NOTAS DE LOS VIERNES: Cada año, Iniciativas de Mujeres por una Justicia de Género produce un Puntaje de Evaluación en Género que evalúa los progresos de la Corte Penal Internacional (CPI) respecto a impartir justicia con enfoque de género. AWID conversó con Brigid Inder, la Directora Ejecutiva de Iniciativas de Mujeres, sobre los asuntos destacados en el Puntaje de Evaluación en Género 2010 de la CPI.
Por
AWID: ¿Cuáles son los objetivos de Iniciativas de Mujeres al producir el Puntaje de Evaluación en Género de la CPI?
Brigid Inder (BI): Hemos producido el Puntaje de Evaluación en Género de la CPI cada año desde 2005. Es una de nuestras estrategias para abogar por la participación inclusiva de las mujeres en definir el campo de los sistemas internacionales del derecho penal y la justicia. Nos gustaría ver que las mujeres tengan una presencia eficaz en los procesos de la CPI como beneficiarias, tomadoras de decisiones, participantes, profesionales y juezas.
Con el Puntaje de Evaluación en Género hemos podido demostrar un vínculo innegable entre la capacidad institucional en asuntos de género y la habilidad de la CPI de impartir justicia con enfoque de género. Aunque la CPI tiene el récord más sólido que de cualquier otro tribunal internacional en cuanto a la cantidad de mujeres nombradas a cargos dentro de la Corte, hay grandes preocupaciones acerca de la transparencia en el proceso de reclutamiento y la falta de poder institucional para mujeres en puestos profesionales que están abrumadoramente agrupadas en los niveles bajo y medio.
En general es escasa la participación de mujeres en momentos en que se adoptan decisiones clave sobre qué situaciones investigar, el número y tipo de incidentes en los cuales centrarse, el apoyo y la protección que se ofrecen a testigos, la manera en que las ‘amenazas a la seguridad’ son analizadas, la formulación de cargos y el análisis de pruebas e información. Estas decisiones suelen ser moldeadas y construidas sin que se aplique un análisis de género en los niveles de adopción de decisiones. Ello es evidente en los retos actuales relacionados con llevar crímenes por motivos de género ante la CPI.
AWID: Desde que el anterior Puntaje de Evaluación fue publicado en 2009, ¿dirías tú que la CPI ha desarrollado una jurisprudencia más fuerte sobre crímenes perpetrados contra las mujeres en tiempos de conflicto?
BI: En los últimos doce meses hemos presenciado muchos primeros momentos para la CPI.
Por primera vez se incluyeron cargos de genocidio en una orden de arresto contra un acusado de actos de violación y violencia sexual.
La Corte escuchó el primer testimonio relacionado con cargos por violencia sexual.
Este año se presentó ante la Corte el primer testimonio experto para abordar crímenes por motivos de género. Radhika Coomaraswamy, la Representante Especial del Secretario General de las Naciones Unidas para la cuestión de los niños y los conflictos armados, compareció en el caso contra Thomas Lubanga, ex líder rebelde de la República Democrática del Congo (RDC). Ella proporcionó reflexiones sobre las dimensiones de género del alistamiento y reclutamiento de niños soldados.
Por primera vez, tres víctimas de crímenes en casos llevados ante la CPI pudieron testificar.
Por primera vez, un panel conformado sólo por mujeres está presidiendo un juicio en la CPI y, de hecho, es la primera vez que esto ocurre en cualquiera de los tribunales internacionales.
El área de mayor preocupación es el reto persistente de mantener los cargos en algunos casos, específicamente cargos por crímenes en función del género. Varias decisiones judiciales han cuestionado la calidad de los cargos formulados, la suficiencia de las pruebas y los vínculos insuficientes entre los cargos y los elementos de los crímenes.
