AWID conversó con Dorotea Wilson, Coordinadora General Red de Mujeres Afrolatinoamericanas, Afrocaribeñas y de la Diáspora sobre la situación de las mujeres afrodescendientes en América latina, el Caribe y la diáspora y cómo se están preparando y organizando para el Decenio Internacional de las personas afrodescendientes.
AWID: ¿Cuál es la situación de las mujeres afrodescendientes en la región?
Dorotea Wilson (DW): La población afrodescendiente en la región, y las mujeres en particular, ha sido invisibilizada en términos de información, datos cuantitativos y cualitativos, y esto repercute en que no se diseñen e impulsen políticas públicas que favorezcan las necesidades de las mujeres negras. La situación es compleja por las desigualdades de género que caracterizan a la sociedad patriarcal, colocando a las mujeres en situación de subordinación, y por el racismo existente en nuestras sociedades, por lo que las mujeres engrosan las poblaciones pobres con pocos y/o ningún acceso a los servicios básicos como salud, educación, acceso a los recursos productivos como la tierra, el crédito y la vivienda.
La desigualdad en lo relacionado al empleo se muestra claramente en los porcentajes. Por ejemplo en Cuba el desempleo general es de 1,6% pero para las mujeres afrodescendientes es un 2% aunque ellas representan el 46,7% de la fuerza laboral del país. En Costa Rica las mujeres afrodescendientes han sido discriminadas en el acceso al empleo a pesar de presentar mayores niveles de preparación académica, y de ser en su mayoría bilingües. Existe una escasa presencia en los puestos de dirección y gerencia en los lugares de trabajo, y una sobre representación de la pobreza en las zonas de mayor presencia de población afrodescendiente. En República Dominicana por ejemplo, ni los censos ni las encuestas oficiales incluyen ninguna variable étnico-racial por lo que no se cuenta con información sobre este grupo poblacional, por ende tampoco sobre las mujeres afro descendientes.
AWID: ¿Cuáles serían los temas clave y cómo deberían enfrentarse para lograr la concreción de los derechos de las mujeres afro descendientes en la región?
DW: Lo primero es lograr que los Estados reconozcan que existe el racismo en América Latina y el Caribe. Hay que combatirlo porque muchas de las faltas de oportunidades se generan en el racismo, la xenofobia, la intolerancia y la exclusión. El desempleo y la pobreza están ligados profundamente a eso.
AWID: ¿Cómo debe enfrentarse al racismo?
DW: Antes que nada hay que comprender que el racismo contemporáneo es una ideología construida a partir de un modelo económico neoliberal que tiene sus raíces en el proceso de colonización y conquista del continente africano, marcado en sus inicios por el tráfico transatlántico de personas africanas que fueron convertidas en esclavas/os para el desarrollo y la explotación de los recursos en América. Por lo tanto el racismo tiene su base en una estructura económica que construye ideológicamente las justificaciones culturales y sociales para colocar a la raza blanca como prototipo de lo humano y por lo tanto superior a todos los grupos etno raciales diferentes, particularmente a las personas de procedencia africana, a las que definieron como de raza negra. Aún hoy la población indígena y afrodescendiente es la mano de obra más barata de la región.
En la actualidad se identifica al racismo más como un problema social y cultural que como un problema económico, entonces lo que tenemos que hacer es deconstruir esto con educación, con campañas, con cambios de currícula en las universidades, ya que muchas de ellas abordan el racismo como algo normal, cotidiano, y debido a ello hay muchas personas negras que no asumen su identidad.
Lo que pasa es que a pesar del desarrollo de los países, y la abolición del racismo desde hace más de 300 años, el reconocimiento de los derechos humanos de las personas hace más de 50 años, los procesos democráticos en marcha en la región, la estructura económica de los países está basada en un modelo racista que tiene evidente manifestaciones de exclusión. Somos más de 200 millones de afro descendientes en las Américas, quienes estamos sufriendo eso. Y más del 50% somos mujeres.
AWID: ¿Qué es lo que la Red de Mujeres espera de esta década internacional? ¿Están planificando realizar acciones?
DW: Creemos que este Decenio es una gran oportunidad para avanzar. Naciones Unidas tiene una agenda propia de cara a la década, donde son firmantes los Estados que son parte del sistema. Hay allí un compromiso que tiene que ver con la salud integral y de calidad para las mujeres, educación para todos y todas, la necesidad de diseñar e impulsar políticas económicas para enfrentar la pobreza, etc.
