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Basta de Pasividad: Mujeres lideran acciones por los derechos de los pueblos indígenas en Canadá

NOTAS DE LOS VIERNES: Basta de Pasividad es un movimiento canadiense indígena de resistencia y protesta que inició el año pasado. AWID conversó sobre este movimiento con la Dra. Lynn Gehl (Gii-Zhigaate Mnidoo-Kwe), una defensora de los derechos de los pueblos indígenas.

Por Gabriela De Cicco

“El movimiento Basta de Pasividad (Idle No More, o INM) llama a todas las personas a unirse en una revolución pacífica para honrar la soberanía indígena y proteger la tierra y el agua”. Su visión es continuar ayudando a construir la soberanía y el resurgimiento del carácter de nación, presionar al Gobierno y la industria para que protejan el medio ambiente y forjar alianzas con el fin de replantear la relación de nación a nación mediante la inclusión de perspectivas, asuntos y preocupaciones de las bases.

Tal como dice Lynn Gehl,[1] quien ha participado en acciones de Basta de Pasividad: “Las personas indígenas en Canadá se han estado resistiendo a la colonización desde hace mucho tiempo. Es realmente importante que yo señale esto: que la resistencia indígena precede[2] a este concepto. Sin embargo, Basta de Pasividad es un nuevo nombre que describe lo que hemos estado haciendo. Es genial que ahora tengamos esta nueva construcción porque está vigorizando vida nueva y dándonos energías renovadas para impulsar nuestra acción”.

Jessica Gordon, Sylvia McAdam, Sheelah McLean y Nina Wilson idearon el término en la provincia occidental canadiense de Saskatchewan, cuando conversaron sobre el impacto que algunas políticas estatales, defendidas por el Primer Ministro canadiense Stephen Harper, podrían tener sobre las Naciones Originarias del país.

Lynn Gehl explica que el conservador Stephen Harper es responsable de la aprobación de proyectos de ley y legislación, a través del Parlamento canadiense, que atacan derechos consagrados en tratados, los derechos humanos de las personas indígenas y los derechos de toda la gente canadiense: “Todas las personas canadienses, no sólo las indígenas, necesitan aire limpio, tierra limpia y agua limpia; sin embargo, fueron mujeres indígenas quienes pusieron en marcha el movimiento Basta de Pasividad en que actualmente estamos”. El ímpetu del movimiento se ha generado por medio de eventos organizados, Twitter (#idlenomore) y otras acciones como las de la abogada Pam Palmater, quien empezó a bloguear sobre los derechos de las personas indígenas y escribir en periódicos. Gehl agrega que en las elecciones de la Asamblea de Naciones Originarias del año pasado hubo, por primera vez, cuatro mujeres candidatas, lo cual se ha sumado al impulso que está ocurriendo en Canadá.

Las fundadoras de INM brindaron información sobre el Proyecto de Ley C-45,[3] que fue un intento por modificar la Ley Indígena sin previa consulta a las Naciones Originarias. También proporcionaron información relacionada con un conjunto de leyes propuestas que afectarían la protección del medio ambiente. Las reuniones fueron replicadas en otras comunidades cuando se evidenció la importancia de alzarse juntas para reclamar sus derechos inherentes como nación soberana. El 10 de diciembre de 2012 se celebró un Día Nacional de Solidaridad y Resurgimiento, un gran acontecimiento que fue trascendental debido a la cantidad de Naciones y la diversidad de grupos que participaron. Desde entonces, acciones que incluyen talleres de enseñanza colectiva, manifestaciones y concentraciones han continuado aumentando en todo Canadá, inspirados y convocados por el movimiento Basta de Pasividad.

En relación a cómo el movimiento se organizó y corrió la voz, Gehl y otras personas han atribuido esto a la revolución de los medios sociales. Ella dice: “Los medios sociales han revolucionado nuestras relaciones. Por ejemplo, nunca he conocido a las cuatro fundadoras, pero nos comunicamos a través de Facebook. La gente usa los medios sociales en distintas maneras y en el movimiento Basta de Pasividad los estamos utilizando para fines políticos. Es fenomenal”.

¿Vientos de cambio?

Tal como ha dicho Pamela D. Palmater, una abogada del Pueblo Mi’kmaq: “Lo que queremos es ser libres—libres de gobernarnos como nos parezca, libres de gozar de nuestras identidades, culturas, lenguas y tradiciones”. En su opinión, Basta de Pasividad forma parte de un movimiento indígena más amplio que ha estado poniendo al descubierto la clara agenda de asimilación—para asimilar a las Naciones Originarias en los actuales órdenes de gobierno federal y provincial—que surgió dentro del gobierno conservador, planificando al mismo tiempo una respuesta si el Primer Ministro insistía en seguir adelante con su plan. Palmater asevera que “Harper logró imponer a fuerza de intimidación su plan de asimilación en la agenda del tema ‘Pueblos Originarios’ sin casi ningún chillido de oposición a nivel político”.[4]

Basta de Pasividad exige que se implementen cambios legislativos como resultado de acuerdos “de nación a nación” entre el Gobierno y las Naciones Originarias. En su manifiesto dice: “El espíritu e intención de los acuerdos de los Tratados significaban que los pueblos de las Naciones Originarias compartirían la tierra, pero conservarían sus derechos inherentes a tierras y recursos”.

No obstante, como Gehl explica: “Canadá carece de la voluntad política requerida para que ocurra una transformación significativa y esto no cambiará a menos que la gente canadiense insista en que el Gobierno empiece a honrar los derechos indígenas consagrados en los tratados. Por ejemplo, el pueblo Algonquino Anishinaabeg del Valle del Río Ottawa se encuentra en el proceso de un arreglo por reclamo de tierra y gobierno autónomo. Canadá se refiere a esto como negociar un tratado, pero no hay tal cosa. El Parlamento canadiense reside en territorio algonquino anishinaabeg y, sin embargo, el ofrecimiento recientemente presentado consiste de apenas un 1.3 por ciento de nuestro territorio tradicional y un pago único de adquisición por $300 millones. Este ofrecimiento es tanto insultante como arrogante. Canadá no está respetando nuestra jurisdicción a nuestra tierra y nuestros recursos, pero ésta es la única manera en que vamos a vivir como pueblo autónomo”.

Aun así, Gehl señala un cambio positivo basado en su conocimiento y experiencia respecto a la larga historia de colonización, no sólo en lo concerniente a la tierra sino también en términos culturales: “Creo que ha habido un cambio. Dado que el sistema educativo de Canadá enseña nacionalismo estatal, muchas personas canadienses no comprenden los asuntos y derechos indígenas, ni entienden que nuestros derechos son también sus derechos. A través del movimiento Basta de Pasividad, muchas personas no indígenas han despertado. Junto a los talleres de enseñanza colectiva, INM está produciendo arte, canciones, videos, podcasts y blogs a los cuales la gente accede por medio de las redes sociales e internet. Además, Sheelah, una de las fundadoras que no es indígena, es una importante aliada canadiense. Esto ha arrojado luz sobre la necesidad de alianzas de principios que se basen en una solidaridad genuina en vez de una solidaridad falsa. En suma, es necesario que sigamos a la tortuga o a la gente más oprimida en cualquier movimiento a futuro. Este cambio de pensamiento es un giro importante”.

Dejar que las voces de base sean escuchadas

Las fundadoras del movimiento Basta de Pasividad están convencidas de que las voces de las bases deben ser escuchadas. Esto requiere apoyar y alentar a las comunidades a crear y manejar sus propios espacios de debate y aprendizaje, donde puedan aprender más sobre los derechos indígenas y de sus responsabilidades hacia el carácter de nación por medio de talleres de enseñanza colectiva, asambleas, cursos en línea y redes sociales. Para ellas, una estrategia clave es forjar relaciones con aliadas/os en todo Canadá y llevar a cabo acciones que contribuyan a construir relaciones con organismos internacionales como las Naciones Unidas que puedan ayudar a develar las condiciones bajo las cuales las personas indígenas han sido oprimidas y afirmar su soberanía a nivel internacional.

Utilizando nuevas plataformas de comunicación, la educadora y bloguera âpihtawikosisân, de la Nación Cree, convocó un Ayuntamiento de Mujeres de INM que tuvo lugar el 26 de enero de 2013. Durante la videoconferencia hubo un interesante intercambio de conocimiento colectivo y algunas sugerencias e ideas que surgieron en el evento fueron consolidadas por ella en su blog. Uno de los debates se trató de los idiomas indígenas como una manera de resurgir y de mantener viva la cultura. Las participantes compartieron su experiencia respecto a los Nidos Lingüísticos, que funcionan con la premisa de que niñas y niños pequeños adquieren el lenguaje naturalmente en entornos de inmersión, aprendiendo de integrantes de la comunidad tales como Ancianas y Ancianos, madres, padres, abuelas y abuelos.

En el Ayuntamiento de Mujeres también se habló sobre la comunicación y el flujo de información. El movimiento Basta de Pasividad ha crecido drásticamente en poco tiempo en las redes sociales, pero el reto es cómo profundizar la comunicación entre las comunidades y la población canadiense más amplia. Un punto de preocupación fue que el uso de las nuevas tecnologías hace que INM parezca un fenómeno urbano, aunque muchas acciones se han realizado en comunidades rurales. El uso de otros medios como la radio comunitaria o folletos será importante para afrontar la falta de acceso de algunas comunidades a internet o redes sociales.

Notas:

  1. La Dra. Lynn Gehl (Gii-Zhigaate Mnidoo-Kwe) pertenece al pueblo Algonquino Anishinaabeg del Valle del Río Ottawa, Ontario, Canadá. Es estudiante-investigadora, pensadora, escritora, bloguera de Black Face y defensora de los derechos humanos de las personas indígenas desde hace 27 años.

  2. “Un importante punto de renacimiento y revitalización del movimiento fue en 1969, cuando el Gobierno canadiense publicó el Libro Blanco, cuya intención era eliminar los derechos de las personas indígenas. Y en ese momento hubo un gran movimiento de solidaridad de personas indígenas a lo largo y ancho de Canadá. Así que 1969 suele ser citado como otro punto importante en la resistencia indígena”. Leer más (en inglés) sobre el Libro Blanco (o Política Indígena del Gobierno de Canadá). Ver también: La resolución de reivindicaciones aborígenes, Ministro de Obras Públicas y Servicios Gubernamentales de Canadá, 2003.

  3. Ver: Las Primeras Naciones protestan, La Prensa Canadá, 11 de diciembre de 2012; Indígenas canadienses intensifican protestas contra ley antiambiental, Observatorio Latinoamericano de Conflictos Ambientales, 3 de enero de 2013.

  4. Canadá: Idle No More/Basta de Pasividad: ¿Qué buscamos y hacia dónde nos dirigimos?, Pamela Palmater, 9 de enero de 2013.

Fuente: Notas de los Viernes de AWID, 12 de julio de 2013. Título original: Idle No More – Women Leading Action for Indigenous Rights in Canada. Traducción: Laura E. Asturias

Category
Análisis
Source
AWID