NOTAS DE LOS VIERNES: El 13 de febrero se celebró el Día Mundial de la Radio[1] y este año la UNESCO propuso realizar acciones que promovieran la igualdad de género. AWID conversó con activistas y comunicadoras feministas de Costa Rica y Argentina sobre cómo las voces de las mujeres y otros movimientos sociales se apropian de la radio y reflejan sus problemáticas y agendas.
Por Gabriela De Cicco
Desde que la radio comenzó a tener sus transmisiones en forma más regular en 1920, y por mucho tiempo, la voz de las mujeres jugó un papel secundario, y era generalmente la voz bonita de una locutora comercial. Con el paso del tiempo las mujeres fueron ganando lugares dentro de las radios, como conductoras principales y productoras, pero muchas veces los números no son suficientes, y son otras las voces que se necesitan para analizar desde una perspectiva de género la realidad e interpelarla.
En la celebración de este año, UNESCO se propuso promover la igualdad de género a través de la concientización de los propietarios de las estaciones radiales, ejecutivos, periodistas y gobiernos para desarrollar políticas y estrategias en materia de género para la radio, de la eliminación de los estereotipos,, el desarrollo de las habilidades para la producción de radio por las/os jóvenes, focalizando en las mujeres jóvenes como productoras, conductoras y reporteras, y también la promoción de la seguridad de las mujeres periodistas de radio.[2]
La radio tiene voces de mujeres
Con el desarrollo comercial de las radios, sus contenidos muchas veces han sido afectados por intereses económicos, políticos, y las voces de resistencia no tuvieron cabida en esos espacios, o bien estuvieron muy en los márgenes. En 1983, productores de radios culturales, populares se dieron cita en Montreal, Canadá, y forjaron la idea de un nuevo género: la radio comunitaria. Una radio que sería sin fines de lucro, que daría voz a quienes no tenían llegada a las radios masivas, donde la gente de la zona de cobertura podría participar de manera activa. En 1986 ese movimiento espontáneo de hacedores de radio comienza a denominarse Asociación Mundial de Radios Comunitarias (AMARC). Recién en 1992 Amarc creó la Red Internacional de Mujeres con el “objetivo clave de no solo garantizar que las mujeres tuvieran un lugar en la radio comunitaria sino también de desarrollar una estrategia de programación de género para ese tipo de emisoras, que contribuyera a eliminar los estereotipos”.[3]
Unos años después de la Conferencia Mundial de Derechos Humanos (1993) en Viena, AMARC junto a Unifem y la red ADA de Bolivia, produjeron unos micros (spots) radiales, cuya serie se llamó “Sin los derechos de las mujeres no hay derechos humanos” que incluso se produjeron en varios idiomas nativos, como el aymará y el quechua.[4]
Aquellos años de efervescente movilización feminista vieron surgir en Cota Rica a Radio Internacional Feminista (FIRE, 1991), ante falta de igual presencia de las voces de mujeres en los medios de comunicación. Katerina Anfossi, coordinadora de FIRE, piensa que “FIRE ha sido inspirador en la forma de hacer comunicación, no sólo en las mujeres, sino en los movimientos sociales y de muchas maneras en los medios masivos que se han nutrido de la información producida con nuestros enfoque y metodología feminista”, y continúa: “la presencia de mujeres en, por ejemplo, las radios comunitarias ha permitido que la perspectiva de género se transverzalizará en las producciones”, pero señala de manera crítica que “a veces eso es algo relativo y que sólo se da en ciertas circunstancias radicales, como casos de feminicidios o en fechas especiales del calendario feminista. Ahí vemos cómo la agenda aparece en los medios de manera amplia, pero luego queda invisible nuevamente.”
Para Liliana Daunes, comunicadora feminista argentina, “cuando a la radio se le da contenido con información y reflexión que acompañan a la lucha de los pueblos, y visibilizando sus reclamos, demandas y da la palabra a los diferentes sectores y multiplica sus voces; cuando se incluye a las mujeres, entonces es que intenta romper lo binario, que se asumen las contradicciones. Daunes agrega que desde esa perspectiva, “en búsqueda siempre de la libertad, con esa ética feminista y en sintonía estética, me sumo y soy parte de la lucha por los derechos de las mujeres, de las personas lesbianas, gay, bisexuales, intersex, travestis, transexuales. Ayudo a amplificar, por medio de los programas radiales, las voces de las comunidades originarias y campesinas en lucha, las resistencias y sueños de distintos colectivos populares que frecuentemente son negados en la comunicación hegemónica, por ejemplo los y las jóvenes”.
De la radio en la calle al estudio y a la academia
Las “radios abiertas” son una práctica extendida en América Latina. Se realizan durante actos para leer consignas, documentos, y en sus comienzos semejaban a las radios comunitarias, pero se realizan en la calle o plazas. Para quienes participaban en el colectivo feminista anticapitalista “Las Histéricas, las Mufas y las otras” (Córdoba, Argentina) las radios abiertas fueron una herramienta de comunicación importante, que acompañaron acciones callejeras relacionadas con la violencia de género, el aborto, entre otros temas. Fabi Tron, activista lesbiana argentina, y que formara parte de aquella colectiva, recuerda que en 2006/7 el grupo decidió grabar unos audios (spots) para esas radios abiertas, “Era una forma de transmitir el mensaje que queríamos de una manera que no estaba mediada por la mirada de la o el periodista de turno de las radios tradicionales”.
