Señor presidente:
Celebramos este oportuno informe de la Experta Independiente en el campo de los derechos culturales, con sus recomendaciones detalladas y puntuales.
Los fundamentalismos y el extremismo, en sus diversas y cambiantes formas, están en auge hoy en día en múltiples regiones. Vivimos un tiempo en el que estas tendencias – y los profundos desafíos que ellas representan para los derechos humanos – son innegables. Exhortamos a los Estados y a los organismos relevantes de la ONU a adoptar un enfoque de derechos humanos para abordar los fundamentalistmos y el extremismo, centrado en una amplia gama de derechos humanos incluyendo los derechos culturales.
Desde hace mucho tiempo nosotras y otras aliadas venimos estudiando la amenaza creciente de los fundamentalismos y el extremismo para las defensoras de derechos humanos, incluidas las jóvenes. En una encuesta entre 1600 defensoras de todo el mundo, el auge de los fundamentalismos fue definido como uno de los principales desafíos para los derechos humanos cuyos impactos negativos eran: una mayor violencia contra mujeres y niñas, menos derechos para las mujeres en la esfera pública y menos autonomía para ellas.
Los fundamentalismos y el extremismo buscan debilitar la universalidad de los derechos.
Señalamos con preocupación cómo cada vez más algunos estados y actores no estatales utilizan argumentos basados en interpretaciones de la religión, la cultura y la tradición que van contra los derechos, sobre todo los de las mujeres y la justicia de género, además de justificar la impunidad estatal. No se deben utilizar o ‘mal utilizar’ la cultura y la religión para justiciar la violencia y la discriminación contra ninguna persona – contra las mujeres, minorías étnicas o religiosas, diversidades sexuales o de género.
Como lo indica el informe, todas y todos tenemos derecho a participar de la vida cultural. Pero estas ideologías se oponen a la igualdad y buscan imponer nociones monolíticas, excluyentes y patriarcales de la ‘cultura’ que niegan el derecho de toda persona a participar, crear, transformar e interpretar la cultura, así como la naturaleza dinámica y plural de la propia cultura.
Muchas gracias.