Ante la proximidad de las elecciones presidenciales que tendrán lugar este mes en Guinea y en Costa de Marfil, países del África Occidental, AWID se entrevistó con Afiwa Mata Ahouadjogbe, vice presidenta de la Asociación de Mujeres Periodistas de Guinea (AFJ-Guinée por su sigla en francés), y Georgette Zamble, Presidenta de Leadafricaines, para conocer más sobre los desafíos relacionados con la toma de decisiones y el liderazgo de las mujeres, particularmente de las mujeres rurales, y sobre las acciones implementadas para superarlos en dichos países de África Occidental.
Mientras que las mujeres constituyen más de la mitad de la población en Guinea y Costa de Marfil, los porcentajes de mujeres representadas en el seno de los parlamentos en dichos países no es más que el 21.9% y el 9.2% respectivamente, no hay más que cinco mujeres entre los 34 miembros del gobierno guineano y los 29 miembros de gobierno marfileño. “Por lo general en Costa de Marfil, las mujeres están excluidas de las esferas de decisión política. Sin embargo, según las estadísticas, más de la mitad de la población está conformada por mujeres y estas constituyen casi el 52% del electorado. Incluso, a nivel de las estructuras descentralizadas, no tenemos más que el 6% de alcaldesas. A nivel de los consejos regionales, no hay más que una sola mujer entre las y los 31 presidentes del consejo. En los pueblos, casi nunca se ven mujeres jefas. Recientemente encontré una en el centro del país, pero son casos extremadamente raros en nuestro país”, subraya Georgette Zamble. Actualmente y en vista de las próximas elecciones presidenciales, no hay más que una sola mujer en liza entre las y los ocho candidatos presidenciales en Guinea, y en Costa de Marfil, dos candidatas entre las y los diez candidatos oficiales.
La falta de recursos, un factor de exclusión
Para Afiwa Mata Ahouadjogbe, una de las razones por las cuales no hay más que algunas mujeres representadas en las esferas de decisión política, está relacionada con la falta de recursos financieros de las mujeres. “No hay más que una sola mujer en carrera para las elecciones presidenciales y es una mujer prácticamente desconocida por la mayoría del público. Nos damos cuenta de que la cuestión de la igualdad de género no ha sido considerada dado que la paga que se solicita para presentarse como candidata/o fue fijada en 800 millones de francos guineanos[1], lo cual resulta extremadamente caro. Ahora bien, se sabe que las mujeres no tienen acceso igualitario a los recursos financieros puesto que ellas constituyen la franja más pobre de la población guineana. Es una cuestión que no ha sido tomada en cuenta. Si la paga fuera menos pesada, otras mujeres comprometidas políticamente se hubieran presentado”
El acceso desigual de las mujeres a los recursos es aún más acentuado en el medio rural, donde los índices de pobreza alcanzan el 64.7% en Guinea, y el 62.5% en Costa de Marfil según las últimas estadísticas realizadas. Un informe del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre la reducción de la pobreza en Guinea, subraya que a pesar de la presencia de las mujeres en el sector agrícola es del 80%, las mismas enfrentan numerosas discriminaciones respecto al acceso a los recursos productivos, especialmente a la tierra y al crédito. En Costa de Marfil, país cuya economía se sostiene principalmente sobre la actividad agrícola y según una investigación demográfica publicada en junio de 2013, solamente el 7.2% de las mujeres rurales de entre 15 y 49 años poseen por sí solas una casa y el 8.3% posee tierras. Georgette Zamble agrega que el ingreso promedio de las mujeres es menos del 59% que el de los hombres. “En el ámbito de la agricultura las mujeres están muy presentes y sin embargo ellas son olvidadas. Las luchas que se llevan en favor de la igualdad de género se desarrollan más en las zonas urbanas que las rurales puesto que las asociaciones de mujeres carecen también de los medios necesarios para llegar a las zonas rurales”, destaca la entrevistada.
Instrumentalización política de las mujeres en un sistema patriarcal
“A menudo se olvida el aspecto tradicional que pesa de manera contundente sobre las mujeres rurales, además de la ausencia de personas para defenderlas y la falta de acceso a la educación[2]. En el marco de la tradición resulta verdaderamente excepcional y raro ver una mujer al mando. Incluso en los sistemas matrilineales que se observan entre los Akans en el centro del país, no siempre resulta evidente que sea una mujer la que detenta el poder”, menciona Georgette Zamble.
En cuanto al voto de las mujeres, Afiwa Mata Ahouadjogbe explica que en “Guinea, cuando hay elecciones, las mujeres son motivadas para ir a votar, pero es allí donde el problema se plantea cuando el marido es de un signo político diferente al de su mujer. Se llega al punto en que él obliga a su mujer a adherirse a su ideología política y resulta difícil para las mujeres asumir su elección política”. Esta influencia en la elección electoral de las mujeres se observa igualmente en el ámbito de Costa de Marfil donde “durante la votación, muchas costumbres y restricciones tradicionales sobre las mujeres rurales hacen que resulte suficiente la consigna del jefe del pueblo para la elección del voto, puesto que ellas acompañan esa elección por miedo de represalias. Suele ocurrir que grandes sumas son entregadas por las y los candidatos al jefe del pueblo para favorecer dicha elección de voto, y que sin embargo, luego ese dinero no sea redistribuido en el seno del pueblo”, recuerda Georgette Zamble.
