NOTAS DE LOS VIERNES: Un singular ‘análisis agregado’ sobre el Fondo ODM3 de los Países Bajos, realizado por AWID con insumos de 33 receptoras de subsidios, ofrece la oportunidad única de resaltar la amplia gama de estrategias multisectoriales que esas organizaciones están utilizando para combatir la violencia de género (VG), así como la importancia de un financiamiento continuo y sostenido para el trabajo que desempeñan.
Por Gabriela De Cicco y Srilatha Batliwala
Treintaitrés (73%) de las 45 organizaciones que reciben apoyo financiero del Fondo para el Objetivo de Desarrollo del Milenio 3 (Fondo ODM3) participaron en el análisis que AWID inició en 2010. Veinticuatro (72%) de ellas se dedicaban específicamente a promover los derechos de las mujeres y 28 (83%) trabajaban para reducir o eliminar la violencia contra las mujeres, el tema prioritario de la 57a. Sesión de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer (CSW 57) que en estos momentos está teniendo lugar en Nueva York.
El 7 de marzo, en un panel copatrocinado por el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos, AWID presentó aspectos de investigación destacados del caso del Fondo ODM3, que constituye un ejemplo sobresaliente del poder de la inversión de alto impacto para eliminar y prevenir la violencia contra las mujeres.
La singularidad del Fondo ODM3
El 16 de octubre de 2008, el Ministerio de Asuntos Exteriores de los Países Bajos emitió el anuncio oficial sobre la puesta en marcha del Fondo ODM3, cuyo primer ciclo proporcionaría subsidios de tres años por 82 millones de euros[1] a un total de 45 redes, organizaciones y fondos en todo el mundo, con miras a reducir la violencia contra las mujeres, potenciar la independencia y los derechos económicos de las mujeres e incrementar su participación y representación en la política y la administración pública.
La puesta en marcha del Fondo ODM3 por el Gobierno de los Países Bajos—al menos en parte como respuesta a los hallazgos de la primera encuesta de AWID ¿Dónde está el dinero para los derechos de las mujeres? en 2006—representa el fondo bilateral más grande de la historia cuyo propósito es apoyar a organizaciones de la sociedad civil que centran su trabajo en la igualdad de género y los derechos de las mujeres. De hecho, siendo la más considerable cantidad de dinero que un solo donante ha proporcionado, posiblemente es la más grande infusión de recursos desde que el apoyo para la igualdad de género empezó en la década de 1970 y refleja la clase de compromiso que se requiere si ha de haber progresos respecto a convertir en práctica real los compromisos y la retórica en torno a promover la igualdad de género.
Lógica para aprender de un experimento histórico
Dada la singular escala de los recursos que el Fondo ODM3 puso a disposición para el trabajo relacionado con los derechos de las mujeres, AWID consideró que el Fondo presentaba una oportunidad histórica para mostrar el impacto agregado de esta inversión: analizar lo que todas las organizaciones receptoras de subsidios habían logrado colectivamente, abarcando cada organización, proyecto, ubicación, tema y estrategia. Por lo tanto, AWID aprovechó la oportunidad de trabajar junto a otras organizaciones receptoras de fondos, desarrollar una nueva metodología para analizar el impacto y los logros de las organizaciones y generar así un “gran panorama” de los cambios producidos en un periodo de cuatro años.
Abogando por recursos adecuados para iniciativas contra la VG
Veintiocho de las 33 organizaciones que participaron en el análisis agregado de AWID trabajaban específicamente para reducir o eliminar la violencia contra las mujeres. En vista del rigor del proceso de selección para los subsidios del Fondo ODM3, estas organizaciones representan algunas de las mejores y más brillantes innovadoras en el movimiento de mujeres a nivel mundial, regional y nacional. Los aprendizajes que han generado por medio de su labor durante estos cuatro años constituyen algunos de los trabajos más vanguardistas en lo concerniente a promover los derechos de las mujeres.
Uno de los principales hallazgos de la encuesta fue la amplia gama de estrategias que las organizaciones de derechos de las mujeres utilizan para afrontar la VG. Estas estrategias incluyen[2] creación de nuevas estrategias y herramientas (70%); promoción y defensa políticas y legales (63%); desarrollo de liderazgo y capacidad para actuar contra la VG (59%); formación de alianzas y redes abarcando diversos movimientos (52%); acciones urgentes, compensación, recuperación y sanación (37%); movilizaciones masivas y campañas (33%); trabajo con hombres; estrategias basadas en medios de comunicación y tecnologías de la información y la comunicación (TIC) (19%); e investigación y generación de conocimiento (15%). Más importante aún fue el hallazgo de que 20 (71%) de las 28 organizaciones encuestadas usaban entre tres y cinco estrategias para promover su causa. Tres organizaciones (11%) utilizaban seis o más estrategias, mientras que cuatro (15%) sólo usaban hasta dos estrategias.
Las organizaciones desarrollaron una diversidad de estrategias innovadoras para vincular la VG a una gama de asuntos que con frecuencia no se consideran relacionados a la violencia contra las mujeres y las niñas
Algunos grupos fueron capaces de crear mecanismos más fuertes y efectivos para prevenir la violencia contra las mujeres, mientras que otros trabajaron por aumentar la conciencia pública y movilizaron a las comunidades para que actuaran contra la violencia hacia las mujeres. Sin embargo, ya sea que haya sido el trabajo de Asociadas por lo Justo (JASS) en cuanto a forjar alianzas para aumentar la seguridad de las defensoras de los derechos humanos; la investigación pionera de CREA sobre la violencia contra lesbianas, mujeres con discapacidad y trabajadoras del sexo en el sur de Asia; el primer estudio, realizado por KARAMA , que midió el costo de la violencia contra las mujeres en Egipto, así como el establecimiento de una coalición multisectorial con integrantes de diversas disciplinas incluyendo leyes, política, economía, educación, artes, cultura y medios de comunicación para desarrollar un análisis y enfoque más integrales a la violencia contra las mujeres; o la movilización realizada por MIFUMI con el fin de cabildear por una ley contra la violencia doméstica (aprobada en noviembre de 2009), la tendencia más común que quedó revelada fue el uso de diversas y múltiples estrategias para afrontar la VG.
