4. Amplificar el trabajo de las defensoras de derechos humanos que confrontan a las industrias extractivas
En abril nos reunimos con la Coalición Internacional de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (WHRDIC) para compartir la nueva investigación sobre las defensoras que confrontan a las industrias extractivas en todo el mundo.
Nuestras consultas regionales en México, Filipinas y Kenia revelaron que las violencias contra las defensoras en las esferas pública y privada están profundamente conectadas y arraigadas en el extractivismo, un modelo violento de desarrollo que persigue el lucro y la inversión extranjera a expensas del sufrimiento humano y la destrucción ambiental.
Ampliamos esa investigación con la producción de una nueva guía práctica que presenta estrategias concretas utilizadas por las defensoras para confrontar al poder corporativo y preservar a su gente, sus medios de vida y sus territorios contra el extractivismo.
5. Colaborar con alianzas feministas globales
Como parte del Observatorio sobre la Universalidad de los Derechos (OURs, por su sigla en inglés), un proyecto colaborativo integrado por numerosas organizaciones cuyo objetivo es monitorear, analizar y compartir información sobre las iniciativas que hacen uso indebido de la religión, la cultura y la tradición para socavar la universalidad de los derechos humanos, publicamos el primer informe sobre tendencias y desarrollos globales en derechos humanos entre 2015 y 2016.
El informe muestra que el grupo de presión global anti-derechos está creciendo, construyendo alianzas a través de las distintas regiones, afiliaciones religiosas y temas, utilizando nuevas estrategias y astutos argumentos para infiltrar los espacios multilaterales de toma de decisiones. Si bien estos actores ya han tenido impactos significativos, nuestro trabajo con OURs contribuye a extender la concientización y a reforzar la acción colectiva para resistir estas tendencias alarmantes.
Como parte del Consorcio Count Me In! (CMI! por su sigla en inglés), una nueva articulación colaborativa de recursos y programas que reúne a cinco financiadoras y organizaciones feministas y para los derechos de las mujeres que trabajan asociadas con WO=MEN [Plataforma Holandesa de Género] y el Ministerio Holandés de Asuntos Exteriores, el Grupo de trabajo sobre industrias extractivas dio comienzo a la tarea fundacional de investigar y producir conocimientos estratégicos para las defensoras y sus movimientos.
El Consorcio CMI! comparte conocimientos, experiencias y asociadxs para fortalecer y desarrollar un ambiente seguro, inclusivo y habilitante para el activismo feminista y para la construcción de un movimiento feminista global.
En diciembre de 2017, nos unimos a una coalición internacional de redes, sindicatos, grupos locales antiextractivistas y antinucleares, investigadorxs en feminismo y economías alternativas, grupos de mujeres migrantes, grupos de defensa de la tierra, los territorios y los derechos indígenas y grupos feministas, en la Semana de Acción Global contra la Reunión Ministerial de la Organización Mundial de Comercio (OMC).
6. Levantar nuestros puños en espacios multilaterales y en el territorio
Sabemos que las decisiones críticas que impactan sobre la justicia de género a nivel global a menudo se toman en el ámbito multilateral.
En marzo participamos en la 61ª Sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU, en sesiones que abarcaron desde la desigualdad económica de las mujeres frente a las estructuras macroeconómicas globales y la importancia de la justicia impositiva para los derechos de las mujeres, hasta las tendencias regresivas y lxs actores antiderechos y las formas en que lxs feministas están trabajando juntxs para reafirmar y recuperar la universalidad de los derechos.
Para confrontar la amenaza creciente de los fundamentalismos religiosos en todo el mundo, y la apropiación de la «cultura» para socavar los derechos de las mujeres, contribuimos al informe de la Relatora Especial de la ONU en el campo de los derechos culturales, que presiona a los estados y a las instituciones multilaterales para que implementen una respuesta a los fundamentalismos basada en los derechos humanos.
En septiembre de 2017, fuimos a la 35ª sesión del Consejo de Derechos Humanos en Ginebra, donde defendimos las demandas feministas interseccionales, centrándonos en particular en la construcción de respaldo feminista a un tratado vinculante de la ONU sobre corporaciones transnacionales y derechos humanos, en la resistencia contra las campañas patriarcales y heteronormativas de los «valores familiares» y el relativismo cultural, y en dar apoyo a contundentes resoluciones (documento oficial de la ONU disponible sólo en inglés) sobre los derechos de las mujeres que denuncian al patriarcado y sostienen la autonomía corporal.
7. Aprender y compartir
Una de las formas más importantes en que aprendemos es escuchando mutuamente nuestras historias. Si bien no siempre podemos estar en el mismo lugar, nos encontramos en forma virtual para compartir noticias y análisis importantes. Antes de la 61ª Sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de la ONU nos reunimos con la Gender & Development Network [Red de Género y Desarrollo] y otras organizaciones aliadas, para oponernos a la estrecha agenda de integrar a las mujeres en los injustos modelos económicos existentes.
Estudiamos la idea de justicia económica para las mujeres, planteamos los pasos a seguir para limitar el poder de las corporaciones transnacionales, y reflexionamos sobre cómo resguardar los derechos de las mujeres trabajadoras y de las defensoras de derechos humanos en el contexto de la gobernanza global y las economías informales.
En noviembre de 2017 reunimos a casi 100 activistas, defensoras de derechos humanos, formuladorxs de políticas y acádemicxs, que trabajan en distintos campos (incluyendo el derecho, el desarrollo internacional, los derechos de lxs trabajadorxs, los derechos sexuales y reproductivos y los derechos de lxs trabajadorxs sexuales) para discutir el auge global de los fundamentalismos y pensar cómo podemos resistir colectivamente a su avance.
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