NOTAS DE LOS VIERNES: Las Olimpiadas de 2012 en Londres fueron un momento extraordinario para las deportistas, documentando los logros de mujeres atletas y resaltando al mismo tiempo su lucha continua contra el sexismo y los estereotipos.
Maria Bobenrieth, Directora Ejecutiva de Women Win [Las Mujeres Ganan], una organización que utiliza el deporte como herramienta para promover los derechos de las mujeres a nivel mundial, conversó con AWID sobre lo que significan la participación de las mujeres en las Olimpiadas de Londres y los deportes en general para los derechos de las mujeres y el desarrollo.
Por Amanda Shaw
Deportes y estereotipos
La participación de las mujeres en los deportes[1] varía geográfica e históricamente[2] y diferencias sociales como clase, sexo,[3] edad, raza, sexualidad y habilidad (entre otras) influyen en cuáles deportes “cuentan” y quiénes van a jugar. Los deportes son sitios especialmente importantes para (re)producir ideas sobre la feminidad y la masculinidad, y el campo de juego dista de ser parejo—se da por sentado que los cuerpos masculinos son ‘naturalmente’ más grandes, fuertes y rápidos que los de las mujeres. Dworkin y Messner vincularon el desarrollo de los deportes organizados a intentos por establecer la superioridad ‘natural’ de hombres blancos de clase media sobre las mujeres y grupos subordinados en función de raza y clase.[4] Los movimientos feministas han instado a la redefinición de los deportes[5] y han luchado para ampliar la participación de las mujeres en los actuales juegos, por ejemplo, a través de legislación como el Título IX en Estados Unidos.
Maria Bobenrieth opina que: “Las chicas quieren jugar en todas partes del mundo y, si se les da la oportunidad, practican deportes. No es sólo una cuestión occidental, o de países desarrollados y en desarrollo. Si lanzas una bola a niñas y niños, las chicas van a jugar y lo harán con tanta fuerza como los varones”. Agrega: “las barreras que impiden que las mujeres participen en deportes son las mismas que les imposibilitan participar en la sociedad más amplia: pobreza, normas culturales, sexismo”. Estas barreras pueden materializarse en normas de género que restringen o desalientan la participación de las mujeres en ciertos deportes o generalmente en actividades físicas; acceso desigual a programas deportivos para mujeres o ausencia de éstos; nutrición y salud deficientes; falta de tiempo de ocio y recursos financieros; así como riesgos de sufrir violencia y acoso sexual en los ámbitos deportivos.
Las Olimpiadas de 2012 en Londres
“Cuando se trataba del apartheid o de otras cuestiones social, era inimaginable que permitiríamos competir a países que no permitían la participación de toda su ciudadanía pero, de alguna manera, en los deportes parecía que estaba bien excluir a las mujeres. Hasta Londres”, dice Bobenrieth.
Las Olimpiadas de Londres fueron realmente históricas para la participación de las mujeres en muchas formas. Como se ha señalado ampliamente,[6] todos los países participantes acordaron incluir mujeres en sus equipos olímpicos y Qatar, Brunéi y Arabia Saudita las incluyeron por primera vez. De hecho, 34 países enviaron más mujeres que hombres a las Olimpiadas y fueron mujeres quienes obtuvieron la mayoría de medallas para la China, Estados Unidos y Rusia. Por primera vez se incluyó el boxeo femenino, lo cual significa que todos los deportes tuvieron versiones masculinas y femeninas.[7]
El sobresaliente desempeño atlético femenino también desafió los estereotipos de género sobre las mujeres y la competición, “eliminando por completo la idea de que las mujeres no son competitivas o no son atletas”, afirma Bobenrieth. Las atletas olímpicas hablaron directamente acerca de cómo el sexismo afecta la participación de las mujeres en los deportes yenfrentaron de lleno los comentarios sexistas. En los juegos de este año también hubo una mayor visibilidad y pronunciamientos de atletas LGBT. Bobenrieth describe las Olimpiadas como un “microcosmos” de la sociedad más amplia, en el cual las desigualdades de género y otras salen a luz y son rebatidas: “Se hizo tan obvio que el sexismo aún existe en todo el mundo. [Las Olimpiadas fueron] un momento impresionante para denunciarlo y tener maneras realmente concretas de celebrar las batallas que las mujeres siguen librando para alcanzar sus derechos y la equidad”.