Por aquellos años, el Movimiento de Mujeres de Córdoba (Argentina) encaró en la radio “Revés” su primer programa radial que se llamó “Ninguna costilla”. La radio pertenece a la Universidad Nacional de Córdoba, y Tron recuerda que “se dio un proceso muy interesante porque la radio no nos cobró el espacio, sino que nos pidió a cambio que diéramos talleres de formación en género. Se dio un ida y vuelta muy interesante porque nosotras aprendimos a hacer radio, ya que nos enseñaron muchas cosas en cuanto al hacer radiofónico, y ellos se introdujeron en una temática que les era, hasta ese momento, bastante desconocida. Creo que pudimos influenciar un montón, hacer mucho hincapié en el lenguaje no sexista, y una vez por semana pudimos difundir las actividades y reflexiones del Movimiento de Mujeres. Fue el programa que nosotras queríamos, que nosotras habíamos pensado y difundimos muchas voces de mujeres”.
Simultáneamente, también en Córdoba comenzó a armarse el proyecto “Red Nosotras en el Mundo”, en el que Tron también participó. Este proyecto permitió tejer una trama latinoamericana-europea en una radio por internet que funciona las 24 hs., que tiene una grilla con más de 40 programas realizados mujeres y personas de la comunidad LGBTI de América Latina y España, y de otros países de Europa.
En el caso de la Red Nosotras, también se realizaron capacitaciones en género y nuevas tecnologías, pero para el movimiento de mujeres, comunicadoras o activistas. Tron señala que las capacitaciones sirvieron para que muchas/os “se apoderaran no sólo de la voz frente al micrófono, cosa que para muchas mujeres, gays o lesbianas les cuesta muchísimo, sino también apoderarse y empoderarse en el uso de las nuevas tecnologías. Ahora con la computadora y un par de programas es relativamente muy fácil armarte una radio y salir, hacer una transmisión en vivo”. Esta práctica ha permitido en Argentina transmitir los Encuentros Nacionales de Mujeres, o como hace FIRE, poder transmitir desde sesiones especiales de la ONU, el foro de AWID, cubrir eventos en distintos países, “esto permite abrir la posibilidad de un diálogo y de una inclusión, que de otra manera está como vedada” afirma Tron.
Comunicación desde una perspectiva de género
Vida Morant, activista trans y docente, tiene una mirada bien crítica, que focaliza no sólo en la radio sino a los medios masivos de comunicación, “ellos muchas veces ejercen un tutelaje de borramiento de estos temas, y lo peor creo es que cuando los tratan, la mayoría de las veces lo hace de manera inadecuada, despectiva con muy poco conocimiento de las causas, de las historia que forjaron estas luchas; eso es tan preocupante como la invisibilización, y si existe una comunicación feminista, queer, LGTBI es porque las activistas hemos encontrado y conquistado esos espacios, pero no porque haya surgido de los propios medios”.
Algo clave para Tron, más allá de los programas específicos feministas o sobre la agenda de los movimiento de mujeres, es hacer comunicación de género. Tron señala que “Tiene que ver con hablar de cualquier cosa de la vida social, de las diferentes realidades, las diferentes opresiones y hacerlo desde una mirada de género. Esto es utilizando no sólo un lenguaje que sea no sexista, sino utilizando la perspectiva de las mujeres que se encuentran en ciertas situaciones particulares, por ejemplo, hay un derrumbe en una mina, todos hablan de los mineros que están abajo, ¿Quién habla de las esposas/compañeras de los mineros que están sosteniendo la situación desde afuera, manteniendo a sus hijas e hijos? Una/o puede hacer esa mirada y está incorporando la perspectiva de género en la comunicación. Esto me parece que es importante mantenerlo claro”.
Tron agrega que para ella hay “un núcleo duro en la comunicación y es la persistencia de un uso sexista del lenguaje. Hay periodistas que lo toman desde un lugar de lenguaje inclusivo solamente: incorporar el “la”, “las” y “los” está bien pero no es solamente eso. Podés tener mucho dialogo con las y los periodistas de muchos años que te dicen ‘no, para mí no es importante cambiar el lenguaje`. Me parece que tenemos que tener en claro que si no cambiamos el lenguaje no podemos cambiar el mundo”.
Más lecturas:
Mujeres haciendo radio en Guatemala: http://www.culturalsurvival.org/node/10800
Las radios comunitarias que llegan donde otros medios no: http://periodismohumano.com/sociedad/comunicacion/la-radios-comunitarias-siguen-llegando-donde-no-llegan-otros-medios.html
[1] El Consejo Ejecutivo de la UNESCO recomendó à la Conferencia General que se proclamara el Día Mundial de la Radio, sobre la base un estudio de viabilidad realizado por la UNESCO en respuesta a una propuesta de España. La Conferencia General, en su 36 ª reunión, proclamó el Día Mundial de la Radio el 13 de febrero. La Directora General de la UNESCO propuso dicha fecha ya que se creó Radio Naciones Unidas en 1946 en día similar. Los objetivos de la jornada son concienciar al público y a los medios de comunicación acerca de la importancia de la radio; alentar a los encargados de tomar decisiones a crear y ofrecer acceso a la información a través de la radio; así como mejorar las redes y la cooperación internacional entre los organismos de radiodifusión.
[2] http://www.unesco.org/new/es/world-radio-day
[3]http://periodismohumano.com/sociedad/comunicacion/la-radios-comunitarias-siguen-llegando-donde-no-llegan-otros-medios.html
[4] Estas producciones se realizaron en 1998. Aquí se pueden revisar algunos de los archivos: http://radioteca.net/audioseries/sin-los-derechos-de-las-mujeres-no-hay-derechos-2/