Mass demonstration in Madrid on International Women's Day
Multitudinaria manifestación en Madrid en el día internacional de la mujer
Áreas prioritarias
Apoyar a los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y por la justicia de género para que sean una fuerza impulsora de retos a los sistemas de opresión y para la creación conjunta de realidades feministas.
Arrancar de raíz los fascismos y los fundamentalismos
En todo el mundo lxs defensorxs feministas, por los derechos de las mujeres y por la justicia de género están enfrentándose a las agendas fascistas y fundamentalistas. Estas fuerzas opresivas atacan a las mujeres, a las personas que tienen una identidad o expresión de género y/u orientación sexual no convencional y a otras comunidades oprimidas.
Las ideologías discriminatorias están socavando y cooptando nuestros sistemas y estándares de derechos humanos, para convertirlos en dominio de unxs pocxs.. Por esto, la iniciativa Promoción de los Derechos Universales y la Justicia (PDUJ) promueve la universalidad de los derechos, el principio fundante según el cual los derechos humanos les pertenecen a todxs sin excepción, sin importar quién sean.
Creamos un espacio para que los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y de justicia de género y sus aliadxs puedan reconocer la influencia y el impacto de lxs actorxs anti-derechos., pensar estrategias y realizar acciones colectivas para contrarrestarlos También buscamos promover los derechos de las mujeres y los marcos, las normas y las propuestas feministas así como proteger y promover la universalidad de los derechos.
Nuestras acciones
A través de esta iniciativa, nosotrxs:
Construimos conocimiento: Apoyamos a los movimientos feministas, de derechos de las mujeres y de justicia de género difundiendo y divulgando conocimiento y mensajes clave sobre lxs actorxs anti-derechos, sus estrategias y el impacto que tienen sobre los sistemas internacionales de derechos humanos a través del liderazgo de AWID en el Observatorio sobre la Universalidad de los Derechos (OURs)*.
Promovemos agendas feministas: Nos aliamos con diversos actores en espacios internacionales de derechos humanos, incluyendo el Consejo de Derechos Humanos, la Comisión sobre Población y Desarrollo, la Comisión sobre la Condición Social y Jurídica de las Mujeres y la Asamblea General de la ONU. .
Generamos y amplificamos alternativas: Junto con nuestra membresía, buscamos que los movimientos que se organizan a nivel local, nacional y regional en distintos espacios conozcan y exijan que se apliquen los compromisos, resoluciones y normas internacionales.
Movilizamos la acción solidaria: Actuamos junto a las defensoras de derechos humanos, incluyendo a activistas trans e intersex, así como a lxs jóvenes feministas, para enfrentar los fundamentalismos y fascismos y para llamar la atención sobre situaciones de peligro.
Razan era una médica voluntaria de 21 años en Palestina.
Le dispararon cuando corría hacia un muro fronterizo fortificado, en un intento por llegar hasta una persona herida en el este de la ciudad de Khan Younis, en el sur de Gaza.
En su última publicación en Facebook, Razan dijo: «Estoy volviendo y no retirándome», y añadió: «Denme con sus balas, no tengo miedo».
Un gozo para el mundo: Seis preguntas a Naïké Ledan
Entrevista realizada por Chinelo Onwualu
Naike Ledan es una defensora de la justicia social, una feminista comprometida y con 20 años de experiencia en la defensa de los derechos humanos y la justicia social, el empoderamiento de las mujeres, la lucha por el acceso universal a los servicios básicos y la inclusión social, así como por el desarrollo de las capacidades de la sociedad civil. Tiene una vasta trayectoria de trabajo en Canadá, en África occidental y meridional, y en Haití, en la promoción de los derechos civiles, el desarrollo de las capacidades de las organizaciones de la sociedad civil, enfocada sobre todo en los determinantes sociales de la exclusión estructural. Valora los principios de un liderazgo compartido, anticolonial, contra la opresión y los espacios antipatriarcales.
Chinelo Se te conoce como activista por los derechos trans; me intriga cómo fue tu recorrido hasta allí.
Naike Crecí en Haití donde viví hasta los 18 años y luego me fui a vivir a Montreal donde pasé 19 años. Cuando volví a Haití, en 2016, pensaba que estaba regresando a casa pero el lugar había cambiado y tuve que readaptarme. No volví a conectarme como había esperado hacerlo con la familia y las amistades de mi infancia. Volví habiendo vivido en el exterior, con una situación laboral cómoda y durante mucho tiempo me sentí bastante extranjera. Y a la vez me sentía muy en casa por el idioma, los silencios entendidos, no tener que explicar nada cuando empezamos a cantar un anuncio publicitario. Ya sabes: esas cosas que compartimos, esa energía, ese espacio, ese espíritu.
Cuando volví a amarme a mí mismx – yo lo llamaría «renacimiento» – que coincidió con parir a mi primerx hije, parirme a mí mismx y enamorarme de mi ser queer o alguien que ama a personas de su mismo género. (Créditos: Naïké Ledan)
Lo que me ayudó fue que me gustó mucho la tarea de andar por el país y documentar lo que la gente sabía. Entonces, dejé la comodidad de lado. Me convertí en directora nacional de una organización regional que era completamente queer. Mi trabajo consistía sobre todo en conseguir recursos y desarrollar capacidades en la sociedad civil. Mi estrategia era salir a las zonas rurales, buscar a todas las organizaciones pequeñas que había ahí, ayudarlas a desarrollar su capacidad y financiarlas. No me interesaban lxs polítiquxs, ni andar a los apretones de manos o sacarme fotos (risas). Tuve un muy buen aliado: Charlot Jeudy, el activista (queer) que fue asesinado hace tres años en su casa. Nos acercamos mucho después de que se prohibió en Haití un festival de cine afro-queer que habíamos planeado juntxs. La prohibición hizo mucho ruido y logró que se hablara de ser queer en todas partes, entonces Charlot me presentó a todas las OSC pequeñitas que había en cada rincón del país. Y ahí estaba yo para ayudarlas a registrarse o a elaborar sus planes estratégicos. Fue esa clase de trabajo la que me convirtió en activista queer y, por extensión, en activista trans. Aunque yo no me defino como activista. Es una palabra con mucho peso, ¿no crees? Es algo que otrxs dicen de ti. Yo creo que solo soy amante y luchadorx (risas).
Chinelo Cuéntame sobre el taller que facilitaste durante el Festival de AWID. ¿De qué se trataba y en qué contexto surgió?
Mi profunda conciencia de mí mismx en la infancia y cómo ya cuestionaba las desigualdades e injusticias a muy temprana edad (+/- 4 años de edad). (Créditos: Naïké Ledan)
Naike Los medios internacionales no hablan en serio sobre Haití, pero en un ambiente político tan malo como el que estamos viviendo, el ambiente económico se torna aún más catastrófico. Como haitianx más bien de clase media, que habla otros idiomas, que tiene otros pasaportes, al principio dudé de si yo debía ocupar ese espacio o no. Pero muchas veces me veo como un puente más que como alguien que va a hablar de sí mismx. Entonces decidí invitar a Semi, una joven mujer trans brillante que vive fuera de Puerto Príncipe, para que tomara el espacio y la palabra, y nos trazara un recorrido sobre el ecosistema de las realidades que viven las mujeres trans en Haití. Terminamos creando una sesión sobre el feminismo que no incluye — o, diría yo, los espacios feministas formales (que no lo hacen) — y cómo en Haití las chicas trans no cuentan con espacios donde puedan contribuir al conocimiento de las mujeres y compartir sus realidades. Por eso el Festival de AWID me dio la oportunidad de ceder el espacio a las mujeres que deben ocuparlo. Lo pasamos muy bien, tomamos vino en línea mientras charlábamos. Mi cofacilitadora, Semi, contó cómo fue haber sido unx niñx/niña/mujer trans en distintas etapas de su vida. También habló de los peligros de la calle, de la pobreza, la exclusión, lo que ocurre cuando «se te nota», así como de sus victorias.
Chinelo ¿Qué relación existe en Haití entre las mujeres trans y las organizaciones feministas? ¿Cómo ha sido tu experiencia en este sentido?
Naike La experiencia de las mujeres trans en Haití ha sido realmente difícil; devastadora en realidad. Pasaron de la invisibilidad absoluta a estar extremadamente sexualizadas. Otra cosa que sucede es que las están matando y los medios no informan acerca de esos asesinatos. Así de inexistentes, de borradas son y están las mujeres trans. Están en todas partes pero no en los espacios laborales, ni en los espacios feministas ni en las organizaciones. Ni siquiera en las organizaciones LGBT. Solo muy recientemente, y gracias a mucha presión del activismo, algunas de estas organizaciones de alguna manera se están readaptando, pero en los espacios feministas esto sigue estando fuera de toda consideración. Todavía tenemos que escuchar el viejo discurso excluyente que dice «No son mujeres. Por supuesto, si no se les nota … » La cultura de que no se note es una conversación sobre gestión de riesgos: cuánto se te nota y cuánto no se te nota, y lo que eso implica para tu cuerpo y en términos de la violencia que causa. En las realidades trans-excluyentes que vivimos, que se reproducen en muchos espacios feministas, a las que no «se les nota» en absoluto tal vez se las considere chicas, pero solo hasta cierto punto. Pero, ¿qué pasa cuando se enamoran, cuando quieren conversar, cuando están en el armario, cuando quieren adoptar una determinada estética o seguir una carrera? La conversación sobre la terapia hormonal termina centrándose en la reducción de riesgos, como lo dijo la propia Semi en el taller. Pero no tenemos la opción de las terapias hormonales, no tenemos ni el marco médico ni un sistema que apoye a las que quieran tomar por ese camino.
Chinelo Cuando hablas de lo que piensa la sociedad acerca de las personas trans y las personas queer, suena bastante similar a lo que ocurre en Nigeria que puede ser un ambiente profundamente homofóbico.
Naike Haití es un país muy complejo de maneras muy hermosas. Aquí nada es simple, ¿sabes?, las cosas nunca son de una sola forma. La gente es muy tolerante, y también muy homofóbica. Hay zonas rurales en las que la gente no es para nada homofóbica porque allí hay muchos templos vudús y esa es una religión que respeta la vida. Un principio básico de la religión vudú es que todxs lxs niñxs son niñxs. Por eso es una religión que no define lo que está bien ni lo que está mal. Durante muchísimo tiempo la gente pensó en Haití como un refugio, un lugar donde había tolerancia — estamos hablando de los setenta, ochenta, antes del VIH, inclusive los noventa. Luego vino el terremoto (en 2010) donde murieron casi 300 000 personas. Y entonces llegó todo ese dinero de las iglesias evangélicas del sur de Estados Unidos para reconstruir el país y encontrar a Jesús. Por eso la homofobia en Haití es algo muy reciente. En lo profundo, en el corazón del alma de su cultura, no puedo realmente decir que sea un país homofóbico. Pero en la vida cotidiana no hay duda de que esa violencia lastima la piel de las personas queer. Y de las mujeres, de las mujeres empobrecidas, las mujeres de piel oscura, porque el colorismo está muy arraigado en el Caribe.
Chinelo ¿Cómo te has enfrentado a esto? ¿Cuál ha sido tu estrategia para sobrevivir?
Mi regreso a Haití como parte de mi proceso de descolonización y la elección de posicionar físicamente mis sentidos y los de mi familia de manera inflexible del lado de la magia y la negritud. (Créditos: Naïké Ledan)
NaikeEstoy enamoradx de mi trabajo. Me encanta trabajar. Cuando recién llegué trabajaba en una ONG horrible pero el trabajo que hacía era maravilloso. Estaba siempre en zonas rurales, conversando y aprendiendo de la gente, de las mujeres. Y eso me colmó el corazón durante mucho tiempo porque adoro mi cultura, a la gente negra, a las mujeres negras, a las ancianas negras, lxs bebés negrxs. Es algo que me colma espiritualmente. Cuando vivíamos en Canadá, mis hijxs iban a esas escuelas sólo de blanquxs donde lxs trataban como mascotas. No hablaban creole ni francés. Y ahora corren libres por el jardín y ya están empezando a pelearse en creole. También encontré espacios de supervivencia en la gente a la que conocí. Forjé lazos con gente queer y con otra gente rara como yo, y eso ha sido realmente maravilloso. Pero ahora todo se ha vuelto más difícil porque ya no me siento segurx en Haití. En Puerto Príncipe ocurren casi 40 secuestros por semana, y esto es así desde 2018. Ahora tengo ataques de ansiedad y de pánico. Entonces, es hora de irme y he comenzado a preguntarme dónde está mi hogar. Pasé 19 años en Montreal pero allí nunca sentí que estuviera en mi casa. Desde que me fui, nunca lo extrañé y por eso no quiero volver. Últimamente estoy llorando mucho porque siento como que está comenzando mi segundo exilio.
Chinelo ¿Cómo es tu relación con el placer, el tiempo libre y el descanso?
Naike Mi relación con el placer, el tiempo libre y el descanso es la misma, porque para mí son una sola cosa. Son esos momentos vividos en los que disfruto del sol sobre mi rostro, por ejemplo. Es placer, tiempo libre y descanso a la vez.
Placer: Es el espacio al que siempre voy, casi siempre como refugio donde puedo celebrarme a mí mismx. Me reservo el poder y el derecho de hacer mucho ruido o nada de ruido cuando disfruto del placer que siento — de todo el placer en el que me deleito en abundancia, viciosamente, que incluye el placer de la soledad y el silencio pero no se limita a eso.
Tiempo libre: andar en bicicleta, ir a festivales de música, comer, descubrir vinos, bailar las danzas vudús tradicionales de Haití son algunas de las muchas opciones que se me ocurren en este momento.
Descanso: Para eso vivo. Como persona que sobresale en su trabajo y que está literalmente enamorada de él, es una paradoja lo haraganx que soy. Nadie lo sabe porque lo que todo el mundo ve es una persona que trabaja muchísimo y es muy exitosa. No saben que puedo ser inflexible en cuanto a disfrutar profundamente de no hacer nada.
ExplorarCorporalidades Transnacionales
Esta edición en alianza con Kohl: una publicación para Body and Gender Research analizará soluciones, propuestas y realidades feministas para transformar nuestro mundo actual, nuestros cuerpos y nuestras sexualidades.
نصدر النسخة هذه من المجلة بالشراكة مع «كحل: مجلة لأبحاث الجسد والجندر»، وسنستكشف عبرها الحلول والاقتراحات وأنواع الواقع النسوية لتغيير عالمنا الحالي وكذلك أجسادنا وجنسانياتنا.
Siempre hemos trabajado para garantizar que nuestros Foros sean desarrollados conjuntamente con nuestrxs afiliadxs, los movimientos, y nuestros colectivos prioritarios.
Para el Foro 2020 queremos profundizar y fortalecer este espíritu y esta práctica de creación conjunta y colaboración. También reconocemos la necesidad de mejorar el equilibrio entre la inclusión de muchas voces y experiencias y el espacio para que lxs participantes y el equipo respiren, se tomen una pausa, y disfruten de un poco de tiempo de inactividad.
Este Foro será diferente en cuanto a que:
Tendremos muchas menos actividades organizadas, porque queremos que la gente tenga tiempo para relacionarse y hablar entre sí, experimentar, procesar, etc. Es fundamental que sepas que puedes venir al Foro, participar y ser muy activx, y no facilitar ninguna actividad organizada (o «sesión»).
Tendremos Espacios Abiertos (al menos una tarde entera sin ninguna actividad organizada), y también espacios físicos disponibles durante todo el Foro para que la gente organice sus propias reuniones.
Tendremos un Comité de Contenido y Metodología compuesto por feministas de distintas regiones con experiencia en metodologías participativas, para apoyar al equipo de AWID y a quienes lideren actividades en el Foro en el uso de formatos creativos e interesantes para las actividades del Foro.
María Cecilia dedicó la mayor parte de su vida a la incorporación de una perspectiva feminista y de género en el trabajo institucional y organizacional y en el de capacitación.
De niña, demostraba fuerte interés en el arte, la comunicación, la naturaleza, la literatura y el logro de la justicia, especialmente para las mujeres y los grupos marginados.
Estaba comprometida con los derechos sexuales y reproductivos y fue parte de la Junta Nacional para la Educación Integral en Sexualidad. Sus seres queridxs la recuerdan como «una luchadora apasionada e incansable» con un profundo compromiso con los derechos de las mujeres y lxs niñxs.
Carta de amor a los movimientos feministas #2
Mi querida colectiva feminista:
La integro desde que tengo uso de razón. De jovencita, no sabía que existía una palabra — «feminista» — para nosotrxs, quienes aspiramos a superar y desmantelar el patriarcado; quienes buscamos refugio en los brazos de la inclusión y la interseccionalidad; quienes tratamos a las personas como iguales independientemente de su género, raza, sexualidad, religión y etnia; quienes estamos continuamente aprendiendo a obrar mejor, a ser mejores y a usar nuestros privilegios para que otras personas mejoren.
Cuando tenía 14 años, mi profesor de francés de la escuela secundaria, un hombre de 1,80 metros de altura y 30 años de edad, agredió a una alumna de mi clase delante de todxs nosotrxs. La alumna, que era amiga mía desde la infancia, y varias chicas más fuimos a la dirección para denunciarlo, madres y padres se involucraron y toda la clase, treinta alumnxs, expresó su apoyo a la chica. Pero todos nuestros intentos para que el profesor rindiera cuentas por lo que había hecho fracasaron: la administración ocultóó la denunciaa y el profesor nunca fue despedido ni perseguido. Mis compañeras y yo estábamos indignadas, así que hicimos lo que toda joven feminista furiosa haría: LE TIRAMOS HUEVOS A SU AUTO. Si bien los huevos se lavaron con facilidad, costó más sacar la pintura que usamos para escribir las palabras «Cerdo» y «Khamaj» (basura). Nunca olvidaré cómo nos hizo sentir eso: liberadas, enfurecidas, felices, muy unidas y con poder. La misma emoción se repite en todos los ámbitos feministas en los que he estado desde entonces. La feminista adolescente que hay en mí creció y participó en Women Deliver, AWID, Unootha, facilitó talleres feministas en la universidad, e incluso fue perseguida por su filiación feminista a los 19 años, pero esa es otra historia para otra carta.
Los movimientos y espacios feministas me brindan seguridad y empoderamiento. Son las madres que hubiéramos deseado tener y los vínculos que necesitábamos para conectarnos y organizarnos, a pesar de nuestras diferencias, contra un enemigo común, el patriarcado, que nos ha estado perjudicando a todxs. Con ustedes aprendí a ser resiliente y a reunir mis fuerzas y habilidades para estimular a otras personas, para sacar a la luz la situación de las personas marginadas, y dar voz a quienes no la tienen.
Lo que más me gusta de ustedes, movimientos feministas, es que a veces hacen mal las cosas, desprecian y también marginan, tienen prejuicios como cualquier otro movimiento, pero lo que los diferencia es que siempre se esfuerzan por ser mejores. La rendición de cuentas no es algo a lo que le teman, y son un colectivo en constante cambio que refleja cómo el altruismo y la filantropía que se proponen lograr la equidad de género también cambian con el paso del tiempo.
Que crezcan siempre, que obren mejor, que siempre se enfurezcan, que siempre rujan, que siempre amen, que siempre hablen distintas lenguas y que siempre sientan su poder.
Dora nació en el estado de Benue, Nigeria. Fue una farmacéutica, tecnócrata, investigadora erudita y líder comunitaria reconocida mundialmente.
El trabajo revolucionario de Dora produjo un cambio de paradigma en el servicio público nigeriano cuando se desempeñó como Directora General de la Agencia Nacional para la Administración y Control de Alimentos y Medicamentos, entre 2001 y 2008. Encabezó reformas en la aplicación de políticas y regulaciones que redujeron drásticamente la cantidad de drogas falsas que asolaban el sector farmacéutico nigeriano cuando asumió su cargo.
