CONCLUSIONES CONVENIDAS DE LA CSW58
Las negociaciones de este año en la 58ª sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW) fueron fuertemente controvertidas, como es usual, y muy importantes debido al nuevo marco del desarrollo que está siendo propuesto para reemplazar los Objetivos de Desarrollo del Milenio (ODM) cuando expiren en 2015. Siendo así, activistas, organizaciones y movimientos por los derechos de las mujeres trabajaron en extremo arduamente para conservar el actual lenguaje e intentaron avanzar lenguaje a fin de que las Conclusiones Convenidas contuvieran compromisos claros para la igualdad de género y los derechos de las mujeres.
El documento reconoce de manera importante que “casi 15 años después de que los Objetivos de Desarrollo del Milenio fueron puestos en marcha, ningún país ha alcanzado la igualdad para las mujeres y las niñas, y persisten niveles significativos de desigualdad entre mujeres y hombres” (párrafo 12), resaltando asimismo que varios asuntos cruciales no fueron incluidos adecuadamente en los ODM, entre ellos la violencia contra mujeres y niñas; el matrimonio infantil, precoz y forzoso; la carga desproporcionada de trabajo no remunerado de las mujeres y las niñas, particularmente trabajo de cuidados no remunerado; el acceso de las mujeres a trabajo decente; la disparidad salarial en función del género; el empleo en el sector informal; el trabajo mal remunerado y estereotipado por motivos de género, como lo son el trabajo doméstico y el de cuidados; el acceso, control y propiedad igualitarios de las mujeres en lo concerniente a bienes y recursos naturales—incluyendo tierra, energía y combustibles—y sus derechos a la herencia; así como la salud y los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y las niñas.
Sin embargo, la geopolítica y los contragolpes conservadores a los que nos referimos en nuestra reciente edición de Notas de los Viernes fueron palpables en los últimos días de negociaciones la semana pasada, las cuales condujeron a un conjunto de Conclusiones Convenidas (CC) que en gran medida han sido bienvenidas por activistas, organizaciones y movimientos que defienden los derechos de las mujeres.
Lo bueno
Uno de los logros importantes en las CC fue la referencia explícita a la necesidad de aprender lecciones sobre la implementación de los ODM a medida que se define la nueva Agenda de Desarrollo posterior a 2015. Asimismo, la CSW exhortó a los Estados a “afrontar desafíos críticos remanentes a través de un enfoque transformador e integral” y a que “la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y los derechos humanos de las mujeres y las niñas queden reflejados como un objetivo separado y se les integre por medio de metas e indicadores en todos los objetivos de cualquier nuevo marco del desarrollo” (párrafo 43).
Hay un lenguaje fuerte sobre la violencia contra las mujeres y las niñas, incluyendo la referencia explícita a eliminar todas las prácticas tradicionales nocivas—entre ellas la mutilación genital femenina y el matrimonio infantil, precoz y forzoso—mediante la promulgación y aplicación de leyes. También hay referencias importantes a los desastres naturales y al cambio climático, aunque ninguna referencia a la responsabilidad común pero diferenciada, y se incluyó el rol de los medios de comunicación en la eliminación de los estereotipos de género.
Cabe destacar que el documento reconoce la función de feministas y organizaciones de mujeres y de base comunitaria en colocar los intereses, necesidades y visiones de las mujeres en las agendas nacionales, regionales e internacionales.
Las activistas por los derechos de las mujeres se esforzaron por asegurar que en el texto final no se incluyera lenguaje restrictivo sobre las familias, el cual no reconoce las diversas formas de familias, ni referencia a la soberanía, que los Estados pueden ver como una ‘tarjeta para salir libre de la cárcel’ a fin de no cumplir sus responsabilidades.
Pese a una gran resistencia de la oposición conservadora, hay algún lenguaje sobre salud sexual y reproductiva y derechos reproductivos, incluyendo el acceso a servicios de aborto donde éstos son legales, como también respecto a la educación integral en sexualidad.
Lo malo y lo feo
Sin embargo, como ya se ha vuelto normal en la CSW, hubo negociaciones tensas sobre algunos de los asuntos más controvertidos, con una pequeña minoría de gobiernos conservadores, incluida la Santa Sede, que obstaculizó las negociaciones objetando conceptos tan fundamentales como el género y los derechos humanos de las mujeres. En los días finales de las negociaciones la Santa Sede, que sólo tiene estatus especial de observador en las Naciones Unidas, llegó al extremo de cuestionar la legitimidad del proceso de la CSW y el documento final de resultados.
Las CC no reconocen la trascendental Declaración y Programa de Acción de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos que se celebró en Viena hace 20 años y en las dos semanas de negociaciones faltó reconocimiento de la indivisibilidad de los derechos humanos. Se excluyó lenguaje relacionado con la violencia y discriminación que las personas enfrentan debido a su orientación sexual e identidad de género reales o percibidas, pese a los principios de los derechos humanos que consagran la no discriminación como un principio fundamental para que los derechos humanos sean garantizados.
La Comisión tampoco estableció el vínculo entre el desarrollo sostenible—un concepto multidimensional que tiene dimensiones ecológicas, económicas y sociales—y el respeto a los derechos sexuales y reproductivos y a las diversas sexualidades e identidades de género. El hecho de no incluir en el texto referencias a grupos marginados específicos también significa que los derechos de trabajadoras/es del sexo han sido excluidos.
Oportunidades perdidas
Aunque la Comisión reconoció las crisis financieras y económicas mundiales, se quedó corta en cuanto a resaltar los impactos negativos particulares que éstas han tenido sobre el desarrollo y a la necesidad de regulaciones y de exigir cuentas a los responsables. También perdió la oportunidad de reconocer la necesidad de cambios estructurales al actual modelo económico y establecer vínculos entre la economía y el desarrollo. Se diluyó un fuerte lenguaje respecto a incrementar la efectividad de los recursos financieros en todos los sectores para lograr la igualdad de género, instando a mecanismos financieros innovadores voluntarios según proceda, en vez de alineados con las actuales obligaciones de derechos humanos. En las CC finales también se excluyeron referencias a la rendición de cuentas por parte de actores estatales y no estatales en cuanto a la promoción de la igualdad de género, los derechos de las mujeres y su empoderamiento, como también fue excluido lenguaje para asegurar acceso a remedios, reparación y compensación.
En la sesión del año pasado de la CSW, activistas por los derechos de las mujeres trabajaron arduamente para que en las Conclusiones Convenidas se incluyera nuevo lenguaje sobre las defensoras de los derechos humanos (WHRD). Aunque la sesión de este año de la Comisión reconoce la función pública y legítima que las WHRD juegan en promover y proteger los derechos humanos, la democracia, el imperio de la ley y el desarrollo, la Comisión perdió la oportunidad de incluir lenguaje relacionado con poner fin a la impunidad, el hostigamiento, la criminalización y agresión que las WHRD sufren tanto por ser quienes son como debido al trabajo que desempeñan.
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