
Cynthia Nicole

The Human Rights Council (HRC) is the key intergovernmental body within the United Nations system responsible for the promotion and protection of all human rights around the globe. It holds three regular sessions a year: in March, June and September. The Office of the UN High Commissioner for Human Rights (OHCHR) is the secretariat for the HRC.
Debating and passing resolutions on global human rights issues and human rights situations in particular countries
Examining complaints from victims of human rights violations or activist organizations on behalf of victims of human rights violations
Appointing independent experts (known as “Special Procedures”) to review human rights violations in specific countries and examine and further global human rights issues
Engaging in discussions with experts and governments on human rights issues
Assessing the human rights records of all UN Member States every four and a half years through the Universal Periodic Review
AWID works with feminist, progressive and human rights partners to share key knowledge, convene civil society dialogues and events, and influence negotiations and outcomes of the session.
Amal était une femme politique et une parlementaire de premier plan en Libye.
Membre du corps professoral de l'Université de Benghazi de 1995 jusqu’à sa mort en 2017, elle militait par ailleurs au sein de la société civile et était membre de diverses initiatives sociales et politiques. Elle a aidé les familles des martyrs et des disparus et a été l'une des membres fondateurs-trices d'une initiative de jeunesse intitulée « Jeunesse de Benghazi en Libye ».
Lors des élections législatives de 2014, Amal avait été élue à la Chambre des représentants avec plus de 14 000 voix (le plus grand nombre de voix jamais obtenues aux élections de 2014). Amal restera dans les mémoires de beaucoup comme une femme politique qui a œuvré pour assurer un avenir meilleur dans l'un des contextes les plus difficiles et les plus conflictuels de la région.
Veena Singh es una isleña de Fiyi, feminista y mujer de color Nacida y criada en un pequeño pueblo rural de Fiyi, su fuerza proviene de su rica herencia mixta (su madre es una mujer fiyiana indígena y su padre es fiyiano de ascendencia India). La identidad y las experiencias vividas de Veena han influido profundamente en su compromiso con la justicia, la equidad y la inclusión. Con más de dos décadas de experiencia en derechos humanos, igualdad de género, desarrollo comunitario e inclusión social, Veena es una activista apasionada por la reconfiguración del poder para crear un cambio transformativo y construir una «economía de la amabilidad» Su trabajo se expande por diversas áreas que incluyen: desarrollo comunitario, mujeres, paz y seguridad, políticas sociales, derechos humanos y defensa de políticas.
Veena está profundamente comprometida en hacer avanzar la inclusión, la paz y la justicia, los derechos sexuales y por la justicia reproductiva (SRHR, por sus siglas en inglés), la justicia climática y los derechos humanos. Aporta un gran acervo de experiencia trabajando con redes de base, organizaciones internacionales e instituciones gubernamentales, siempre con foco en los abordajes locales y liderados por la comunidad y los principios feministas.
Fuera de su ‘vida de oficina’, Veena es activista por el medio ambiente, defensora de la salud mental y escritora. Es la mamá de 11 gatos, se viste con sari y es amante del correo postal y las postales. Como observadora atenta de los movimientos feministas en Fiyi y el Pacífico, Veena está en un recorrido personal para «decolonizar la mente y el yo a través de la autoreflexión radical» Sobre todo, la impulsa el deseo y el sueño de producir una escritura convocante y resonante que conecte con la diáspora del Pacífico y difunda las voces de los márgenes.
Consultez notre guide : « Un tout petit guide pour l’organisation de festivals féministes internationaux et d’événements en ligne. »
AWID gratefully acknowledges the many people whose ideas, analysis and contributions have shaped the “Where is the Money for Feminist Organizing?” research and advocacy over the years.
First and foremost, our deepest thanks goes to the AWID members and activists who engaged in WITM consultations and piloted this survey with us, sharing so generously of their time, analysis and hearts.