Se convirtió en un ícono del empoderamiento de las mujeres, porque fue un ejemplo real de mujer valiente y competente que desafió los males de una sociedad predominantemente patriarcal. Fue nombrada Ministra de Información y Comunicación entre 2008 y 2010.
Murió luego de una batalla contra el cáncer, y le sobreviven su esposo, seis hijxs y tres nietxs.
Salir del clóset en el momento culminante de mi vida: El Foro de Feminismos Negros
Muchxs participantes experimentan los Foros de AWID como un singular espacio de libertad, donde son acogidxs y celebradxs tal como son. En un mundo donde incluso lxs feministas más privilegiadxs a menudo encuentran que no encajan del todo, para aquellas personas cuyas identidades son criminalizadas o de alguna manera condenadas en sus contextos cotidianos esta experiencia de libertad y celebración puede ser profundamente transformadora (y reparadora). La historia de cómo OluTimehin Kukoyi (que participaba por primera vez) vivió el Foro de Feminismos Negros y el Foro de AWID de Bahía (2016) ilustra esto con mucha potencia.
Sylvia Rivera fue activista por los derechos civiles, travesti y trabajadora sexual.
Conocida como la Drag Queen de color de Nueva York, Sylvia fue feroz e incansable en su voluntad por cambiar las cosas, y en su defensa de quienes quedaron marginadxs y excluidxs cuando el movimiento por los "derechos de la comunidad gay" se volvió predominante en los Estados Unidos, a principios de los 70.
En 1973, durante un conocido discurso por el día de Christopher Street, Sylvia gritó en medio de la multitud de integrantes de la comunidad LGBT:
"Todos ustedes me dicen, anda y esconde la cola entre las patas.
No voy a seguir aguantando esta mierda.
Me han golpeado.
Me han roto la nariz.
Me han metido en la cárcel.
He perdido mi trabajo.
He perdido mi departamento
por la liberación gay, ¿y todos ustedes me tratan así?
¿Qué carajo les pasa a todos ustedes?
¡Piensen en eso!"
En 1969, a la edad de 17 años, Sylvia participó en los emblemáticos disturbios de Stonewall, al lanzar, presuntamente, el segundo cóctel molotov para protestar por la redada policial en este bar gay de Manhattan. Siguió siendo una figura central en los levantamientos posteriores, organizando mítines y luchando contra la brutalidad policial.
En 1970, Sylvia trabajó junto con Marsha P. Johnson para establecer Street Transvestite Action Revolutionaries [Acción Travesti Callejera Revolucionaria] (S.T.A.R., por sus siglas en inglés), un colectivo político y una organización que establecería proyectos de apoyo mutuo para las personas trans que vivían en la calle, aquellxs que luchaban contra la drogadicción, las que estaban encarceladas y, en particular, para las personas trans de color que vivían en la pobreza.
Desafiante de las etiquetas, Silvia vivió la vida de una manera que retaba a las personas del movimiento de liberación gay a pensar de manera diferente. Ella dijo:
"Me fui de casa a los 10 años, en 1961. Hice la calle en la 42. El inicio de los años 60 no era un buen momento para lxs drag queens, los chicos afeminados o los chicos que usaban maquillaje como nosotrxs. En ese entonces nos golpeaba la policía, y todo el mundo. Yo no salí realmente como drag queen hasta finales de los 60, cuando se arrestaba a lxs drag queens, qué degradación había. Recuerdo que la primera vez que me arrestaron, ni siquiera estaba vestida totalmente en drag. Estaba caminando y los policías me arrebataron de la calle. La gente ahora quiere llamarme lesbiana porque estoy con Julia, y yo digo: "No. Soy sólo yo. No soy lesbiana". Estoy cansada de que me etiqueten. Ni siquiera me gusta la etiqueta transgénero. Estoy cansada de vivir con etiquetas. Sólo quiero ser quien soy. Soy Sylvia Rivera.
A través de su activismo y su coraje, Sylvia ofreció un espejo que reflejaba todo lo que estaba mal en la sociedad, pero también la posibilidad de transformación. Sylvia nació en 1951 y falleció en 2002.
