Lo importante que es tener un asiento a la mesa
La poca representación de las mujeres en política es un problema en todo el mundo. Angila Ashitua es una joven afiliada a AWID que vive en el condado de Vihiga, Kenia Occidental. Como aporte a cambiar el cuadro desalentador que presenta la política en Kenia, Angila se presentará en las próximas elecciones generales de agosto de 2017 con el objetivo de representar al electorado en la asamblea de su condado. En su país «existe una necesidad urgente de mayor participación de las mujeres en la toma de decisiones y los procesos políticos».
«Quiero generar cambios. No creo que el cambio lo logre una persona sola sino todxs nosotrxs cuando hacemos algo» – Angila Ashitua
Por qué la política
Angila piensa que es «importante» que las mujeres estemos sentadas a las mesas donde se toman las decisiones y para que «nuestras verdaderas comunidades» estén representadas, se ponga fin a la violencia de género y al maltrato hacia lxs niñxs y mejorar «el número de mujeres líderes no solo en política y gobierno sino en todas las otras esferas de liderazgo».
Ella quiere inspirar a las jóvenes y a las niñas para que sus sueños conduzcan a futuros mejores en los que una representación más diversa de personas, que incluya a las mujeres, se ocupe de resolver los problemas y sobre todo las injusticias sociales. Angila dice que, como feminista, le «apasiona defender los derechos de las mujeres, ser un ejemplo, recordarles a las mujeres que tienen poder y tienen voces, hacer que se pongan de pie, que salgan al mundo y lo transformen, y a todo eso estoy abocada». Refiriéndose a las jóvenes y las niñas, se propone recordarles que:
«Sí, no es fácil, pero hay que hacerlo. Si no lo hago yo, ¿quién? Si no es hoy, ¿cuándo?» – Angila Ashitua
Ser una mujer joven con aspiraciones políticas no es tarea fácil, porque en ese ámbito «las mujeres se enfrentan a ataques contra su persona y su sexualidad, a violencia electoral y a culturas retrógradas que las mantienen alejadas de la política» .
De dónde viene su fuerza
Angila fue la menor de una familia con cinco hijxs. La crió su hermana mayor tras el fallecimiento de la madre de ambas cuando Angila tenía solo dos años, seguida por la trágica muerte del padre nueve años después. Angila tuvo que cambiarse de escuela cuando su padrino, que la había apoyado financieramente, también murió en un accidente. Una vez graduada en el Instituto Terciario de Peluquería y Belleza, se mudó a Juba, Sudán del Sur, donde trabajó durante dos años. A fines de 2013, Angila regresó a Kenia para formar, junto con «otras jóvenes de mentalidad afín», Pangola, un spa al aire libre. Lamentablemente, los numerosos ataques terroristas de que fuera objeto Kenia durante ese período afectaron de manera negativa a la industria del turismo, ya que muchos países aconsejaron a sus ciudadanxs que no visitaran Kenia. Como dice Angila: «Esto afectó nuestro negocio, que estaba dirigido a turistas internacionales, y nos vimos obligadas a cerrar».
Un cambio de ruta
Para cambiar su vida, Angila se abocó a completar una serie de cursos virtuales. Obtuvo un diploma en trabajo social, liderazgo y derechos humanos. Luego comenzó a militar activamente en partidos políticos y a escribir sobre temas que afectan a su sociedad en las redes sociales/como bloguera, y eso la convirtió en una apasionada defensora de los derechos de mujeres y niñxs así como de otras personas vulnerables en la comunidad. La red de periodistas ciudadanxs Key Correspondents la contrató como voluntaria pero se vio obligada a dejar ese trabajo:
«Mi vida estaba en peligro por defender el derecho a la salud de las personas que forman la comunidad LGBTI, teniendo en cuenta que Kenia es un país extremadamente homofóbico». – Angila Ashitua
En este momento, Angila trabaja como voluntaria desempeñando el rol de Coordinadora de operaciones/Trabajadora social en la Fundación Genevieve Audrey, una organización que busca poner fin a todas las formas de maltrato hacia la niñez. También se capacitó en liderazgo transformativo, político y de gobernanza, con el apoyo de la organización Akili Dada y de la incubadora de proyectos She Should Run [Ella debería postularse]. Young African Leaders Initiative [Iniciativa Jóvenes Líderes Africanxs, YALI] le permitió realizar cursos para entender mejor las elecciones y la responsabilidad cívica, el liderazgo de lxs servidorxs públicxs y los derechos de mujeres y niñas.
«Estoy empoderada, lista, comprometida y dispuesta a generar el cambio que quiero ver.» – Angila Ashitua
Puedes seguir a Angila (en inglés) en Twitter (@Angilaoluoch) e Instagram (@AngilaAshitua).