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Casa Trans Zuleymi: resistencia colectiva para desafiar y transformar un país patriarcal

La casa trans confirma esa fuerza generadora de los movimientos sociales: si nadie nos ayuda ni provee, si al estado no le importa, lo hacemos nosotras/xs. 


Ilustraciones: Ire Ocampo

La casa azul tiene sus puertas abiertas en medio de un barrio que parece siempre en construcción, al costado de los rieles del tren, en el distrito de Ate-Vitarte, ciudad de Lima.

La casa azul es “Zuleymi”*, la primera y única casa trans de Perú.

Desde 2016 da refugio, protege a las mujeres, niñas y adolescentes trans migrantes, a las recién llegadas, a aquellas que el estado abandona. Les brinda a todas/xs un espacio donde poder quedarse de manera temporal, recuperarse, encontrar a otras/xs iguales que les ayudan a empoderarse, a volver a creer en ellxs mismxs, a compartir por primera vez sus experiencias, empezar a solucionar sus problemas.

Desde que se creó la casa, han podido quedarse ahí 76 compañeras migrantes de Venezuela, 232 migrantes provenientes de la selva, de pueblos originarios, de la  zona Costa norte de Perú. También han recibido la visita de 632 personas trans de Lima y el Callao. 

Miluska Luzquiños, quien coordina la dirección de la casa, agrega que desde 2017, “nos hicimos cargo de ocho casos de niñas trans víctimas de violencia y trata. Junto al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables logramos reintegrar a sus familias a tres de ellas,  dos quedaron a cargo del Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar - INABIF, y a las otras tres las acompañamos directamente.” 

«Nuestro trabajo en la casa es nuestra realidad feminista. Se sostiene en la autogestión, la sororidad, el autocuidado y el cuidado mutuo.», explica Miluska

Ilustraciones: Ire Ocampo

La casa confirma esa fuerza generadora de los movimientos sociales: si nadie nos ayuda ni provee, si al estado no le importa, lo hacemos nosotras/xs. 

Las mujeres trans que habitan Zuleymi, están organizadas.

No sólo se acompañan y cuidan, se preguntan qué otras cosas más necesitan para la adquisición y el goce pleno de derechos. 

Ahí piensan en su presente y su futuro. ¿Cómo acceder a los servicios de salud? ¿Cómo acceder a la educación? ¿Cómo salir de la pobreza? Y siempre la exigencia a voz en cuello:

«Queremos ver nuestra nueva identidad en nuestros documentos.»

La casa es un mundo nuevo en medio del barrio que parece en construcción siempre. Es resistencia colectiva, una forma de lucha, desafío y transformación dentro de «un país machista y patriarcal» como señalan las compañeras.

Las mujeres trans organizadas en esta casa han empezado a sacudir y transformar sus vidas y las de otras/xs al ritmo de danzas feministas guerreras.

Ilustraciones: Ire Ocampo

 


*El nombre de la casa es para recordar a Zuleymi Aylen Sánchez Cárdenas, una adolescente trans de 14 años que fue asesinada en la puerta de su hogar, en 2016. Ese mismo año se inauguró la casa trans. La activista trans Miluska Luzquiños, quien ocupa actualmente la dirección de la casa, recibió en diciembre de 2019, el premio Premio Franco-Alemán de Derechos Humanos y Estado de Derecho.
Category
Análisis
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AWID