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Front Line Defenders: Ruth Alicia López Guisao killed
HRD Memorial: Ruth Alicia Lopez Guisao
Over the past few years, a troubling new trend at the international human rights level is being observed, where discourses on ‘protecting the family’ are being employed to defend violations committed against family members, to bolster and justify impunity, and to restrict equal rights within and to family life.
The campaign to "Protect the Family" is driven by ultra-conservative efforts to impose "traditional" and patriarchal interpretations of the family, and to move rights out of the hands of family members and into the institution of ‘the family’.
Since 2014, a group of states have been operating as a bloc in human rights spaces under the name “Group of Friends of the Family”, and resolutions on “Protection of the Family” have been successfully passed every year since 2014.
This agenda has spread beyond the Human Rights Council. We have seen regressive language on “the family” being introduced at the Commission on the Status of Women, and attempts made to introduce it in negotiations on the Sustainable Development Goals.
AWID works with partners and allies to jointly resist “Protection of the Family” and other regressive agendas, and to uphold the universality of human rights.
In response to the increased influence of regressive actors in human rights spaces, AWID joined allies to form the Observatory on the Universality of Rights (OURs). OURs is a collaborative project that monitors, analyzes, and shares information on anti-rights initiatives like “Protection of the Family”.
Rights at Risk, the first OURs report, charts a map of the actors making up the global anti-rights lobby, identifies their key discourses and strategies, and the effect they are having on our human rights.
The report outlines “Protection of the Family” as an agenda that has fostered collaboration across a broad range of regressive actors at the UN. It describes it as: “a strategic framework that houses “multiple patriarchal and anti-rights positions, where the framework, in turn, aims to justify and institutionalize these positions.”

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«Este sería un buen momento para repensar cómo podría ser la revolución. Quizás no sera una marcha por las calles de cuerpos enojados y sin discapacidades. Quizás será más como el mundo detenido porque todos los cuerpos que hay en él están exhaustos: porque el cuidado debe ser priorizado antes de que sea demasiado tarde.»
- Johanna Hedva
Los hospitales son instituciones, espacios vivientes del capitalismo, y lo que se manifiesta cuando alguien está supuestamente haciendo reposo allí es un microcosmos del sistema en que vivimos.
Las instituciones están organizadas para separarnos de nuestros sistemas de cuidados: en ellas nos encontramos aisladxs en estructuras rígidamente jerárquicas, y a menudo sentimos como si ese cuidado fuera algo que se nos hace a nosotrxs, en lugar de algo dado/recibido como parte de una conversación. Debido a su integración en la demanda capitalista, el cuidado institucional está compartimentado: una persona trata tu pierna y solo tu pierna, otra persona trata tu presión arterial, etc.
El mes pasado, la fotógrafa Mariam Mekiwi tuvo que someterse a una cirugía y documentó el proceso. Sus imágenes de entornos esterilizados (luces blancas de neón, filas y filas de estructuras repetitivas), con una paleta de colores desteñidos, reflejan un lugar que estaba vaciado de vida y de movimiento. Esta fue una de las formas en que Mariam mantuvo vivo su propio espíritu. Era una forma de protesta desde dentro de los confines de una institución con la cual tenía que interactuar.
Las fotos constituyen un retrato de algo increíblemente vulnerable, porque observar a alguien atravesar el colapso de su propio cuerpo es siempre un recordatorio sagrado de nuestra fragilidad. Son también un testimonio de la fragilidad de estos sistemas de cuidado, que nos pueden ser negados por diversas razones: desde no tener dinero hasta no estar en un cuerpo considerado lo suficientemente valioso, un cuerpo que es quizás demasiado femenino, demasiado queer, o demasiado marrón.
El cuidado experimentado como algo desencarnado y solitario, que puede ser revocado en cualquier momento, no nos ayuda a prosperar. Y es muy diferente del modo en que los seres humanos se comportan en la realidad cuando cuidan unos de otros. ¿En qué sería diferente nuestro mundo si nos comprometiéramos a desmantelar las actuales estructuras capitalistas referidas a nuestra salud? ¿Cómo sería nuestro mundo si lo reinventáramos en forma radical?
Veena Singh es una isleña de Fiyi, feminista y mujer de color Nacida y criada en un pequeño pueblo rural de Fiyi, su fuerza proviene de su rica herencia mixta (su madre es una mujer fiyiana indígena y su padre es fiyiano de ascendencia India). La identidad y las experiencias vividas de Veena han influido profundamente en su compromiso con la justicia, la equidad y la inclusión. Con más de dos décadas de experiencia en derechos humanos, igualdad de género, desarrollo comunitario e inclusión social, Veena es una activista apasionada por la reconfiguración del poder para crear un cambio transformativo y construir una «economía de la amabilidad» Su trabajo se expande por diversas áreas que incluyen: desarrollo comunitario, mujeres, paz y seguridad, políticas sociales, derechos humanos y defensa de políticas.
Veena está profundamente comprometida en hacer avanzar la inclusión, la paz y la justicia, los derechos sexuales y por la justicia reproductiva (SRHR, por sus siglas en inglés), la justicia climática y los derechos humanos. Aporta un gran acervo de experiencia trabajando con redes de base, organizaciones internacionales e instituciones gubernamentales, siempre con foco en los abordajes locales y liderados por la comunidad y los principios feministas.
Fuera de su ‘vida de oficina’, Veena es activista por el medio ambiente, defensora de la salud mental y escritora. Es la mamá de 11 gatos, se viste con sari y es amante del correo postal y las postales. Como observadora atenta de los movimientos feministas en Fiyi y el Pacífico, Veena está en un recorrido personal para «decolonizar la mente y el yo a través de la autoreflexión radical» Sobre todo, la impulsa el deseo y el sueño de producir una escritura convocante y resonante que conecte con la diáspora del Pacífico y difunda las voces de los márgenes.
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Consejo editorial Co-editorxs Diseño e ilustración Estratega de las comunicaciones Editora de la versión árabe Responsable de la traducción
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Avec plus de 30 ans d'expérience en finance, Christine a consacré sa carrière à développer les missions non lucratives à l'échelle mondiale. Ses contributions vont jusqu’au poste de trésorière du conseil d'administration d'une ONG. Christine a rejoint l'AWID en 2007 comme contrôleuse, puis en tant que directrice des finances depuis 2023. Pendant son temps libre, elle aime voyager, jardiner et faire de la randonnée.
عندما كنت في السادسة من العمر، علِمت أنّ جدّي كان يملك داراً للسينما. أخبرَتني أمّي كيف أنه افتتحها في أوائل الستينيّات، وكانت هي حينها في مثل عمري، إذ كان عمرها قُرابة الستّ سنوات. تذكّرتُ أنهم في الليلة الأولى عرضوا فيلم «صوت الموسيقى».

Alexandra es una feminista anglo-colombiana con más de 20 años de experiencia en programas locales, nacionales e internacionales sobre VIH y salud y derechos sexuales y reproductivos. Posee amplia experiencia en movilización de recursos y en relaciones con los donantes con fundaciones filantrópicas privadas y organismos multilaterales en nombre de ONG internacionales, nacionales y locales, sobre todo en América Latina y el Caribe. Antes de AWID, Alexandra trabajó en la Fundación Si Mujer, que presta servicios de aborto feminista, y como educadora en Colombia, RedTraSex y la International HIV/AIDS Alliance.
Es Licenciada en Relaciones Internacionales y Estudios para el Desarrollo de la Universidad de Sussex y posee un Máster en Salud Pública de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. En los pocos momentos en que no está trabajando o maternando, adora practicar natación, comer y, recientemente, comenzó a jugar al Zelda: Breath of the Wild con su hijo.
Jemutai es una apasionada amante de las plantas que encuentra inspiración en el mundo natural y su intrincada red de interconexiones. Esta fascinación con las interrelaciones del universo se refleja en su abordaje del trabajo, la construcción de comunidad, el cuidado y el apoyo. Cree en la vibrante presencia de sus ancestres dentro de sí misme, y vive para experimentar, recordar, sostener, apreciar y celebrar sus luchas, triunfos y valores.
Como activista queer, interseccional, feminista y por los derechos humanos, Jemutai ha dedicado su carrera a abogar por la equidad y la inclusividad. Es une apasionade del desarrollo organizacional, con formación en otorgamiento de subvenciones y administración, y ahora está dedicade a crear experiencias de impacto para encuentros y a brindar liderazgo y apoyo operacionales, garantizando que los espacios sean inclusivos, seguros y organizados con precisión y cuidado.
Jemutai también es une firme creyente en la filosofía de Ubuntu: la idea de que «yo soy porque nosotres somos». Esta creencia en nuestra humanidad compartida y en nuestra mutua interdependencia configura su enfoque colaborativo y su compromiso con la promoción de un ambiente inclusivo y que fomenta el apoyo para todes y, en especial, para gente silenciada y marginada.
Upasana is a non binary illustrator and artist based out of Kolkata, India. Their work explores identity and personal narratives by using a visual remnant or evidence of the contexts they work with. They are especially drawn to patterns which to them communicate complex truths about the past, present and future. When Upasana is not illustrating they organise and run a queer and trans community art centre in the city.
Nos membres forment un réseau dynamique de personnes dans le monde entier. Ce sont des chercheur-euse-s, des universitaires, étudiant-e-s, éducateur-trice-s, militant-e-s, femmes et hommes d’affaires, des responsables politiques, des praticien-ne-s du développement, des bailleurs de fonds. Nos membres, de tous âges, font de l’AWID une association féministe mondiale unique.
Nous proposons divers types d’adhésions en fonction du niveau de revenus et selon que vous êtes une personne ou une organisation. À l’heure actuelle, nous comptons plus de 5 000 membres, individuel-lle-s et institutionel-lle-s, issu-e-s de 164 pays.
Nous collaborons aux plaidoyers sur des problématiques spécifiques ; nos membres votent à l’élection des membres de notre conseil d’administration et peuvent également participer à nos actions prioritaires par le truchement de webinaires, d’enquêtes, d’actions urgentes, pour ne citer que quelques exemples.
Nos membres institutionnel-le-s représentent des organisations qui souhaitent faire progresser la justice de genre et les droits humains des femmes. Il s’agit d’organisations de droits des femmes, de l’échelle locale à la scène mondiale, de réseaux communautaires, de grandes institutions internationales, de ministères gouvernementaux, de programmes universitaires, et bien plus encore. Quelque 63 % de nos membres proviennent des pays du Sud et 38 % ont moins de 30 ans.
En asociación con activistas feministas jóvenes y organizaciones lideradas por jóvenes, AWID está organizando, en forma autónoma, Beijing Sin Ataduras, en paralelo con Beijing+25.