Our appreciation to feminist movements, allies and feminist funds, including but not limited to: Black Feminist Fund, Pacific Feminist Fund, ASTRAEA Lesbian Foundation for Justice, FRIDA Young Feminist Fund, Purposeful, Kosovo Women’s Network, Human Rights Funders Network, Dalan Fund and PROSPERA International Network of Women's Funds - for your rigorous research on the state of resourcing, sharp analysis and continued advocacy for more and better funding and power for feminist and gender justice organizing in all contexts.
Por Marianne Mesfin Asfaw
Tengo muchos recuerdos queridos de mi recorridofeminista, pero hay uno en particular que se destaca. Fue durante mi época en la escuela de posgrado, una conferencia a la que asistí como parte de un curso de Teoría Feminista. La conferencia trataba sobre feminismo africano y, en ella, la profesora habló de la historia del panafricanismo, de su carácter patriarcal, centrado en los hombres, y de cómo los estudiosos panafricanistas perpetuaban el borramiento de las mujeres africanas. La conferencista señaló que las contribuciones de las mujeres africanas a las luchas anticoloniales y descoloniales en el continente rara vez, o nunca, se analizany no se les da el debido crédito. Leímos acerca de las académicas feministas africanas que desafían ese borramiento y dan a conocer activamente las historias de los movimientos y los esfuerzos de resistencia liderados por mujeres africanas. Parecetan sencillo, pero lo que más me llamó la atención fue que alguien juntara las palabras africana y feminista. Mejor aún: descubrir que había muchas más de nosotras ahí afuera, luchando contra las complicaciones de la historia, la política y las normas sociales en distintos rincones del continente, y que todas estábamos utilizando una perspectiva feminista para hacerlo. Salí de esa conferencia conmovida y completamente alucinada. res de mis amigas (todas feministas africanas) y yo nos quedamos un rato comentando fuera del aula. Todas estábamos impresionadas por la genialidad de la conferencia y su contenido pero, sobre todo, sentimos que estábamos siendo tenidas en cuenta. Ese sentimiento fue el que más me llamó la atención.
Enamorarse del feminismo fue electrizante. Fue como sentir que por fin puedes hablar con la persona que te gusta desde hace mucho tiempo y descubres que también le gustas. Lo llamo mi enamoramiento porque durante la escuela secundaria me consideraba feminista pero sentía que no sabía lo suficiente sobre el tema. ¿Había una forma correcta de ser feminista? ¿Y si no lo estaba haciendo bien? Cuando asistí a mi primera conferencia de Estudios de las Mujeres obtuve respuestas para algunas de estas preguntas. Fue emocionante conocer historias de resistencia feminista y de desmantelamiento del patriarcado. Me sentí muy afirmada y validada, pero también sentí que algo me faltaba.
Profundizar mi relación con el feminismo a través de la academia en una institución en la que el estudiantado y el personal docente eran en su mayoría blancx, significó que, durante esos primeros años, me diera cuenta de que rara vez hablábamos sobre cómo la raza y la antinegritud se ponen en juego en los movimientos feministas hegemónicos. En la mayoría de las asignaturas teníamos tal vez una semana, o peor aún, una clase, dedicada a la raza donde por lo general leíamos algo de bell hooks, el trabajo de Kimberly Crenshaw sobre interseccionalidad, y tal vez, a Patricia Hill Collins. A la semana siguiente volvíamos a dejar de lado el tema. Lidié con todo esto dándole un lugar central a la raza y al feminismo negro en casi todas mis tareas, escribiendo sobre el pelo negro y las políticas de respetabilidad, la hipersexualización de los cuerpos de las mujeres negras, y mucho más. Con el tiempo me di cuenta de que intentaba llenar un vacío, pero no sabía muy bien cuál era.
