Cada unx tiene sus razones para dedicarse al activismo e integrarse a movimientos más amplios.
Si bien el activismo nos puede ayudar a sentirnos libres y a crecer como personas, el camino para imaginar nuestros futuros colectivos y los esfuerzos que requiere construir sociedades justas, igualitarias y libres puede resultar físicamente peligroso y emocionalmente agotador.
En nuestros activismos, hacemos permanentemente el esfuerzo de recordarnos que no necesitamos conformarnos con nada que esté por debajo de lo que merecemos o de aquello a lo que aspiramos. Y que tenemos derecho a una vida de alegría, placer y amor, rodeadxs de personas que nos apoyen. Todxs nos merecemos vivir en condiciones de seguridad y bienestar producto de la aceptación y celebración incondicionales de la diversidad de nuestras identidades y luchas.
Del 2 al 13 de mayo de 2016 AWID organizó una conversación global para pensar la seguridad y el bienestar. Participantes de todas partes del mundo aportaron sus ideas en inglés, francés, español y portugués al mismo tiempo que alentaban a nuestra comunidad global a repensar nuestras necesidades individuales y colectivas.
La conversación abarcó cuatro preguntas acerca de nuestras necesidades en cuanto a seguridad, qué pueden hacer los movimientos para crear espacios seguros, estrategias para sostener los activismos y cómo garantizar el autocuidado y el bienestar colectivos.
Factores necesarios para la seguridad
Necesitamos un enfoque integral de la seguridad. Todxs nos merecemos y necesitamos seguridad absoluta en todos los espacios físicos y emocionales, tanto virtuales como materiales. Como lxs activistas encarnan diferentes identidades y luchas, los movimientos deben hacer lugar a sus necesidades distintivas y también a las que se entrecruzan, y reconocerlas.
No exigimos seguridad solo a las sociedades y comunidades de las que formamos parte, sino también a nuestros movimientos. Para sentirnos segurxs en el activismo, necesitamos asegurarnos deque nuestros movimientos sean espacios seguros. La forma de hacerlo es conocer nuestros privilegios y tomar conciencia de ellos, a la vez que aceptamos y celebramos de manera incondicional las diferencias al interior de nuestros propios movimientos así como en aquellos otros con los que colaboramos y de los que aprendemos.
Nuestros movimientos se enfrentan a dificultades en el acceso al financiamiento, el apoyo técnico o las herramientas e información que facilitan y mejoran nuestros esfuerzos activistas. Pero, ¿en qué medida nuestros movimientos resultan accesibles a todxs lxs activistas que hacen aportes significativos a la construcción de sociedades justas? Necesitamos garantizar que nuestros movimientos les ofrezcan espacio y visibilidad a todxs, sin importar sus identidades y trayectorias.
«Un enfoque basado en la sensibilidad cultural para las cuestiones relacionadas con el activismo de base, la sensación de que se te respeta por ser quien eres y por lo que aportas al proceso, así como que se conozca quién eres como mujer, tu edad, tu raza o tu nacionalidad, y las diferentes clases de países en los que se espera que trabajes».
Athini, Sudáfrica
«Siendo activista en un país como Pakistán, tu visibilidad y la de tu grupo son importantes y pueden hacerte sentir más segura pero para lxs activistas LGBTI es todo lo contrario. Cuanto más visible eres, más riesgo corres. Como estrategia, es mejor tener amistades locales e internacionales y apoyo de los medios que no solo te demuestren solidaridad sino que de manera conjunta hagan incidencia y te apoyen frente a las amenazas y desafíos contra ti y tu trabajo».Chamkeli, Pakistán
La creación de un ambiente más seguro para el activismo
Necesitamos desarrollar estrategias a medida para nuestra seguridad en lugar de tener un enfoque uniforme. Cada unx es diferente y nuestras estrategias cuentan historias diferentes; por eso, ¿cómo podríamos tener las mismas necesidades en materia de seguridad?
Nuestros movimientos no solo deberían darle visibilidad y apoyo a las personas que sufren violencia, amenazas y riesgos por ser quienes son y por su activismo. Los movimientos interseccionales y diversos de los que formamos parte también deberían magnificar las luchas concretas junto con las personas que las encarnan. Debemos escuchar y visibilizar las demandas colectivas al mismo tiempo que nos solidarizamos con lxs que sufren violaciones.
«Lxs activistas somos de países diferentes entonces tal vez cosas que son delicadas en cuanto a mi seguridad, para ellxs no tienen el mismo peso.»
