En el marco del “Día Internacional de la Mujer Afrolatinoamericana, Afrocaribeña y de la Diáspora'', las afrofeminas levantan sus voces para exigir sus derechos y revisibilizar sus luchas. Esto no quiere decir que durante el resto del año callen, más bien, es en esta fecha que confluyen en un mismo sentir en pro de su etnicidad.
Hace treinta años nació esta efeméride, al calor de la militancia de mujeres negras de 32 países de América Latina y el Caribe. Este encuentro en 1992, dejó como fruto el diálogo y búsqueda por definir estrategias de incidencia política para enfrentar reclamos específicos como lo son: el racismo, las prácticas de intolerancia y las desigualdades desde una perspectiva de género, raza y clase.
A lo largo de la historia, la mujer afrodescendiente ha luchado con uñas y dientes para integrarse a la sociedad. Se ha esmerado por recibir de ésta, un trato digno y respetable que por el simple hecho de ser persona debería recibir. Lamentablemente, aún no se puede asegurar que esto se ha logrado. La hipersexualización de la figura de la mujer negra, los prejuicios y la estigmatización, la falta de condiciones laborales dignas, entre otras interseccionalidades, lo confirman.
La institución de un día concreto para honrar y festejar a la mujer negra, es un ejemplo evidente respecto a que el feminismo afro tiene muy bien identificadas sus demandas y está dispuesto a darlas a conocer, ya que a pesar que se aprecian algunos avances en la temática feminista, estos aún distan mucho de expresar lo que las afrofeminas tienen para decir y aportar en los espacios de discusión, tanto en el ámbito institucional y académico, como en la sociedad en general.
Por esto, en la actualidad son un colectivo que está imponiendo su presencia en la sociedad, ya que cada vez más mujeres afrodescendientes están actuando en conjunto, para mejorar sus condiciones de vida. Cada una desde su lugar, está poniendo el cuerpo en la lucha antirracista, antipatriarcal, en contra del sexismo, la violencia machista y la ampliación de derechos. Las mujeres afrodescendientes con su participación en cada espacio de militancia, no solo evidencian la diversidad del feminismo, a su vez dan cuenta que el movimiento feminista hegemónico en si, no logró responder y acompañar las necesidades de todas sus integrantes.
Reconocer el rol de la mujer afrodescendiente, es clave en la lucha por la reivindicación de sus derechos. Para la comunidad afro en general y las mujeres negras en especial, el convivir en una sociedad que en su actuar político, social y estructural aún se niega a deconstruir sus bases, la lucha por defender sus derechos y la incansable búsqueda de mecanismos que preserven y resalten sus aportes en la construcción colectiva e identitaria, son los mayores retos.
Por lo tanto, a las puertas de una nueva conmemoración, ratifican que el compromiso está en seguir luchando, estando juntas, presentes y conscientes del momento histórico que les ha tocado vivir y actuar en consecuencia. La lucha es en contra del racismo estructural e institucional, la invisibilización y en favor del empoderamiento de las negritudes.