Así mismo, el clientelismo político puede influenciar a las mujeres rurales. Según Georgette Zamble, “las mujeres rurales tiene una capacidad de movilización muy importante cuando las y los candidatos llegan a tratar aquellos temas que son importantes para ellas, especialmente sus necesidades prácticas relacionadas con la falta de recursos. Las y los candidatos pueden por ejemplo darles un poco de dinero, camisetas o enviarles autos para transportarlas al lugar de votación para influenciar de ese modo su elección.”
“Por lo general, cuando hay elecciones, las mujeres constituyen una fuerza puesto que ellas son más de la mitad de las y los electores. Generalmente son ellas las más movilizadoras y comprometidas. Pero la cuestión de su toma de decisión y participación igual en el desarrollo plantea aún problemas y las iniciativas de las mujeres son a menudo recuperadas por las y los políticos para atraerlas a su sector y recuperar así sus electoras. Y luego de esto todo termina ahí. Cuando ellas logran obtener un puesto de decisión política, lamentablemente suele ocurrir a menudo que la lucha por los derechos de las mujeres es por lo genera olvidado”, agrega Georgette.
Afiwa Mata Ahouadjogbe considera que la razón por la cual las y los candidatos se ocupan de la cuestión de la igualdad de género durante las campañas electorales está ligada a su voluntad de obtener el apoyo de los donantes – que toman estas cuestiones en cuenta para el financiamiento del desarrollo – en la implementación de sus diferentes programas políticos en caso de que logren la victoria. “Es lo que se muestra pero que realmente no se hace, es una fachada. En las últimas elecciones, se abordaban los mismos temas pero si se observa el gobierno actual que dirige el país, no hay más que muy pocas mujeres ministras. Hay muchos discursos sobre la igualdad de género pero pocos actos”, explica Afiwa. Se trata de algo constante y que además se afirma en el informe del FM sobre la reducción de la pobreza en Guinea donde se menciona: “El Gobierno adoptó en enero de 2011 su Política Nacional de Género (PNG). Por dicha política, se entiende “hacer de la igualdad entre los hombres y las mujeres el eje central de los valores y normas morales y éticas” de la sociedad guineana en concordancia con los instrumentos jurídicos internacionales y regionales que se han ratificado en dicha materia. La política tiene así por objetivo erradicar las disparidades hombre-mujeres a través de un enfoque sistémico que implicará a todos los sectores y actores claves del desarrollo socioeconómico del país. A pesar de esta voluntad política anunciada, el análisis de los indicadores de desarrollo humano resalta las desigualdades de género en Guinea. Con un índice de género de 0.439 (SIGI Index OCDE[3]), Guinea se encuentra entre los 8 países (78 sobre 86) con las mayores disparidades entre mujeres y hombres fuera del ámbito de la OCDE.”
Movilizar (se) en diferentes niveles
“Más allá de los discursos, sería necesario actuar para que la dimensión de género sea tomada en cuenta en los programas de desarrollo, y que las mujeres tengan acceso a los financiamientos y a puestos de toma de decisión. Sería necesario que se empiecen a tomar en cuenta nuestra cualidades profesionales e intelectuales, y no relegarlas a un segundo plano, que se comience a superar cuestiones tales como las mutilaciones genitales femeninas[4], practicadas incluso en las hijas de las ministras”, nos confiesa Afiwa Mata Ahouadjogbe. Para ello, la AFJ-Guinée, una asociación compuesta únicamente por mujeres periodistas, se moviliza en vista de las próximas elecciones para permitir que las mujeres comprometidas políticamente también tengan acceso a los medios haciendo oír su voz vía una serie de reportajes y entrevistas que sensibilicen a las y los ciudadanos sobre la necesidad de votar en un marco de tranquilidad y no violencia.
Por su parte la ONG Leadafricaines inició en junio pasado, y en colaboración con la red Género en Acción y la ONG marfileña Género, Paridad y Liderazgo Femenino (GEPALEF por su sigla en francés), la campaña Interpell’action. Dicha campaña apunta especialmente a interpelar a las y los candidatos de las elecciones presidenciales para que tomen en cuenta las preocupaciones de las mujeres en cuatro aspectos a saber, el acceso de las mujeres a la política, a la educación, a la salud sexual y reproductiva[5], y el mejoramiento económico de las mujeres, el cual tiene una incidencia directa sobre los otros aspectos. “Tenemos emisiones radiales en las marchas en las cuales hay gran cantidad de mujeres para hacer conocer esas lagunas y dispondremos de afiches de las mismas a la par de las y los candidatos en los cuales aparece nuestro slogan de campaña “Si quieren nuestros votos (voces)[6], escuchen las nuestras”, con el fin de concientizar sobre la importancia de las voces de las mujeres en este proceso electoral. Otras asociaciones integrantes de la campaña van también al terreno para hacer firmar una petición que va en ese sentido y relevar la información sobre el contenido de los programas de las y los candidatos a través del prisma de los derechos de las mujeres. También implementamos un sistema de envío de SMS a las mujeres para relevar la información y para que ellas puedan relevarla a su vez en el seno de sus comunidades. Una vez que las elecciones hayan pasado, intentaremos que nos reciba la Presidencia para implementar un comité de ejecución de las políticas que contemplen esos aspectos prioritarios para las mujeres”, concluye georgette Zamble.