La fuerte organización de activistas lesbianas a lo largo y ancho de Argentina logró que se le concediera a Higui la excarcelación extraordinaria. Higui, una lesbiana argentina, había quedado presa al intentar evitar ser violada por un grupo de diez hombres, hiriendo de muerte a uno de sus atacantes.
En Argentina se han aprobado tres leyes clave, tras años de trabajo de activistas LGBTI:
- la Ley de matrimonio igualitario, 2010
- La Ley de Identidad de género, 2012
- La Ley de Reproducción médicamente asistida, 2013
Esto no impide que continúen los ataques a quienes conforman ese colectivo. Como han sido los asesinatos de «Pepa» Gaitán, Diana Sacayán distintos actos de discriminación en lugares públicos, entre otrxs.
El 16 de octubre de 2016 fue atacada por una patota de diez hombres cuando salía de visitar a su familia en el partido de San Miguel, provincia de Buenos Aires, Argentina. Al grito de «Sos una tortillera. Sos una puta. Te voy a hacer sentir mujer. Te vamos a empalar, tortillera» la golpearon hasta dejarla inconsciente, pero antes de eso ella pudo defenderse del intento de violación dándole una herida mortal a uno de sus atacantes.
Lo que Higui sufrió fue un intento de violación correctiva por ser lesbiana y tentativa de lesbicidio, y ella se defendió ejerciendo legítima defensa, como reclama su abogada defensora, Raquel Hermida. Sus atacantes están libres, ella cumplió casi 240 días en la cárcel, ya que el 12 de junio se le concedió la excarcelación extraordinaria. Esto significa que esperará el juicio en su domicilio, en un país donde cada 18 horas ocurre un femicidio, donde los femicidas salen libres o las investigaciones no se hacen correctamente; un momento político donde se ha liberado el accionar policial, y donde desde el gobierno nacional existe el deseo y los intentos de atropellar todo lo relacionado con derechos humanos.
A las lesbianas y pobres no las escucha nadie
El sistema penal argentino es uno de los espacios patriarcales y machistas donde lesbianas, trans y mujeres deben lidiar para que sus derechos sean reconocidos y respetados. Porque para ese sistema el testimonio de una lesbiana, de una lesbiana pobre no tiene ningún valor. Esa voz con su experiencia es acallada, y a veces borrada para que no se sepa de ella. La historia de Higui se dio a conocer porque adentro de la cárcel conoció a alguien que visitaba a otra persona y ésta puedo hacer saber afuera lo que le había pasado: que semiinconsciente se la llevó la policía a la comisaría, que la encarcelaron sin ningún tipo de revisación médica y que la acusaron de homicidio. Las fotos que le tomaron al día siguiente del ataque, por ejemplo, no fueron aceptadas en el expediente. Todos sus atacantes siguieron en libertad y ella siguió presa por casi 240 días.
Apenas circularon las fotos y el relato de los sucedido, el pedido de libertad de Higui se fue instalando rápidamente a través de las redes sociales. Su nombre y las fotos de su cuerpo golpeado se pasaban como brasa ardiente de bronca y las activistas lesbianas empezaron a accionar inmediatamente. Higui recién tuvo una representación legal a los cuatro meses de estar detenida, y se creó una Comisión de Justicia para Higui, donde su madre y hermanas son muy activas, junto a activistas lesbianas y de movimientos sociales.
Al negarle el primer pedido de excarcelación en el mes de mayo, la Comisión de Justicia para Higui y un nuevo «Frente por la Libertad y Absolución para Higui», que se conformó con una gran mayoría de organizaciones o colectivos lésbicos y feministas, convocaron a una masiva jornada nacional para pedir por la Libertad por ella. Aliadxs feministas se fueron sumando, replicando el pedido y denuncia.
En la última marcha por el #NiUnaMenos, hubo columnas de activistas que levantaron en particular este pedido de libertad, y así el caso creció hasta cruzar las fronteras.
Es que las activistas ya estamos cansadxs, hartas de que nos maten, que nos juzguen, que se nos persiga por tortas, por chongxs, por lesbianas, por trans. Cansadxs del cis-heteropatriarcado que alimenta el no respecto, la violencia de género, el acoso, el abuso. No queremos que estos casos sean titulares amarillistas en los diarios, ni rostros en carteles o remeras.
Queremos celebrarnos vivas/xs.
Los pedidos no se acallan, gritan a voz de cuello. Como decía Audre Lorde «tu silencio no te protegerá». Acá existe una marea lesbofeminista que actúa para que el patriarcado caiga y que nuestras vidas sean mejores vidas, donde podamos vivir nuestra identidad de género y orientación sexual como querramos.
Y tan fuerte ha sido el grito, tan grande la organización de activistas lesbianas y feministas aliadxs que el de 12 de junio, como dijimos, le concedieron la excarcelación a Higui. Ya está comenzando la organización para lograr la absolución, ya que Higui está acusada de homicidio simple, que lleva una pena de 8 a 25 años de prisión.
Este ha sido un triunfo de la organización, de irle de frente al heteropatriarcado, y porque como se escucha en cada encuentro en la calle: «A Higui la sacamos entre todas/xs».
Podés leer más sobre el caso de Higui:
En español:
- Todxs contra una, Página/12, 13 de enero de 2017
- Libertad para Higui, La Izquierda Diario
- Negaron excarcelación a Higui de Jesús: convocan a una jornada nacional, Agencia Presentes, 8 de mayo 2017
- Quién es Higui y por qué tanta gente la quiere libre, Cosecha Roja, 6 de junio 2017
- #HiguiLibre: un logro de los feminismos donde entramos todxs, Agencia Presentes, 13 de junio 2017
En inglés:
- Calls in Argentina for release of ‘Higui’, a lesbian who killed would-be rapist, El País, 9 de junio 2017