Esto ilustra cuán interconectado está el trabajo contra la VG y que se necesita un enfoque multifacético, con una combinación de estrategias, que muestre cómo la comprensión de la violencia contra las mujeres se vincula no sólo a creencias y actitudes interiorizadas sino también a políticas y servicios públicos, y no sólo al desempoderamiento de las mujeres en el ámbito privado sino además a su marginación económica y a la importancia de su presencia, voz y participación en la esfera pública.
Afrontando las reacciones adversas y el fundamentalismo
Aunque ha habido una marcada mejoría en el área de los derechos humanos de las mujeres a nivel mundial, con mayor frecuencia las activistas y organizaciones que los defienden tienen que invertir tiempo y sus recursos cada vez más escasos en proteger derechos ya acordados contra los embates de una oposición conservadora y fundamentalista, en vez de hacer avanzar los derechos e implementar las estrategias que han sido desarrolladas.
Las organizaciones receptoras de subsidios del Fondo ODM3 usaban una gama de estrategias para afrontar los crecientes fundamentalismos, incluyendo trabajo dirigido a prevenir la introducción de códigos legales más estrictos; iniciativas para prevenir y oponerse a medidas retrógradas sobre los derechos sexuales y reproductivos (como la penalización de las pastillas anticonceptivas de emergencia); y movilización para resistir legislación y políticas negativas y regresivas.
El análisis agregado muestra que un financiamiento de alto impacto y para múltiples años propicia que los grupos y redes de mujeres protejan leyes y políticas que promueven los derechos de las mujeres como derechos humanos y aboguen por nuevos para neutralizar las reacciones adversas. Les permite generar una presión pública y una visibilidad mucho mayores para asuntos relacionados con los derechos de las mujeres.
Por qué importan estos logros
Los esfuerzos pequeños, localizados y aislados que no pueden ampliarse ni movilizar y organizar a una mayor cantidad de mujeres y sus comunidades contra la discriminación por motivos de género no son sostenibles ni pueden marcar una diferencia más grande. También está bien documentado que el solo hecho de convertir a millones de mujeres en “beneficiarias” de proyectos, en vez de agentes de cambio, tampoco es una estrategia transformadora. Una voluntad política correspondiente es crucial a fin de asegurar que los sistemas de gobernanza y justicia brinden condiciones propicias para la realización de los derechos de las mujeres como derechos humanos—manteniendo los logros y haciendo retroceder leyes y políticas regresivas.
Este compromiso histórico con la equidad de género y el empoderamiento de las mujeres hizo posible que los movimientos de mujeres ampliaran su influencia, permitiéndoles emprender nuevos proyectos que tuvieron un impacto directo más grande. Es importante señalar que también apoyó la creación y sistematización del conocimiento, lo cual es raro en el actual ambiente de la financiación.
El caso agregado es motivo para que activistas y organizaciones defensoras de los derechos de las mujeres celebren los logros y se preparen para la lucha continua por los derechos de las mujeres en un contexto de recursos que disminuyen y una mayor violencia proveniente de la gama de fuerzas alineadas contra la agenda de igualdad de género y derechos de las mujeres del movimiento de mujeres. AWID espera usar esto como una poderosa herramienta de promoción y defensa “basada en evidencias” con el fin de presentar un argumento más grande y colectivo sobre por qué una cantidad sustancial de recursos dedicados al trabajo relacionado con los derechos de las mujeres y la igualdad de género es integral para la justicia social a nivel mundial. Ofrece la oportunidad de expresar los logros individuales a través de reflexiones más profundas e informativas acerca de cómo un compromiso real, con los recursos correspondientes, propicia que las mujeres hagan producir el cambio.
El 9 de marzo en la CSW 57, AWID presentará los principales hallazgos del análisis agregado sobre el Fondo ODM3 en una sesión denominada Estrategias y mecanismos de financiamiento exitosos para erradicar la violencia contra las mujeres: Mujeres que mueven montañas.*
* Mujeres que mueven montañas, Evaluación independiente de AWID sobre el impacto mundial del Fondo ODM3. Equipo de investigación de AWID: Srilatha Batliwala, Khoshnam Hamid, Cindy Clark, Sarah Rosenhek y Julia Miller, 2012.
Notas:
Inicialmente fueron 70 millones de euros y luego se asignaron 12 millones de euros más a través de la extensión aprobada en 2011. Ver: Kathambi Kinoti, La centralidad de invertir en el liderazgo de las mujeres y las organizaciones que defienden sus derechos: Holanda pone en marcha el Fondo FLOW, Notas de los Viernes de AWID, 24 de junio de 2011.
Las cifras en paréntesis indican el porcentaje de organizaciones dedicadas a combatir la VG que utilizan estas estrategias.
Por favor tomar nota: los ejemplos que usamos aquí representan sólo unas pocas estrategias compartidas con nosotras que las organizaciones están utilizando para contrarrestar la violencia contra las mujeres.
Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 8 de marzo de 2013. Título original: Women Moving Mountains – Successful Strategies and Funding Mechanisms to Eradicate Violence Against Women. Traducción: Laura E. Asturias