Desde la Red, que tiene presencia en 22 países de la región, llevamos adelante una serie de demandas que se encuentran en nuestras agendas locales y nacionales, y queremos seguir incidiendo a nivel internacional como lo hicimos en El Cairo, en Beijing y en Durban. Nosotras estamos demandando visibilización en censos y estadísticas nacionales, también protección para la niñez, adolescencia y juventud, la defensa del medio ambiente, seguridad y soberanía alimentaria, protección a las y los migrantes, rescate y reconocimiento de nuestro patrimonio, acceso a la justicia, seguridad ciudadana, nuestros derechos sexuales y reproductivos.
En la Agenda post 2015 ya hay grupos de trabajo y especialistas elaborando los indicadores, y estamos contribuyendo a ese proceso. También creemos que este decenio nos brinda la oportunidad de dar a conocer nuestra agenda desde diferentes frentes. Desde la lucha del movimiento de mujeres y de las Afro en particular; pensamos que nuestra agenda debe ser asumida por todas las aliadas y las alianzas porque en estos 22 países hay negras, indígenas, no negras, feministas, los movimientos de mujeres. Entonces que nuestra agenda pueda ser parte de una agenda integral desde todos los frentes. Es por esto también que estamos hablando con la organizaciones que gestionan la cooperación internacional, porque aunque estamos diciendo a los Estados, a las instituciones, a los gobiernos de cada uno de los países que deben de asumir compromisos y que tengan presupuestos para poder hacer las cosas, siempre requerimos el apoyo de los organismos de cooperación para nuestro accionar.
AWID: Del 26 al 28 de junio se realizó en Nicaragua la “I Cumbre Latinoamericana de Lideresas Afro descendientes de las Américas” ¿Cuáles son los resultados de dicha Cumbre?
DW: Se aprobaron dos herramientas que consideramos fundamentales para nuestro accionar. Construimos nuestra “Plataforma Política de cara al Decenio Internacional de los Pueblos Afrodescendientes” que contempla 17 ejes y 71 demandas para la incidencia ante los Estados de cada país del continente. Además construimos un instrumento de monitoreo. Con ambas herramientas trabajaremos los 17 ejes. Iremos priorizando qué ejes se encararán por año, los vamos a promover y a monitorear, y vamos a tener metas concretas para después evitar las frustraciones. Estas herramientas nos permitirán articular el trabajo en esta próxima Década. Al final del decenio podremos ver qué funcionó bien, qué se logró y qué quedó en el camino.
Ahora viene un segundo paso después de la Cumbre que es elaborar los planes nacionales de trabajo, el cabildeo con los Estados desde lo local hasta lo nacional, para su efectiva implementación y poder llevar a cabo el monitoreo de manera articulada. Si un país elige 3 ejes para un año, perfecto; otro país decide tomar un eje, con su indicadores y con su meta, eso es lo que vamos a hacer ahora. La idea es tener un Plan desde julio 2015 a julio 2016. Le damos seguimiento, hacemos la valoración y luego se escogen otros ejes para el año siguiente. Y así sucesivamente.
En la página web de la Red crearemos un Observatorio y lo iremos alimentando con los ejes y metas que los países elijan, y lo que vaya sucediendo.
AWID: Además de aprobarse esas herramientas ¿Cuál ha sido la importancia de esta I Cumbre?
DW: Algo clave fue convocar a estas 254 lideresas afrodescendientes para intercambiar información y puntos de vista sobre nuestra realidad en cada país y llegar a puntos básicos de consenso para nuestro accionar en los próximos años. También la efectiva convocatoria a la Cooperación para que apueste junto con nosotras a que esta Plataforma Política pueda salir adelante, acompañadas con la creación de un Fondo para las Mujeres Afrodescendientes de cara a este decenio.
A partir de esta Cumbre debemos trabajar en la visibilización de las estadísticas nacionales, porque muchos países entre 2016 - 2018 van a realizar censos y estamos diciendo que los países deben incluir la variable etno-racial en esos censos.
En estos momentos estamos desarrollando diálogos con lideresas indígenas, feministas y otras lideresas afrodescendientes que no pertenecen a la red, pero que ocupan en cargos públicos elegidos de manera popular, ya que con ellas queremos articular los próximos pasos.
Lo que quedó plasmado en la Cumbre es que queremos transformar la realidad en la que vivimos las mujeres negras en América Latina y El Caribe. Por eso presentamos esta Plataforma y las demandas, para avanzar en el cumplimiento de nuestros derechos, que se reconozca nuestra situación y se diseñen e impulsen políticas públicas para superarla.
Queremos que las mujeres afrodescendientes tenga una vida digna, acceso a empleos, a financiamiento para sus emprendimientos productivos, que tengan acceso a la educación, a la salud, que se respeten sus derechos a la salud sexual y reproductiva, que seamos visibles en las estadísticas de cada país, para que las lideresas afrodescendientes ocupen cargos públicos y tomen decisiones directamente sobre nuestras necesidades e intereses.