El 11 de abril de 2011, el gobierno tunecino votó una ley revolucionaria que instituye la paridad total y la alternancia obligatoria de candidatos masculinos y femeninos en todas las listas durante la próxima elección de la Asamblea Constituyente. AWID conversó con Radhia Bel Haj Zekri (R.B.H.Z.), Presidente de AFTURD (Sigla en francés de Asociación de Mujeres Tunecinas para la Investigación y el Desarrollo), sobre el sentido de esta ley para las mujeres y sus derechos en Túnez.
Por Massan d’Almeida
Túnez es un país del Magreb, a menudo considerado como un Estado abierto a las modificaciones del mundo moderno debido a su Código de Estatuto Personal (CSP sigla en francés) que es uno de los más modernos del mundo árabe. Las mujeres tienen una presencia relativamente fuerte en la esfera pública de Túnez, constituyen el 26,6% de la población activa. Bajo el anterior gobierno dirigido por la Agrupación Constitucional Democrática (RCD sigla en francés), las mujeres representaban el 27.6% (o sea 59 sobre 214) de los diputados de la cámara electa el 25 de octubre del 2009, la cifra más alta en toda la región del Medio Oriente y África del Norte. Luego de la demisión forzada del presidente Zine El Abidine Ben Ali, el 14 de enero por una revolución no violenta, el Parlamento fue disuelto en febrero del 2011 y el poder de gobernar el país por decreto fue conferido al Presidente interino Fouad Mebazza, el anterior presidente de la cámara baja del Parlamento.
El 11 de abril del 2011, el gobierno tunecino de transición votó una ley revolucionaria que instituye la paridad total y la alternancia obligatoria de candidatos masculinos y femeninos en todas las listas durante la próxima elección de la Asamblea Constituyente que se realizará el 23 de octubre del 2011. La Asamblea Constituyente estará compuesta por 218 miembros que tendrán por mandato redactar la nueva Constitución de Túnez; tendrán también el poder ya sea de nombrar un nuevo gobierno o extender el mandato del actual gobierno hasta la realización de las elecciones generales inicialmente previstas para julio, pero que ahora serán organizadas para más tarde.
Esta decisión es una innovación en el mundo árabe, y constituye un progreso regional y un avance notorio para los derechos de las mujeres en Túnez. Esta brinda la oportunidad a las mujeres tunecinas de tomar parte en la redacción de la nueva ley fundamental y asegurar que la perspectiva de los derechos de las mujeres y la igualdad de género sean reflejadas en este importante documento. Pero se teme que los avances realizados en materia de derechos de las mujeres no sean puestos en consideración y sofocados en la marcha de las luchas ideológicas y religiosas por la conquista del poder. A pesar del activo rol de vanguardia jugado por las mujeres durante las protestas, se asiste ya, a la desaparición de la representación de las voces femeninas en la vida política – el actual gobierno de transición no cuenta más que con 2 mujeres ministras.
¿Se presagia un futuro mejor para los derechos de las mujeres de Túnez en la era postrevolucionaria? Para saber más sobre esta cuestión, AWID conversó con Radhia Bel Haj Zekri (R.B.H.Z.), Presidente de AFTURD.
AWID: ¿Cómo se movilizaron las organizaciones y el movimiento de los derechos de las mujeres de Túnez para hacer votar esta nueva ley sobre la paridad?
R.B.H.Z.: La lucha de las organizaciones autónomas de mujeres para el reconocimiento de los derechos políticos, económicos y sociales que comenzó hace algunas décadas, prosigue luego de la revolución. En ese contexto de transición democrática, esta se focalizó en la participación política de las mujeres y el fortalecimiento de su representación en el espacio público, y el mejoramiento de su acceso a los centros de decisión.
La nueva ley electoral es el primer texto votado dentro del marco de las reformas políticas emprendidas durante ese período de transición democrática hacia la Asamblea Nacional Constituyente. El principio de paridad obligatoria con la alternancia hombre/mujer es una conquista para las tunecinas y las fuerzas progresistas del país. Este logro no es fruto del azar. Durante todo el proceso que condujo al 14 de enero, las mujeres fueron muy activas dentro de los sindicatos, las manifestaciones, las asociaciones y los partidos políticos. Por esto mismo además, pagaron los costos bajo la forma de violencia policial que un gran número de ellas soportó durante las manifestaciones.
En efecto, el proyecto del texto de esta nueva ley fue formulado por una comisión de expertos en la cual participaban militantes feministas de AFTURD y de ATFD (Sigla en francés de Asociación Tunecina de Mujeres Demócratas). Este texto fue luego discutido en el seno de “la Alta Instancia para la Realización de los Objetivos de la Revolución y de las Reformas Políticas” (HIRORRP por su silga en francés) donde las representantes de AFTURD y de ATFD, junto con otros actores y actrices de la sociedad civil jugaron un rol importante en su promulgación.