Laurie Carlos fue una actriz, directora, bailarina, dramaturga y poeta estadounidense, una artista y visionaria extraordinaria que tenía un poderoso don para hacer surgir el arte en otras personas.
«Laurie entraba en una habitación (cualquier habitación/todas las habitaciones ) con clarividencia arremolinada, con genio artístico, rigor corporizado, con un realismo feroz— y con la determinación de ser libre... y de liberar a otrxs. Una hacedora de magia. Una vidente. Alguien que cambiaba de formas. Laurie me dijo una vez que entraba en los cuerpos de las personas para descubrir qué necesitaban.» - Sharon Bridgforth
Combinaba estilos de actuación tales como gestos rítmicos y texto. Laurie era mentora de nuevxs actorxs, performers y escritorxs, y ayudaba a difundir su trabajo a través de «Naked Stages», una beca para artistas emergentes. Integraba el Penumbra Theater, con el que colaboraba mediante guiones que produjeran identificaciones, a fin de «traer más voces femeninas al teatro». Laurie integraba también Urban Bush Women, una compañía de danza contemporánea prestigiosa que relata historias sobre mujeres de la diáspora africana.
En 1976, como Lady in Blue, hizo su debut en Broadway, en la producción original galardonada del drama poético de Ntozake Shange For colored girls who have considered suicide / when the rainbow is enuf. La obra de Laurie incluye White Chocolate, The Cooking Show y Organdy Falsetto.
«Cuento las historias en el movimiento (las danzas internas que surgen espontáneamente, como en la vida), la música y el texto. Si escribo una línea, no necesariamente tiene que ser una línea que es hablada; puede ser una línea que es movida. Una línea a partir de la cual se crea música. El gesto se convierte en la oración. Gran parte de quienes somos como mujeres, como personas, tiene que ver con los gestos que hacemos entre nosotrxs todo el tiempo, y en particular, durante momentos emotivos. El gesto se convierte en una oración o una declaración de hechos. Si pongo en un guión “cuatro gestos”, eso no quiere decir que no estoy diciendo nada; significa que lo he abierto para que algo sea dicho físicamente.» - Laurie Carlos
Laurie nació y creció en la ciudad de Nueva York, trabajó y vivió en Twin Cities. Falleció el 29 de diciembre de 2016 a la edad de 67 años, luego de una batalla contra el cáncer de colon.
Tributos:
«Creo que esa era exactamente la intención de Laurie. Salvarnos. De la mediocridad. Del ego. De la pereza. De la producción de arte a medias. De estar paralizadxs por el miedo. Laurie quería ayudarnos a Brillar plenamente. En nuestra producción artística. En nuestras Vidas.» - Sharon Bridgforth para Pillsbury House Theatre
«Nadie que conociera a Laurie dejaría de definirla como una persona original. Era su propia persona. Era su propia persona, su propia artista; ponía en escena el mundo tal como lo conocía, con verdadero estilo y comprensión, y vivía su arte.» - Lou Bellamy, fundador de Penumbra Theater Company, para Star Tribune
El hogar de Esther Mwikali estaba en la aldea de Mithini, en el condado de Murang'a, Kenya. Esther fue una defensora del derecho a la tierra destacada y valorada que investigó los abusos contra okupas de tierras reclamadas por magnates. La investigación de la que participó Esther incluyó también violaciones del derecho a la tierra cometidas por personas con poder en Makuyu.
Luego de que Esther faltara a una de las reuniones de la aldea, un grupo de búsqueda salió a rastrear a Esther. El 27 de agosto de 2019, dos días después de su desaparición, el cuerpo de Esther fue encontrado en una granja cerca de su casa, con signos de tortura. Esther había sido brutalmente asesinada.
"El trabajo de Esther por evitar el desalojo de lxs integrantes de las comunidades de las tierras reclamadas por magnates era conocido por todxs. Para lxs activistas locales no existía ninguna duda de que su asesinato estaba relacionado con las luchas en la zona por el acceso a la tierra; un trágico recordatorio de la alarmante frecuencia con que se llevan a cabo las ejecuciones extrajudiciales en Kenia."- Global Wittness Report, Julio 2020
"Asociamos la muerte de Mwikali con las luchas locales por el derecho a la tierra, y exigimos al Gobierno que investigue el asunto sin demora." - James Mburu, portavoz de lxs okupas.
