Organizing creatively, facing an increasing threat
Young feminist activists play a critical role in women’s rights organizations and movements worldwide by bringing up new issues that feminists face today. Their strength, creativity and adaptability are vital to the sustainability of feminist organizing.
At the same time, they face specific impediments to their activism such as limited access to funding and support, lack of capacity-building opportunities, and a significant increase of attacks on young women human rights defenders. This creates a lack of visibility that makes more difficult their inclusion and effective participation within women’s rights movements.
A multigenerational approach
AWID’s young feminist activism program was created to make sure the voices of young women are heard and reflected in feminist discourse. We want to ensure that young feminists have better access to funding, capacity-building opportunities and international processes. In addition to supporting young feminists directly, we are also working with women’s rights activists of all ages on practical models and strategies for effective multigenerational organizing.
Our Actions
We want young feminist activists to play a role in decision-making affecting their rights by:
Fostering community and sharing information through the Young Feminist Wire. Recognizing the importance of online media for the work of young feminists, our team launched the Young Feminist Wire in May 2010 to share information, build capacity through online webinars and e-discussions, and encourage community building.
Researching and building knowledge on young feminist activism, to increase the visibility and impact of young feminist activism within and across women’s rights movements and other key actors such as donors.
Promoting more effective multigenerational organizing, exploring better ways to work together.
Supporting young feminists to engage in global development processes such as those within the United Nations
Collaboration across all of AWID’s priority areas, including the Forum, to ensure young feminists’ key contributions, perspectives, needs and activism are reflected in debates, policies and programs affecting them.
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Magaly Quintana était connue de nombreuses personnes au Nicaragua comme « La Maga » (la magicienne). Historienne et activiste féministe, elle était une indéfectible défenseure des droits des femmes, réclamant justice pour les victimes de féminicides.
Magaly était fortement engagée dans la documentation et la collecte de statistiques sur les femmes et les filles tuées dans le cadre de la violence sexuelle dans le pays.
« Elle s’employait à reconstituer la vie de chacune d’entre elles, de leur famille, pour montrer ces vies qui avaient été détruites », Dora María Téllez.
Magaly avait également critiqué le gouvernement pour sa réforme de la loi 779 sur la violence à l’égard des femmes. Résultat du travail acharné des mouvements de femmes nicaraguayens, cette loi incluait – avant sa réforme – d’importantes dispositions criminalisant le féminicide. Elle avançait que les réformes législatives avaient affaibli la loi et restreint la définition des féminicides à des homicides, rendant ainsi « invisibles » les crimes violents perpétrés contre les femmes.
Magaly a commencé à mener des actions féministes au début des années 1980. Directrice du Catholic Women for the Right to Choose, elle a défendu le droit à l’avortement thérapeutique après son interdiction en 2006, de même que soutenu les manifestations contre le gouvernement de Daniel Ortega en 2018.
Née en mai 1952, Magaly est décédée en mai 2019.
« Nous nous reverrons plus tard, ma très chère Magaly Quintana. Merci beaucoup, merci pour l’héritage que tu nous laisses. Nous te reverrons, aussi forte et puissante que toujours. », Erika Guevara Rosas (Directrice américaine d’Amnesty International)
Carta de amor a los movimientos feministas #3
Carta de amor al feminismo
Por Marianne Mesfin Asfaw
Tengo muchos recuerdos queridos de mi recorridofeminista, pero hay uno en particular que se destaca. Fue durante mi época en la escuela de posgrado, una conferencia a la que asistí como parte de un curso de Teoría Feminista. La conferencia trataba sobre feminismo africano y, en ella, la profesora habló de la historia del panafricanismo, de su carácter patriarcal, centrado en los hombres, y de cómo los estudiosos panafricanistas perpetuaban el borramiento de las mujeres africanas. La conferencista señaló que las contribuciones de las mujeres africanas a las luchas anticoloniales y descoloniales en el continente rara vez, o nunca, se analizany no se les da el debido crédito. Leímos acerca de las académicas feministas africanas que desafían ese borramiento y dan a conocer activamente las historias de los movimientos y los esfuerzos de resistencia liderados por mujeres africanas. Parecetan sencillo, pero lo que más me llamó la atención fue que alguien juntara las palabras africana y feminista. Mejor aún: descubrir que había muchas más de nosotras ahí afuera, luchando contra las complicaciones de la historia, la política y las normas sociales en distintos rincones del continente, y que todas estábamos utilizando una perspectiva feminista para hacerlo. Salí de esa conferencia conmovida y completamente alucinada. res de mis amigas (todas feministas africanas) y yo nos quedamos un rato comentando fuera del aula. Todas estábamos impresionadas por la genialidad de la conferencia y su contenido pero, sobre todo, sentimos que estábamos siendo tenidas en cuenta. Ese sentimiento fue el que más me llamó la atención.