Es gracias a las luchas llevadas adelante por las mujeres tunecinas, durante y luego de la revolución en todo el país, que ellas ven hoy finalmente reconocido su derecho a participar, en igualdad con los hombres, en la vida política tunecina.
AWID: Algunas organizaciones han expresado abiertamente su preocupación en relación con esta ley. ¿Puede explicarnos por qué han tenido esta reacción?
R.B.H.Z.: El debate en torno de la ley electoral ha sido el primer gran paso hacia la construcción de la democracia en Túnez. Los actores políticos sostenían el mismo punto de vista sobre la absoluta necesidad de establecer rupturas con la dictadura y el monolitismo político. En esta lucha por la democracia, las mujeres añadieron el principio de que la transición democrática no debe hacerse ni sin las mujeres ni contra las mujeres, sino con las mujeres en el marco de la preservación de los derechos adquiridos y del desarrollo de estos derechos hacia una igualdad total y real. Las resistencias venían tanto de algunos partidos políticos progresistas como conservadores. Estos partidos habituados a un público mayoritariamente masculino expresaron sus temores en cuanto a las dificultades de movilizar a las mujeres y formar listas conformes al principio de paridad. Los detractores de esta ley la consideran como una “infantilización” de las mujeres; otros aún estiman que esta discriminación positiva es contraria al principio de igualdad de oportunidades para todos, puesto que las mujeres son favorecidas, dado que la ley obliga a los partidos a inscribirlas en sus listas.
AWID: ¿Qué significa esta ley para los tunecinos a partir de ahora?
R.B.H.Z.: Esta ley es la garantía para las tunecinas de viraje histórico puesto que permitirá por primera vez elecciones libres, plurales y transparentes.
El principio de paridad consagrado en la nueva ley electoral tiene un significado simbólico. Es una medida de discriminación positiva que reconoce el derecho de las mujeres al acceso a las responsabilidades políticas y al espacio público, y que tendrá ciertamente un efecto positivo a mediano plazo sobre las prácticas discriminatorias en el seno de los partidos políticos. Su alcance real es tributario de la lucha que llevan adelante las mujeres tunecinas en diferentes niveles ante los partidos políticos para asegurarse que las mujeres sean ubicadas en los encabezamientos de las listas. Su éxito es también tributario de la conciencia y el compromiso político de las mujeres durante este período crucial y del trabajo de sensibilización que llevan adelante las líderes del movimiento de mujeres de Túnez dentro de su diversidad.
A nivel regional esta medida puede suponer un efecto dominó e inspirar a los legisladores en los otros países árabes.
AWID: ¿Piensa Ud. que esta ley por sí sola es suficiente para aportar más igualdad entre las mujeres y los hombres en la sociedad tunecina?
R.B.H.Z.: No, el camino hacia la igualdad está aún sembrado de obstáculos y la lucha de las mujeres para consolidar sus derechos debe continuar sea cual sea el desenlace de estas elecciones. La libertad de expresión recuperada ha hecho salir a la superficie las voces sofocadas hasta ese momento y que reivindican las libertades individuales y más derechos para las mujeres, pero esta igualmente permitió poner al desnudo la expresión de las corrientes retrógradas que ponen en cuestión los logros de la mujer tunecina, las cuales comienzan a actuar y organizar una ofensiva peligrosa aprovechando esta delicada coyuntura.
AWID: ¿Que harán las organizaciones de los derechos de las mujeres durante esta fase preparatoria del próximo escrutinio?
R.B.H.Z.: En este contexto propicio para las libertades de asociación, el paisaje asociativo vio el nacimiento de muchas iniciativas nuevas tanto en la capital como en las regiones. Una verdadera efervescencia de asociaciones de mujeres que aportan tranquilidad en cuanto a las luchas futuras. Los objetivos inmediatos de todas las asociaciones de mujeres antiguas y nuevas en el corto plazo es la educación ciudadana, la sensibilización de las mujeres respecto al proceso electoral, sobre la necesidad de la presencia de las mujeres en los puestos de decisión de las futuras estructuras del Estado.
Esta etapa histórica no conlleva sólo oportunidades, contiene igualmente muchos riesgos. Las fuerzas de la contra-revolución que representan al antiguo régimen se reorganizan e intentan igualmente desestabilizar el país e impedir avanzar en este proceso de democratización. Debemos por lo tanto permanecer vigilantes y protegernos de esas fuerzas.