El momento en que el círculo se cerró de manera perfecta fue cuando descubrí que había un feminismo africano y lo estudié. Me di cuenta de que teníamucho más por aprender, principalmente que mi africanidad y mi práctica feminista no tenían por qué estar separadas. Al contrario: tenían mucho que aprender la una de la otra, y había feministas africanas que ya estaban haciendo este trabajo. Esa era la pieza que faltaba y que me fue tan esquiva durante mi exploración del feminismo a lo largo de mi carrera académica.
Para mí, el feminismo es la antítesis de la apatía social y política. También significa que una vez que adoptas una perspectiva feminista, nada puede ser igual. Con mis amigas solíamos decir que era como ponerse unos anteojos que nunca te puedes quitar porque ahora ves el mundo tal y como es, con todos sus desastres. Desastres que no puedes ignorar ni dejar de lado. Es por eso que mi compromiso con el movimiento feminista es no dejar nunca de aprender, seguir ampliando el alcance de mi empatía y no vivir nunca de forma pasiva. Dedicar más tiempo y espacio en mi vida a los movimientos feministas, y seguir amplificando, celebrando, documentando y citando el trabajo de las feministas africanas. También me comprometo a darle un lugar central al cuidado y a dar prioridad al placer en este recorrido feminista porque no podemos sostener nuestros movimientos sin esto.
Affectionately known as “Mama Efua”, her work to end Female Genital Mutilation (FGM) movement spanned three decades and helped bring international attention and action to end this harmful practice.
In 1983 Efua co-founded FORWARD (The Foundation for Women’s Health, Research and Development), which became a leading organisation in the battle to raise awareness about FGM. Her 1994 book, “Cutting the Rose: Female Genital Mutilation,” is considered the first on FGM and, featured in Columbia University’s “Africa’s 100 Best Books for the 20th Century”.
Originally from Ghana and a nurse by training, Efua joined the WHO in 1995 and successfully pushed for FGM to go on the agendas of WHO member states. She also worked closely with the Nigerian government in formulating a comprehensive National Policy that laid the groundwork for Nigeria’s anti-FGM laws, still in place today.
Her ground breaking work culminated in an Africa-led campaign, “The Girl Generation,” which is committed to ending FGM within a generation. Efua demonstrated how one person can become the unifying voice for a movement, and her wise words - “shared identity can help bring activists from different backgrounds together with a common sense of purpose” – are more relevant than ever.
Avec plus de 30 ans d'expérience en finance, Christine a consacré sa carrière à développer les missions non lucratives à l'échelle mondiale. Ses contributions vont jusqu’au poste de trésorière du conseil d'administration d'une ONG. Christine a rejoint l'AWID en 2007 comme contrôleuse, puis en tant que directrice des finances depuis 2023. Pendant son temps libre, elle aime voyager, jardiner et faire de la randonnée.
CARING ECONOMIESLAND AND AGROECOLOGYFEMINIST COOPERATIVISMFEMINIST UNION ORGANIZING
Absolutely, we want to hear about your experience with resourcing.
« J’ai subi des violences sexuelles, des blessures physiques et d’autres formes de violence lorsque je manifestais sur les lignes de front. Mais je ne m’arrêterai jamais, tant et aussi longtemps que nous n’aurons pas de régime civil au Soudan. Nous devons arrêter la militarisation de l’État. Nos corps ne doivent plus être traités comme des champs de bataille »
déclarait Amal*, une manifestante de 23 ans**
Les femmes sont à la tête de la révolution au Soudan depuis quatre ans. Leur leadership ne s’est pas limité à la rue : elles étaient la force motrice de la résistance continue à tous les niveaux. Les femmes et les jeunes féministes sont devenues la conscience alerte du mouvement pour le changement et la démocratisation au Soudan. Dès la première manifestation contre l’ancien régime dans la ville d’Aldmazein, dans la région en conflit du Nil Bleu, le 13 décembre 2018, de jeunes écolières sont devenues les porte-voix réclamant la fin de 30 années de dictature militaire et de Frères musulmans.
