Philippe Leroyer | Flickr (CC BY-NC-ND 2.0)

Análisis Especiales

AWID es un organización feminista internacional de membresía, que brinda apoyo a los movimientos que trabajan para lograr la justicia de género y los derechos de las mujeres en todo el mundo.

Defensorxs de Derechos Humanos

Lxs defensorxs se identifican a sí mismas como mujeres y personas lesbianas, bisexuales, transgénero, queer e intersex (LBTQI) y otrxs que defienden derechos y que debido a su trabajo en derechos humanos están bajo riesgos y amenazas específicos por su género y/o como consecuencia directa de su identidad de género u orientación sexual.

Lxs defensorxs son objeto de violencia y discriminación sistemáticas debido a sus identidades y su inclaudicable lucha por derechos, igualdad y justicia.

El Programa Defensorxs colabora con contrapartes internacionales y regionales así como con lxs afiliadxs de AWID para crear conciencia acerca de estos riesgos y amenazas, abogar por medidas de protección y de seguridad que sean feministas e integrales, y promover activamente una cultura del autocuidado y el bienestar colectivo en nuestros movimientos.


Riesgos y amenazas dirigidos específicamente contra lxs defensorxs

lxs defensorxs enfrentan los mismos tipos de riesgos que todxs lxs demás defensorxs de derechos humanos, de comunidades y del medio ambiente. Sin embargo, también están expuestas a violencia y a riesgos específicos por su género porque desafían las normas de género de sus comunidades y sociedades.

Por defender derechos, lxs defensorxs están en riesgo de:

  • Ataques físicos y muerte
  • Intimidación y acoso, incluso en los espacios virtuales
  • Acoso judicial y criminalización
  • Agotamiento

Un enfoque integral y colaborativo de la seguridad

Trabajamos de manera colaborativa con redes internacionales y regionales y con nuestrxs afiliadxs

  • para crear conciencia de las violaciones de derechos humanos contra lxs defensorxs y de la violencia y discriminación sistemáticas que enfrentan
  • para fortalecer los mecanismos de protección y asegurar respuestas más oportunas y efectivas para lxs defensorxs que están en riesgo

Trabajamos para promover un enfoque integral de la protección que incluya:

  • remarcar la importancia del autocuidado y el bienestar colectivo, y reconocer que el significado de cuidado y bienestar puede variar entre las diferentes culturas;
  • documentar las violaciones dirigidas contra lxs defensorxs usando una perspectiva feminista interseccional;
  • promover el reconocimiento y celebración social del trabajo y la resiliencia de lxs defensorxs; y
  • construir espacios ciudadanos que conduzcan al desmantelamiento de las desigualdades estructurales sin restricciones ni obstáculos.

Nuestras acciones

Nos proponemos contribuir a un mundo más seguro para lxs defensorxs, sus familias y comunidades. Creemos que actuar por los derechos y la justicia no debe poner en riesgo a lxs defensorxs, sino que debe ser valorado y celebrado.

  • Promoviendo la colaboración y coordinación entre organizaciones de derechos humanos y organizaciones de derechos de las mujeres en el plano internacional para fortalecer la capacidad de respuesta en relación a la seguridad y el bienestar de lxs defensorxs.

  • Apoyando a las redes regionales de defensorxs y de sus organizaciones, tales como la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensorxs de Derechos Humanos y la WHRD Middle East and North Africa  Coalition [Coalición de Defensorxs de Derechos Humanos de Medio Oriente y África del Norte], promoviendo y fortaleciendo la acción colectiva para la protección, poniendo el énfasis en establecer redes de solidaridad y protección, promover el autocuidado y la incidencia y movilización por la seguridad de lxs defensorxs.

  • Aumentando la visibilidad y el reconocimiento de lxs defensorxs y sus luchas, así como de los riesgos que enfrentan, a través de la documentación de los ataques que sufren, e investigando, produciendo y difundiendo información sobre sus luchas, estrategias y desafíos.

  • Movilizando respuestas urgentes de solidaridad internacional para lxs defensorxs que están en riesgo a través de nuestras redes internacionales y regionales y de nuestrxs afiliadxs activxs.

Contenido relacionado

Esther Mwikali

El hogar de Esther Mwikali estaba en la aldea de Mithini, en el condado de Murang'a, Kenya. Esther fue una defensora del derecho a la tierra destacada y valorada que investigó los abusos contra okupas de tierras reclamadas por magnates. La investigación de la que participó Esther incluyó también violaciones del derecho a la tierra cometidas por personas con poder en Makuyu.

Luego de que Esther faltara a una de las reuniones de la aldea, un grupo de búsqueda  salió a rastrear a Esther. El 27 de agosto de 2019, dos días después de su desaparición, el cuerpo de Esther fue encontrado en una granja cerca de su casa, con signos de tortura. Esther había sido brutalmente asesinada.

