El Foro Generación Igualdad llegó a su término en julio con el anuncio de que se habían comprometido USD 40.000 millones para promover la igualdad de género en todo el mundo. Transcurridos ya cuatro meses desde el Foro, todavía estamos esperando que ONU Mujeres habilite el acceso público a la totalidad de los detalles de los compromisos de financiamiento. Más allá del tono autocomplaciente y la buena prensa, analizamos la «letra chica» acerca de quién, dónde o cómo se gastará realmente ese dinero.
Para que quede claro, este ha sido un ejercicio difícil. Y la pregunta clave para nosotrxs como movimientos feministas es la siguiente: ¿qué cantidad de los USD 40.000 millones se destinarán directamente a apoyar a las organizaciones feministas, de las mujeres, las niñas, y de las personas trans, no binarias y de género diverso, que siguen experimentando una escasez crónica de fondos, sobre todo en el Sur Global?
Aquí hay cinco aspectos que deberías saber sobre los USD 40.000 millones.
En primer término, sobre la base de los escasos datos disponibles, estimamos que solo se han comprometido USD 2000 millones para un objetivo explícito orientado a apoyar a los movimientos feministas y las organizaciones por los derechos de las mujeres. Estos USD 2000 millones representan apenas el 5% de los USD 40.000 millones y aproximadamente el 8% de la totalidad de los fondos comprometidos por los Gobiernos y las entidades filantrópicas en el proceso del Foro Generación Igualdad hasta la fecha.1
En segundo lugar, una gran parte de los USD 2000 millones podrían no ser genuinamente nuevos financiamientos. Incluye fondos que ya se han comprometido para apoyar los objetivos de igualdad de género —no fondos nuevos ni adicionales movilizados en el Foro Generación Igualdad. Por ejemplo, los USD 620 millones que comprometió los Países Bajos —el monto más cuantioso para los movimientos feministas y por los derechos de las mujeres anunciados en el Foro Generación Igualdad— son el mismo compromiso que lxs holandeses habían asumido para el fondo del ODS 5 en 2019. Si bien la contribución holandesa para dotar de recursos a los movimientos feministas es muy bienvenida, no existen razones para contarla como un nuevo y emocionante compromiso asumido en el contexto del Foro Generación Igualdad.
En tercer término, algunos donantes se comprometieron a conceder financiamiento, pero no queda claro cómo van cumplir esas promesas, puesto que en simultáneo están reduciendo sus propias capacidades de garantizar que dichos fondos lleguen a los movimientos feministas. Open Society Foundations, por ejemplo, se comprometió a invertir USD 100 millones en los movimientos feministas durante los próximos cinco años; sin embargo, en su reestructuración ha decidido cerrar el programa global destinado específicamente a los derechos de las mujeres, y actualmente se está retirando de diversas alianzas con movimientos feministas y organizaciones por los derechos de las mujeres.
En cuarto lugar, tenemos que preguntarnos: ¿si no se destinan a los movimientos feministas, hacia dónde están yendo en verdad los miles de millones? AWID conversó con numerosxs activistas que temen que en lugar de apoyar las agendas feministas progresistas, el grueso de los USD 40.000 millones termine sosteniendo lo de siempre. Veamos, por ejemplo, los compromisos del sector privado. Los USD 2000 millones para los movimientos feministas, entre otras cosas, para promover economías más justas, equitativas y sostenibles, palidecen en comparación con los USD 10.000 millones que Procter & Gamble comprometió como apoyo para las «empresas propiedad de mujeres y dirigidas por estas» y campañas en los medios de comunicación, o con los USD 2000 millones que Unilever prometió para diversificar sus fabricantes. Iniciativas como estas probablemente se mantengan como ejercicios para marcar casillas y mostrar que el sector privado se preocupa por la igualdad de género, sin tener en cuenta las propias políticas y prácticas de explotación del sector. Sabemos que sin una inversión sostenida en los procesos de organización feministas, no se atacarán los problemas económicos sistémicos.
Por último, el poder creciente del filantrocapitalismo en los procesos de las políticas para la igualdad de género plantea importantes desafíos políticos. En el transcurso del Foro Generación Igualdad, la Fundación Gates asumió un compromiso por un total de USD 2100 millones. Asimismo, ha dedicado años a fomentar las agendas contra el feminismo como la toma empresarial del control sobre las semillas, la agricultura y la salud, y continúa oponiéndose a anular las protecciones de propiedad intelectual asociadas a las vacunas contra el COVID-19 hasta hoy; todas estas acciones resultan en un perjuicio para millones de mujeres y sus comunidades en todo el globo.
Como activistas feministas que estamos transitando «la vida después del proceso del Foro Generación Igualdad» en el que tantxs de nosotrxs invertimos arduos esfuerzos para concebirlo e incidir en él, tenemos grandes interrogantes acerca del poder, la apropiación, la transparencia, la rendición de cuentas y, posiblemente lo más importante: ¿qué sigue?
Con toda claridad, los compromisos financieros son necesarios para liberar todo el poder de un cambio social feminista resiliente. Para ese fin y desde hace décadas, los movimientos feministas venimos exigiendo más fondos y de mejor calidad. No se trata únicamente de más dinero, sino del poder para que los movimientos feministas determinen cómo se gasta ese dinero y exijan la rendición de cuentas de los donantes respecto de sus grandes promesas. Para comenzar, necesitamos una comprensión realista acerca de a cuánto ascienden los compromisos y a qué objetivos se destinarán; un mecanismo de rendición de cuentas transparente para el cumplimiento de los compromisos, y coherencia política entre los compromisos financieros y la política pública para la igualdad de género, los derechos humanos y el medio ambiente.
1Los compromisos más cuantiosos para los procesos de organización feministas son los que presentó un pequeño número de mecenas habituales: los Gobiernos de los Países Bajos (USD 620 millones), Canadá (USD 81 millones) y Suecia (USD 60 millones), y las siguientes fundaciones filantrópicas: Fundación Ford (USD 420 millones), Fundación Gates (USD 230 millones), Open Society Foundation (USD 100 millones), Women Moving Millions (USD 100 millones), Fundación Channel (USD 100 millones), y GAGGA junto con el Fondo GreenGrants (USD 100 millones).