Le mouvement féministe mené par de jeunes femmes âgées de 16 à 35 ans a créé une révolution au sein de la révolution incessante depuis quatre ans au Soudan. Les voix des jeunes femmes qui occupent l’espace dans les rues, sur les réseaux sociaux, au sein de la société civile et des organisations politiques sont suffisamment fortes pour avoir remodelé l’opinion publique et questionné les normes sociales. Les discussions sur les violences sexuelles et basées sur le genre et les tabous de la violence domestique et des processus décisionnels dominés par les hommes sont devenues des débats courants pour la première fois dans l’histoire du Soudan. Les équipes de football féminines, les femmes porte-parole de comités de la résistance et les syndicats professionnels dirigés par des femmes sont quelques-uns des faits saillants de la nouvelle vague du mouvement féministe au Soudan. Des jeunes femmes se définissant fièrement et publiquement comme féministes est le gain le plus important, dans un pays dirigé depuis trois décennies par un islam fondamentaliste. De jeunes hommes soutenant l’activisme féministe et s’identifiant eux-mêmes comme féministes est un autre progrès qu’il convient de souligner.
Ce progrès n’est pas sans coût, tout comme il n’est pas parfait. Les activistes féministes, les groupes et les activistes se retrouvent face aux difficultés typiques rencontrées dans les contextes conservateurs et affectés par des conflits. Mais l’impact du mouvement des jeunes féministes au Soudan mérite d’être encensé. Dépasser les obstacles internes des différences de culture, de religion et des conflits historiques est un défi en soi, que les jeunes féministes au Soudan semblent relever activement. La création d’écoles féministes au Darfour et dans le Kordofan révèle la trajectoire unique du travail des jeunes féministes au Soudan, dont nous pouvons tirer des enseignements.
Il n’est pas possible de nommer les jeunes femmes à la tête de ces efforts et les groupes de femmes actives sur le terrain, du fait des nombreuses préoccupations sécuritaires suite au coup d’État militaire toujours en cours. Mais leur résilience, leur force et leur courage devront figurer dans les livres d’histoire. Ces jeunes femmes audacieuses à la tête de la résistance dans les rues, derrière leurs écrans, dans différentes professions et sur différents terrains d’activisme façonnent l’avenir du Soudan. Les jeunes féministes au Soudan créent de nouveaux espaces pour que des récits et des discours féministes restructurent la distribution du pouvoir, dans ses aspects politiques, économiques et sociaux.
Malgré l’immensité de la violence, la résurgence d’un islam fondamentaliste, la militarisation et la réduction des espaces civiques, les activistes féministes au Soudan restent ancrées dans leurs sororités. Elles demeurent une incroyable source d’inspiration pour les mouvements féministes à travers le monde.
Nazik Awad
* Amal est un pseudonyme afin de protéger la jeune activiste citée.
** Le Soudan vit une révolution constante depuis 2018. Une nouvelle vague a démarré après le coup d’État militaire du 25 octobre 2021.
Zita fue una activista por los derechos de las mujeres que defendió los derechos de las mujeres rurales en el Gran Kivu.
Fue la primera directora ejecutiva de UWAKI, una organización de mujeres muy conocida. A través de su trabajo con la Red de Mujeres por los Derechos y la Paz (RFDP) y el Foro de Mujeres por la Paz de Kivu del Sur, dedicó su vida a ayudar a restablecer la paz en la zona oriental de la República Democrática del Congo. Se manifestó firmemente en contra del uso de la violencia sexual como arma de guerra.
En 2006, se propuso como candidata en las primeras elecciones democráticas del país. Aunque no ganó, siguió defendiendo los derechos de las mujeres y la comunidad de Kivu del Sur la recuerda con cariño.