"El trabajo de Esther por evitar el desalojo de lxs integrantes de las comunidades de las tierras reclamadas por magnates era conocido por todxs. Para lxs activistas locales no existía ninguna duda de que su asesinato estaba relacionado con las luchas en la zona por el acceso a la tierra; un trágico recordatorio de la alarmante frecuencia con que se llevan a cabo las ejecuciones extrajudiciales en Kenia."- Global Wittness Report, Julio 2020

"Asociamos la muerte de Mwikali con las luchas locales por el derecho a la tierra,  y exigimos al Gobierno que investigue el asunto sin demora." - James Mburu, portavoz de lxs okupas.

"Es necesario tomar medidas con respecto a las personas que presuntamente han amenazado a lxs ocupantes ilegales, incluida la familia de Mwikali". - Alice Karanja, Coalición Nacional de Defensorxs de Derechos Humanos

"El impacto de su trabajo y su tenacidad permanecerán vivos en Kenia durante décadas. El CJGEA consuela a las personas afligidas y pide justicia". - Comunicado de prensa del Centro para la Justicia y la Acción Gubernamental (CJGEA, por sus siglas en inglés), 13 de septiembre de 2019

FRMag - Let the invisible be visible

Que l'invisible soit visible : manifeste d'un.e culturiste au genre fluide à Hong Kong

par Siufung Law 

« 97...! 98…! Où est 98? 98! Veuillez revenir dans la queue!... 99! 100...! » La gérante des coulisses a demandé sans relâche à chaque athlète de faire la queue dans les coulisses humides, en sueur et surpeuplées. (...)

Lire

< illustration : « Quand iels nous verront », par Lame Dilotsotlhe

Une conversation qui émeut

Merci, Ángela et Pilar

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Yannia Sofía Garzón Valencia Portrait

Yannia Sofía Garzón Valencia: Je suis une femme noire et une tisserande communautaire. Je vis à Santander de Quilichao dans le Cauca, en Colombie. Je m’intéresse aux processus créatifs autour desquels s’organise une vie collective durable. J’aime échanger des idées et cuisiner, faire des recherches et analyser, planter des graines et apprendre des plantes, lire et jouer. Je coordonne actuellement l’Observatoire des violences fondées sur le genre à l’encontre des communautés afro-descendantes en Colombie (@VigiaAfro).


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Cover image for Article Moving Conversation

Nous « partagions » toutes les trois l’après-midi dans un quartier du sud de Bogotá.

Il y avait une aire de jeux verte particulièrement grande, et nous étions assises sur de petits tabourets de bois sous un grand sureau. Nous faisions enfin l’expérience de cette autre forme d’amour – ce plaisir d’être ensemble et de s’écouter les unes les autres. Pour moi, ce genre de discussion compte parmi les expressions d’amour dont la vie me permettait de profiter depuis peu. Je ne savais pas que cette autre forme d’amour – que l’on trouve en dehors d’ateliers de formation, d’espaces d’activisme, de classes ou de lieux de travail – était possible. Mais nous trois, amies, avons passé l’après-midi entre nous, sans prétendre ne pas remarquer nos couleurs de peau respectives. C’était, au contraire, un facteur vécu qui nous permit de discuter de manière très intime des similitudes et des différences de nos expériences d’enfance et de jeunesse.
 
Ces discussions n’avaient aucun lien avec les prochaines activités du mouvement noir en Colombie, mais elles m’ont néanmoins nourrie et ont acquis de nouvelles significations. Notre intimité découlait de notre rapprochement, notre reconnaissance mutuelle et la perception de nos libérations uniques et individuelles. Et par la prise de conscience qu’il n’y a pas une, mais bien plusieurs voies vers la libération – ces voies que nous incarnions chaque fois que nous disions « non » et nous nous rebellions. Loin de tout malaise, nous nous sommes rencontrées avec une réelle authenticité empreinte de faiblesse et de force, qui nous rapprochait plus qu’elle ne nous séparait.
 
Notre objectif en ce bel après-midi était simplement d’être – d’avoir la conscience d’être simplement entre nous. Nous avons cheminé dans nos passés afin que nos mémoires conservées soient celles que nous avions décidé de garder en nous, et non celles que la peur avait fait entrer et inscrites en nous. Nous nous sommes remémoré des extraits très précis d’émissions de télé et avons chanté des chansons d’artistes qui nous avaient appris à bien aimer, à bien haïr, à jurer comme les pires brigands et à souffrir comme de vraies dames.
 
Nous nous sommes raconté nos mauvais coups à l’école, et ce qui demeurait dans notre subconscient d’avoir été exposées aux nombreuses manières qu’ont les médias de répéter la même chose – et après que les enseignantes et les nonnes à l’école nous aient abreuvées d’histoires nous incitant à nous identifier et à nous approprier les aspirations de Cendrillon pour nos propres vies. Cela donnait le ton pour le reste de notre histoire : le drame de la fille pauvre et affaiblie qui ne s’accomplira entièrement que par un acte qui la sauvera de sa condition. Et cet acte ne pourra que prendre la forme du regard d’un homme qui est, au minimum, blanc, méritant ainsi ce qui est entre nos cuisses – sa « principale aspiration » – et « la réalisation parfaite de nos rêves », ce qui nous était alors enseigné comme étant notre principale aspiration à nous aussi.
 
Nous étions trois, cet après-midi-là. Nous avions chacune été élevée dans une région différente du pays, mais il était absolument fascinant de néanmoins pouvoir citer des extraits de chansons et des situations de séries télévisées, qui – comme nous l’avons compris en apprenant à nous connaître – partageaient des codes ou des symboles répétés, à quelques différences près, dans nos maisons, dans nos premières relations et dans nos quartiers et nos écoles. Élevées par des « drames » (n’est-ce pas ainsi que l’on appelle ce genre si populaire?) dans lesquels plus on souffre plus on est méritante, la question de « comment et dans quelles situations est-il acceptable ou légitime de souffrir » devient un étalon important de la manière dont la personne qui souffre devrait être considérée, ce qu’elle devrait faire et qui elle devrait être. Certaines d’entre nous étions parvenues à nous libérer et à « apprendre » une définition de l’amour qui ne pouvait être apprise qu’à l’âge adulte, brisant toute illusion et acceptant le péché naturel. Et prenant conscience de la production industrielle d’une vierge, à qui nous pouvions refuser de ressembler car elle n’avait pas sa place dans notre entendement, et de la déception qu’apporte cette aliénation.

Après avoir chanté, nous avons examiné nos premières explorations sexuelles. Je n’avais jamais pensé que la plupart des gens en faisaient l’expérience avant l’âge de neuf ans et que, même à l’âge adulte, ces expériences et ces mémoires demeurent un fardeau encombrant. Même aujourd’hui, dans des milliers d’endroits, des millions de filles et de garçons voient leur innocence mise à mal par un manque de confiance et l’ignorance que nous affichons lorsqu’elles et ils tentent d’explorer leur corps. Blâmer la curiosité est un mécanisme de contrôle radicalement efficace. Nous sommes revenues sur les brèves conversations que nous avions eues lorsque nous avons changé l’histoire de nos vies, passant de Noires maudites à une perspective qui nous a permis de renaître. Nous avons évoqué le souvenir du nombre conséquent de tantes et de cousines qui avaient quitté leur maison, leur centre, leurs racines, à la recherche d’un avenir à l’extérieur, ailleurs.
 

« Elle apprit qu’il fallait qu’elle prenne soin de son ventre en gardant ses tissus au chaud, pour éviter le froid qui entre par cette partie plus souple sur le dessus de la tête, par les pieds, par les oreilles, afin de ne pas avoir mal, et particulièrement lorsque l’on a ses règles. Pour ce faire, il faut prêter attention à ce que l’on mange, à la manière dont on s’habille et à la manière dont on marche, car tout cela est en lien avec la santé des filles. »

L’avenir a un coût : il exige que les relations qui ont marqué notre enfance soient refaçonnées et jetées dans l’oubli. Ce sont nos fondations, mais elles ne sont pas pertinentes si nous voulons continuer à avancer. Pour nous, avancer était synonyme d’apprendre par cœur ce que nous nous faisions à nous-mêmes avec les occasions que nous trouvions ailleurs. Parce que c’est ailleurs, et non en nous, que se trouvent ces occasions, que nous sommes disponibles, que nous devons être à l’extérieur. Cependant, pour beaucoup de nos tantes et de nos cousines, le coût des rares occasions de s’inscrire et d’assister à des cours du soir ou de prendre un congé sabbatique du travail domestique était celui de devenir la première expérience sexuelle de proches qui vivaient dans l’avenir. Un avenir pour lequel d’autres avant elles avaient également payé, et dont elles avaient déjà oublié le prix. Cette exigence de paiement arrivait avec la même ponctualité que celle de la facture d’électricité. Nous n’accepterons pas cet héritage.
 
Il y avait, en Colombie et en Amérique latine, un manuel de bonnes manières intitulé La urbanidad de Carreño (Le manuel de bonnes manières de Carreño). Sa lecture était obligatoire dans les écoles publiques et privées jusque dans les années 1990. Ce manuel conditionnait la manière dont les corps étaient perçus et ma mère, accueillie et élevée par des nonnes carmélites, le connaissait par cœur. La première fois que je l’ai lu, j’ai dû m’arrêter à plusieurs reprises pour me frotter le ventre qui me faisait mal tant je riais. Il contient des instructions ridicules telles que : prenez une douche les yeux fermés et éteignez la lumière lorsque vous enfilez votre chemise de nuit. Différents chapitres traitent de la manière de se comporter à la maison, dans la rue, et lors d’un dîner ou d’un déjeuner public – soit les normes du bon goût et du savoir-vivre. La base éthique pour les bons citoyens était l’urbanité qui leur permettait de s’éloigner de la ruralité. Ce même manuel précisait que de saluer un proche de l’autre côté de la rue en criant n’était pas acceptable; les bonnes manières nous dictaient de traverser la rue. De la même manière, les hommes doivent retirer leur manteau et le mettre sur des flaques d’eau lorsqu’ils sont accompagnés par une femme, afin qu’elle ne mouille pas ses chaussures. Je pensais à la manière de saluer quelqu’un de l’autre côté d’une rivière, et au fait qu’il fait si chaud où nous vivons que nous ne portons pas de manteau.
 
L’auteur de ce manuel, Monsieur Carreño, est le contraire du grand-père d’une dame âgée née à Turbo. Elle me raconta un jour que son grand-père était un homme sage, qui lui avait parlé de l’accouchement et de la manière de prendre soin de son corps. Elle apprit qu’il fallait qu’elle prenne soin de son ventre en gardant ses tissus au chaud, pour éviter le froid qui entre par cette partie plus souple sur le dessus de la tête, par les pieds, par les oreilles, afin de ne pas avoir mal, et particulièrement lorsque l’on a ses règles. Pour ce faire, il faut prêter attention à ce que l’on mange, à la manière dont on s’habille et à la manière dont on marche, car tout cela est en lien avec la santé des filles. La femme âgée ajouta que son grand-père dévoué lui avait également enseigné que les crampes étaient plus fréquentes depuis que les sols des maisons n’étaient plus en terre battue ou en bois. Depuis le béton et le carrelage, ces matériaux qui permettaient au froid d’entrer dans la maison par les pieds, les tensions dans les tissus du ventre augmentaient également.
 
Encore une surprise. Il y avait une telle distance entre Don Carreño et le sage grand-père en termes de conscience de la vie – aussi grande que les injonctions à bien se comporter qui brident nos impulsions et nos sens, même le bon sens commun qui valorise la santé. C’est alors que je compris une des manières selon lesquelles le béton empêche la terre de respirer, et nous en empêche également par le fait même. Je n’avais pas réalisé qu’il y avait, et qu’il y a toujours, une architecture et des matériaux pour prendre soin de nos corps. En Colombie, et dans d’autres pays, les matériaux utilisés pour faire des maisons sont des indicateurs d’une pauvreté multidimensionnelle. Une maison construite avec du béton nous éloigne de la perception de la pauvreté. C’est là un simple exemple décevant de la manière dont le progrès nous incite à délaisser la relation entre notre environnement et notre corps. Le bon goût et l’urbanité nous poussent à l’extérieur : pour avancer, mentent-ils, il faut aller là-bas.

« Je compris une des manières selon lesquelles le béton empêche la terre de respirer, et nous en empêche également par le fait même. Je n’avais pas réalisé qu’il y avait, et qu’il y a toujours, une architecture et des matériaux pour prendre soin de nos corps. »

Nous étions embêtées par la prise de conscience que ni nos mères ni nos pères ne nous avaient parlé des menstruations, sauf quand la tache brune avait déjà sali nos culottes. Ils avaient échoué à nous protéger contre la honte qui était supposée être un sentiment naturel lorsque nos menstruations avaient commencé. Et avec les menstruations venaient les crampes souvent supportées en silence, parce qu’il y avait du travail à faire; certaines de ces crampes étaient dues à des kystes, des hématomes ou des fibromes qui avaient tué les grands-mères qui avaient découvert et oublié les traitements de soins, puis s’était oubliées elles-mêmes. L’haleine de nos mères et de nos pères devenait de plus en plus froide, mais l’Extérieur frigorifiait la familiarité et, au lieu de réchauffer nos ventres, exprimait des jugements avec des conseils qui semblaient être des avertissements à propos de la seule chose qui importe aux hommes. Ceci s’appliquait à tous les hommes – légitimant ainsi le rôle de pillage du phallus, comme si sa seule option était de prendre ce que nous avions entre nos cuisses. Les nombreuses versions de cette vérité étaient remplacées par une naturalisation inamovible et fortement ancrée : dire à toutes les femmes que nous devions nous préserver pour l’un d’entre eux, pour celui qui introduira le premier son pénis en nous, pour celui qui nous donnera quelque chose en échange, et que nous sommes des femmes uniquement car nous aspirons à, et nous le laissons le mettre en nous. Quand j’étais une petite fille, j’ai exploré des petits pénis et des petits clitoris et, entre les séances de jeux entre filles, la question chuchotée était : à qui le tour de jouer l’homme et à qui le tour de jouer la femme? Et la réponse : les débuts de petits orgasmes, peu importe avec qui. Je suppose que la même chose doit se passer entre les corps de garçons.
 
Les expériences et les explorations de nos tantes, nos cousines et nos proches portaient essentiellement sur le corps et sa nudité en tant que tabou. Elles évitaient de l’exprimer et de le nommer, au point de le couvrir, de donner de nouveaux noms à ses excrétions, ses expulsions, sa procréation et, juste entre nous les femmes, ses fonctions de réception. J’ai entendu un jour une femme âgée dans un atelier de formation dire que lorsqu’elle vivait avec sa grand-mère, son souvenir était que cette vieille femme dormait en gardant un œil ouvert, avec un fusil posé sur son matelas. Le bruit le plus ténu dans la nuit suffisait à ce qu’elle empoigne son arme et vise. C’est là une situation courante en Colombie Pacifique, où certains comportements très néfastes sont normalisés. Des hommes mariés ou célibataires qui aiment bien une jeune femme pénètrent dans sa chambre la nuit – on appelle ça la gateada. Et cela n’est pas sans risque : si les tenant·es de l’autorité dans la famille réalisent ce qu’il se passe, qu’il s’agisse d’un abus ou non, l’homme peut être blessé, voire tué.
 
Cette habitude de faire sa propre loi n’a cependant jamais mis un terme aux gateadas, même encore aujourd’hui. Lors de ce même atelier – comme je le répétais à mes sœurs – d’autres participantes dirent que ni elle ni leur mère ne laisserait leur fille seule avec leur père à l’heure du bain, à moins que les filles ne portent un sous-vêtement. Je me suis alors souvenue de la voix de mon père me disant, lorsque j’avais sept ans, ta mère ne m’a jamais laissé te donner le bain. Après avoir parlé de cela, une autre femme répondit que, au contraire, son père l’a baignée toute nue dans la cour de sa maison d’enfance jusqu’à ses sept ans, puis son frère aîné le fit jusqu’à ses neuf ans. Elle ne sentit jamais quoi que ce soit de bizarre à la manière dont ils la regardaient; pour eux, c’était là simplement une autre tâche consistant à prendre soin de l’enfant la plus gâtée de la maison. Elle se souvient avoir été vue pour ce qu’elle était : une enfant fille, une enfant sœur, qui n’aimait pas l’eau.
 
Les enfances, à nouveau, hier comme aujourd’hui. Nous avons été surprises par cette histoire qui nous a réconfortées. Même moi j’avais vu que les choses étaient différentes ailleurs; le père de ma fille lui a donné son bain dans la baignoire jusqu’à ce qu’elle soit âgée d’environ deux ans. Même avant ses deux ans, il lui donnait de légères tapes sur les fesses, vers le haut, pour les faire grossir, disait-il. Nous pourrions ici parler de dimensions supplémentaires de la manière dont nous construisons nos corps, mais c’est là une tout autre histoire. Pour moi, il s’agissait d’une tâche de soins, parmi les nombreuses autres, que nous avions décidé d’un commun accord de répartir entre nous, avant même la naissance du bébé. Et la décision de ne pas considérer chaque homme comme un violeur en embuscade ne signifie pas que ce ne sont pas des violeurs, mais plutôt qu’ils peuvent arrêter de l’être. Il y a également des hommes et des corps masculins qui ont été élevés à ne jamais être des violeurs.
 
Cela a toujours cours. C’est arrivé à une de nos amies et à ma propre fille. Je me suis dit : comment se fait-il que certaines femmes soient en couple avec des hommes à qui elles ne peuvent pas faire confiance pour prendre soin de leur fille? Je suis sûre que ma mère aimait mon père. Et, bien qu’on ne parle que rarement de la femme qu’elle était avant de devenir ma mère, je sais que ces expériences d’abus ne peuvent être comparées à la brutalité et à la tolérance exagérée envers celles d’aujourd’hui. Mais cela demeure une décision que de nombreuses femmes dans de nombreux lieux prennent, ce qui entraîne d’autres questions. À quelle fréquence, combien de fois, ont eu lieu les cas d’abus dans nos familles élargies pour que les femmes interdisent de manière ouverte, ou de manière imperceptible, à leurs partenaires de donner le bain à leur fille? Est-ce que cela est en lien avec la surexposition médiatique à laquelle nous sommes soumises et soumis dès notre naissance? Qu’est-ce qui délite les liens familiaux et les transforme en simples échanges de satisfaction corporelle? Est-ce que cela tient à la proximité des valeurs urbaines qui portent tant d’attention aux bonnes formes des corps des femmes en tant qu’objets de désir, et poussent les corps masculins à se comporter comme des propriétaires et des conquérants, remplissant la mission de mimétisme des représentations médiatiques pour être rassurés dans leur identité? Est-ce le béton et d’autres codes, comme les bonnes manières de Carreño, qui les font perdurer? Est-ce encouragé par le besoin d’oublier certaines relations comme prix du progrès, cette insistance à « faire pour l’extérieur »? Que se passe-t-il avec ce que nous avons appris à notre époque, celles et ceux qui, en secret ou non, se sont adonné·e·s à des explorations sexuelles en tant qu’enfants? Cela a-t-il été effacé par la culpabilité? S’agissait-il des graines de méfiance et de honte en nous-mêmes? En effet, ne s’agit-il pas là de possibilités d’apprentissage dans lesquelles avoir confiance, comprendre la nudité des corps comme faisant partie du respect de soi-même et des autres? Ces questions émergent dans des espaces de confiance, où la peur de dire ce que l’on pense et ce que l’on ressent est chassée par l’intention de l’accompagnement. J’imagine combien nous sommes, dans tous les coins de cette planète, et je suis certaine que ce ne sont pas de nouvelles questions, que les messages qu’elles contiennent sont répétés, et que l’on se trouve à vivre dans les réponses.

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Continuez à explorer Incarnations transnationales

Cette édition du journal, en partenariat avec Kohl : a Journal for Body and Gender Research (Kohl : une revue pour la recherche sur le corps et le genre) explorera les solutions, propositions et réalités féministes afin de transformer notre monde actuel, nos corps et nos sexualités.

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التجسيدات العابرة للحدود

نصدر النسخة هذه من المجلة بالشراكة مع «كحل: مجلة لأبحاث الجسد والجندر»، وسنستكشف عبرها الحلول والاقتراحات وأنواع الواقع النسوية لتغيير عالمنا الحالي وكذلك أجسادنا وجنسانياتنا.

استكشف المجلة

L’AWID EN 2014 : Renforcer les processus d’organisation en faveur des droits des femmes dans le monde entier

L’AWID a le plaisir de partager son rapport annuel 2014.

Du renforcement des connaissances sur les enjeux liés aux droits des femmes à l’élaboration de réponses plus efficaces aux violences perpétrées contre les défenseuses des droits humains, nos efforts de l’an dernier n’ont cessé de poursuivre la consolidation des mouvements féministes et de droits des femmes du monde entier.

Consultez le rapport pour en apprendre davantage sur la façon dont nous avons renforcé les capacités de nos membres et plus largement de notre public , exercé de fortes pressions pour que les droits des femmes demeurent au premier plan des principaux processus internationaux relatifs au développement et aux droits humains, et contribué à améliorer la couverture médiatique des problématiques des droits des femmes et des processus organisationnels qui y sont liés. Le rapport propose une vue panoramique de nos projets ainsi que certains chiffres qui témoignent concrètement de notre impact.

La collaboration est au cœur de toutes nos actions et nous anticipons avec enthousiasme une autre année de travail ensemble afin de mener nos mouvements vers un niveau supérieur.


Coup d'oeil à l'intérieur du rapport

Dans un contexte de plus en plus exigeant, nous pouvons néanmoins discerner d’importants signes d’espoir de voir les priorités relatives aux droits des femmes progresser. Les activistes des droits des femmes jouent toujours un rôle crucial dans la création d’espaces au sein desquels il est possible d’exiger des changements structurels, de soutenir les communautés, de s’opposer à la violence et de préserver les acquis essentiels/ importants/majeurs. Il y a en effet des occasions à saisir pour influencer les nouveaux acteurs et mobiliser des ressources plus abondantes en faveur des organisations de droits des femmes.

Pour ce faire, il est essentiel de mener de solides actions collectives et de renforcer le processus d’organisation des activistes des droits des femmes.
 

Notre impact

  • Nous avons contribué au renforcement des connaissances sur les problématiques des droits des femmes
  • Nous avons renforcé notre communauté en ligne
  • Nous avons contribué à l’amélioration des réponses aux violences perpétrées contre les défenseuses des droits humains
  • Nous avons renforcé le mouvement grâce à des processus de travail collaboratifs
  • Nous avons exercé une pression maximale pour que les droits des femmes demeurent au premier plan des processus internationaux majeurs relatifs au développement
  • Nous avons permis aux organisations de droits des femmes d’influencer plus efficacement les donateurs et à la communauté des donateurs de mieux percevoir et comprendre les organisations de droits des femmes
  • Nous avons contribué à accroître et à améliorer la qualité de la couverture faite par les médias généralistes des problématiques des droits des femmes et des organisations actives dans ce domaine

Je suis sincèrement enchantée par tout ce qu’a réalisé l’AWID depuis 1982 et j’espère être en mesure d’apporter ma contribution, même modeste, à ce dur labeur en faveur des femmes et de l’égalité de genre. » — Aleksandra Miletic-Santic, Bosnie Herzégovine

Nos membres


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Récits des Forums de l’AWID

Stacey Park Milbern

« Je n’y connais pas grand-chose sur la spiritualité ou sur ce qui se passe lorsqu’on meurt, mais ma vie de queer crip coréenne me laisse penser que notre esprit corporel terrestre n’est qu’une petite partie du tout. En ne considérant pas nos ancêtres, nous choisissons de ne voir qu’un aperçu de qui nous sommes. » - Stacey Park Milbern

Stacey Park Milbern s’identifiait comme une femme de couleur, queer, handicapée et précurseure. Leader, mobilisatrice historique et fortement respectée dans le mouvement pour les droits des personnes handicapées et la justice, elle défendait également les droits de nombreuses autres communautés, et non seulement celles auxquelles elle appartenait. L’activisme de Stacey s’appuyait fortement sur ses expériences à l’intersection du genre, du handicap, de la sexualité et de la race. 

Stacey a cofondé avec quelques ami·e·s le club de culture sur la justice liée au handicap, un groupe de travail en soutien aux diverses communautés, notamment les plus vulnérables, aidant entre autres les personnes sans-abri à accéder aux ressources durant la pandémie de COVID-19.  

Elle a également coproduit une campagne impactante pour le documentaire « Crip Camp » de Netflix. Elle était membre du conseil d’administration de la WITH Foundation et a dirigé plusieurs organisations aux niveaux local, régional et national. Stacey écrivait joliment et vigoureusement : 

« Mes ancêtres sont des personnes déchirées de leurs amours par la guerre et les déplacements. C’est grâce à elleux que je connais le pouvoir de construire un foyer avec tout ce que l’on trouve, peu importe l’endroit et les personnes qui sont avec nous. Mes ancêtres sont des queers qui vivaient au Sud américain. Grâce à elleux, j’ai compris l’importance des relations, des lieux et d’une vie vécue en grand, même lorsque cela peut être dangereux. Tou·te·s mes ancêtres connaissent le désir. Ce désir est souvent notre espace de connexion... » - Stacey Park Milbern

Elle est née à Séoul, en Corée, a grandi en Caroline du Nord et continué son parcours dans la région de la baie de San Francisco. Stacey est décédée à la suite de complications chirurgicales le jour de son 33ème anniversaire, le 19 mai 2020. 


