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Sudán del Sur: ¿Qué significará la independencia para las mujeres?

NOTAS DE LOS VIERNES: La República del Sudán, ubicada al noreste del África y actualmente el país más grande del continente, será pronto dividida en dos, luego de un referendo realizado en el sur de esta nación en enero de 2011. El 7 de febrero de 2011 se anunció que una inmensa mayoría (98.83%) de sudaneses del sur había votado a favor de separarse del norte. Se espera que Sudán del Sur se convierta en el más nuevo país independiente el 9 de julio de 2011. El referendo fue uno de los resultados del Acuerdo General de Paz o Acuerdo de Naivasha de 2005, que puso fin a 22 años de guerra entre el norte y el sur del Sudán.

Por Kathambi Kinoti

Las mujeres constituyen alrededor del 65 por ciento de los aproximadamente ocho millones de habitantes de Sudán del Sur.[1] Aunque los resultados oficiales del referendo – que reportan un 97.58 por ciento de concurrencia a las urnas – no desglosaron los datos por sexo, los informes indican que las mujeres conformaron el 52 por ciento de votantes. La Constitución provisional de 2005 de Sudán del Sur contiene disposiciones para la acción afirmativa, garantizándoles a las mujeres como mínimo un 25 por ciento de “participación en la vida pública y representación en los órganos legislativo y ejecutivo”. Sin embargo, los bajos niveles de escolaridad, así como los roles tradicionales imperantes de las mujeres y las expectativas que de ellas se tiene, continúan siendo obstáculos para su participación significativa en el liderazgo político.

La Constitución provisional defiende el principio de igualdad ante la ley independientemente del sexo, entre otras condiciones. Garantiza la acción afirmativa, contiene disposiciones para que las mujeres hereden propiedades y obliga al gobierno de Sudán del Sur a promulgar leyes que prohíban prácticas tradicionales dañinas.

Manal Allagabo, Coordinadora de la Red SIHA (Iniciativa Estratégica para las Mujeres del Cuerno de África) en Sudán, conversó con AWID sobre las implicancias de la independencia desde una perspectiva de derechos de las mujeres.

AWID: Sudán del Sur votó mayoritariamente por su independencia.[2] ¿Por qué era tan importante para el sur separarse del norte?

MANAL ALLAGABO (MA): Creo que la secesión era muy importante porque durante mucho tiempo la población de Sudán del Sur ha enfrentado marginación y discriminación. Sudaneses del sur residentes en el norte viven en las periferias de las ciudades o en campamentos para personas desplazadas y se les dificulta encontrar empleo formal. El sur está subdesarrollado y hay una falta de servicios básicos tales como salud y educación. Después de años de tratárseles como ciudadanas y ciudadanos de segunda clase, la gente de Sudán del Sur ahora gozará del derecho a tomar sus propias decisiones.

Felicito al pueblo de Sudán del Sur por su decisión. Espero que las mujeres de Sudán del Sur sean fortalecidas por sus experiencias durante la guerra y defiendan sus derechos.

AWID: ¿Cómo ha sido la situación para las mujeres en el sur?

MA: Hay altos niveles de pobreza y analfabetismo entre las mujeres. La prevalencia de VIH y sida es una preocupación; asimismo, la violencia doméstica y otras formas de violencia por motivos de género son comunes. Aun después de la cesación del fuego entre el norte y el sur, los conflictos étnicos continúan y las mujeres han sido las más vulnerables a la violencia y al desplazamiento. El respeto por los derechos de las mujeres no suele ser parte de la cultura en Sudán del Sur. Las leyes consuetudinarias tienden a favorecer a los hombres. Por lo general han sido hombres quienes toman las decisiones en los tribunales consuetudinarios, también conocidos como tribunales nativos o tradicionales.[3] Recientemente, una mujer fue nombrada a un tribunal de ley consuetudinario, pero usualmente los jueces y jurados han sido hombres. Un área particular en que las mujeres están en desventaja en los tribunales consuetudinarios son los casos en que se las acusa de adulterio. A menudo son encarceladas por ocho meses a un año con base en pruebas circunstanciales de acusaciones de adulterio. Las acusaciones de adulterio de mujeres contra hombres, por otro lado, raras veces son procesadas, si es que acaso llegan ante los tribunales consuetudinarios.

