El poder de compartir experiencias distintas pero similares a la vez
A pesar del extenuante viaje de 24 horas desde Beersheba, Israel (Palestina histórica) a Salvador de Bahía, Brasil, sentí una corriente de energía increíble e instantánea al conectarme con activistas feministas provenientes de todo el mundo durante el 13º Foro Internacional de AWID. Hay algo fortalecedor al rodearse con aquellxs que validan nuestras luchas y entienden los elementos multifacéticos de la lucha por la justicia inclusiva. Esto es particularmente fortalecedor para quienes realizamos trabajo feminista en contextos política y socialmente difíciles. Desde las conversaciones individuales a la participación en las sesiones más grandes, el ambiente durante este Foro estuvo lleno de energía positiva y poderosa, necesaria para deshacernos de nuestros miedos y para poder avanzar en la creación de movimientos feministas interseccionales, colectivos y que tengan la capacidad de evolucionar.
Luchas indígenas interconectadas
Como representante de Ma’an - the Forum of Arab Women’s Organizations in the Negev (El foro de organizaciones de mujeres árabes en el Negev) llevé conmigo a Brasil muchas experiencias y luchas de mujeres árabes palestinas que viven en el sur de Israel, así como sus luchas diversas e interconectadas en contra del colonialismo, la violencia sexual y de género, y la pobreza. Unx podría pensar que encontrar un espacio para presentar cabalmente esta problemática tan compleja y con tanta carga, en un período de cuatro días, en un lugar donde están puestas a la discusión problemáticas de todas partes del mundo, no es nada fácil y no se equivocaría al pensar así. Es casi imposible poner tus pensamientos caóticos en palabras concisas y garantizar que estás describiendo un panorama general cuando estás representando las luchas de tu pueblo.
Aun así, lo que AWID logró hacer de una manera excelente fue crear un maravilloso espacio colectivo e inclusivo, en el cual activistas feministas provenientes de todas partes del mundo reflejaron sus compromisos con los feminismos, las libertades y la justicia a través del arte, el activismo, la academia, la investigación y, lo más importante, compartiendo experiencias. Las discusiones sobre el poder de la organización colectiva y entre movimientos me resultaron particularmente evidentes en la dedicación del Foro para incluir tantas luchas feministas entrelazadas como fuera posible. Uno de los lugares donde pude articular las luchas específicas palestinas dentro de un contexto más amplio fue en las sesiones y conversaciones específicamente dedicadas a las luchas indígenas en contra del colonialismo. Hubo muchas de estas sesiones, por ejemplo una discusión liderada por Mama Cash sobre la organización de las mujeres indígenas. Las discusiones y experiencias compartidas durante la sesión inevitablemente expusieron interconexiones entre muchas formas de opresión. Nuestros desafíos específicos como pueblos indígenas sobreviviendo en y/o reclamando espacios colonizados son diversos, pero aunque nuestras luchas no sean idénticas, se ha demostrado que los impactos a largo plazo y las limitaciones del colonialismo sobre los pueblos indígenas son muy similares. Por lo tanto, el diseño de estrategias colectivas, se hace no solamente posible, sino realmente esencial para construir movimientos poderosos y exitosos.
La iniciativa entre movimientos sobre Palestina
Como era de esperarse, las discusiones entre movimientos más relevantes para Ma’an fueron sobre el movimiento BDS (Boicot, Desinversiones y Sanciones) y la intersección entre el feminismo y la lucha de liberación nacional. Existen innumerables interconexiones entre los movimientos feministas y el movimiento BDS. Hablando de una manera general, el movimiento BDS adopta prácticas e ideologías progresistas, feministas y anticolonialistas, por lo tanto, es un movimiento de liberación feminista y anticolonial. Sin embargo, el BDS enfrenta muchos desafíos en relación a estas conexiones. Uno de estos desafíos tiene que ver con la campaña sionista radical “de lavado de cara rosa” (el llamado pinkwashing) que utiliza a las comunidades queer para presentar a Israel como un “paraíso gay”, mientras que representa a las culturas árabes y palestinas como si fueran intrínsecamente homofóbicas. Los desafíos que enfrentan las organizaciones que trabajan y apoyan las luchas feministas y anticoloniales dentro de Israel son innumerables, especialmente para quienes apoyan al movimiento BDS dentro de Israel.
La sesión entre movimientos específicamente dedicada al BDS y a Palestina ofreció un espacio para compartir estrategias exitosas, discutir los desafíos y aprender de quienes comparten la lucha cómo pueden ser superados esos desafíos.. En discusiones posteriores se expresaron preocupaciones en relación a las dificultades que están enfrentando los movimientos anticolonialistas que trabajan dentro de Israel. Planteamos preguntas referidas a nuestra posición como organizaciones feministas anticolonialistas trabajando en Israel, preguntas como ¿qué significa eso para nosotrxs en tanto que apoyamos el BDS y somos activistas? ¿Cómo superamos el persistente desafío de las restricciones de financiamiento para el desarrollo que enfrentamos bajo el supuesto de que lxs árabes israelíes disfrutan de los mismos derechos que quienes viven en un país presuntamente “desarrollado”?
Recargadxs
De regreso a casa después del Foro tuve una cantidad abrumadora de pensamientos sobre cómo utilizar las ideas fructíferas que el Foro me había presentado. ¡Tanta energía, tanto entusiasmo, y tantas ideas! Aunque muchos desafíos persisten, particularmente en relación a procurar justicia para las mujeres árabes beduinas en Israel, las estrategias colectivas nos ayudan a superar nuestros miedos al fracaso y al aislamiento. Nuestras realidades se intersectan unas con otras…
Sobre la autora
Safa es una afiliada de AWID de 52 años de edad y una “ciudadana palestina que reside en Israel”. Es la directora de Ma’an: Foro de organizaciones de mujeres árabes beduinas en el Negev. Safa tiene una licenciatura y una maestría en trabajo social de la Universidad Ben Gurion.