Enamorarse del feminismo fue electrizante. Fue como sentir que por fin puedes hablar con la persona que te gusta desde hace mucho tiempo y descubres que también le gustas. Lo llamo mi enamoramiento porque durante la escuela secundaria me consideraba feminista pero sentía que no sabía lo suficiente sobre el tema. ¿Había una forma correcta de ser feminista? ¿Y si no lo estaba haciendo bien? Cuando asistí a mi primera conferencia de Estudios de las Mujeres obtuve respuestas para algunas de estas preguntas. Fue emocionante conocer historias de resistencia feminista y de desmantelamiento del patriarcado. Me sentí muy afirmada y validada, pero también sentí que algo me faltaba.
Profundizar mi relación con el feminismo a través de la academia en una institución en la que el estudiantado y el personal docente eran en su mayoría blancx, significó que, durante esos primeros años, me diera cuenta de que rara vez hablábamos sobre cómo la raza y la antinegritud se ponen en juego en los movimientos feministas hegemónicos. En la mayoría de las asignaturas teníamos tal vez una semana, o peor aún, una clase, dedicada a la raza donde por lo general leíamos algo de bell hooks, el trabajo de Kimberly Crenshaw sobre interseccionalidad, y tal vez, a Patricia Hill Collins. A la semana siguiente volvíamos a dejar de lado el tema. Lidié con todo esto dándole un lugar central a la raza y al feminismo negro en casi todas mis tareas, escribiendo sobre el pelo negro y las políticas de respetabilidad, la hipersexualización de los cuerpos de las mujeres negras, y mucho más. Con el tiempo me di cuenta de que intentaba llenar un vacío, pero no sabía muy bien cuál era.
El momento en que el círculo se cerró de manera perfecta fue cuando descubrí que había un feminismo africano y lo estudié. Me di cuenta de que teníamucho más por aprender, principalmente que mi africanidad y mi práctica feminista no tenían por qué estar separadas. Al contrario: tenían mucho que aprender la una de la otra, y había feministas africanas que ya estaban haciendo este trabajo. Esa era la pieza que faltaba y que me fue tan esquiva durante mi exploración del feminismo a lo largo de mi carrera académica.
Para mí, el feminismo es la antítesis de la apatía social y política. También significa que una vez que adoptas una perspectiva feminista, nada puede ser igual. Con mis amigas solíamos decir que era como ponerse unos anteojos que nunca te puedes quitar porque ahora ves el mundo tal y como es, con todos sus desastres. Desastres que no puedes ignorar ni dejar de lado. Es por eso que mi compromiso con el movimiento feminista es no dejar nunca de aprender, seguir ampliando el alcance de mi empatía y no vivir nunca de forma pasiva. Dedicar más tiempo y espacio en mi vida a los movimientos feministas, y seguir amplificando, celebrando, documentando y citando el trabajo de las feministas africanas. También me comprometo a darle un lugar central al cuidado y a dar prioridad al placer en este recorrido feminista porque no podemos sostener nuestros movimientos sin esto.
No hay nada como estar en un espacio compartido, intercambiar energías corporales, mirar a alguien a los ojos y establecer conexiones, ver el mundo y hacer algo juntxs. Eventos como el Foro se encuentran entre los más fuertes del movimiento feminista mundial... - Jac s m Kee, Malasia
Out Run (2016) Anglais | Tagalog avec sous-titres anglais
Mobilisant des coiffeurs·ses transgenres de la classe ouvrière et des reines de beauté, les leaders dynamiques du seul parti politique LGBT au monde mènent une quête historique pour élire une femme trans au Congrès philippin.
Building on our 20-year history of mobilizing more and better funding for feminist-led social change, AWID invites you to complete the new iteration of our flagship survey, WITM.
Doris Valenzuela Angulo was an Afro-descendant social activist, leader and human rights defender from Buenaventura, Colombia. She was part of Communities Building Peace in the Territories (CONPAZ), a national network of organizations in communities affected by armed conflict that advocate for non-violence and socio-environmental justice.
Doris defied constant paramilitary violence and pressures from mega projects to displace her community and state collusion. Faced with one of the most difficult contexts in her country, she played a leadership role in an unprecedented initiative of non-violent resistance called Puente Nayero Humanitarian Space, an urban place for community cohesion, safety, creativity and collective action.
This unique non-violent struggle of the families that belonged to Puente Nayero Humanitarian Space, attracted attention and support from both local and international agencies. By September 2014, the Inter-American Commission on Human Rights had granted precautionary protection measures to the community ordering the Colombian State to adopt necessary measures to preserve their lives and personal integrity. However, the threats and violence from the paramilitaries continued. Doris focused her energies on preventing forced recruitment of children and young people by the neo-paramilitaires, continuing on despite the murder of her son Cristian Dainer Aragón Valenzuela in July 2015. Doris also became a target, continuously receiving threats for her activism and the work she did.
The continued aggression and threats against her life forced Doris to leave Colombia. She was residing in Spain from February 2017 to February 2018, as part of the Amnesty International temporary protection program for human rights defenders at risk. In April 2018, Doris was murdered in Murcia, Spain by her ex-partner. She was only 39 years old.
Tributes:
"Doris, spending a whole year with you has taught us how a person can have the ability to transform and generate hope in the face of deeply negative and devastating events during your life...We continue with our commitment in the defense of all human rights. Your courage and your light will always guide us.” - Montserrat Román, Amnesty International Grupo La Palma
Excerpt from “Words for Doris Valenzuela Angulo” by Elsa López
"..You knew it. You always knew. And in spite of everything you stood firm against so many injustices, so many miseries, so much persecution. You stood up, haughty and fierce, against those who wanted to make you again abandon your hopes, humble yourself and surrender. Standing up you cried out for your freedom and ours that was yours. Nothing and no one paralyzed your efforts to change the world and make it more generous and livable. You, live among us, more alive today than ever among us despite death. Always live by your gestures, your courage, your greatness when crying for a promised land that you came to invoke with each of your cries for all the deserts you inhabited. You. Always alive. Doris Valenzuela Angulo.
They are only words. I know. I know it too. But the words unite us, protect us, give us strength and encouragement to continue walking towards the light that you defended so much…”
Lettre d’amour aux mouvements féministes #5
Féministes soudanaises : « une révolution au sein de la révolution »
« J’ai subi des violences sexuelles, des blessures physiques et d’autres formes de violence lorsque je manifestais sur les lignes de front. Mais je ne m’arrêterai jamais, tant et aussi longtemps que nous n’aurons pas de régime civil au Soudan. Nous devons arrêter la militarisation de l’État. Nos corps ne doivent plus être traités comme des champs de bataille »
Les femmes sont à la tête de la révolution au Soudan depuis quatre ans. Leur leadership ne s’est pas limité à la rue : elles étaient la force motrice de la résistance continue à tous les niveaux. Les femmes et les jeunes féministes sont devenues la conscience alerte du mouvement pour le changement et la démocratisation au Soudan. Dès la première manifestation contre l’ancien régime dans la ville d’Aldmazein, dans la région en conflit du Nil Bleu, le 13 décembre 2018, de jeunes écolières sont devenues les porte-voix réclamant la fin de 30 années de dictature militaire et de Frères musulmans.
Le mouvement féministe mené par de jeunes femmes âgées de 16 à 35 ans a créé une révolution au sein de la révolution incessante depuis quatre ans au Soudan. Les voix des jeunes femmes qui occupent l’espace dans les rues, sur les réseaux sociaux, au sein de la société civile et des organisations politiques sont suffisamment fortes pour avoir remodelé l’opinion publique et questionné les normes sociales. Les discussions sur les violences sexuelles et basées sur le genre et les tabous de la violence domestique et des processus décisionnels dominés par les hommes sont devenues des débats courants pour la première fois dans l’histoire du Soudan. Les équipes de football féminines, les femmes porte-parole de comités de la résistance et les syndicats professionnels dirigés par des femmes sont quelques-uns des faits saillants de la nouvelle vague du mouvement féministe au Soudan. Des jeunes femmes se définissant fièrement et publiquement comme féministes est le gain le plus important, dans un pays dirigé depuis trois décennies par un islam fondamentaliste. De jeunes hommes soutenant l’activisme féministe et s’identifiant eux-mêmes comme féministes est un autre progrès qu’il convient de souligner.