Mani, Irán
«Debo decir que, en estos últimos años, he visto una clase de solidaridad que comienza a parecerse a un fetichismo como el que se practica con las estrellas y un consumo de las amenazas a las que se enfrentan lxs activistas, las defensoras de derechos humanos y sobre todo lxs activistas de más 'fama mundial'. Para decirlosencillamente: se pone mucho el acento en proteger/resaltar nuestro derecho a luchar (que es absolutamente importante) pero se destinan pocos recursos, o ninguno, a las luchas concretas que libramos. A veces pareciera que todavía estuviéramos definiendo las luchas, el activismo, las rebeliones y el trabajo de defensa en el marco de relatos centrados en el Estado, y que tienen legitimidad solo cuando/si despiertan una respuesta por parte del Estado y las clases dominantes.»
Ruth, Kenia
Estrategias para sostener el activismo
Cuidarnos a nosotrxs mismxs y sostener nuestro bienestar emocional no es solo fundamental para la continuidad de nuestras luchas sino que también es un requisito previo para poder internalizar la alegría y el placer en nuestras vidas. Nuestro bienestar es tan importante como la propia lucha.
Algunxs de lxs que fueron parte de esta conversación dijeron que nunca se les había ocurrido que se merecían hacer una pausa y respirar un poco, además de tratarse bien. La misoginia internalizada y las muchas tareas pendientes para sostener la lucha hacen que nos resulte difícil detenernos y darle prioridad a nuestras necesidades por encima de las de lxs otrxs. Pero debemos hacerlo. Todxs nos merecemos descansar y cuidarnos, así como tener acceso a movimientos, recursos y personas a las que podamos pedirles apoyo.
Por eso, el primer paso es darnos cuenta de la necesidad de cuidado y bienestar, y rodearnos de personas que nos brinden apoyo. Además, en nuestro(s) activismo(s) debemos procurar diálogos constructivos sobre cómo abordar las diferencias, los conflictos y los desacuerdos.
Tomarnos un respiro y admitir que necesitamos ayuda no nos hace menos fuertes. Cuidarnos a nosotrxs mismxs no es algo trivial. El disfrute, el placer y el bienestar nos dan suficiente poder como para continuar con todas las luchas que llevamos adelante de manera infatigable.
«La verdad es que nunca pensé que me merecía un descanso! Esto ya es un comienzo.»
Natasha, Singapur
«Busco el diálogo constructivo en torno a las diferencias, los conflictos o los desacuerdos. Y fortalecer las redes de protección de lxs activistas y defensoras porque eso nos hace más fuertes y nos permite tener un mayor impacto en cuanto al reconocimiento de nuestro trabajo.»
Anamaria, México
Garantizar el autocuidado y la cultura del bienestar colectivo
El amor, la confianza y el apoyo que recibimos de nuestros movimientos y compañerxs activistas nos garantizan que podamos trabajar en un espacio habilitante en el que se celebren nuestras identidades y luchas. Planificar en forma activa actividades divertidas y de disfrute con otrxs activistas a lxs que conocemos, con lxs que nos sentimos segurxs y en quienes podemos confiar nos puede ayudar a crecer como activistas y nos dará energía para seguir luchando.
La sensación de poder colectivo alimenta la fortaleza individual y nos sirve de guía en momentos difíciles. Por eso necesitamos pensar e invertir activamente en la construcción de apoyo y solidaridad al interior de y entre nuestros movimientos, para que tengamos un hombro en el que apoyarnos cuando nuestro(s) activismo(s) se choque(n) con obstáculos.
«Hacer actividades divertidas juntxs y tener conversaciones sinceras de a dos. Mantener siempre el respeto por la otra persona es muy importante, además de suponer siempre que la intención es buena.»
Amal, Egipto
«Necesitamos asegurarnos de que nuestras reuniones anuales y talleres incluyan actividades que nos hagan sentir un equipo y nos ayuden a combatir el estrés. También preguntar a lxs colegas y a otras defensoras de derechos humanos cómo están, y decirles que pueden acudir a nosotrxs si lo necesitan. Y no olvidarnos de decir 'gracias' cuando alguien hace bien su trabajo».
Kristina, Canadá
El Programa Defensoras de Derechos Humanos de AWID agradece a todas las personas que participaron en esta conversación y la siguieron. Crecemos gracias a los aportes de ustedes y siempre nos permiten conocer mejor nuestras necesidades y expectativas acerca de un activismo(s) seguro(s) y disfrutable(s).