Lisez un essai écrit par Stacey Park Milbern (en anglais)
Écoutez un entretien avec Stacey Park Milbern (en anglais)
#StaceyTaughtUs : enregistrez votre histoire pour le projet Disability Visibility  

Hommages : 

« Beaucoup de gens le diraient : c’était une leader. Elle couvrait tous les aspects de ce rôle. Vous savez, parfois il y a des conduites de premier rang, de milieu ou de l’arrière. Et elle était d’une certaine façon capable de mener tous ces rangs. »  - Andraéa LaVant, activiste pour les droits des personnes handicapées

« Perdre Stacey au moment où nos communautés ont le plus besoin de son leadership est une réelle épreuve, surtout dans un contexte où sa force, sa vision et son cran étaient de plus en plus reconnus dans des milieux autres que ceux du handicap, lui offrant des leviers plus importants pour faire progresser le travail de toute une vie… Nous n’aurons pas la chance de savoir où son leadership charismatique nous aurait mené·e·s. Mais une chose est sûre : ce que Stacey nous a donné, en un temps relativement court, continuera de bénéficier à d’autres dans les prochaines années. »  - Disability Rights Education and Defense Fund (Fonds de défense et d’éducation sur les droits liés au handicap)

FRMag - Resistance Series

Feminist Resistance Series

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Dear Feminist Movements: A Letter from the Board

Dear feminist movements, 

Speaking on behalf of the Board, I  write to express our deepest gratitude, appreciation, and respect for Hakima Abbas and Cindy Clark, our extraordinary Co-Executive Directors during the past five years who will be stepping aside to refresh the AWID leadership as we move into a new strategic plan and phase of our organizational life. They have consistently practiced the best principles of feminist organizational leadership and ethics of care as they navigated us through one of the most unpredictable, turbulent times in recent history of the world, the COVID-19 syndemic, and the subsequent downward global political spiral. They held AWID, our Staff, and Board firmly, gently, and lovingly as all of us experienced various impacts. They also held steadfastly to AWID vision and mission as they responded respectfully and strategically to various changes, not least the cancellation of the AWID Forum.

Going forward… we expect to continue with the co-directorship model given the nature, scope, and weight of the responsibilities of the executive role at AWID. Our first experience with co-leadership was a success in a multitude of ways, as you all have seen. 

The Board decided to prioritize an internal recruitment process first, fully recognizing the great potential that exists within the current team. We expect to complete the transition by the end of 2022. Hakima and Cindy will stagger their departure, and will facilitate a smooth transition to the new leadership.  

Seeing Cindy and Hakima leave AWID is difficult for the Board as well as others who have worked closely with them and love them.  Nonetheless, rest assured the AWID Board is leading the transition process in a way that fully recognizes the beautiful and inspiring indelible marks Hakima and Cindy will be leaving as part of our 40-year history, that embraces the next step of on-boarding and supporting new leadership, and that inspires us to do better at this moment in AWID's life. 

Major organizational transitions are neither simple nor easy. Sometimes they are forced, beyond anyone’s control, fraught, or even destructive. I, and many of you, have seen examples of those kinds of transitions. At other times, the staff’s needs and aspirations are aligned with those of the organization. Although we did not choose or wish Cindy and Hakima to leave AWID, their decision and AWID moving into the next strategic plan and new decade of existence are aligned. Best of all, we are in the wonderful, super competent, creative, and feminist hands of the Staff and Board.

We thank you, dear Feminist Movements, for your confidence in AWID. We also ask you to support our leadership transition in the coming months. Let’s continue to build, deepen, and strengthen our connections, as we have done for the past 40 years. 

Please stay tuned for more concrete developments and updates. You will be hearing from us in the coming weeks.

In feminist solidarity and love,
Margo Okazawa-Rey
President, AWID Board

Annual Report 2009

3 women sitting on a roundtable with dmall thumbnails of women's faces on top and text that reads, "AWID ANNUAL REPORT 2009"

Our 2009 Annual Report includes highlights of another busy year of action and reflection at AWID as we implement our commitment to boldly, creatively and effectively contribute to the advancement of women’s rights and gender equality worldwide.

In the report you can find out about our programmatic achievements, membership, finances, what to watch out for in 2010, as well as information about our Board and Staff.

Download PDF

Snippet - Rights and Resources - ES

Derechos y recursos: Nos preparamos para los próximos 30 años

✉️ Inscripción presencial cerrada. Regístrate para la transmisión en vivo aquí
Evento en inglés

📅 Miércoles 12 de marzo de 2025
🕒 De 12:00 a 01:30 pm, EST

🏢 PNUD, 304 E 45th St. Doha Room, 11th Floor (FF Building)

Organizan: PNUD, Femena, SRI y AWID

Snippet Forum Quoate Nicky Mcintyre (EN)

All our change processes rely on the relationships we build at spaces like the AWID Forums where you dance together, your humour comes through, your real self, you tell stories. That is what makes the difference.
- Nicky Mcintyre, USA

Film club - Finding Sally

Finding Sally (2016) Amárico | Inglés con subtítulos en inglés

Una investigación personal sobre la misteriosa vida de Sally (la tía de la directora), una aristócrata etíope que se convirtió en rebelde comunista y desapareció luego de la revolución que llevó al derrocamiento del Emperador Haile Selassie.


