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Beijing+30 & CSW: La construcción de significados feministas en tiempos de policrisis

Es febrero de 2025 y, como todos los años por estas fechas, es momento de organizarse, ya que en pocas semanas, cientos de activistas, donantes, funcionarios gubernamentales y de la ONU llegarán a Nueva York para participar en la 69ª Comisión de la Condición Jurídica y Social de las Mujeres. Este año se cumple el trigésimo aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing (BPfA), y la CSW evaluará y examinará su implementación. Con el alza desmedida en los precios de vuelos y hoteles, los rechazos de visas, y los espacios que se agotan rápidamente, me hace pensar en lo diferente que debió ser la situación hace treinta años.

Muchas de las activistas que estuvieron presentes en Beijing en 1995 continúan participando en la CSW, y ahora están distribuidas en espacios gubernamentales, académicos, multilaterales y de la sociedad civil. Las retrospectivas de aquella conferencia evocan la solidaridad, los lazos creados y la sensación de esperanza que se vivió. A través de las fotografías granuladas que quedan de la conferencia, se puede percibir esa sensación de posibilidades - construida sobre la convicción de que era posible acordar, codificar y utilizar un lenguaje verdaderamente progresista sobre la igualdad de género como herramienta de rendición de cuentas a nivel global, regional y nacional. Hoy parece imposible imaginar ese clima de esperanza en torno a la rendición de cuentas.

La cortina de humo de la 'rendición de cuentas':

Después de Beijing surgió toda una industria de procesos de rendición de cuentas que opera a nivel nacional, regional y global. El más reciente, lanzado en 2020 por ONU Mujeres durante la pandemia de COVID-19, fue el Foro Generación Igualdad, que se centró en aumentar las inversiones en igualdad de género - se comprometieron $40 mil millones en compromisos financieros. En 2021, cuando analizamos en detalle la cifra de $40 mil millones, nuestro análisis reveló que en realidad, solo $2 mil millones eran compromisos nuevos destinados directamente a los movimientos feministas y de derechos de las mujeres - el resto eran compromisos existentes realizados a través de otros mecanismos.

Según el último Informe de Rendición de Cuentas del FGI de 2024, ONU Mujeres reporta "compromisos por $50.3 mil millones, duplicando los $24 mil millones reportados en 2022, lo que representa un crecimiento en los compromisos financieros". Los datos muestran que solo un pequeño porcentaje de estos compromisos fueron realizados por agencias estatales, en algunos casos más de una por país (371 de los 1,386 compromisos reportados), y la mayoría de los compromisos fueron hechos por la sociedad civil. Durante el último año, con elecciones en más de sesenta países alrededor del mundo, y en medio de crisis económicas, políticas y humanitarias sostenidas, la reducción del espacio cívico y el retiro de fondos para la igualdad de género y grupos marginados, resulta difícil entender cómo estos compromisos se transforman en acciones concretas. Los mecanismos de rendición de cuentas se encuentran vulnerados por el difícil contexto político y el creciente poder de la extrema derecha en todas las regiones. De hecho, por imperfectos que sean estos mecanismos, todo el sistema internacional está bajo el ataque directo de líderes autoritarios, dictadores y todas las fuerzas anti-derechos que buscan desmantelar cualquier obstáculo para lograr una impunidad total.

La Participación de AWID en la CSW:

Como probablemente cualquier organización feminista que participa en la CSW, constantemente cuestionamos y reflexionamos sobre nuestra presencia y nuestro rol. Como organización de apoyo a movimientos globales, mantenemos nuestro compromiso de estar con les feministas donde elles estén, y miles de elles continúan participando en el sistema multilateral. No por su impresionante eficiencia, admirable accesibilidad u oportunidad de ser verdaderamente escuchades, sino porque carecemos de otras instituciones y mecanismos democráticos. Como AWID, respondemos principalmente ante los movimientos feministas, que esperan que cuestionemos las prácticas de exclusión que se han aceptado y normalizado en los espacios de incidencia.

¿En qué consiste nuestro trabajo? Nos dedicamos a la organización de espacios tanto formales como informales, compartimos información y recursos, facilitamos la participación activista, y creamos espacios accesibles donde les feministas pueden reunirse y desarrollar estrategias en conjunto. Aunque no formamos parte de las delegaciones oficiales, creamos espacios de reflexión y encuentro que conectan a quienes están dentro de las salas de negociación con quienes habitualmente quedan fuera de ellas.