Las mujeres combatieron junto a los hombres durante la guerra, pero tras la cesación del fuego no obtuvieron el mismo reconocimiento que ellos o posiciones similares. Aunque la participación política de las mujeres sí aumentó después de la guerra, no ha sido tan efectiva como debería serlo. Ellas han continuado luchando contra los estereotipos y las mentalidades patriarcales de sus comunidades. Aunque las mujeres participan dentro de los partidos políticos, en éstos por lo general no ocupan cargos de toma de decisiones.

AWID: ¿Cuáles serán las prioridades inmediatas para Sudán del Sur a medida que se recupera de la devastadora guerra? ¿Y cuáles son las prioridades en relación con los derechos de las mujeres?

MA: Sudán del Sur necesita adoptar un proceso ordenado de recuperación. Mantener la paz y la seguridad es la primera prioridad. El gobierno debe asegurar que las mujeres, quienes son especialmente vulnerables en los conflictos étnicos, estén seguras.

El gobierno tendrá que implementar programas de rehabilitación y reconciliación para reintegrar a las personas combatientes a sus comunidades, y estos programas deben incluir terapia psicosocial.

El gobierno también tendrá que desarrollar la infraestructura, ya que el sur está extremadamente subdesarrollado. La recuperación y el crecimiento económicos son otra prioridad, y la población de Sudán del Sur necesita oportunidades laborales. Otras necesidades son servicios básicos tales como salud, agua, saneamiento, educación y vivienda.

Una gran preocupación adicional son los derechos de ciudadanía y nacionalidad. Muchas mujeres del sur se han casado con hombres del norte, y muchas del norte están casadas con hombres del sur. Se debe reconocer que ciudadanas y ciudadanos del Sudán y de Sudán del Sur, pese a que viven en una de las dos regiones, a menudo tienen vínculos familiares en la otra. La separación de los dos países no debería poner en riesgo sus derechos de ciudadanía o nacionalidad. La libertad de movimiento y reunión debe ser mantenida. En estos momentos aún no está claro si existirá la posibilidad de una doble ciudadanía para gente en el norte o el sur.

Las mujeres deberían hacer uso de la Constitución de Sudán del Sur y de las convenciones internacionales sobre los derechos de las mujeres para asegurar que sus derechos sean priorizados en el nuevo Estado. Deben aprovechar la cuota de acción afirmativa del 25 por ciento que la Constitución ya les garantiza y hacer sentir su presencia en todos los niveles del liderazgo político. También deberían trabajar para incrementar este porcentaje en el futuro.

AWID: ¿Cómo deberían trabajar las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres para asegurar que estos derechos estén consagrados en el marco del nuevo Estado?

MA: Tendrá que hacerse mucho trabajo para examinar críticamente y mejorar la situación de los derechos de las mujeres. Se debería usar y adoptar una diversidad de estrategias y enfoques para que los derechos de las mujeres estén garantizados y ellas aseguren que el gobierno los defienda y promueva. Las mujeres tendrán que trabajar juntas estrechamente y participar a diferentes niveles. Como prioridad, deberían organizarse a través de organizaciones de base comunitaria y otras asociaciones a fin de fortalecer su participación.