Alexandra es una feminista anglo-colombiana con más de 20 años de experiencia en programas locales, nacionales e internacionales sobre VIH y salud y derechos sexuales y reproductivos. Posee amplia experiencia en movilización de recursos y en relaciones con los donantes con fundaciones filantrópicas privadas y organismos multilaterales en nombre de ONG internacionales, nacionales y locales, sobre todo en América Latina y el Caribe. Antes de AWID, Alexandra trabajó en la Fundación Si Mujer, que presta servicios de aborto feminista, y como educadora en Colombia, RedTraSex y la International HIV/AIDS Alliance.
Es Licenciada en Relaciones Internacionales y Estudios para el Desarrollo de la Universidad de Sussex y posee un Máster en Salud Pública de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres. En los pocos momentos en que no está trabajando o maternando, adora practicar natación, comer y, recientemente, comenzó a jugar al Zelda: Breath of the Wild con su hijo.
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![]() Mujeres y colaboradorxs en la cocina de Ocupação 9 de Julho |
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El financiamiento externo incluye donaciones y otras formas de financiamiento provenientes de fundaciones filantrópicas, gobiernos, donantes bilaterales, multilaterales y corporativos y de donantes individuales, ya sea que estos se encuentren radicados en tu país o en el exterior. Excluye aquellos recursos que las agrupaciones, organizaciones o movimientos generan de manera autónoma como, por ejemplo, cuotas de membresía, contribuciones voluntarias del personal, afiliadxs o adherentes, colectas comunitarias, alquiler de espacios propios o venta de servicios. Para consultar más referencias, en la propia encuesta se encuentran incluidas las definiciones de los distintos tipos de financiamiento y descripciones breves de distintos tipos de donantes.
Cuando miles de feministas se unen, creamos una fuerza arrolladora de solidaridad que tiene el poder de cambiar el mundo. El Foro de AWID será un momento para que descansemos y nos recuperemos juntas, nos conectemos más allá de las fronteras y descubramos nuevas y osadas direcciones estratégicas.
La fecha y el lugar se anunciarán el próximo año, tan pronto como podamos. Estamos emocionades y sabemos que ustedes también lo están. ¡Manténganse al tanto!
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Bessy también fue integrante de Arcoíris, una organización que apoya a la comunidad LGBTI+. También fue una persona de referencia para la Plataforma Derechos Aquí y Ahora de Honduras, y abogó enérgicamente por la ciudadanía plena de las personas trans, y por la aprobación de una ley de identidad de género que permitiera a las personas trans cambiar su identidad de género legalmente.
"Desde principios de año [2019] la comunidad trans ha sufrido una serie de ataques, por defender, por reivindicar derechos". - Rihanna Ferrera (hermana de Bessy)
Bessy era una trabajadora sexual, y a principios de julio de 2019, fue asesinada a tiros por dos hombres mientras trabajaba en las calles de Comayagüela. Quienes la asesinaron fueron posteriormente arrestados.
Bessy es una de las muchxs defensorxs de los derechos LGBTI+ en Honduras que fueron asesinadxs por su identidad y su trabajo. Otras compañeras han sido: Cynthia Nicole, Angy Ferreira, Estefanía "Nia" Zúñiga, Gloria Carolina Hernández Vásquez, Paola Barraza, Violeta Rivas y Sherly Montoya.
El caso de Bessy es emblemático por su injusticia y por reflejar un problema mucho más amplio, que es el de la violencia sistemática a la que se enfrenta la comunidad LGBTI+ en Honduras, ya que el Estado ni garantiza los derechos que ofrece y ni brinda protección. Esto ha creado una cultura de impunidad.
A pesar de los riesgos a los que se enfrentan lxs defensorxs LGBTI+ en Honduras, continúan a diario con su trabajo para desafiar y resistir la violencia, y luchar contra el estigma y la discriminación.
"Si muero, que sea por algo bueno y no por algo inútil. No quiero morir huyendo, como unx cobarde. Si muero, quiero que la gente diga que morí luchando por lo que es mío". - integrante de Arcoíris.