Mridula fue una firme promotora de la salud de las mujeres en una época en la que el tema de la salud sexual y reproductiva de las mujeres se consideraba tabú en Fiji.
Mridula orientó los primeros trabajos del movimiento por los derechos de las mujeres en Fiji sobre derechos sexuales y reproductivos y, en septiembre de 1999, el Fondo de Población de las Naciones Unidas le otorgó un premio regional sobre salud y derechos reproductivos. Fue una activista férrea, comprometida e incansable y apasionada por la salud y el empoderamiento de las mujeres.
Fue una valiosa integrante del movimiento de mujeres y del movimiento feminista de Fiji y sus aportes se recordarán por siempre. Falleció en 2017 por causas naturales.