NOTAS DE LOS VIERNES: En Argentina el aborto no es legal, y está permitido como excepción en 3 casos: cuando el embarazo es resultado de una violación o del abuso de una mujer o niña con discapacidad mental y cuando la vida o la salud de la mujer está en peligros. Incluso muchos de esos casos terminan siendo judicializados; y las mujeres siguen exponiéndose a abortos quirúrgicos clandestinos que ponen en juego su vida. AWID habló con la activista feminista Dahiana Belfiori[1], sobre la colectiva feminista que ha puesto en marcha una práctica de acompañamiento segura para las mujeres que deciden realizar un aborto farmacológico.
Por Gabby De Cicco
AWID: ¿Cuándo comenzó el trabajo de Socorristas en Red y por qué se decidió crear este colectivo feminista?
Dahiana Belfiori (DB): Socorristas en Red (feministas que abortamos) es una red de grupos y colectivas feministas de Argentina que brinda información y acompañamiento por vía telefónica y en encuentros cara a cara a mujeres que deciden abortar con Misoprostol, un medicamento que posibilita la interrupción del embarazo y que puede ser utilizado de manera segura por las mujeres hasta la semana 12 de gestación.
La red se constituyó a inicios del año 2012, luego de varias reuniones informales entre feministas y colectivas feministas que activamos dentro la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Muchas ya veníamos realizando acompañamientos de manera aislada y asistemática, y vimos la necesidad de organizarnos para compartir no sólo información, saberes y experiencias en torno a estas prácticas, sino también y fundamentalmente, para aunar criterios y construir conocimiento acerca de las mismas. Durante la segunda reunión plenaria realizada en febrero de 2013 en la ciudad de Córdoba, la red toma su nombre actual[2]y comienza a ampliarse por otras más regiones y ciudades del país. A comienzos de 2014, en nuestra tercera reunión plenaria realizada en la ciudad de Neuquén, sumamos 16 zonas/ciudades que a lo largo de todo el país.
Somos activistas por el Derecho al Aborto Legal en un país en el que sigue siendo ilegal, lo que entendemos afecta los derechos de las mujeres a decidir libremente sobre sus cuerpos. En ese sentido es que concebimos los socorrismos o socorros rosas como una manera de garantizar información segura a las mujeres que deciden acceder a la práctica sin poner en riesgo sus vidas y sin someterse a los médicos que –en la ilegalidad– lucran con su salud realizando innecesariamente los abortos de manera quirúrgica, evitando así la violencia a la que son expuestas.
AWID: ¿Podrías explicar el proceso del acompañamiento y cómo se realiza? ¿Por qué lo consideran importante?
DB: La mujer que decide interrumpir un embarazo no buscado se pone en contacto con nosotras de maneras diferentes. Muchas veces es mediante el boca en boca, otras por las páginas de Facebook y direcciones de mail que tienen a disposición las distintas colectivas socorristas del país y que figuran en nuestro blog. Entonces se concreta un encuentro cara a cara en algún lugar público de las ciudades en que las socorristas estamos activando, y allí charlamos acerca del uso seguro del Misoprostol. Les damos información y las asesoramos para que puedan realizar la práctica de manera segura en el momento y lugar que ellas decidan.
Al recibir una consulta iniciamos el proceso de acompañamiento. Estos primeros encuentros les permite ser escuchadas, que planteen sus dudas y dispongan de contención. Estos encuentros permiten generar momentos de reflexión y de solidaridad entre las personas que les estamos poniendo el cuerpo a estos abortos, tanto las socorridas como lxs socorristas.
Los acompañamientos se continúan por vía telefónica, y nos aseguramos de que cada mujer que así lo decida haya podido concretar la práctica. Estos acompañamientos de “principio a fin” son fundamentales para nosotras porque entendemos que constituyen uno de los modos de ejercer la sororidad en este feminismo que habitamos.[3]
AWID: ¿Por qué se recurre al uso del Misoprostol?
DB: El Misoprostol es una droga que en Argentina se comercializa con el nombre de Oxaprost, y es utilizada para la realización de abortos de manera segura y eficiente. Se utiliza no sólo porque el procedimiento es muy sencillo y seguro para aquellas mujeres que quieren interrumpir un embarazo no buscado, sino además porque permite que sea llevado a cabo en el momento y el lugar que la mujer decida, así como con quienes comparte la decisión. Se puede utilizar por vía sublingual, mucosa yugal (vía oral) o vaginal. Esta medicación genera contracciones uterinas que provocan la expulsión del saco gestacional. El uso del Misoprostol cuenta con el aval de la Organización Mundial de la Salud y de todas las bibliografías mundiales que aconsejan la realización de aborto con pastillas. El aborto con Misoprostoles uno de los procedimientos que menos complicaciones y peligros conlleva para la salud de la mujer y su futuro obstétrico.
AWID: ¿Podemos pensar los socorrismos como un planteo desafiante ante el sistema legal del país? ¿Cómo enfrentan la resistencia desde el gobierno u otros actores?
DB: En Argentina, el Código Penal en su art. 86, incisos 1 y 2 establece que el aborto sólo es legal en las circunstancias antes mencionadas, por lo tanto el aborto sigue siendo ilegal para la mayoría de las mujeres. Cada año en Argentina abortan entre 400.000 y 500.000 mujeres según investigaciones y estimaciones estadísticas del Ministerio de Salud de la Nación.
Los Socorros Rosas surgen en este contexto, y no sólo interfieren y ponen trabas al inescrupuloso y millonario negociado del aborto clandestino, que insiste en sostener la hipocresía que implica su práctica en la sociedad. Además expropiamos el poder a la hegemonía médica y armamos redes amigables en ámbitos de la salud pública (especialmente) y privada, ampliando las redes solidarias y cómplices con los abortos que se están realizando pese a las leyes restrictivas y conservadoras que rigen en nuestro país.
Por eso, los Socorros Rosas son también una interpelación al Congreso de la Nación. La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito, de la que formamos parte activa, logró poner en la agenda pública y en amplios sectores de la sociedad el derecho al aborto como un derecho humano de las humanas. Desde la Campaña presentamos en cuatro oportunidades un proyecto de Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), en cada una de esas ocasiones se acrecentaron las firmas de diputadas y diputados de todos los bloques con representación parlamentaria, pero aún no se ha logrado que el proyecto sea debatido en el Congreso de la Nación.
Como los Socorros Rosa son servicios de información y de acompañamiento a las mujeres que deciden abortar, están enmarcados dentro del derecho a dar y a recibir información confiable y segura. Además constituyen una política de reducción de riesgos que incluso es acompañada por diferentes iniciativas de consejerías pre y post aborto de grupos de mujeres y feministas con mayor o menor articulación con el Estado. De hecho, el Ministerio de Salud de la Nación ha desarrollado tanto una Guía de Atención de ANP[1] como una Guía de Atención Post Aborto[2] en las que señala la importancia de ofrecerles a las mujeres una mejor calidad de atención desde una perspectiva integral por parte de los sectores vinculados a la salud en el marco del respeto por los derechos sexuales y reproductivos, como parte fundamental de los derechos humanos de las mujeres y como un deber de todo profesional de la salud. Por eso entendemos los Socorros Rosa también como parte de una pedagogía feminista y como un modo más de lucha por la legalización del aborto en Argentina, que insisten en extender y afianzar redes.
Material audiovisual:
Video: http://youtu.be/fz9be1arQFM
[1] Dahiana es integrante de Enredadera Colectiva Feminista de la ciudad de Rafaela, provincia de Santa Fe, Argentina, y de Socorristas en Red.
[2] Nuestro nombre se inspira en los acompañamientos de las feministas de las décadas del ´60 y del ‘70. Las italianas, francesas y estadounidenses supieron generar espacios de consejerías y acompañamientos para mujeres que necesitaban practicarse un aborto desafiando así las imposiciones del heteropatriarcado.
[3] Así lo expresamos en nuestra Declaración Socorrista, producto de nuestra tercera reunión: “Las experiencias y prácticas de abortar son para nosotras llamados que insisten, modos de resistencia que construyen y difunden saberes colectivos. Desde los Socorros Rosas situados, buscamos construir feminismos corporizados, recuperando genealogías y pergeñando en acción prácticas libertarias, radicales, rebeldes y sororas. Nos involucramos con la encarnadura de los abortos de miles de mujeres, dando información sobre usos seguros de Misoprostol, sintonizando escuchas desprejuiciadas, acompañando los derroteros de esa decisión, armando redes que sostengan y nos sostengan. Apostamos a desdramatizar el complejo acontecimiento del aborto y visibilizamos lo que los fundamentalismos de toda índole prefieren mantener en el silencio. Contribuimos a abortar los prejuicios sobre el aborto, a desandar culpas y a forjar otras subjetividades con y entre el poderío de mujeres. Situamos las autonomías sobre nuestros cuerpos y nuestras vidas como una aspiración a alcanzar, sabemos que los márgenes y las vivencias de las autonomías son siempre relacionales y relativas y, en ese complejo entramado, nos interesa ensancharlas siempre.”