Con el paso de los años, el espacio de la CSW ha sido progresivamente infiltrado por actores anti-derechos, quienes continúan ganando terreno e influencia. AWID ha sido testigo y ha documentado estas 'tácticas de caballo de Troya', que incluyen el acoso en línea, la cooptación de nuestro lenguaje de derechos, la estrategia de enfrentar a diferentes grupos entre sí y la construcción de un marco paralelo de derechos humanos. A través de la colaboración con nuestres afiliades, contrapartes; copartes y aliades, como el Observatorio sobre la Universalidad de los Derechos, construimos conocimiento y generamos espacios para compartir, aprender y reflexionar, facilitando diálogos que desafían los centros tradicionales de poder.

El trabajo 'desde los márgenes' está en nuestro ADN Durante la última revisión de Beijing en 2020, AWID colaboró en la organización de una serie de espacios de reflexión colectiva que, fuera de los procesos formales de política, pusieron en el centro las visiones y agendas de las jóvenes feministas a través de la iniciativa 'Beijing sin Ataduras'. En la CSW67, conectamos digitalmente encuentros feministas presenciales en Nueva York, Nairobi y Bangalore a través de nuestros 'portales al Poder Feminista', para desafiar la accesibilidad de espacios como la CSW que son excluyentes por diseño.

Beijing+30: interpretando el momento actual:

Este año, la campaña oficial de ONU Mujeres dice 'Por Todas las Mujeres y las Niñas: Derechos. Equidad Empoderamiento No puedo evitar pensar que estas palabras, tantas veces repetidas, habrían sonado revolucionarias en Beijing, pero hoy suenan vacías en un momento en que presenciamos genocidios en curso en Gaza, Goma; enfrentamos crisis económicas y climáticas prolongadas; vemos la normalización y codificación del discurso anti-derechos; y observamos cómo la congelación de fondos y ayuda ha abandonado a comunidades y grupos marginados, como en el caso de Sudán. En las últimas semanas, nos hemos dedicado (como tantes otres) a generar espacios donde nuestres afiliades y comunidades puedan mapear la situación, compartir experiencias y desarrollar estrategias para enfrentar los impactos inmediatos y futuros de esta realidad.

¿Necesitamos que la CSW se convierta en un espacio de incidencia más efectivo y productivo? Sí. ¿Necesitamos también repensar cómo ocupamos este espacio en este momento político? Sin duda alguna.

Para quienes aún tenemos el privilegio de contar con los escasos recursos para estar presentes en espacios globales (por ahora, al menos), los espacios tradicionales de incidencia deben cumplir una doble función como espacios de organización de movimientos, y estas categorías no encajan (ni pueden encajar) en clasificaciones precisas. Seguimos comprometides con la construcción de poder político desde formas que hagan foco en las conexiones, la colaboración y la solidaridad entre movimientos - tal como lo evidenció el recién concluido 15º Foro Internacional de AWID en Bangkok.

Únete a la conversación #FreezeFascisms

Este año nuestra participación en la CSW será tanto formal como desde los márgenes, trabajando en Nueva York y en diversos lugares del mundo junto a nuestras contrapartes y membresía. Nuestro objetivo es preservar y ampliar los espacios donde podemos hablar con franqueza, tanto en el período previo como durante la CSW. Reconocemos el esfuerzo y tiempo que implica construir, de manera intencional, conexiones políticas y, más importante aún, la confianza entre distintos colectivos y coaliciones - para tender puentes y alzar la voz colectivamente - como se hizo en Beijing.

Creemos que este es el momento de continuar organizándonos desde la solidaridad, la esperanza y las imaginaciones radicales; de apoyarnos en los hombros de las activistas feministas que lo hicieron antes que nosotres, y te invitamos a hacer lo mismo. Súmate a nuestra conversación, tanto en Nueva York como en línea - donde nos movilizaremos junto a nuestra membresía, contrapartes y aliades para compartir las formas en que siempre han hecho frente, y seguirán enfrentando, a las fuerzas anti-derechos en todos los niveles y espacios - #FreezeFascisms. Este es un compromiso de largo aliento. ¡Nos vemos ahí!

Gopika Bashi es la Directora de Programas de AWID

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Análisis
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