Las evidencias aumentan: las metas de desarrollo y de derechos humanos acordadas a nivel internacional no se están cumpliendo.
Más aún, las organizaciones de la sociedad civil y los movimientos sociales están sufriendo de ‘fatiga de conferencias’ tras años de sistemática participación en el ámbito de las conferencias de las Naciones Unidas. Las organizaciones y redes internacionales de mujeres son particularmente afectadas.
El presente artículo busca aportar a este debate, sin pretender cubrir todos los mecanismos o procesos de la ONU.
Empieza dando una mirada general al actual contexto y al marco global de gobernanza, para luego centrarse en cuatro mecanismos clave de la ONU relacionados con la economía: los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM), el proceso de Financiación para el Desarrollo (FpD), los tratados de derechos humanos – incluido el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (PIDESC) – y las Conferencias Mundiales. Cada uno de estos espacios que establecen normas internacionales es evaluado por su eficacia como una plataforma para promover la justicia de género y económica, considerando el estado del mecanismo y los resultados de la participación de las mujeres hasta la fecha.
Este artículo también discute los principales desafíos que enfrentan los movimientos de mujeres en su búsqueda de justicia de género y económica a través de canales internacionales, retos que incluyen las implicaciones de algunas de las propuestas de reforma planteadas en el reciente Informe Cardoso acerca del involucramiento de la sociedad civil con la ONU.
Concluye con un llamado a un involucramiento crítico en los mecanismos de la ONU, reclamando estos espacios políticos globales.