, Noruega, que tiene una de las políticas de licencia parental más generosa del mundo, informa que el 99% de lxs bebés fueron amamantadxs al nacer, y el 70% todavía amamantan exclusivamente hasta los tres meses. 

A nivel mundial, las feministas han defendido durante mucho tiempo el derecho a amamantar en público dentro de las culturas hipersexualizadas donde los senos expuestos se ven como objetos sexuales. Esto ha dado origen a campañas como #FreeTheNipple, que desafían la sexualización de los cuerpos femeninos, pero se quedaron cortas en su imaginación feminista al excluir narrativas queer, trans, no binarias y racializadas.

Explotación de ganancias a expensas de las madres del sur global

Los mitos sobre el amamantamiento siguen desempeñando un papel importante en las estrategias corporativas motivadas por las ganancias para capturar los mercados de hoy. Según una investigación de The Guardian y Save the Children, «las empresas continúan utilizando métodos agresivos, clandestinos y, a menudo, ilegales para apuntar a las madres en las partes más pobres del mundo a fin de alentarlas a elegir la leche en polvo en lugar de la lactancia materna». Eso ha comprometido la salud de lxs bebés e incluso condujo a la muerte infantil.

Las madres en los países del sur global siguen siendo particularmente vulnerables. Por ejemplo, Asia representa el 53% de la cuota de mercado mundial de la leche de fórmula para bebés. Observamos que cuando sus ventas se aplanan en los países del norte global, las corporaciones se aprovechan de una legislación débil en el sur global para aumentar sus ventas de sustitutos. En 2018, se pronosticó que las ventas globales aumentarían en un 4%, según Euromonitor, y la mayor parte de ese crecimiento se producirá en 'naciones en desarrollo'. Esencialmente, el legado colonial ha tomado la forma de neocolonialismo, y las corporaciones globales con sede en el norte están sacando ventaja en el sur global, a expensas de las personas, en particular las mujeres y sus bebés.

Sin embargo, estas mismas corporaciones se envalentonan cada vez más en sus acciones y utilizan tácticas más manifiestas a medida que consolidan el poder económico, que se está traduciendo rápidamente en poder político. En los espacios tradicionales de protección de los derechos humanos, como las Naciones Unidas, estamos observando una “captura corporativa” con agendas que priorizan las ganancias corporativas sobre la vida de las personas y el medio ambiente.

Canales de esperanza: ¿del poder corporativo a la responsabilidad corporativa?

En 2018, Ecuador presentó una resolución en la Asamblea Mundial de la Salud (WHA, por su sigla en inglés) que apoya el amamantamiento. El gobierno de los Estados Unidos no estaba a favor de esta resolución y procedió a amenazar a los países con sanciones comerciales y retiros del apoyo militar si la respaldaban. Fueron aún más lejos al amenazar con recortar fondos a la Organización Mundial de la Salud (OMS). (Es importante señalar que el gigante de la fórmula infantil Abbott Laboratories contribuyó a la ceremonia de inauguración de Trump en 2017). Apesar de estas amenazas de la administración de Trump, la resolución finalmente se aprobó.

Entonces, mientras celebramos los logros alcanzados en todo el mundo durante la Semana Mundial de la Lactancia Materna de este año, la batalla en curso sobre la lactancia materna requiere un momento de reflexión, especialmente debido a la amenaza inminente de las elecciones por la lactancia materna de las madres en el sur global.

Unámonos a la movilización feminista global para ayudar a asegurar que todxs lxs progenitorxs reciban un entorno seguro para tomar las mejores decisiones de alimentación para sus bebés, libre del poder de la influencia corporativa.

 


Este artículo fue publicado originalmente en Women's eNews

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Análisis
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Global