"Es necesario tomar medidas con respecto a las personas que presuntamente han amenazado a lxs ocupantes ilegales, incluida la familia de Mwikali". - Alice Karanja, Coalición Nacional de Defensorxs de Derechos Humanos
"El impacto de su trabajo y su tenacidad permanecerán vivos en Kenia durante décadas. El CJGEA consuela a las personas afligidas y pide justicia". - Comunicado de prensa del Centro para la Justicia y la Acción Gubernamental (CJGEA, por sus siglas en inglés), 13 de septiembre de 2019
Solidarity: membership why page
Solidaridad
Nos solidarizamos unxs con otrxs, y con las distintas luchas por la justicia y las libertades. Procuramos movilizar y fortalecer la acción colectiva, y practicamos formas significativas de trabajar en conjunto.
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Publicaciones
Enciende tu fuego feminista leyendo nuestras investigaciones y publicaciones varias sobre financiamiento, defensoras de derechos humanos, construcción de movimientos, fundamentalismos, justicia económica, seguimiento y evaluación feminista y más
Crear | Résister | Transform: un recorrido por el Festival
Mientras el capitalismo heteropatriarcal continúa forzándonos al consumismo y el acatamiento, observamos que nuestras luchas están siendo compartimentadas y separadas por fronteras tanto físicas como virtuales.
Y con los desafíos adicionales presentados por una pandemia global que todavía deben ser superados, esta estrategia de «divide y vencerás» ha sido favorable para la proliferación de la explotación en muchas áreas.
No obstante esto, desde el 1° hasta el 30 de septiembre de 2021, un festival para movimientos feministas! de AWID nos llevó a un viaje sobre lo que significa encarnar nuestras realidades en espacios virtuales. En el Festival se reunieron activistas feministas de todo el mundo, no solo para compartir experiencias de libertades duramente conquistadas, de resistencias y de solidaridades más allá de las fronteras, sino para articular lo que podría ser una forma transnacional de compañerismo.
Esta solidaridad tiene el potencial de desafiar las fronteras, tejiendo una visión del futuro que es transformadora, porque es abolicionista [del complejo industrial carcelario] y anticapitalista. A lo largo de un mes, a través de las infraestructuras digitales que ocupamos con nuestra cuiridad / queeridad, nuestra resistencia y nuestros imaginarios, el Festival nos mostró una forma de desviarnos de los sistemas que nos hacen cómplices de la opresión de otras personas y de nosotrxs mismxs.
Si bien Audre Lorde nos enseñó que las herramientas del amo nunca desarmarán la casa del amo, Sara Ahmed nos demostró que podemos utilizarlas en forma indebida. Dado que teníamos que dar espacio a la asamblea, y a pesar de todas las otras demandas sobre nuestro tiempo, fue posible imaginar una disrupción de la realidad del capitalismo heteropatriarcal.
Ahora bien, si entendemos la asamblea como una forma de placer, entonces, se hace posible establecer el vínculo entre el placer transgresor y la resistencia transnacional/transdigital: entre las clases de placer que desafían las fronteras por un lado, y la cuiridad / queeridad, lo camp, las luchas por la tierra y los movimientos indigenistas, el anticapitalismo y la organización política anticolonial por el otro.
Esta edición intentó captar un sentido de cómo el ejercicio de la asamblea en el Festival adoptó múltiples formas e imaginaciones. Además de contar con las colaboraciones directas de algunxs de sus conferencistas y soñadorxs, trajimos a una plétora de otras voces del Sur global para que conversaran sobre muchos de sus temas y sujetxs. Lo que sigue es una muestra de algunos de los paneles del Festival que más nos inspiraron.
#8 - Sexting like a feminist Tweets Snippet ES
Cuando recién conociste a alguien y necesitas decirle algo bueno
Vamos despacio y con amabilidad. Los orgasmos, como la construcción de los movimientos feministas, llevan tiempo, energía y un poquito de creatividad.