Hasta la fecha, la CPI ha incluido cargos por crímenes en función del género en todas las situaciones donde se han emitido acusaciones y en siete de once casos llevados ante la Oficina del Fiscal de la Corte. Sin embargo, el 40 por ciento de los cargos por crímenes en función del género ha sido descartado de los casos para los cuales se ha tenido audiencias de confirmación[1] y en su mayoría las decisiones judiciales han aducido que no existían suficientes pruebas. No existe ninguna otra categoría de cargos que consistentemente enfrente estos retos.
En el caso contra el líder rebelde y ex Vicepresidente de la RDC, Jean-Pierre Bemba, el 70 por ciento de los cargos por crímenes en función del género fue desestimado antes de que se llegara al juicio. Esto se debió, por un lado, a insuficiencia de pruebas, pero en gran medida a una interpretación por parte de los jueces que desconsideró diez años de práctica y jurisprudencia en tribunales internacionales y cortes nacionales en lo que concierne a la acumulación de cargos por crímenes de violencia sexual, lo cual condujo a que se descartaran cargos por violación como tortura y ultrajes a la dignidad personal.
AWID: ¿Hasta qué grado están las mujeres víctimas del conflicto armado participando significativamente en los procesos de la CPI?
BI: El proceso de la CPI permite la participación de víctimas del conflicto. Hasta la fecha, la CPI ha reconocido a 746 víctimas para que participen en los procedimientos legales, de las cuales 254 han sido mujeres. Reconocer a las ‘víctimas’ significa que ellas son representadas por abogados en los casos, como también que éstos pueden proporcionar información a la Corte y hacerles preguntas a los testigos en nombre de las víctimas.
En el caso contra Lubanga, los representantes legales de las víctimas les solicitaron a los jueces que consideraran cargos adicionales por violencia sexual con base en testimonios de testigos y en la experiencia de las víctimas a quienes representaban. En relación con el Sudán, sólo una mujer víctima fue reconocida pero, desafortunadamente, ese caso fue sobreseído en su totalidad por falta de pruebas. En la actualidad, ninguna mujer ha sido reconocida como víctima en casos relacionados con el Sudán, aunque es evidente que se han cometido violaciones y otras formas de violencia sexual a gran escala en el conflicto sudanés.
Tanto víctimas como testigos enfrentan varios retos. Testigos que llegan a La Haya con el propósito de testificar están lejos de sus familias y redes de apoyo, y el proceso de la Corte puede ser intimidatorio, especialmente para personas que han tenido poca exposición previa a un proceso judicial formal o cuentan con escasa información sobre éste. Algunos testigos pueden también sentir cierta vulnerabilidad respecto a testificar frente al acusado y sus abogados defensores. Pueden alterarse al relatar la violencia cometida en su contra o la que presenciaron. Medidas especiales que incluyen distorsionar la voz de las personas que testifican en casos de violencia sexual o usar una pantalla para impedir que el público y el acusado las vean directamente han sido usadas por la Corte a fin de facilitar sus testimonios.
AWID: La Dependencia de Proyección Exterior de la CPI ha emitido una serie de principios para informar sobre la violencia por motivos de género. Sin embargo, no se han desarrollado directrices para una estrategia procesal específica acerca de la violencia sexual y por motivos de género. ¿Cuáles son algunas de las directrices que quisieras ver que se desarrollen?
BI: La Dependencia de Proyección Exterior tiene el mandato de informar a las comunidades victimizadas sobre la Corte y sus estructuras, entre éstas el Fondo Fiduciario en beneficio de las Víctimas, y explicar las oportunidades para su participación en los procedimientos legales.[2]
La Dependencia tiene pocas estrategias focalizadas para asegurar que se llegue a las mujeres víctimas. Esto ha contribuido al bajo número de mujeres que le solicitan a la Corte reconocerlas como víctimas. Ellas simplemente no tienen el mismo acceso a información que los hombres en sus comunidades. La Dependencia de Proyección Exterior y la Sección de Reparación y Participación de las Víctimas deben desarrollar enfoques más matizados para llegar a las mujeres, las organizaciones de mujeres y las lideresas. Ha habido pocas reuniones específicas para mujeres.