Sin embargo, las luchas continúan. A nivel profesional, las atletas enfrentan costos más altos, tienen menos oportunidades de patrocinio y suelen ser objeto de coberturas mediáticas que las cosifican. Continúan subrepresentadas en cargos de liderazgo en la gerencia de los deportes[8] y en el Movimiento Olímpico.[9] En las Olimpiadas, estas batallas se manifiestan endisparidades en los recursos asignados a equipos femeninos, la eliminación de deportes sólo para mujeres y cobertura mediática sexista centrada en cómo lucen las atletas, no en su desempeño, para mencionar sólo algunas. Y pese a metas loables, el Comité Olímpico Internacional (COI) tiene una trayectoria mixta respecto a promover la participación de las mujeres en los juegos, incluyendo políticas controversiales sobre código de vestuario y pruebas de sexo[10] que pueden afectar desproporcionadamente a mujeres de color, reforzar los conceptos binarios respecto al género y suscitar dudas en cuanto a desempeños atléticos fuertes de las mujeres.
Deportes para los derechos de las mujeres y el desarrollo
Diversos procesos de las Naciones Unidas[11] establecen el deporte como un derecho humano y una meta del desarrollo, con beneficios mentales y físicos positivos que ayudan tanto a mujeres como hombres a tener una mejor vida. La Declaración de Brighton y el Llamado a la Acción de Windhoek[12] enfatizan la necesidad de promover la igualdad de género en los deportes. También se dice que las niñas que practican deportes tienen mayores probabilidades de asistir a la escuela y completar su educación, ser más sanas e incluso obtener mejores ingresos.[13] Pero el que las niñas continúen practicándolos tiene mucho que ver con las presiones sociales que enfrentan, las maneras como se ven a sí mismas y las expectativas respecto a las mujeres en las sociedades donde juegan.
Aunque estos esfuerzos se centran en los deportes como una meta en sí, Maria Bobenrieth ve el valor de los deportes como una herramienta para promover más ampliamente los derechos de las mujeres. Women Win cree que “un logro conduce a otro... porque creemos que si las chicas pueden tener un pequeño logro en los deportes, esto puede realmente desafiar las normas y ayudarlas a realizar sus derechos en otras áreas de sus vidas. Puede verdaderamente transformar no sólo la manera en que se ven a sí mismas sino también cómo otras personas las ven a ellas y a sus comunidades... Si abres esa ventana, abres esa puerta; cuando dices ‘sí puedo’, aun si llegaste de último o estás en la colchoneta sólo por un minuto y 22 segundos [como la judoka Wojdan Shaherkani], algo se abre para todas las mujeres en tu país, y muchos de los hombres, para que te vean de manera diferente, que vean a las mujeres de distinta forma y cuestionen algunas de las prácticas y normas culturales que probablemente no sean muy sanas para las mujeres en general”.
El enfoque de Women Win en los deportes como una herramienta para promover los derechos de las mujeres ayuda a las chicas a abordar asuntos tales como la violencia de género, el acceso a la salud y los derechos sexuales y reproductivos y el empoderamiento económico. “Somos una organización de derechos de las mujeres, con tres temas de derechos—acción, acceso y bienes—al frente y al centro de lo que estamos intentando lograr”. La participación en los deportes contribuye a la capacidad de las chicas para tomar decisiones por sí mismas y les da la oportunidad de practicar el liderazgo. Estar en un equipo deportivo les brinda acceso a una red social, así como a entrenadoras/es y mentoras/es, y su aislamiento disminuye. Además, pertenecer a esta ‘red de amigas’ también facilita su acceso a bienes en la ‘comunidad’. “Entonces, creemos que un programa deportivo bien creado que es seguro e inclusivo realmente ayuda a desarrollar la confianza de las chicas, su salud física y mental, además de su acción, acceso y bienes”.
En las Olimpiadas de 2012 en Londres hubo muchas primicias para las mujeres, lo cual resaltó cómo las desigualdades de género afectan su participación en los deportes y brindó ejemplos potentes de mujeres atletas que defienden sus derechos. Al destacar positivamente los logros de las mujeres, las Olimpiadas y los deportes en general pueden ayudar a cambiar la forma en que las mujeres y las niñas son vistas y cómo el
Notas:
Para el propósito de este artículo, el análisis se centra específicamente en deportes institucionalizados, organizados y profesionales, no la actividad física en un sentido más amplio.
Ver una buena visión de conjunto de las contribuciones de feministas al estudio del deporte en: Hall, A. “The Discourse of Sport: From Femininity to Feminism” [El discurso del deporte: De la feminidad al feminismo], en Scranton, S. & Flintoff, A. (eds.) (2001), Gender and sport: A Reader [Género y deportes: Una antología]. Nueva York: Routledge.
Dworkin, S. y Messner, M. (2002), “Just Do... What? Sport, Bodies, Gender” [¿Simplemente hacer... qué? Deportes, cuerpos y género], en Scranton, S. & Flintoff, A. (eds.), Gender and sport: A Reader [Género y deportes: Una antología]. Londres: Routledge, pág. 18.
Ibíd., pág. 20.
Ver más información sobre juegos olímpicos específicos, y cómo están segregados, en el sitio oficial del Movimiento Olímpico (disponible en francés e inglés).
Comité Olímpico Internacional, Hoja informativa: Las mujeres en el Movimiento Olímpico, Actualización, junio de 2012 (en inglés).
Ver: Macur, Juliet, “I.O.C. Adopts Policy for Deciding Whether an Athlete Can Compete as a Woman” [COI adopta política para decidir si un atleta puede competir como mujer], The New York Times, 23 de junio de 2012.
Ver también: Grupo Internacional de Trabajo sobre el Deporte para el Desarrollo y la Paz, Aprovechamiento del poder del deporte para el desarrollo y la paz: Recomendaciones a los gobiernos, 2008; y Deporte para el desarrollo y la paz – Hacia el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, 2003.
Ver también: Comunicado de prensa del Grupo de Trabajo Internacional sobre la Mujer y el Deporte, Montreal, 19 de mayo de 2002.
Clinton, Hillary, International Efforts To Empower Women and Girls Through Sports [Esfuerzos internacionales para empoderar a mujeres y niñas por medio de los deportes].
Deporte olímpico consistente en deslizarse boca arriba por una pista inclinada sobre un soporte o trineo que lleva patines incorporados.
Ver: El Título IX y la discriminación por sexo, Departamento de Educación de los Estados Unidos, marzo de 2000.
Lecturas adicionales:
Antúnez, Marta, Reflexiones acerca de lo que la mujer representa para el deporte y el verdadero significado del deporte para la mujer, Revista Digital, Año 7, No. 42, noviembre de 2001.
Bañuelos, Carlos, ¿Por qué las mujeres no competían en las primeras Olimpiadas modernas?, 1 de julio de 2011.
Bascompte, Silvia, La mujer en las olimpiadas, Movimiento Base, 16 de junio de 2011.
BBC Mundo, Londres 2012: La lucha de las mujeres en los olímpicos, 22 de julio de 2012.
Brown, Bienvenido, Poder de las mujeres en Olimpiadas, 23 de julio de 2012.
Cobiella, Nidia, La mujer en las Olimpiadas.
Lasheras Tamara, Londres 2012: Las Olimpiadas de las mujeres, agosto de 2012.
Pontificio Consejo para los Laicos, Las Olimpiadas y las mujeres.
Rodas, Alejandra, Datos de las mujeres en las Olimpiadas, starMedia, 17 de julio de 2012.
Sanz, Javier, La primera mujer que tomó parte en una Olimpiada fue condenada a muerte, Historias de la Historia, 10 de mayo de 2012.
Fuente: