Carta de amor a los movimientos feministas #10
Nunca supe que tenía una familia cercana que me ama y que quiere que crezca. Mi mamá siempre ha estado presente para mí, pero nunca imaginé que tendría miles de familias por otros sitios, con las que no estoy relacionada por lazos de sangre.
Descubrí que la familia no son solo las personas relacionadas por lazos sanguíneos, sino la gente que te ama de forma incondicional, a quienes no les importa tu orientación sexual, ni tu estado de salud, ni tu estatus social, ni tu raza.
Al pensar en los momentos invaluables en que escuché a mis hermanas de todo el mundo que son firmes feministas –gente a quien no he conocido físicamente, pero quienes me apoyan, me enseñan, luchan por mí– me faltan las palabras: las palabras no pueden expresar cuánto las amo a ustedes, mis mentoras, y a las demás feministas. Ustedes son una madre, una hermana, una amiga para millones de chicas jóvenes.
Ustedes son maravillosas, ustedes luchan por personas a quienes no conocen –y eso es lo que las hace tan especiales–.
Mi corazón se alegra de expresar esto por escrito.
Las amo a todas y seguiré amándolas. Nunca he visto a ninguna de ustedes en forma física, pero parece que nos conociéramos desde hace décadas.
Somos feministas y estamos orgullosas de ser mujeres.
Vamos a seguir diciéndole al mundo que nuestra valentía es nuestra corona.
Una carta de amor de FAITH ONUH, una joven feminista de Nigeria