Debo decir que en los últimos doce meses hemos visto un enfoque más centrado. Sin embargo, tomará dos o tres años ver los resultados de esto. Aun así, sólo el 25 por ciento de las personas que participan en las reuniones convocadas por la Dependencia de Proyección Exterior son mujeres.
AWID: ¿Cuáles son las actuales prioridades de Iniciativas de Mujeres en relación con la CPI?
BI: Un asunto fundamental es la elección del siguiente Fiscal y seis jueces más de la CPI. El próximo Fiscal tiene que reconstruir la credibilidad de su Oficina y restablecer el rigor legal en el trabajo de ésta, así como dar una nueva visión y liderazgo para el personal y los Estados Partes. Estamos evaluando potenciales personas candidatas, reuniéndonos con posibles contendientes y asesorándoles, además de abogar por la competencia en materia de género entre la serie de habilidades que este cargo requiere. Esperamos que habrá fuertes mujeres contendientes en el campo, incluida la actual Fiscal Adjunta, Fatou Bensouda, quien justificadamente es una de las principales candidatas a este puesto.
Para la elección, los Estados Partes han creado un Comité de Búsqueda integrado por diplomáticos, quienes reducirán la cantidad de personas candidatas para luego recomendarle tres a la Oficina de los Estados Partes que, de hecho, tomará la decisión final respecto a quién tendrá a su cargo la Fiscalía. Lamentablemente, no hay una sola mujer en el Comité de Búsqueda. Aunque fue tenida en cuenta la representación geográfica en el Comité, a la representación por sexo no se le dio ninguna consideración. De modo que tenemos mucho trabajo por hacer a fin de apoyar a las mujeres para que sean nominadas y asegurar que el Comité evite cualquier sesgo de género, ya sea real o percibido.
Otra prioridad es la monitorización, gestoría y defensa políticas y legales que estamos llevando a cabo con la Corte en todos sus casos e investigaciones. Este año hay tres juicios en curso que tienen asuntos únicos en materia de género. La Corte concluirá su primer caso en 2011 y, aunque en éste no hay cargos por crímenes en función del género, cr
También nos estamos preparando para nuestro siguiente Diálogo Internacional sobre Justicia para las Mujeres, que se realizará en 2012 del 16 al 18 de abril en Estambul, inmediatamente antes del Foro de AWID. Éste será nuestro segundo Diálogo[4] y esperamos reunir a defensoras de la justicia de género, activistas por los derechos de las mujeres y la paz (incluso provenientes de conflictos armados), representantes de las Naciones Unidas y profesionales, para examinar los progresos en la rendición de cuentas por crímenes en función del género y crear una agenda global a fin de promover la justicia de género. Hay tantas voces apasionantes, nuevas iniciativas y oportunidades para transformar estos asuntos.
Notas:
Una audiencia de confirmación es parte de la etapa previa al juicio de un caso llevado ante la CPI. En esta audiencia, una persona sospechosa comparece por primera vez en la Corte, donde se le informa de los cargos en su contra y de sus derechos en el proceso del juicio.
Ver: CPI, Informe de la Corte sobre la estrategia de información pública 2011-2013 (ICC-ASP/9/29), 22 de noviembre de 2010; y Plan Estratégico de Proyección Exterior de la Corte Penal Internacional (ICC-ASP/5/12), 29 de septiembre de 2006.
Amicus curiae (literalmente “amigo de la corte o del tribunal”) es una parte no involucrada en un litigio particular pero a la cual se le permite colaborar con un tribunal, asesorándolo en torno a un asunto de ley que afecta directamente el litigio.
Ver antecedentes del primer Diálogo Internacional sobre Justicia para las Mujeres, realizado en Puerto Vallarta, México, del 19 al 21 de abril de 2010.
Más información:
Publicaciones (también en español) de Iniciativas de Mujeres por una Justicia de Género.
Fuente: