El último informe de la experta de la ONU Karima Bennoune es una pieza importante en la respuesta de derechos humanos a los fundamentalismos y extremismos, y tiene una importancia especial para lxs feministas.
En su último informe comoRelatora Especial en la esfera de los derechos culturales Karima Bennoune pone su atención en el impacto que tienen los fundamentalismos y los extremismos sobre los derechos de las mujeres.
El informe de la ONU, presentado ante la Asamblea General el 25 de octubre de 2017, se centra en cómo los fundamentalismos y extremismos buscan echar para atrás los avances alcanzados en relación a la igualdad de género y bloquear avances posteriores, y cómo intentan criminalizar y estigmatizar a las defensoras de derechos humanos.
Alerta acerca de la ola creciente de fundamentalismo y extremismo y hace un llamado para una respuesta global inmediata basada en derechos, dando a los estados más de 30 recomendaciones para que tomen acciones.
Este informe, junto con el informe anterior de la relatora, es una pieza importante en la creación de un marco de derechos humanos para responder a los fundamentalismos y extremismos. Aún más, las recomendaciones que la relatora hace a los estados y a la comunidad internacional brindan importantes elementos para la acción para quienes promueven y defienden la justicia de género.
Aquí hay cinco grandes razones por las cuales este informe es especialmente importante para feministas y defensoras de derechos humanos:
1. Reafirma nuestra consigna de lucha: que ni la religión, ni la cultura ni la tradición son excusas para la violencia y la discriminación
- Basándose en el trabajo de su predecesora, Farida Shaheed, la Relatora Especial subraya los derechos de las mujeres a tener acceso, participar y contribuir a todos los aspectos de la vida y las prácticas culturales, sin discriminación.
- El informe advierte que, aunque a menudo dicen representar a la «religión verdadera» y la «autenticidad cultural», lxs fundamentalistas en realidad buscan eliminar las culturas de las mujeres, extirpar la diversidad cultural y violar los derechos de las mujeres a la libertad de religión y a participar de la vida cultural.
- Condena las excusas basadas en el relativismo cultural y apoya a lxs feministas y a las defensoras de derechos humanos en su prolongada resistencia contra el uso de «la cultura» y de los «derechos culturales» como justificación para la violencia y la desigualdad.
- Recapitula los numerosos estándares de derechos humanos que sostienen esta posición.
«La universalidad es una de las herramientas más importantes en la lucha contra los efectos nocivos del fundamentalismo y el extremismo y debe ser defendida»
2. Levanta el conocimiento de feministas y defensoras de derechos humanos
- Pone a los derechos de las mujeres y a las defensoras de derechos humanos en el centro de la solución, diciendo que «Los derechos de las mujeres no son un añadido a la lucha contra el fundamentalismo y el extremismo: son una parte esencial de esa lucha, sin los cuales no puede tener éxito» y haciendo un llamado para que las defensoras reciban los recursos y la visibilidad que necesitan.
- El informe levanta los análisis y el conocimiento experto de las defensoras de derechos humanos, quienes han sido líderes durante décadas en la confrontación de estos problemas, a menudo dando la alarma, antes que nadie, acerca de las señales de advertencia de los fundamentalismos.
- Hace uso del informe Derechos en riesgo, del Observatorio sobre la Universalidad de los Derechos, el cual muestra que lxs diversxs actores fundamentalistas están trabajando juntxs en el nivel internacional con el propósito de socavar los fundamentos de nuestros estándares de derechos humanos: amenazando con destruir las herramientas que tenemos para hacer responsables a los Estados.
- También hace referencia al hallazgo que FRIDA y AWID realizaron en su investigación Valientes, creativas y resilientes que el 54% de quienes respondieron a la encuesta y que son parte de organizaciones de jóvenes feministas dijeron que fueron amenazadxs en su trabajo por grupos extremistas o fundamentalistas.
- Recuerda a lxs lectorxs que el rechazo a la igualdad y a la universalidad de los derechos está en el núcleo de las ideologías fundamentalistas y extremistas, y remarca sus características en común, tales como vigilar el «honor» y la «modestia» y demonizar las luchas por los derechos de las mujeres llamándolas «ideología de género».
«Las políticas que combatan la discriminación contra las mujeres en relación a su derecho a participar en la vida cultural o que promuevan su libertad de expresión artística y científica y su derecho a la educación [...] son aspectos centrales del combate al fundamentalismo y al extremismo»
3. Analiza a los fundamentalismos y extremismos como problemas interrelacionados que no suceden en el vacío
- La Reportera Especial aborda tanto los fundamentalismos religiosos como los ultranacionalismos populistas, incluyendo ideologías basadas en la superioridad racial o étnica, tratándolos como problemas distintos pero con muchos aspectos en común en relación al estatuto social y jurídico de las mujeres, el género, la familia y las nociones de «cultura».
- También hace notar que las «diferentes manifestaciones del fundamentalismo y los extremismos a menudo se refuerzan mutuamente a través de una “radicalización recíproca”»: por ejemplo, los movimientos supremacistas blancos y los extremismos islámicos se alimentan intercambiando las acciones y retórica de los otros para justificar las propias.
- El informe también reitera que los fundamentalismos y los extremismos interactúan con otros factores, como «las nociones más amplias de patriarcado y los aspectos negativos de los modelos económicos dominantes», para erosionar los derechos de las mujeres.
- Hace la conexión entre la esfera cultural y la justicia económica, remarcando el impacto negativo de las medidas de austeridad, las cuales «a menudo conducen a una situación donde las áreas de educación y cultura [...] serán dejadas a otrxs, en especial a quienes tienen agendas fundamentalistas, con consecuencias nefastas para las mujeres».
4. Reconoce las formas interconectadas de discriminación que enfrentan las personas en el contexto del aumento de los fundamentalismos y extremismos
- El informe resalta que lxs extremistas y lxs fundamentalistas a menudo dirigen sus ataques a mujeres lesbianas, bisexuales y transgénero, e intentan aplastar la expresión y las representaciones positivas de las sexualidades «no normativas».
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- También destaca que las leyes que tratan de forma diferencial a las minorías en cuanto a sus prácticas culturales, así como la retórica discriminatoria de lxs líderes políticxs, contribuyen a crear un ambiente que facilita los ataques.
- El informe también cuestiona las limitaciones a la libertad de movimiento basadas en enfoques discriminatorios, y recuerda que éstas a menudo penalizan a las propias víctimas del fundamentalismo.
5. Va más allá del marco del «extremismo violento» e interroga a la ideología
- El informe critica los enfoques que se centran sólo en «extremismo violento» sin abordar la naturaleza peligrosa de las ideologías subyacentes que impulsan a los extremismos y los fundamentalismos.
- Reitera los riesgos, tal como fueron identificados por la International Civil Society Action Network [documento en inglés], que están implícitos en «la incapacidad de reconocer que el extremismo religioso no violento está convirtiéndose en parte de la cultura dominante»: estas ideologías son, en sí mismas, peligrosas para las mujeres y otros grupos oprimidos.
- De la misma manera, aconseja precaución hacia las fuerzas fundamentalistas y extremistas que se presentan como «moderadas», y critica las acciones de los estados que han considerado a estos actores como aliados.