Las mujeres en Sudán del Sur tienen distintos niveles de comprensión de los asuntos relacionados con derechos humanos y derechos de las mujeres. En general, hay más conciencia entre la elite que en las mujeres a nivel de base. Muchas sudanesas pobres de las áreas rurales nunca han oído nada sobre el Acuerdo General de Paz: está escrito en inglés, idioma que mucha gente no comprende, y no ha sido traducido a los idiomas locales. La mayoría de las mujeres no sabe cómo participar en la gobernanza de su país. Por tanto, las organizaciones de mujeres tendrán que difundir información acerca de por qué las mujeres deben participar en los procesos de gobernanza y cómo pueden hacerlo.

Aunque la tasa de prevalencia de 7.2 por ciento de VIH y sida en Sudán del Sur es aún relativamente baja en comparación con otros países africanos, las dimensiones de derechos humanos y de derechos de las mujeres deberían considerarse una prioridad para prevenir mayor sufrimiento. Las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres tienen que participar en trabajo de gestoría y defensa y de otra índole en esta área.

Desde el Acuerdo General de Paz de 2005, el pueblo de Sudán del Sur ha disfrutado de más libertad de expresión en los medios de comunicación impresos y masivos. Las organizaciones que defienden los derechos de las mujeres tienen que aprovechar estos mayores espacios para difundir información sobre esos derechos y alentar la participación de las mujeres en los asuntos públicos.

Las organizaciones dedicadas a los derechos de las mujeres en Sudán del Sur tendrán que fortalecer sus vínculos con las que trabajan en el norte del Sudán, como también con redes regionales e internacionales. Las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres en el norte del Sudán tienen una historia más antigua de activismo, gestoría y defensa, experiencias de las cuales sus contrapartes en el sur se beneficiarían. Por otro lado, las experiencias de las mujeres del sur como civiles y combatientes durante 22 años de conflicto son relevantes en el contexto de otras sociedades post-conflicto de la región y de otros países. Es crucial que las organizaciones y movimientos de mujeres en Sudán del Sur sean parte de movimientos regionales y globales que trabajan por la justicia de género.

AWID: ¿Cuáles son algunos de los retos y oportunidades a futuro para los derechos de las mujeres en Sudán del Sur?

MA: La Constitución provisional de Sudán del Sur es explícita respecto a que los derechos de las mujeres deben ser defendidos. Sin embargo, las costumbres y tradiciones persisten y diluyen las disposiciones de esta Constitución.

Sudán del Sur continúa enfrentando conflictos étnicos y podrían surgir desacuerdos por la distribución de los recursos. Como ya mencioné, en los conflictos las mujeres tienden a ser afectadas de múltiples maneras. También es posible que la comunidad internacional se entrometa en los asuntos internos del nuevo Estado.

Por otra parte, hay mucha buena voluntad y apoyo de la comunidad internacional y numerosas naciones han reconocido el nuevo Estado. Sudán del Sur tiene una buena Constitución provisional que promueve la participación de las mujeres en el liderazgo. Las organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres pueden aprender de la experiencia de países que han surgido del conflicto, como Liberia y Ruanda. También pueden beneficiarse de las experiencias de organizaciones que defienden los derechos de las mujeres en sus países vecinos, Kenia y Uganda. Finalmente, después de la secesión del norte ya no debería haber tensiones de índole religiosa, ya que la Constitución provisional estipula que ninguna religión está por encima de otra.

Notas:

  1. Kagumire, Rosebell, ‘Sueños de independencia por el sur’, IPS, 13 de enero de 2011.

  2. De Cózar, Á., ‘Sudán del Sur vota masivamente a favor de la secesión y será un país el 9 de julio’, Diario El País, 8 de febrero de 2011.

  3. Ver: Kuruk, Paul, ‘Los tribunales tradicionales estatutarios: un legado de la colonia’, en El derecho consuetudinario en África y la protección del folclore, Boletín de derecho de autor, Vol. XXXVI, No. 2, 2002. París: UNESCO.

Más información:

Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 11 de marzo de 2011. Traducción del inglés: Laura E. Asturias. Título original: ‘South Sudan: What will independence mean for women?’.

Category
Análisis
Region
África
Source
AWID