Conversación en vivo con Tamara Dawit, directora de << Finding Sally >>

23 de junio a las 12:30 pm EST en IG Live

Nominación de feministas audaces para sumarse a la Junta Directiva de AWID

Cada año, en AWID buscamos renovar y enriquecer las perspectivas y la experiencia reflejadas en nuestra Junta Directiva a través de la incorporación de nuevxs afiliadxs.

Por favor, ayúdanos a identificar a feministas audaces y dedicadxs a fin de incluirlxs en la lista de nominaciones para la elección a la Junta Directiva de AWID, a realizarse el 29 de julio de 2022.

Las personas elegidxs se sumarán por un período de 3 años, a partir de principios de 2023. Esta es una oportunidad para contribuir a la gobernanza de nuestra organización y formar parte de un grupo increíble de feministas de todo el mundo

Envíanos tu nominación

Por favor, también comparte esta invitación a candidaturas entre tus redes.

¿A quién estamos buscando?

Ante todo, estamos buscando candidatxs comprometidxs con la misión de AWID, capaces de establecer conexiones entre las luchas locales y globales, y que puedan ayudarnos en la reflexión sobre cómo optimizar el posicionamiento y las fortalezas de AWID en un contexto en constante evolución. Además, lxs candidatxs deben estar dispuestxs a cumplir con los deberes y las responsabilidades legales de la Junta Directiva de AWID en beneficio de la organización.

La participación en la  Junta de AWID es una función voluntaria que requiere compromiso y dedicación durante todo el año. Se espera que lxs integrantes de la Junta se comprometan a dedicar un mínimo de 10 a 15 días al año para asistir a reuniones presenciales y virtuales, y contribuir con otras comunicaciones.  

En AWID, aspiramos a que nuestro Consejo refleje la diversidad en todas sus formas, especialmente, en términos de identidad de género, orientación sexual, edad, geografía y origen. Además, buscamos integrantes de la Junta  con experiencia relevante para las áreas de trabajo prioritarias de AWID.

Si bien consideraremos todas las candidaturas recibidas, teniendo en cuenta la composición actual de la Junta, daremos prioridad a los siguientes aspectos:

Candidatxs con experiencia de trabajo en las intersecciones de los derechos de las mujeres / justicia de género y

  • Financiamiento
  • Justicia climática
  • Justicia para personas con discapacidad, y/o 
  • Tecnología

Candidatxs de las siguientes regiones:

  • África
  • Sudamérica

¿Qué aportan a AWID lxs integrantes de la Junta Directiva?

La Junta Directiva es clave para orientar la dirección estratégica de AWID y apoyar a nuestra organización para que cumpla su misión en coherencia con el mundo en el que vivimos y las necesidades de nuestros movimientos.

Lxs integrantes de la Junta Directiva contribuyen al día a día de la organización de muchas maneras: aportando su experiencia en gobernanza en otros espacios, como también perspectivas de diversos sectores de los movimientos feministas y experiencia sustantiva en áreas relevantes para la estrategia de AWID.

Lxs candidatxs que finalmente resulten elegidxs se incorporarán a la Junta Directiva de AWID en 2023, acompañándonos en el lanzamiento de nuestro nuevo plan estratégico liderado por lxs nuevxs Codirectorxs Ejecutivxs de AWID, y en la planificación de nuestro próximo Foro internacional.

¿Conoces a alguien con este perfil?

Envíanos tu nominación

(Puedes nominarte a ti mismx  o a alguien que conozcas, con su consentimiento

Por favor, ayúdanos a difundir  este llamado a candidaturas compartiéndolo en tus redes.

Si bien cualquier persona puede presentar una nominación, solo lxs afiliadxs de AWID pueden votar en las elecciones para nuestra Junta Directiva - ¡Únete a AWID hoy mismo!

¡Gracias, desde ya, por ayudarnos a encontrar a lxs próximxs maravillosxs integrantes de la Junta Directiva que apoyarán a AWID en su camino hacia el futuro!

Stephanie Bracken

Biography

Stephanie Bracken est une féministe qui se consacre à la construction et au soutien de systèmes solides qui répondent aux besoins du moment et des personnes qui interagissent avec eux, tout en servant les principes de justice. Elle est titulaire d'un master en droits humains de l'Université de Sydney et d'une licence en études de genre, histoire et philosophie de l'Université McGill. Elle possède une expérience de travail avec des organisations féministes et de justice sociale dans les domaines du suivi, de l'évaluation et de l'apprentissage, de la planification stratégique du travail, de la gouvernance, de la gestion de projet et de la création de systèmes et de processus opérationnels. Stephanie est basée à Tiohtià:ke/Montréal, où elle aime chanter avec d’autres, camper, pratiquer les arts textiles et passer du temps avec ses enfants et sa communauté.

Position
Cheffe des Opérations
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