Laura fue una abogada y líder activista que luchó valientemente por la descriminalización del trabajo sexual en Irlanda.
Es recordada como «una combatiente por la libertad de lxs trabajadorxs sexuales, una feminista, una madre para su hija y una amiga necesaria para mucha gente».
Laura promovió el reconocimiento de las personas de la industria del sexo como trabajadorxs merecedorxs de derechos. Presentó demandas por la descriminalización, e inició una revisión judicial en la Corte Suprema de Belfast respecto de las provisiones que criminalizan la compra de servicios sexuales. Declaró que su intención era llevar el caso a la Corte Europea de Derechos Humanos.