Esta declaración conjunta fue entregada por Action Canada for Population and Development el 30 de junio de 2023, durante el debate anual de un día de duración sobre los derechos humanos de la mujer de la 53ª sesión del Consejo de Derechos Humanos, en la mesa redonda sobre violencia de género contra mujeres y niñas en la vida pública y política.
Gracias, Presidente. Presento esta declaración en nombre de la Iniciativa por los Derechos Sexuales (SRI), la Asociación para los Derechos de las Mujeres y el Desarrollo (AWID) y la Federation for Women and Family Planning (FEDERA).
La mesa redonda de hoy resulta especialmente conmovedora, ya que los ataques contra el derecho a la autonomía corporal predominan en los titulares de todo el mundo, en los mecanismos del multilateralismo, y en la agenda de este Consejo.
Desde la criminalización del aborto en Polonia hasta las leyes anti-LGBTIQ+ aprobadas en Uganda, pasando por las leyes y las políticas antimigrantes en Europa y América del Norte y la presión por establecer marcos punitivos contra el trabajo sexual, estos ataques buscan construir una sociedad excluyente que refuerce las jerarquías sociales de género, sexualidad, raza, etnia, casta y clase. Sin lugar a dudas, esto constituye violencia estructural e intencional.
Asistimos, cada vez más, a la oposición al uso del «género» en los espacios políticos de la ONU, y a la utilización de este término como arma. Al mismo tiempo, vemos un impulso por la regresión de la legislación internacional en materia de derechos humanos, en dirección a una concepción de la violencia contra las mujeres basada en la biología y despojada de todo análisis del poder fundamentado en la ubicación social.
Como feministas, rechazamos estas tergiversaciones y este uso indebido. No sólo se desvían de décadas de investigación feminista, sino también son contrarios a los estándares internacionales de derechos humanos que han evolucionado considerablemente para enfrentar la discriminación basada en el género, definido como una construcción social «que justifica la desigualdad y brinda una manera de categorizar, ordenar y simbolizar las relaciones de poder».[1]
Repudiamos la cooptación del marco de los derechos humanos, en particular la idea propuesta por algunas personas de que el goce de derechos por parte de las mujeres trans está en conflicto y es incompatible con el goce de derechos por parte de las mujeres cis. Afirmamos que nuestras luchas por la autonomía corporal están interrelacionadas en forma indisoluble. El cumplimiento de los derechos de todos los grupos marginados debe permanecer en el centro de todo el trabajo por los derechos humanos.
Gracias.
[1] Ver el Informe de la Relatora Especial sobre las ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias acerca de la adopción de un enfoque de género respecto de las ejecuciones arbitrarias, Agnès Callamard, párr. 16, A/HRC/35/23, junio de 2017, citado en los Comentarios al Proyecto de Convención sobre los Crímenes de Lesa Humanidad de noviembre de 2018.