Ce progrès n’est pas sans coût, tout comme il n’est pas parfait. Les activistes féministes, les groupes et les activistes se retrouvent face aux difficultés typiques rencontrées dans les contextes conservateurs et affectés par des conflits. Mais l’impact du mouvement des jeunes féministes au Soudan mérite d’être encensé. Dépasser les obstacles internes des différences de culture, de religion et des conflits historiques est un défi en soi, que les jeunes féministes au Soudan semblent relever activement. La création d’écoles féministes au Darfour et dans le Kordofan révèle la trajectoire unique du travail des jeunes féministes au Soudan, dont nous pouvons tirer des enseignements.
Il n’est pas possible de nommer les jeunes femmes à la tête de ces efforts et les groupes de femmes actives sur le terrain, du fait des nombreuses préoccupations sécuritaires suite au coup d’État militaire toujours en cours. Mais leur résilience, leur force et leur courage devront figurer dans les livres d’histoire. Ces jeunes femmes audacieuses à la tête de la résistance dans les rues, derrière leurs écrans, dans différentes professions et sur différents terrains d’activisme façonnent l’avenir du Soudan. Les jeunes féministes au Soudan créent de nouveaux espaces pour que des récits et des discours féministes restructurent la distribution du pouvoir, dans ses aspects politiques, économiques et sociaux.
Malgré l’immensité de la violence, la résurgence d’un islam fondamentaliste, la militarisation et la réduction des espaces civiques, les activistes féministes au Soudan restent ancrées dans leurs sororités. Elles demeurent une incroyable source d’inspiration pour les mouvements féministes à travers le monde.
Nazik Awad
* Amal est un pseudonyme afin de protéger la jeune activiste citée. ** Le Soudan vit une révolution constante depuis 2018. Une nouvelle vague a démarré après le coup d’État militaire du 25 octobre 2021.
Du 2 au 5 décembre 2024, à Bangkok, en Thaïlande ! Nous nous rassemblerons au Centre national de convention de la Reine Sirikit (QSNCC) et aussi virtuellement en ligne.
Mena Mangal fue una destacada periodista de televisión, defensora de los derechos de las mujeres y asesora cultural de la Wolesi Jirga, la cámara baja del parlamento nacional de Afganistán.
Durante más de una década, trabajó para Ariana TV, el canal Lamar de lengua Pashto de Tolo TV, y para la emisora privada de televisión nacional afgana Shamshad TV. Como presentadora, Mena se enfocó en los derechos de las mujeres y en los programas de entrevistas culturales.
"La defensora de los derechos de la mujeres Wazhma Frogh dijo que Mangal "tenía una voz fuerte" y se pronunció activamente como defensora de su pueblo".
Fuera de la pantalla, también dirigió páginas populares de redes sociales que defendían los derechos de las niñas y mujeres afganas a la educación y el trabajo. En lo que concierne a su vida privada, Mena escribió extensamente acerca de cómo había sido forzada a contraer un matrimonio arreglado en 2017, y sobre el proceso que tuvo que atravesar para poder obtener finalmente el divorcio.
En un post de Facebook, Mena escribió que estaba recibiendo amenazas de muerte de fuentes desconocidas, pero que aun así continuaría llevando a cabo su trabajo.
El 11 de mayo de 2019, Mena fue atacada por hombres armados desconocidos y asesinada a tiros a plena luz del día en un espacio público del sudeste de Kabul.
"Estamos preocupadxs por la situación actual ya que está teniendo un impacto directo en las mujeres que trabajan fuera de sus casas... Las mujeres periodistas están cambiando de profesión debido a los crecientes riesgos que enfrentan". - Robina Hamdard, defensora de los derechos de las mujeres en Kabul.
When can I register for the Forum? How much does it cost to register? What does Registration Include?
Registration will start early 2024. We will announce the exact registration date and registration fee soon. Registration will include participation in the Forum, plus lunch and snacks (breakfast to be provided at the hotels), and one onsite dinner.
Les discours antidroits continuent à évoluer. Outre le recours à des arguments religieux, culturels et traditionnels, les acteur·rice·s antidroits s’approprient le langage de la justice sociale et des droits humains pour travestir leurs véritables programmes et gagner ainsi en légitimité.
“Je n’adhère pas au concept de ‘tiers-monde’. Je fais des films pour que les gens puissent les comprendre indépendamment de leur race ou de leur couleur. Pour moi, il n’y a que des exploiteurs et des exploités, c’est tout. Faire un film, c’est prendre position.” - Sarah Maldoror
Sarah Maldoror, cinéaste française d’origine antillaise, fut une pionnière du cinéma panafricain. Elle plaça ses préoccupations politiques et son engagement de longue date dans les mouvements de décolonisation au coeur de son oeuvre.
Son film révolutionnaire Sambizanga (1972), avec son “image révolutionnaire”, retrace la lutte de libération anticoloniale des activistes angolais et retranscrit le point de vue d’une femme qui se trouve dans ce moment historique.
“Pour beaucoup de cinéastes africains, le cinéma est un outil de la révolution, une éducation politique pour transformer les consciences. Il s’inscrivait dans l’émergence d’un cinéma du Tiers-Monde cherchant à décoloniser la pensée pour favoriser des changements radicaux dans la société.” - Sarah Maldoror
Au cours de sa carrière, Sarah a fondé, aux côtés d’un certain nombre d’artistes africain·e·s et caribéen·ne·s, la première compagnie de théâtre noire en France (1956). Elle a réalisé une quarantaine de films, y compris d’importants documentaires qui mettent en valeur les vies et l’oeuvre d’artistes noir·e·s, notamment celles de son ami et poète Aimé Césaire qui lui écrivit ceci:
“À Sarah Maldoror qui, caméra au poing,
combat l’oppression, l’aliénation
et défie la connerie humaine”.
Sarah a également voulu permettre aux femmes africaines de s'approprier davantage le processus de réalisation des films. Dans une interview, elle faisait remarquer :
"La femme africaine doit être partout. Elle doit être à l'image, derrière la caméra, au montage, à toutes les étapes de la fabrication d'un film. C'est elle qui doit parler de ses problèmes…”
Sarah a laissé un héritage incroyablement puissant qui doit être transmis.
Née le 19 juillet 1929, Sarah est décédée le 13 avril 2020 des suites de complications liées au coronavirus.
Je n'ai jamais su que j'avais une famille proche qui m'aime et qui veut que je m'épanouisse, Ma mère a toujours été là pour moi, mais je n'aurais jamais imaginé que j'aurais des milliers de familles qui ne sont pas liées à moi par le sang.
J'ai découvert que les familles ne sont pas seulement des personnes liées par le sang, mais des personnes qui vous aiment inconditionnellement, sans se soucier de votre orientation sexuelle, de votre état de santé, de votre statut social ou de votre race.
Je pense aux moments précieux où j'ai écouté toutes mes sœurs du monde entier qui sont des féministes fortes, des personnes que je n'ai pas rencontré.e.s physiquement, mais qui me soutiennent, m'enseignent, se battent pour moi : je suis à court de mots, les mots ne peuvent pas exprimer à quel point je vous aime, vous les mentor.esse.s et les autres féministes, vous êtes une mère, une sœur, une amie pour des millions de filles.
Vous êtes incroyables, vous vous êtes battu.e.s pour des personnes que vous ne connaissez pas - et c'est ce qui vous rend si spéciales.aux.
Cela me fait plaisir de l'exprimer par écrit.
Je vous aime tou.te.s et je continuerai à vous aimer. Je n'ai vu aucun.e d'entre vous physiquement, mais il me semble que nous nous connaissons depuis des décennies.
Nous sommes féministes et nous sommes fières d'être des femmes.
Nous continuerons à faire savoir au monde que notre courage est notre couronne.
Une lettre d'amour de FAITH ONUH, une jeune féministe du Nigeria.